Accidente
Una punzada de dolor se instaló en el pecho de Jimin al notar como Yoongi frunció su ceño nada más posar su vista en él.
Una mirada tan diferente a la que solía dedicarle.
Una mirada que nada tenía que ver con la que le dedicó horas atrás a cierto chico pelinegro.
--¿Dónde diablos estabas? -cuestionó el alfa sin poder evitar que esa pregunta sonara brusca y molesta. Ni siquiera fue conciente del pequeño sobresalto que provocó ese tono en el menor.
Yoongi dejó sobre la superficie más cercana a él un vaso de whiscky vacío. Tras hablar con Seokjin y descubrir que Jimin no estaba con él, un sentimiento de pesadez se adueñó de su ser. Y ese sentimiento fue en aumento según las horas iban pasando y nadie sabía dónde estaba el menor.
Su lobo, que hasta hace poco apenas daba señales de vida, había empezado a mostrarse agitado y muy nervioso por la ausencia del rubio, todo eso, aunado a la vorágine de sus propios sentimientos, le provocaron un alto estado de estrés. Estrés que el alfa buscó mitigar adormeciendo un poco sus sentidos recurriendo al alcohol.
El problema es que, en ese momento, sus sentidos estaban más que adormecidos debido a que, sin darse cuenta, se pasó con los tragos.
--Vine por mis cosas. -respondió Jimin, caminando en dirección opuesta al alfa.
--¿Qué? ¿de qué hablas? -preguntó el pelinegro. Se sentía desorientado.
--Me voy. Quiero el divorcio. -contestó de espaldas a él. No quería que este notará cuán afectado estaba.
--¿Por qué? -alcanzó a preguntar antes de que una punzada en su cabeza lograra desorientarlo aún más. Masajeó sus sienes buscando disminuir aunque sea un poco el insesante dolor. --Jimin, no nos vamos a divorciar, tenemos un trato ¿recuerdas? -Yoongi realmente necesitaba tomar algo para ese dolor de cabeza. Empezaba a escuchar un sumbido extraño en sus oídos.
--El trato se acabó. -contestó mientras sacaba su ropa del closet --Me cansé, ya no quiero estar casado. Quiero irme...Voy a irme. -se corrigió.
--¿Qué? ¿Por qué? -volvió a cuestionar caminando de manera torpe hacia el rubio --Jimin, mírame, dime qué te sucede. -intentó agarrar del brazo al omega pero este se sacudió de manera violenta y se alejó de él.
--¿Estás sordo? Deja de preguntar "¿qué?" Y "¿por qué?" -chilló casi histérico. En esos momentos luchaba no solo contra sus propios sentimientos, también lo hacía contra los impulsos de su lobo que le rogaba ir hasta los brazos del alfa.
Su omega no entendía. Nunca lo hacía cuando se trataba de Yoongi.
--Me marcho y quiero el divorcio porque ya me cansé de todo. De ti, de este matrimonio. Quiero mi antigua vida de vuelta. -sollozó aún cuando estaba intentando tan duro no hacerlo.
--No, tú no puedes irte. -balbuceó Yoongi --No puedes querer irte y dejarme...Yo...¿Jimin? -lo intentaba, por todos los dioses que lo hacía, pero simplemente no entendía nada. Llevó su mano izquierda hasta su cabellera y negó.
"¿Qué diablos ocurre?" Se preguntó mientras su lobo le pedía ir hasta el omega a suplicarle que lo perdonara.
"Pero ¿por qué pedir perdón?" No pudo evitar sentirse estúpido. Tenía una extraña sensación que le aseguraba que el comportamiento de Jimin era solo su culpa y que necesitaba disculparse
Y así lo hizo.
--Perdón. -pronunció descolocando por un instante al menor --Y-yo...lo siento. Por favor perdóname.
Jimin pestañeó varias veces. Elevó hacia el techo su mirada borrosa por la ameza de un nuevo llanto. La mantuvo allí hasta que estuvo seguro no derramaría ninguna lágrima.
--¿Por qué me pides perdón? -se obligó a preguntar con una sonrisa tensa e imploró que no sea lo que estaba pensando.
"Por favor no digas que es por no amarme".
--No lo sé. Solo siento que necesito pedirte perdón. Por lo que sea que te hice, perdóname.
Jimin dejó caer su cuerpo sobre la cama. Acostado boca arriba, tapó sus ojos con su antebrazo derecho ocultando las lágrimas que no podía contener por más tiempo.
Yoongi se acercó hasta la cama y se sentó justo al lado del omega.
--Lo vi. -confesó Jimin. Sentía la necesidad de decirlo en voz alta. Sabía que solo se humillaba así mismo pero estaba tan dolido en ese momento que sentía que si no sacaba todo terminaría ahogándose. --Ese omega. El que es idéntico a mí. -aclaró sin destapar su rostro.
Yoongi sintió como su sangre abandonaba su cuerpo. Balbuceó varias incoherencias, provocando que Jimin retirara su brazo de su cara y lo mirara con ojos opacos y dolidos.
--Soy la copia de ese chico y si no supiera que soy hijo único podría jurar que es mi hermano. -aseguró con voz rota.
--Tú no entiendes... -"¿por qué demonios no soy capaz de pronunciar una frase completa y coherente?"
--Por eso me elegiste a mí, ¿verdad? No podías tenerlo a él y me elegiste a mí.
Esas palabras provocaron en Yoongi un dolor que podía jurar no haber sentido nunca, ni siquiera cuando Sungwoon lo dejó por otro.
--Déjame explicarte al menos...
--¿Qué vas a explicar? -cuestionó con voz ronca debido al llanto y Yoongi realmente se odió por ser el causante de ese estado en su omega --¿Qué me vas a decir? ¿que todo fue casualidad? ¿Que no notaste nuestro increíble parecido?
--Al principio llamaste mi atención por tu parecido con él, no lo niego. -trató de explicar --Pero después, a medida que te conocía, me di cuenta de lo diferentes que son...
--Sí, por supuesto. -dijo con ironía --Él es el original, al que amas; y yo la copia, el sustituto de tu gran amor.
Jimin se levantó en un movimiento rápido y ágil de la cama, mientras que Yoongi intentaba coordinar tanto sus movimientos como sus siguientes palabras.
--Adiós. -fué lo último que el alfa alcanzó a escuchar antes de ver como la puerta se cerraba.
Jimin bajó a toda prisa las escaleras que daban al primer nivel de la mansión. Una vez allí, se dirigió hasta la puerta y salió como si su vida dependiera de ello. No se molestó en mirar atrás, solo apresuró el paso hasta llegar del otro lado de la calle.
Escuchó como Yoongi gritaba su nombre pero decidió no parar, todo lo contrario, echó a correr hasta que el inconfundible sonido de llantas derrapando en el pavimento seguido de un sonido seco lo hizo detenerse.
Yoongi corrió a duras penas hasta que alcanzó a ver a Jimin del otro lado de la calle, gritó su nombre pero el omega no volteó a verlo. Con la angustia invadiendo su sistema, se apresuró a cruzar la calle sin siquiera fijarse que el semáforo estaba en rojo.
Un chirrido lo hizo girar la cabeza y un segundo después sintió como su cuerpo era impactado.
Jimin giró sobre su eje de manera brusca en el momento exacto en que el cuerpo del mayor impactaba el suelo unos metros lejos de un auto.
Durante cinco eternos segundos su cerebro no hizo más que revivir la misma escena una y otra vez, impidiéndole a su cuerpo reaccionar.
--¡YOONGI!! -gritó desgarrando su garganta cuando recuperó la voz, echando a correr hasta donde el cuerpo del alfa se encontraba tirado en una incómoda posición.
Con el miedo congelando su sangre y las lágrimas nublando su vista, se acercó hasta Yoongi, comprobando que estaba apenas conciente con sus ojos semi cerrados --Yoongi... -pronunció esta vez en un trémulo murmullo mientras su cuerpo temblaba sin remedio.
Se arrodilló en el pavimento e intentó tocar el pálido y magullado rostro
--Y-yoongi... -repitió completamente aterrado.
Pero Yoongi no respondió.
Tan solo lo observó con su mirada perdida a un paso de caer en la inconciencia. Reuniendo sus últimas fuerzas logró musitar un casi inaudible "Lo siento" antes de que sus párpados pesados se cerrarán completamente.
--No...No...No... -repetía una y otra vez al ver al mayor totalmente inmóvil en sus brazos --¡YOONGI!
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3/3
Hasta el próximo fin de semana☺.
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《Akina》
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