Creados para amarse
Yoongi gruñía a diestra y siniestra a todo el que estuviera en su campo de visión mientras que Jimin se apretaba a él, buscando obtener el máximo contacto de sus cuerpos.
El rubio sintió como era tomado de las piernas y por inercia las abrió y luego cerró alrededor de la cintura del pelinegro. Notó como el mayor empezaba a caminar pero no se percataba hacia dónde ya que había mantenido su rostro enterrado en el pálido cuello a la par que inhalaba profundamente para obtener más y más del delicioso aroma a petricor y roble.
Era un desastre, lo sabía, su lobo dominaba la mayor parte de sus acciones, provocando que se restregara ansioso contra el cálido cuerpo del alfa y soltara pequeños gemidos al aire a medida que su humedad crecía y crecía.
Los murmullos a su alrededor sesaron tras ingresar a un pequeño espacio cerrado, el sonido de una puerta cerrándose se escuchó, alzó el rostro y se topó con la mirada oscurecida de Yoongi.
Se mordió su labio inferior con fuerza bajo la atenta mirada gatuna del azabache, quien soltó un gemido bajo cuando balanceó sus caderas, creando un ritmo tan lento y delicioso que los estaba enloqueciendo.
--Te necesito tanto, alfa. -gimió el rubio incrementando un poco la velocidad. Yoongi gruñó y se abalanzó sobre los tentadores y rojizos labios frente a él.
Un beso demandante y casi salvaje dió inicio. Yoongi sostuvo a Jimin de la cintura y lo impulsaba hacia su cuerpo justo en el momento en que simulaba una embestida, creando así, una incesante fricción entre sus palpitantes miembros.
Sus caderas se mecían de adelante hacia atrás en total sincronía, sus lenguas imitando el ritmo, los gemidos y chasquidos de sus bocas se escuchaban en el interior del auto, el olor a excitación y el aroma de ambos llenaban el lugar.
Jimin derramó su escencia y su grito de éxtasis fue absorbido por los labios de Yoongi que aún seguía devorándole la boca a la par que continuaba por cuenta propia con la fricción de sus cuerpos.
No fue hasta que el mayor obtuvo su propia liberación que sus labios se separaron y Jimin volvió a ocultar su rostro en el cuello del alfa. Estaba somnoliento por el reciente orgasmo pero aún sentía la necesidad recorrer todo su cuerpo.
--¿A dónde, señor Min? -cuestionó el mismo hombre que lo había llevado hasta el aeropuerto. Por suerte, este había tenido la suficiente sensatez, no solo de esperar por el alfa, sinó, también, de abandonar el auto una vez notó que las cosas se habían puesto demasiado calientes, ingresando al mismo solo cuando creyó que era prudente hacerlo.
Ignorando el sofocante olor a excitación en el interior, procedió a poner en marcha el auto y bajar el cristal de la puerta que corresponde al piloto para aligerar el ambiente. Escuchaba como el alfa le gruñía constantemente por el hecho de estar tan cerca de su omega en celo.
Ambos, omega y alfa, se contenían. Yoongi sabía que no debía atacar al hombre pese a los deseos de su lobo de hacerlo pedazos y Jimin...bueno, Jimin se limitaba a gemir bajito contra la piel de Yoongi; de vez en cuando, balanceaba sus caderas a pesar de que estaba intentado por todos los medios no sucumbir al deseo abrazador de pedirle a su alfa tomarlo como es debido allí mismo.
Se apresuraron a bajar del auto una vez el taxista los dejó en la dirección dada.
Subieron a toda prisa las escaleras hasta su recámara. Por suerte solo se toparon con una que otro empleado de la mansión por lo que el pálido supuso que su familia debía estar buscándolo como locos después averiguar que se había escapado.
Sin perder el tiempo, se deshicieron de sus ropas y se abalanzaron hacia el contrario para besarse una vez más de manera ardiente. Jimin fue depositado sobre la enorme y cómoda cama donde tantas veces habían unido sus cuerpos.
Un suspiro abandonó sus labios libres en el momento que sintió cómo era llenado por su alfa. Gracias a los Dioses no necesitaba preparación ni juegos previos porque no estaba dispuesto a esperar.
Un nuevo beso comenzó en donde sus lenguas y labios eran succionados. Jimin se sintió desfallecer, no estaba acostumbrado al sexo suave y mucho menos en su celo. Él siempre fue partidario del morboso sonido de pieles chocando durante el acto sexual, sin embargo, había descubierto un erotismo hipnotizante en el lento balanceo de caderas al que lo sometía Yoongi. Y es que, la sensación del aterciopelado y caliente pene del alfa deslizándose a paso tortuosamente lento lograba estremecerlo y cautivarlo haciéndolo plenamente conciente de cómo era tomado por el que desde ahora y para siempre consideraba su alfa.
Suyo y de nadie más.
Una vez Yoongi empezó a perder el control, sus embestidas aumentaron rápidamente de velocidad, construyendo de manera inevitable el nuevo orgasmo de ambos.
--Aagh... -gimió alto ante las sensaciones delirantes y adictivas que solo Yoongi lograba provocar en él.
Chilló cuando el orgasmo lo golpeó y, ladeando su cabeza, le hizo saber al mayor lo que quería. El alfa gruñó cuando su semilla fue depositada y el nudo empezó a formarse, sin siquiera cuestionárselo clavó sus colmillos en la nivea piel del cuello del menor, creando así el lazo que los uniría en cuerpo y alma.
--Te amo, Yoongi, mi alfa.
--Te amo, Jimin, mi omega.
El descubrimiento de que Yoongi y Jimin eran una pareja predestinada había asombrado a todos y ni que hablar del hecho de que el único que entró en celo fue el omega.
Era algo bastante inusual de ver.
No fue hasta que Yoongi recordó su último celo, ese que tiempo atrás le había llegado de repente luego de la fiesta en la que vió por primera vez a Jimin, que las cosas empezaron a tener sentido.
Confirmó en su agenda que, como sospechó, no se había equivocado en la fecha, sinó que su celo había sufrido un ligero adelanto de unos días.
Mismo día que conoció a su alma gemela.
Pero ¿Cómo es que no se dió cuenta en ese momento que Jimin era su predestinado? Y más importante aún ¿Por qué Jimin no entró en celo también?
Fácil, el parecido de Jimin y Sungwoon logró confundir a Yoongi, haciéndolo creer que los sentimientos que bullían de su interior se debían a que el entonces pelirrojo le recordaba a SungWoon.
Por otro lado, el omega de Jimin no podía reconocerlo porque él ocultaba su aroma.
Había transcurrido un mes ya y muchas cosas habían cambiado, como por ejemplo, ahora tenían su propia casa, un espacio para ellos y los futuros cachorros que planeaban tener en un futuro no muy lejano.
Y es que, luego de comprobar que Jimin no había quedado embarazado durante su celo debido a que este había reforzado meses atrás su método anticonceptivo, concordaron que, si bien querían tener cachorros, aún no era el momento idóneo para ello.
Era una verdadera suerte que sus lobos estuvieran tan ensimismados el uno con el otro que, hasta el momento, les había resultado sencillo controlar sus instintos.
Yoongi se disponía a levantarse de la comodidad y calidez que le brindaba estar en la cama con su adorado omega.
--¿Ya te vas a levantar? -cuestionó Jimin con los ojos a medio abrir mientras recargaba su cabeza en la espalda del alfa y lo abrazaba desde atrás con sus piernas.
--Sí. -respondió --vuelve a dormir, no es necesario que llegues tan temprano al trabajo.
El alfa solo obtuvo un "mmmmm" como respuesta. Sabía lo que se avecinaba, por lo que se preparó mentalmente para uno de los habituales berrinches de su omega.
--¡Auch! -se quejó por la manera en la que Jimin arañaba su piel con sus diminutas y filosas uñas
--¡Jimin! -exclamó cuando este no sesó su acción --¿Acaso estás en tu celo? -cuestionó, obteniendo como resultado que su rubio esposo lo golpeara en la cabeza con la mano abierta --¡HEY!
--¡Ya deja de mencionar mi celo, alfa idiota!
El pelinegro achicó sus ojos en un intento de lanzar una mirada de reprimenda a su omega, pero este se limitó a darle la espalda y volver a dormir.
Suspiró tras ser completamente ignorado. Sabía a qué se debía esa actitud huraña del menor.
Tendrían una cena familiar esa noche y Sungwoon estaba invitado.
--ChimChim ya quita esa cara. -pidió Taehyung.
--Es que no entiendo para qué lo invita a él. -escupió con enojo --¿Por qué SungWoon tiene que venir si es una cena familiar?
Taehyung se acercó hasta el más bajo y lo apapachó en un cálido abrazo.
Esa era otra cosa que había cambiado en tan poco tiempo, ambos omegas parecían uña y mugre tras limar asperezas. Incluso Jin se mofaba diciendo que Jimin lo cambió por su hermano menor.
--Sungwoon no es santo de mi devoción pero...en verdad pienso que no tienes nada que temer.
--TaeTae...-pronunció con inseguridad en su voz pero, tras sentir algo en la mano de su amigo, se olvidó del tema --¿Qué es esto? -preguntó, viendo un resplandeciente y hermoso anillo adornar el dedo anular del contrario.
--Hobi me pidió matrimonio. -confesó con su hermosa y particular sonrisa.
--¡Por Dios! -gritó eufórico
--¡Felicidades, Tae! ¿Por qué no me lo habías dicho? Eres un mal amigo. -acusó con un tierno puchero.
--Fue esta mañana, te lo iba a contar... es solo que aún estoy sorprendido.
Jimin sonrió de manera genuina hacia el castaño, abriendo los brazos se abalanzó hacia el otro omega
y se fundieron en un emotivo abrazo.
Para cuando la cena dió inicio, Jimin se sentía realmente avergonzado tras la llegada de Sungwoon con su esposo y su hijo.
Se había pasado todo el día entre enojado e inseguro por un omega que lucía más que encantado con la familia que tenía.
Yoongi ya le había contado cómo ocurrieron las cosas en el pasado y después de esa noche podía constatar que no existían motivos para sentirse inseguro del simpático y dulce chico. Aunque no iba a mentir, todavía no le agradaba del todo, cierta parte de él le instaba a odiarlo.
La cena transcurrió de manera tranquila y amena. Luego de que Tae y Hoseok anunciaran su compromiso y la avalancha de felicitaciones pasara, Jimin se dedicó a alimentar al pequeño Kook que estaba sobre sus piernas mientras Yoongi lo observaba con todo el amor que albergaba en él.
Los padres de Yoongi hablaban con el señor Park sobre su siguiente destino mientras que Seokjin y Nam se veían bastante melosos el uno con el otro.
Por otro lado estaba Yuri y sus miradas constantes hacia los anfitriones. La castaña se estaba esforzando en superar su enamoramiento y lo estaba logrando. Ya podía mirar a su hermano interactuar de manera tan natural con su esposo sin sentir resentimiento o dolor.
Varias horas más tarde todos empezaron a marcharse, Jimin y Yoongi despedían a cada uno con una sonrisa y una reverencia.
--Hasta mañana, hijo. -se despidió el señor Park después de darle un cálido abrazo.
Ya solo quedaba Yuri que se debatía entre acercarse o marcharse ya. Por supuesto que quería despedirse de su hermano antes de regresar al extranjero a continuar sus estudios pero no quería crear más problemas de los que ya había causado.
Yoongi se encaminó hasta su hermana menor luego de notar su indecisión
--Prométeme que te cuidarás y que vendrás de vacaciones. -pidió, dándole un fraternal abrazo que la menor correspondió.
--Por supuesto. -contestó con una sonrisa tímida --Espero que para entonces se hayan decidido a darme sobrinos. -añadió de repente, dejando a ambos sin saber qué decir --Adiós, cuñado. -dijo en un tono más bajo en dirección a un desconcertado Jimin que no pudo más que sonreír en respuesta.
--Eso estuvo raro. -dijo el rubio una vez a solas con su alfa --Es la primera vez que me llama de esa manera.
--Ya se acostumbrará, señor Min.
-aseguró el mayor, depositando un suave beso en los mullidos labios que lo recibieron gustoso.
--Debiste decirme antes que Sungwoon tenía esposo e hijo. -le reprochó al pelinegro --¿Qué estás haciendo? -cuestionó cuando Yoongi empezó a deshacerse de su ropa.
--Nada. -respondió con tono inocente
--Solo pretendo demostrarle a mi sexi esposo que él es el único dueño de mi corazón.
--¿Ah sí? -pronunció con voz sensual
--¿Y cómo planeas demostrarlo?
--Lo haré con mi cuerpo... -contestó atrayéndolo hacia él --...Con mi alma... -deslizó su lengua por la marca de apareamiento --...Y con palabras...Te amo, Jimin. Fuí creado para amarte y eso planeo hacer por el resto de mi vida.
Jimin sintió su corazón derretirse de tanto amor y ternura; y es que él jamás pensó amar a alguien con la intencidad con la cual amaba a Yoongi y mucho menos ser amado con igual magnitud.
--Te amo, Yoongi...fuí creado para amarte a ti y solo a ti.
Lindas sonrisas adornaron ambos rostros al notar en la mirada del contrario todo el amor que se profesaban, un amor que ni en sus más alocados sueños soñaron tener, un amor que se remontaba a siglos atrás y que tenían en privilegio de vivir en la actualidad, un amor que cuidarían y se asegurarían de que perdurara hasta sus muertes, un amor que traspasaría las barreras del tiempo porque sus almas fueron creadas para amarse en todas las vidas que les tocara reencontrarse.
FIN
----☆☆☆----
ODIO ESCRIBIR FINALES. NUNCA SÉ CON QUÉ CERRAR LA HISTORIA
Hemos llegado al final de esta historia, espero haber llenado sus espectativas. Si no fue así, discúlpenme.
Mil gracias por todo el apoyo que me han brindado en estos meses. Estoy inmensamente agradecida.
Estas fueron las personitas que respondieron una de las preguntas en el capítulo anterior: leydi_ca CristinaQC1 LlyLid fluffyeol_
haneullight Nabikook 1loonachuu1
El siguiente es el epílogo, en un rato actualizo.
♡♡Gracias por leer, votar y/o comentar♡♡
《Akina》
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro