Jimin tembló ligeramente en su asiento cuando el recuerdo de lo que había pasado la tarde del día anterior invadió su cabeza.

Él, Yoongi, sus primos, Jin y Taehyung, el pequeño Kook y también Hoseok habían ido a la casa vacacional que poseían los padres del alfa pelinegro.

Había sido un día caluroso por lo que Jimin decidió tomar un baño en la piscina estilo playa que había.

Nada más verla se había encandilado por ella, con lo que le gustaban a él las playas, le había caído como anillo al dedo. Mientras se encontraba refrescándose, Yoongi lo había sorprendido acorralándolo en la parte más profunda de la piscina.

Realmente se había sobresaltado al sentir como unas manos lo sujetaban de la cintura y luego lo pegaba a la pared más cercana para, segundos después, hacerlo delirar con un excitante beso que lo dejó con ganas de ir más lejos.

Pero no allí, donde cualquiera pudiera verlos.

Intentó huir, pero fue atrapado por el alfa cuando estaba en la parte baja.

El sexo vainilla jamás había sido de sus favoritos. El prefería el sexo rudo. Y Yoongi había demostrado sus dotes en ese ámbito. Pero, extrañamente, el alfa se decantó por hacerle el amor de manera suave y bonita, aún cuando él al principio se resistió a que lo hicieran allí mismo porque a pesar de lo pícaro y descarado que tendía a ser, no era fan del exhibicionismo.

Pero Yoongi no escuchó razones y se enterró en él de manera dulce y lenta.

Se excitó de tan solo recordar todas las sensaciones que atacaron su cuerpo cuando el pelinegro lo penetró de forma suave y tortuosamente lenta. El recuerdo de las olas artificiales golpeando sin fuerza su piel, mientras sentía el aterciopelado y caliente miembro del alfa abrirse paso por su canal, logró hacerlo lubricar al instante.

Debía admitir que el sexo con Yoongi era increíble en muchas formas. Simplemente su lobo y él quedaban totalmente extasiados y saciados por lo que su alfa provocaba...

Un momento...

¿Su alfa?

No. No. Y mil veces no.

Debía sacar esa idea estúpida de su cabeza.

Yoongi no era su alfa.

No lo era.

Solo era su esposo de conveniencia. Un esposo que él, más temprano que tarde, planeaba abandonar.

Pero entonces...

--Jimin.

¿Qué era ese extraño sentimiento que había surgido desde lo más profundo de su corazón y que lo hacía anhelar la presencia del alfa?

--Jimin.

El vergonzoso recuerdo de su último celo invadió su memoria. A pesar de que había pasado dos meses desde aquel suceso, aún volvía a afectarle su comportamiento.

Y es que ¿Cómo excusar el hecho de que en medio de su febril estado, había llamado a Yoongi para suplicarle que regresara a casa porque necesitaba de su compañía? El alfa había llegado considerablemente rápido y Jimin se lanzó a sus brazos en busca de su calor, de su aroma, de todo su ser.

Lo había necesitado tanto que aún podía sentir el miedo y la ansiedad del momento; para su suerte el alfa pareció comprender su estado sin necesidad de palabras porque lo había desnudado y le había hecho el amor.

Hasta ahí las cosas estuvieron medianamente bajo control.

La parte que lograba abrumarlo más era el hecho de que le había pedido al alfa anudarlo, aún cuando entre ellos existían ciertos límites que preferían respetar.

Yoongi, nuevamente, había aceptado sus súplicas y lo había anudado corriendo el riesgo de dejarlo embarazado. Pero las exigencias de su omega no se detuvieron.

Claro que no.

En un acto de sumisión y de pertenencia, había exhibido su cuello para ser mordido.

Y esa es la parte que no le perdona al estúpido de su lobo. Realmente era una suerte que el pálido se controlara y no lo haya mordido.

"Una mordida de apareamiento sería catástrofico" -se recordó Jimin.

--¡JIMIN!

El rubio se sobresaltó tras ese grito. Con la sorpresa pintada en la cara observó la mirada interrogatoria que tenía Seokjin en el rostro.

--Te he estado llamando pero parecías estar en transe ¿Qué te ocurre? -la preocupación genuina en la voz y el rostro del guapo omega descolocó por varios segundos al rubio.

--Nada. -dijo con una sonrisa tranquilizadora. --Solo estaba pensando. Pero estoy bien.

Tomó entre sus brazos al pequeño kook y este, gustoso por volver a tener su atención, llevó sus pequeñas manos al sedoso y dorado cabello del omega menor, empezando a dar tirones a los mechones entre sus deditos.

--No, Kookie. No hagas eso. -le corrigió Seokjin con cara seria.

--Déjalo, solo está jugando. -aseguró el rubio --¿No es cierto, pequeño? -elevó al infante por sobre su cabeza y sonrió feliz por como el cachorro se carcajeaba.

--Serías un buen padre. -aseguró Jin. Por la forma en la que Jimin trataba a su pequeño hijo estaba más que claro que poseía un lado tierno y juguetón, que nada tenía que ver con la personalidad que demostraba.

--Quizás. -fue la escueta respuesta que recibió.

Jimin suspiró.

Un hijo.

¿Quería él tener un hijo?

La respuesta era tan simple como compleja.

--Seokjin, quiero cargar a mi sobrino. -dijo Tae nada más llegar, siendo seguido por Yuri.

--Primo ¿No crees que a Tae y a mí también nos gustaría platicar contigo? Desde que llegamos solo hablas con Jimin. -acusó la castaña.

Tanto Seokjin como Jimin tenían más que clara las intenciones de los otros dos: Dejar de lado al rubio omega.

--Tae, Kook en estos momentos está con Jimin; y Yuri, tú te la has pasado de aquí para allá con mi hermano o detrás de Yoongi, supuse que mi compañía era la que menos te interesaba. -declaró Seokjin, refutando así la queja de su prima.

--Lo siento, primo. -se disculpó la omega --Tienes toda la razón ¿Por qué no vamos a platicar a mi habitación? Tengo muchas cosas que contarte.

--Después, ahora estoy platicando con Jimin. -se excusó el mayor.

--No es justo. -chilló molesta por la negativa del omega mayor  --¿Por qué lo prefieres a él antes que a mí? ¡Yo soy tu familia!

--Yuri, tranquílizate, hablaremos luego. Ahora estoy ocupado. -pidió con voz serena pero firme Seokjin, tratando de mantener las cosas bajo control.

--¡Todo esto es tu culpa! -acusó la castaña molesta en dirección a Jimin, quien se había mantenido jugando con Jungkook, ignorando todos sus berrinches --Pero no te dejaré robarme el cariño de las personas a las que amo.

Jimin lo miró perplejo.

Hasta el momento había sido paciente con los berrinches y ataques de la menor, pero ya estaba cansado.

--¿Mi culpa dices? -espetó enojado --Yo no soy culpable de nada.

--Lo eres. Me quitaste a Yoongi y ahora buscas quedarte con Seokjin.

--Yuri, mejor vámonos. -intervino Tae.

--No, no me iré. No es justo ¡No lo es! -declaró haciendo ademanes que dejaban en claro que era un acto de malcriadez --Él no se merece a Yoongi y lo saben. Ni siquiera lo ama. Solo está con él por dinero.

Tanto Jin como Jimin observaron acusatoriamente a Tae ante el comentario que hizo la menor. Taehyung se limitó a desviar la mirada, dejando en claro su culpabilidad.

El rubio jaloneó su cabello hacia atrás. Tratando -sin éxito alguno- de distraerse de su enojo mediante un poco de dolor.

--Estoy más que harto de esto -murmuró más para sí mismo --Lo que hay entre Yoongi y yo no es de tu maldita incumbencia. -espetó, ahora en voz alta en dirección a la castaña. No pudiendo evitar explotar contra la omega. Porque ¡Dioses! él sabe que no es el indicado para acusar a nadie de inmadurez pero ya había llegado a su límite de tolerancia --Solo eres una mocosa mimada e inmadura que cree saberlo todo. Pero te diré algo: No sabes una mierda de nada. Y mucho menos de mí. Así que no me vengas a decir si merezco o no a Yoongi porque no te corresponde. -su mirada se afiló y su aura corroboró cuán enojado estaba --Crees merecerlo más que nadie y estás enfrascada en la absurda idea de que puedes hacerlo feliz pero no puedes y ¿sabes por qué? Porque eres su hermana menor ¿lo entiendes? Así te ve y así te verá toda su maldita vida. Y no existe nada que puedas hacer contra esa verdad. Así que hazte un favor y supéralo de una buena vez.

El silencio tras esas palabras fue abrumador.

Jimin se retiró sin mirar atrás y segundos después Yuri rompió en llanto por lo que Tae se apresuró a consolarla mientras que Seokjin solo suspiraba.

Bien. Jimin había dicho a todo pulmón una verdad que nadie había querido decir por temor a lastimar a la castaña.

Ahora quedaba esperar que esta fuera lo suficientemente madura y aceptara la realidad.

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🎊🎉💐❤FELIZ DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD❤💐🎉🎊

Muchísimas gracias por su apoyo.

《Akina》