Propuesta de matrimonio...¿Rechazada?
--Muy bien señor Min ¿Para qué soy bueno? -cuestionó una vez entró a la oficina del pálido alfa. Lo vió darse la vuelta casi a cámara lenta y posar sus oscuras y enigmáticas orbes sobre él. ¡Por la Diosa Luna! Jamás había visto unos ojos tan penetrantes, sentía la mirada ajena analizarlo, como si buscara comprobar algo pero... ¿qué?
--Buenos días, joven Park. -saludó al fin el mayor, tomando asiento e indicándole a Jimin que hiciera lo mismo --Veo que está algo ansioso. -dijo, con un poco de burla en su voz, lo que provocó cierta irritación en el pelirrojo.
--Así es, ansioso por terminar con esta reunión. Tengo mejores cosas que hacer. -respondió mientras sonreía de manera retadora.
Yoongi lo observó por unos segundos antes de contestar. Después de todo, el chico frente a él tenía razón, lo mejor era no andarse por las ramas e ir directo al grano --Tengo una propuesta que hacerle.
--¿Ah, sí? Y ¿cuál sería? -preguntó con tal tono de aburrimiento que fue capaz de transmitirle su total falta de interés al azabache.
--Casarnos. -dijo este a secas.
Y Jimin no pudo evitar reír ante tal disparate, es decir, sabía que su padre estaba empeñado en casarlo pero ¿En serio ese alfa estaba dispuesto a seguirle el juego a su padre? ¿No se supone que no gustaba de omegas hombres?
Sintió las intensas ganas de restregarle ese hecho en la cara pero se contuvo. Optó por no decir nada y en cambio, respondió al particular estilo de Park Jimin --Me halaga mucho su interés, en serio. Pero no es mi tipo, señor Min. -informó con una sonrisa condescendiente en su rostro.
Yoongi no es alguien egocentrista, pero ese comentario había causado cierto malestar en él.
--Según tengo entendido, usted no tiene un tipo, joven Park. -refutó en un intento de provocación que no hizo más que molestar al menor.
--¿Qué cree usted saber de mí? -levantó el mentón con altivez, negándose a permitir ser juzgado por alguien que ni siquiera lo conocía.
--Digamos que lo suficiente. -respondió con calma. Consciente de que empezaba a pisar terreno peligroso pero aún así negándose a retractarse de la absurda pelea en la que se estaban enfrascando.
--Entiendo. -articuló con voz filosa
--Supongo que mi padre ya le ha hablado sobre mí. Pero permítame decirle algo...soy dueño de mi vida y nadie va a cambiar eso. Así que sea lo que sea que usted y mi padre estén planeando, lamento informarle que no funcionará.
--¿Por qué no quiere casarse, joven Park? ¿A qué le teme? -cuestionó, dispuesto a presionar un poco más allá, elevando una ceja cuando el pelirrojo frente a él resopló obviamente disgustado.
Más Jimin no era un hueso fácil de roer y Yoongi estaba a punto se averiguarlo.
--Yo le tengo una pregunta mejor. -dijo cruzando las piernas, él también podía jugar el mismo juego --¿Por qué quiere usted casarse conmigo? ¿Acaso no se supone que solo le gustan las omegas? -sonrió ante la cara de asombro del contrario --Oh, sí. Yo también sé algunas cosas sobre usted, señor Min.
Durante varios segundos el mayor tuvo la intención de preguntarle quién le había dicho eso último. Pero decidió que no era relevante.
Al menos, no por el momento.
--No entraré en detalles sobre mi vida privada. -contestó --Pero digamos que casarme es una buena opción para mí. Y dada su reputación, usted me pareció la persona idónea.
--Mi reputación... -repitió, sintiendo la ira burbujear en su interior.
--No me mal interprete. -se apresuró a decir tras notar como el semblante contrario denotaba todo el enojo que estaba sintiendo --No estoy criticándolo. Todo lo contrario, me parece...interesante su actitud.-aseguró, notando entonces como Jimin enmascaraba su malestar, reflejando ahora total aburrimiento.
--No sé que le ha contado mi padre y sinceramente no tengo ni el tiempo ni las ganas de quedarme a averiguarlo.-su voz denotaba un completo desinterés por la conversación que llevaban a cabo y el que estuviera a punto de levantarse de su silla lo corroboraba.
--Es alguien a quien no le interesa el amor... -sentenció con calma, deteniendo la acción del pelirrojo --No sueña casarse con un buen alfa que le brinde un hogar, seguridad y una familia. En pocas palabras, no desea lo mismo que desean todos los demás omegas.
--Y eso, según usted, ¿Es bueno? -cuestionó levantando una de sus cejas.
--Para mí es perfecto. -afirmó con total convicción.
--Ya veo. -respondió tomando asiento nuevamente. No sabía si creer o no en esas palabras, pero ciertamente le dió curiosidad lo que él otro tenía por decirle --En realidad es la primera persona que piensa así. -miró directamente los oscuros ojos posados sobre él a espera de lo que diría a continuación --Pero como usted mismo mencionó, no me interesa casarme ni tener un alfa queriendo controlarme.
--Este matrimonio sería beneficioso para ambos.
--Pues hasta ahora usted no me ha ofrecido nada que yo quiera. Al parecer solo usted saldrá beneficiado de este "matrimonio".
Yoongi meditó sus palabras. Por su puesto que estaba advertido de que el menor se negaría a aceptar y estaba preparado para negociar.
--Soy un hombre de negocios, será bien recompensado por nuestro singular "acuerdo".
--¿Recompensado dice?
--Le pagaré. -aclaró, cansado de la infructuosa conversación --Puede verlo como su dote matrimonial.
--No necesito dinero. -respondió altanero --¿Se le olvida que mi padre es rico?
--Sí, su padre. No usted. -corrigió al altivo chico --Y según tengo entendido, él está a punto de cortarle todo ingreso de dinero después de la pequeña sorpresita que le dió en la fiesta.
--Pues ese sería mi problema. No el suyo. -escupió con enojo. No tenía idea de si era cierto lo que decía el azabache, pero planeaba averiguarlo.
--¿Por qué no lo piensa? -sugirió
--Además de ser mútuamente beneficioso, no sería un matrimonio verdadero. Más bien sería...
Jimin se levantó sin dejar que el pelinegro terminara de hablar
--Gracias por tenerme en cuenta, señor Min, pero siempre no se podrá. -volvió a mostrar esa sonrisita que empezaba a irritar al pálido.
Yoongi observó al omega frente a él pararse y dirigirse hacia la puerta después de haber rechazado de manera tan mal educada y altanera su propuesta. ¿Quién se creía que era?
El pelirrojo podía sentir como su cuello era taladrado por la furibunda mirada gatuna y la euforia que invadió su cuerpo, tras haber rechazado al alfa que indirectamente lo rechazó primero, era tan indescriptible que no pudo evitar levantar su puño en alto y sonreír victorioso una vez cerró la puerta tras él.
Con una sonrisa de autosuficiencia plasmada en su rostro, se encaminó hacia el ascensor; una vez dentro, dedicó una última mirada a la chica que sin reparo alguno lo observaba aún con el mismo desdén. Le sostuvo la mirada y le sonrió con sorna justo cuando las puertas del ascensor se cerraban, por lo que lo último que pudo observar fué una notable mueca de indignación.
Mientras tanto Yoongi, aún en su oficina, se cuestionaba si valía la pena seguir con el plan o no.
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4/4
Aquí finaliza el maratón, nos leemos el próximo fin de semana.
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《Akina》
N/A: *No se dejen engañar por toda esa formalidad de este par, Jimin no lo llama señor Min por respeto y Yoongi es consciente de ello.*
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