Yoongi abrió lentamente los ojos, estos se sentían pesados y todo su cuerpo aletargado. Lo primero que notó fue como la repentina claridad lastimaba su vista a pesar de que la habitación estaba poco iluminada. Intentó moverse pero su cuerpo no respondía del todo bien.

--Oh, veo que ha despertado ¿cómo se siente? -escuchó pronunciar, más no había localizado de dónde provenía y, lo más importante, no reconocía esa voz.

La joven enfermera se acercó hasta la cama donde pelinegro intentaba incorporarse sin éxito.

--No debe sobre esforzarse, su cuerpo aún está débil por el accidente. -algo en Yoongi hizo clic tras escuchar la palabra accidente porque de repente todos y cada uno de los sucesos ocurridos hasta el momento en el que fué impactado llegaron a su memoria.

--J-jimin...-pronunció con voz débil y rasposa. La enfermera pestañó varias veces y lo miró con confusión. Eso exasperó al alfa --¿D-donde está J-jimin? -volvió a intentar.

--Oh, debe referirse a su esposo ¿no? -Yoongi asintió casi hasta efusivo desde el punto de vista de la enfermera. --Iré a buscarlo, me dijeron que está en la cafetería, al parecer se quedó dormido el pobre. Su esposo en verdad lo ama señor Min, apenas y se ha separado de usted y eso que es debido a que ha sido forzado a descansar. -Yoongi le hubiera gritado a la parlanchina mujer que se callara y fuera a buscar a su omega cuanto antes o, mejor aún, iría él mismo por el rubio pero lastimosamente no tenía las fuerzas necesarias para hacerlo --...y al parecer no pudo evitar quedarse dormido en la cafetería.

La chica soltó una carcajada dejándolo confundido ya que se había perdido en sus propios pensamientos en alguna parte del parloteo de la mujer.

--Q-quiero... -carraspeó la garganta para asegurarse de que su voz sea lo suficientemente clara --Quiero verlo... a Jimin.

La enfermera sonrió por algún motivo que el alfa desconocía pero, para alivio de este, asintió segundos antes de salir de la habitación.

Yoongi suspiró con alivio, cerró sus ojos y puede jurar que no transcurrió más de diez segundos cuando una voz conocida pronunció su nombre. Abrió los ojos para toparse con el rostro de Sungwoon.

--Hola. -saludó el omega desde la puerta --¿Puedo? -cuestionó inseguro al notar la mirada de Yoongi pues parecía... ¿decepcionado? Sí, esa era la palabra. Lucía como si esperaba ver a alguien más. Sin embargo, pronunció un "adelante" a duras penas. Sungwoon se acercó un poco cohibido hacia él, paseando sus ojos con inseguridad por el rostro ajeno.

--Me asusté mucho cuando supe que habías sido atropellado. -comenzó a decir --Hubiera venido antes pero supe que te mantenían cedado y pues yo...no quise ser imprudente ¿Hice mal en venir?

Yoongi negó con su cabeza dándole a entender que no debía preocuparse.
--G-gracias por venir. -dijo hacia el menor que acercó su mano hasta la suya en un gesto puramente amistoso.

Sungwoon se sintió algo contrariado tras unos minutos en los que Yoongi no dejaba de mirar hacia la puerta, su mirada albergaba tanta ilusión que lo hizo recordar cuando eran más jóvenes.

--Que extraño que estés solo aquí ¿Dónde están los demás?

--Jimin ya viene. -aseguró y entonces el omega entendió a qué se debía ese brillo especial en la mirada del pelinegro.

El pelinegro menor iba a comentar algo al respecto pero un aroma familiar llegó hasta sus fosas nasales. Llevó una de sus manos hasta su nariz para evitar respirar el tenue olor a tierra mojada y roble que tanto malestar le causaba a su lobo.

Yoongi, al notar su estado, se cubrió con las mantas hasta los ojos --El neutralizante de olor dejó de hacer efecto -sentenció. --Lo siento, deberías irte. -sugirió a lo que el contrario aceptó y se apresuró a salir dejando al mayor solo nuevamente.

Una hora había pasado y Jimin aún no aparecía. Yoongi estaba más que irritado, nadie le decía dónde estaba el rubio y, aparte, debía soportar a toda su familia reunida y haciendo alboroto. El solo quería ver a Jimin, necesitaba su presencia.

--¿Aún no responde? -preguntó Tae a Jin de manera disimulada. Y es que Jimin no contestaba su teléfono pese a que lo habían estado llamando desde hace más de media hora. Les parecía extraño que el rubio no se haya presentado aún. Además de que sabían por boca de una parlanchina enfermera que este fue el primero en ser notificado de que el azabache había despertado.

--No, no me contesta. -negó Jin.

El aroma de Yoongi denotaba lo ansioso que estaba. Ellos intentaban distraerlo hasta que Seokjin lograra contactarse con el pequeño rubio pero todos sus intentos habían sido fallidos.

El pálido sabía que su familia le estaba ocultando algo, eran tan malos para mentir o disimular. Sintió su corazón doler con el pensamiento de que seguramente Jimin no quería verlo.

Suspiró resignado.

Entendía que el menor estaba dolido y estaba en su derecho de estarlo pero no por las razones que creía. Necesitaba verlo e iría hasta donde este estaba de no ser porque su familia vigilaba hasta los cambios de ritmo en su respiración.

Yoongi suspiró de alivio cuando toda su familia fue sacada de su habitacion por las enfermeras que aseguraban que todo el alboroto que estaban armando no era bueno para su recuperación. Tomó su celular que minutos antes de salir le había quitado a Hoseok y buscó el número de Jimin.

Timbró cuatro...cinco...siete veces y lo enviaba al buzón. Lo intentó varias veces más hasta que se le ocurrió llamar al señor Park.

--Yoongi, hijo, ¿qué tal te sientes? -cuestionó la voz tras del otro lado de la línea telefónica.

--Me siento mejor dentro de lo que cabe. -contestó a lo que escucho un "Me alegro mucho, hijo" en respuesta
--Señor Park, me gustaría hablar con Jimin. He intentado localizarlo pero no he podido, así que supuse que usted sabría dónde está.

Yoongi escuchó un murmullo proveniente de su suegro que no logró entender pero que sí le instaló una sensación extraña en el pecho que le aseguraba que algo andaba mal.

--Jimin está camino al aeropuerto. -dijo el alfa mayor con pesadez --Me dijo que habían hablado y que estabas enterado de que se marchaba. -explicó y el corazón del pálido en ese momento pareció congelarse al igual que su cerebro. Intentaba procesar la información que acaba de escuchar pero se sentía lento y el que su cuerpo no reaccionara solo empeoraraba las cosas.

--¿Yoongi? ¿sigues ahí? -cuestionó el alfa mayor pero no obtuvo respuesta -

--¿Dónde? -logró articular al fin.

--América, su vuelo sale en una hora. -informó y al escuchar el sonido de puerta ser abierta y luego cerrada supo que la llamada telefónica no era lo único que el alfa menor había abandonado.

Yoongi corrió lo más rápido que pudo a través del hospital. Intentaba por todos los medios no ser descubierto pero ir vestido con la ropa típica de un paciente le complicaba todo.

Frenó en seco cuando vió a un grupo de doctores ir hacia donde él estaba y se apresuró a cambiar de dirección. Era solo cuestión de tiempo para que lo descubrieran y esa certeza tenía su adrenalina disparada.

Podía sentir dolores punzantes en varias partes de su cuerpo pero los ignoró. Necesitaba llegar hasta el asensor y bajar al estacionamiento.

Se sintió la persona más afortunada del mundo cuando las puertas del asensor se abrieron dejándolo en el aparcamiento subterráneo.

Sentía como poco a poco todo rastro de sedante abandonaba su cuerpo, dándole paso al dolor. Con poca elegancia caminó hasta la salida. Burló astutamente al seguridad arrastrándose un poco por el suelo y escondiéndose en los matorrales que hacían parte de la decoración.

Suspiró aliviado cuando había salido por completo del hospital y se dispuso a conseguir un taxi mientras ignoraba las miradas poco disimuladas de todo el que estaba alrededor.

--Escuche, no tengo un solo won conmigo pero le puedo asegurar que soy extremadamente rico y que le pagaré lo que me pida después. Lo único que necesito es que me lleve al aeropuerto lo más rápido que pueda, debo impedir que el omega al que amo salga del país.

El taxista lo miró como si estuviera loco pero luego de unos segundos en los que pudo reconocer que se trataba del Ceo de Min Tecnologys se apresuró a poner en marcha el auto.

Una vez el taxi llegó a su destino, se apresuró a bajarse y correr a impedir que Jimin abordara el avión.

Corrió mientras el dolor se hacía cada vez más y más insoportable. Miró la pantalla que anunciaba sobre los vuelos y maldijo mentalmente cuando vió que muchos de los vuelos con destino a América ya habían salido o estaban a punto de hacerlo.

Agudizó su mirada para localizar la rubia cabellera a través del gentío. Caminaba a toda prisa mientras intentaba soportar el dolor.

--¡JIMIN! -gritó cuando vió como el menor se dirigía hacia el pasillo que lo llevaría hacia la pista de vuelo.

Intentó cruzar pero fué interseptado por un oficial.

--Suéltenme. -exigió una y otra vez
--¡Jimin, espera por favor! -gritó en dirección al omega --No te vayas...¡Que me suelten maldita sea! No tienen idea de quien soy ¡Suéltenme!

Forcejear no estaba sirviendo de nada, sentía su cuerpo pesado y adolorido. Lo estaban doblegando.

Miró en dirección a Jimin y descubrio que este lo observaba. Pudo leer de sus labios un "Adiós, Yoongi. Sé feliz". Justo antes de darse la vuelta y empezar a caminar.

Un grito de dolor escapó de la garganta del pálido alfa. Su lobo aullaba y pedía por su omega.

"Omega. Mi omega".

Yoongi cayó al suelo de rodillas cuando las fuerzas le fallaron. Las lágrimas empezaron a caer de sus ojos y un dolor se insertó en su pecho.

Jimin giró su cabeza bruscamente ante el grito de Yoongi.

"Alfa" "Alfa"

Salió disparado en dirección al mayor, no importándole las advertencias de que no podía cruzar del otro lado.

--Yoongi. -llamó una vez estuvo a su lado --Y-yoon... -no pudo terminar de pronunciar su nombre cuando sintió un fuerte tirón en su vientre.

El olor a petricor y roble lo había golpeado de lleno, haciendo que su omega chillara para luego dar paso a la sumisión.

--Jimin ¿qué tienes? -preguntó el alfa, olvidándose por completo de sus dolencias.

Jimin se quejaba por el fuerte dolor en su bajo vientre y la necesidad creciente de su omega. Sintió como algo húmedo empezaba a escurrir de su ano.

Yoongi sintió como el dulce olor de Jimin incrementaba de repente, alterando todos sus sentidos y enloqueciendo seriamente a su lobo.

--Mi Alfa. -dijo Jimin en dirección a Yoongi con una voz que este no identificaba, más su lobo supo reconocer al instante. Y es justo aquí donde Yoongi comprende lo que ocurre con su esposo. Jimin acababa de entrar en celo y, no solo eso...su celo se había adelantado.

--Mi omega. -pronunció su lobo tomando el control de su cuerpo.

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4/4

TADAAAAH apuesto a que no se esperaban esa jajjaja.

📍Si aún no queda claro: Yoongi y Jimin son predestinados y no, no me acabo de sacar esto del bolsillo. Dejé una pista en uno de los primeros capítulos.📍

➡Ahora, ¿Alguien tiene idea de qué ocurre aquí?

➡¿Por qué hasta ahora parecen notar que son predestinados?

➡¿Cómo es que Yoongi no está en celo?

Todas las respuestas a esas preguntas en la próxima actualización.😄

♡♡Gracias por leer, votar y/o comentar♡♡

《Akina》

Pd: Si alguien acierta aunque sea una de las preguntas, le dedico el capítulo siguiente.
Sé que no es mucho, pero es lo único que puedo ofrecer😅

♡Bay♡