Cap XXVII: Ya no hay respeto
La Bala vive en Chicago. Mañana en la noche habría una carrera, Natasha y Clint van a retarlo. Van a desviar la ruta, lo capturamos y lo entregamos a Fury.
Y así sucesivamente con los demás.
Steve se negó a dejar que yo fuera a esa misión. Sigue enojado por lo de ayer. Es más rencoroso que una mujer.
Soy la única entrenando. A excepción de Steve que tiene veinte minutos golpeando el saco de boxeo. Nat y Clint están peleando en el ring. Tony está saltando la cuerdo y Bruce está en su laboratorio. Típico de los científicos.
Hace hora y media que estoy entrenando. Los ejercicios que no sé menos inventó, como el que hago ahora, estoy arriba de una pelota, equilibrada en una pierna mientras muevo las pesadas cuerdas con todas mis fuerzas.
-guau- exclama Tony-. Quiero intentarlo.
-¿Seguro?- digo con dificultad.
-tú lo haces, ¿Qué tan difícil es?
Sin decir una palabra más baje de la pelota. Le entre las cuerdas y me crucé de brazos para verlo hacer el ridículo.
Apenas y podía mantener el equilibrio en una pierna, las cuerdas son muy pesadas, dudo que pueda moverlas. En verdad que no podía hacer eso. Nada más novia una cuerda y solamente estando apoyado con ambos pies.
Mire a Clint, tramaba algo. Fue a tomar un arco y flechas.
-cupido...- Le advierto. Aunque muy en el fondo quería que lo hiciera.
Me guiño un ojo. Apunto y disparó. La pelota sobre la que estaba Tony hizo un gran estruendo al reventar, él cayó de espaldas. No se escucho nada bien el golpe pero, fue gracioso.
-¡¡Legolas!!- grito molesto.
-lo siento, me falló la punteria- Dice Clint entre risas.
-¿No vas ayudarme?- extiende su mano para que lo ayude.
-yo no te mande a que te subieras a esa pelota, ¿O sí?- repito lo mismo que él me dijo cuando caí de la encimera.
-ya no hay respeto- se queja-. Me las vas a pagar Barton y tu también Romanoff.
-Jarvis, ¿Gabaste eso?- pregunta Nat.
-claro, agente Romanoff, como usted lo pidió.
-Tony, serás famoso en YouTube- palmeo su hombro.
Murmurando se aleja de nosotros. Dijo algo sobre que se vengaria y posibles venganzas.
-¿Qué dijiste Capitán?- frunsco el ceño.
Steve esta colgando un saco nuevo, ya es el tercero que derriba. Escucha clara y perfectamente cuando dijo: ya madura Prince. Maldito orgulloso.
-ya madura, Prince. Dices que no eres una niña y te comportas como una- golpea el saco.
¡¡Acaba de iniciar la tercer guerra mundial!!
-Capitán Rogers, un poco de diversión no le cae mal a nadie. Le vendría bien experimentar cosas como estás, así dejaría de ser tan... tú- levanto las cejas.
-¿Perdón?- me mira.
-que te vendría bien dejar de ser tan aburrido- repito.
No dice ni una palabra. ¿Nunca se divirtió en los 40s? Si era así como es ahora, pobre de él. Me caía bien el Steve que fue conmigo a Luna Park, el que me compro ése libro- bonito detalle por cierto-, y el que me compro un helado. Ése Steve me agrada más.
Le quitó a Clint el arco y tomó una de las flechas que tiene goma en la punta, no voy a herir a nadie.
-¿Qué vas a...?
-¡¡Piensa rápido!!- disparó.
Steve se cubre detrás del saco. Si pensó.
-¿En qué estás pensando, Dianne?
-estoy ayudandote a mejorar tus reflejos. Además, la flecha es de goma.
Natasha le susurra a Clint. El ambiente se puso algo tenso. Y es que estoy molesta con Steve, ¿Quién se cree para no dejarme ir a las misiones? ¿A qué vine entonces?
-suban al cuadrilátero y arreglen sus problemas ahí- sugiere Nat.
-buena idea- concuerdo-. Vamos, Capitán.
-si lo que quieres es golpearme por no dejarte ir a la misión...
-Capitán- lo intertumpo-, sólo quiero mejorar mis técnicas de lucha. Vamos, no muerdo. A menos que eso quiera.
Coloco unas vendas en mis manos. Nat y Barton de acercaron al ring. Steve camina hasta el centro, me acerco y hago un gesto con mis dedos para que se acerque.
Regla número un: nunca des el primer golpe.
Steve intenta golpearme en el estómago. Tomo su brazo e intentó hacerle una llave, antes de terminar de torcer su brazo se libera haciendo que yo de media vuelta y me da una parada en la espalda.
-uhh- exclama Clint.
Lanzó un puñetazo, lo detiene. Justo lo que quería. Doy vuelta hasta estar casi cerca de su pecho y le doy un codazo. Toma mi brazo y me derriba, haciéndome pasar por encima de su cuerpo. Al caer lo sujeto de sus tobillos levanto sus pies y el cuadrilátero vibra en el momento que Rogers cae.
Rápido me pongo de pie. Lanzó un puñetazo a su mandíbula y después una parada a sus costillas.
-esto se puso interesante- Nat frota sus manos.
Bloqueo una patada que iba directo a mi estómago. Lanzó otro golpe, lo esquiva y antes de que pueda derribarme lo golpeó con ambos codos en la espalda.
Sólo se inclino unos centímetros. Me tomo de la cadera y me hizo caer. Enrollo mis piernas alrededor de su torso, giró sobre mi cuerpo y el queda abajo. Levanto el puño y lanzó un golpe, Steve gira el rostro y yo golpeó el el piso. No voy a golpear su rostro de muñeco Ken.
-¿Te parecen dos de tres?- propongo.
-la temperatura subió en el ring del amooor- canturrea Clint.
-¿Quieres ser el siguiente? Puedo hacer esto todo el día- me endereso.
-ay por favor. Nada de fondue en el entrenamiento- Tony hace acto de presencia-. ¿Te vas a levantar, Maravilla? ¿O tendré que echarles agua?
¿De qué habla? Nadie tendrá fondue aquí. Veo hacia abajo. Estoy sentada ahorcajadas sobre Steve, ¡¡INCÓMODO!!
-cállate o te meteré esas pasitas por la nariz- le amenazó-. Capitán, ¿Continuamos?
-ok. Tienes buenas técnicas- se pone en posición.
-gracias. Lo mismo digo.
Continuamos entrenando. Esquivabamos los golpes uno del otro, el entrenamiento militar le sirvió mucho. Otros tipos de lucha que sé es el karate. Bloqueo los golpes que lanza a mí cara, con mis antebrazos detengo ambas manos y impulsando mi cuerpo hacia atrás le golpeó en el pecho con ambos pies. Antes de caer me impulsó quedando de pie y en posición de nuevo.
-¡Trampa! Yo lo vi- anuncia Stark.
-no es cierto- protestó.
Regla número dos: jamás te distraigas.
Rogers fue rápido. Tomo mi brazo, me derribó y terminó haciéndome una llave de la cual no encuentro forma de liberarme. Golpee dos veces el suelo, dándole a entender que me rendía.
-gran entrenamiento- me ofreció su mano para ayudarme.
-hace tanto que no encontraba un buen contrincante- aceptó su ayuda.
-Dianne, sabes luchar más de lo que pensé. ¿Quién iba a pensar que mi amiga sabe todas las formas de lucha?- dice Nat.
-y apuesto a que hubieran durado más sino te hubieras puesto a discutir con Tony- agrega Clint.
-nota mental: ignorar a Tony cuando entreno- tocó mi sien.
-no puedes ignorarme, soy como tu conciencia- dice.
-que yo sepa mi conciencia no es pervertida, retorcida y más idiota que yo.
-ese vocabulario no le va gustar a Steve- se burla Nat.
Reímos.
Me despido de ellos para ir a darme un buen baño. Estoy apestosa a sudor. Sólo nos quedan un par de horas de sol, con eso de que todo el equipo se levanto tarde hoy.
Dicen que cuando el cuerpo está relajado el cerebro trabaja mejor, por eso tenemos buenas ideas cuando nos duchamos.
Ahora lo compruebo.
Recordé que Loki me dijo lo que sabía sobre mí. No entendí ni la mitad de las palabras que me dijo, sin embargo, con mucha investigación sobre mitología podré averiguar algo. ¡Brillante!
Dejaré la depilación para otro día. Me pondré un pantalón y nadie sabrá que está creciendo un bosque en mis piernas.
Lo que sí debo hacer es depilarme la ceja. ¡Ay dios! ¿Cuánto ha pasado? ¿un mes? Tomo el sacacejas. No puedo evitar hacer una mueca cada vez que saco un vellito, esto duele.
Me pongo la ropa que dejé sobre la cama.
Sujeto mi cabello en una coleta mal hecha, tomó mis cosas y subo al elevador.
-señorita Prince, el señor Stark quiere hablar con usted en la sala- dice la IA.
-gracias, Jarvis.
Presionó el botón del piso de la sala. Todo es un gran alboroto. Están subiendo cosas al quinjet.
-¿El fin del mundo se acerca o por qué están así?
-cambio de planes- dice Clint subiendo al quinjet.
-nos iremos ahora- Nat baja.
-A...- hago un ademán con la mano para que sigan hablando.
-Al parecer la carrera será hoy.- Steve aparece de la mada-. Iremos a Chicago. Y tú te quedas aquí con el Doctor Banner.
-de todas formas no pensaba ir- aclaró-. ¿Qué traes puesto, Cupido? Parece que irás a un desfile de modas.
-¿Qué tiene de malo esta atuendo?- inspecciona su ropa.
-en las carreras nadie va vestido así. Quítate esos lentes, esas botas y ese reloj, que te lo van a robar- señaló cada prenda-. Tienes que parecer relajado y no un agente en cubierto. Aprende de Natasha, ella sí va vestida para la ocasión.
Nat lleva puesta una minifalda blanca, un top de manga larga rojo carmesí con un escote que resalta sus atributos, botas con tacón ancho. ¡Amo sus botas! Sus maquillaje es fantástico.
Soy tu fan Natasha.
-gracias- sonríe.
Clint se cambia los zapatos. Le quitó sus lentes oscuros. Levanto su camiseta.
-eso no se toca- levanta los brazos.
-como si quisiera tocarte- ruedo los ojos.
Bajo su camiseta haciendo que sólo se vea la hebilla del cinturón. Alboroto su cabello un poco y... listo.
-ya estás listo. Lleva una motocicleta, recuerden bien el plan y por favor no metas la pata Tony.
-¿Por qué me ves a mí?- reclama.
-porque eres una diva.
-¿A dónde piensas ir?- Pregunta Rogers.
-iré a la biblioteca. Y por si lo ibas a decir,- habló antes de que diga su sermon-, no pienso seguirlos o hacer cualquier cosa. Necesito investigar unas cosas.
Asiente no muy convencido de mi respuesta. No me voy hasta que ellos se alejan en el quinjet.
No quiero que Bruce de quedé aquí solo. Debe aburrirse mucho.
-Bruce, necesito tu ayuda.
-claro- acomoda sus gafas.
-Loki me dijo algunas cosas, tengo que ir y sacarme de dudas. Si mi memoria no falla en los libros de mitología está lo que necesito- hago gestos con mis manos, quiero que quede bien claro mi punto-. Dos cabezas son mejor que una, si ambos buscamos encontraré por fin respuestas.
-¿Y qué estamos esperando?- sonríe.
Sonrío.
Tony olvido traer mi auto. Tomaré uno de los suyos, no creo que se moleste si saco uno de sus deportivos, ese hermoso auto color amarillo que es igualito a Bombolvi.
-sabes conducir ¿cierto?- pregunta asustado colocándose el cinturón de seguridad.
-obvio. Es como manejar una bici- aceleró y salimos a toda velocidad del estacionamiento.
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