Cap XXVI: Tranquilo Capitán
Tengo sueño liviano. Estoy alerta casi siempre y esté es uno de esos momentos.
La puerta se abrió haciendo un escándalo en todo el cuarto. Me incorporé alarmada y mirando en todas direcciones. Si venían a robar ese no era buen día, no he dormido mucho y no me gusta que interrumpan mi bello sueño.
-¡Qué diablos, Rogers!
-te di una orden. Sólo tenías que quedarte aquí y nosotros nos encargabamos del resto- reclama.
-no tengo idea de lo que estas hablando. Jarvis puede confirmarte mi estadia aquí, ¿Cierto, Jarvis?- Miro hacia el techo.
Steve esta parado a la mitad del cuarto con una postura firme y que intimida. Puede ser siempre un cachorrito adorable, de esos que te dan ganas de adoptar; pero cuando se lo propone puede dar miedo. Y luego el mendigo mide más del metro ochenta.
-así es, señorita Prince- responde la IA.
-¿Lo ves?- extiendo los brazos, dando a entender mi punto.
Necesito verme en un espejo. Al despertar tengo diferentes aspectos. A veces sólo despierto con la cabeza de nido de aves, otras veces con mi cara demacrada como anciana de 120 años y otras, la mayoría de las veces, tengo un rastro de saliva seca en la saca, señal de que babeo en las noches.
-te vi en el Casino. Vi cuando entraste y como si nada te llevaron con Ricardo, desapareciste con él, ¿A dónde fueron?- exigió-. Y no salgas con que no eras tú, descubrí el intercomunicador que Natasha tenía.
¡Mierda!
Ahora si me atrapó. Descubrió a Nat, una espía, ¿Qué se esperaba de mí? Suelo reír cuando digo una mentira o cuando digo la verdad y siguen creyendo que miento.
Paso mis manos por mi cara con frustración. No me siento con ánimos de darle ni una sola explicación. ¡Quiero dormir! Y él debería hacer lo mismo.
-Rogers, tengo sueño,- habló despacio para que capte el mensaje... Y no terminar arruinando su perfecto rostro de muñeco Ken-, no he dormido mucho últimamente y lo último que quiero hacer es discutir contigo. Por favor.
Lo último sonó a una súplica y lo era. Señale la puerta, pero el no parecía tener intenciones de irse sin su explicación.
Hombres. No, no, mejor dicho: Rogers. Este hombre se está ganando que lo corra de una forma nada adecuado para una "señorita", diría él.
-pusiste en riesgo la misión, pudieron descubrirte, ¿En qué pensabas? No mejor dicho ¿Por qué no pensaste?
-¡Ya me cansé!- me quito las cobijas y me bajo de la cama. Mala idea, el suelo esta helado, ¿Dónde están mis pantuflas de galleta cuando las necesito?-. Estoy cansada, no dormí nada en casi veinticuatro horas y tú vienes, entras a mí cuarto, ¡Interrumpes mi siesta!
Avanzó hacia él. Steve parece pensar en lo que le digo, su semblante se relaja un poco y su postura ya no es tan firme.
-no te voy a dar ninguna explicación y tampoco pienso hablar contigo hasta que al menos haya dormido diez horas.- con mi dedo índice le empujó despacio, él solito retrocede hasta estar fuera de mi cuarto-. Que pasas bien lo que queda de la madrugada.
Azotó la puerta. Regresó a mí hermosa y cómoda cama de la que jamás debí salir. Veo la hora que es; 7:15 a.m.
Al diablo, dormiré hasta medio día.
Sonará como libro clicle. Desperté gracias a los rayos del sol... sí, a los mendigos rayos del sol del medio día. Este calor me va a matar. Ahora entiendo el porqué casi nadie tiene un ventanal de cinco metros en su cuarto. A Tony no se le ocurrió ponerme unas cortinas del mismo vuelo para cerrarlas en ovaciones como esta.
Lo mato.
Bien. Entre al baño a evacuar. Lave mis cara, mis dientes y me busque mi ropa deportiva. Hace días que no hago ejercicio. Sujeto mi cabello en un coleta y tejo lo que falta.
Mi celular tiene una infinidad de llamadas perdidas de Marie. Mil textos y no se digan los E-mails. ¿Habrá pasado algo? Devuelvo la llamada.
-¿Marie?- digo cuando escucho que responden.
-Dianne, tu m'avais angoissée. (Dianne, me tenías angustiada)- suspira dramáticamente.
-Détendez-vous, quelque chose est-il arrivé? Je t'entends bizarre (Relájate, ¿Pasó algo? Te escucho rara).
Saludo a Barton con un gesto. Me devuelve el saludo y ambos vamos al elevador.
-rien, la normale. Le camion qui devait apporter tous les vêtements a été volé hier. Typique! (Nada, lo normal. Que el camión que tenía que traer toda la ropa lo robaron ayer. ¡Lo típico!)- dice sarcástica.
¡¿Qué Qué?!
-¿Está todo bien?
-ayer robaron el camión que tenía que entregar la ropa en mi almacén.- le respondo a Barton-. Marie! Pourquoi tu ne l'as pas dit avant? (¡Marie! ¿Por qué no lo dijiste antes?)
Ya puedo imaginarme su cara de ¿En serio? ¡Obvio que te lo iba a decir!
Inconscientemente me comencé a comer las uñas. En estos momentos es cuando cuestionó si hice bien en no acatar la orden de Rogers y quedarme aquí.
-ne vous inquiétez pas, ils l'ont déjà résolu. Ils ont localisé le camion grâce au GPS, dans quelques minutes, le camion doit arriver et ... oubliez ça maintenant. Je te appelle plus tard. (No te preocupes, ya lo solucionaron. Localizaron el camion gracias al GPS, en unos minutos debe llegar el camion y... olvidalo ya llego. Te llamo después).
Al menos una noticia buena. Cuelgo. Clint me mira con ambas cejas elevadas.
-ya se solucionó- aclaró.
-no sabía que hablabas francés.
-nunca lo preguntaste.
Las puertas se abren, dejando a la vista la solitaria cocina. En los sofás tampoco hay alguien, ¡¡Cocina sola!!
-Clint, ¿Sabes cocinar?
-cocino mejor que Tony- responde.
-tomare eso como que eres un experto- camino en reversa-. Se me antojaron unos burritos.
-a mi igual- se frota la pansa-. Seré tu pinche, dime lo que necesitas y yo te lo traigo.
-ok. Esta situación necesita música que vaya con la ocasión- desbloqueo mi celular. Busco entre mi galería algo con lo cual motivarnos.
Eye Of The Tiger. Dejo mi celular sobre el microondas. La canción esta a todo volumen, Clint mueve la cabeza al ritmo de la canción. Fue lindo tener una cocina así.
Para preparar unos simples burritos nos llevó hora y media, agregandole que Clint olvido ponerle la tapa a la licuadora y lleno de salsa una gran parte de la pared.
-¡Mierda!- exclamó.
-¡Mi teléfono!- corrí por mi bebé.
-Tony va a matarnos.
-te matará a ti por menso, ¿Cómo pudiste olvidar la tapa? Es negro, cuadrada ¡Y va arriba de la licuadora!- tomó la tapa y se la coloco.
-no lo sé- se excusa.
-mejor limpia- le sugiero.
-a la orden Chef.
Trabajo con niños. Termino de preparar el arroz y los frijoles. Barton sigue con la explosión que ocasionó.
-Dianne, necesito tu ayuda- me ve con ojos de cachorrito.
No alcanza la parte de arriba que parece que el exorcista vomito ahí. Tomo el trapo y comienzo a limpiar. Me elevó un poco más y sigo limpiando.
-eres mi favorita, ¿Te lo había dicho?- sonríe.
-si como no.- apoyo mis pies en la encimera-. Dame otro trapo, es lo que deberías de hacer.
Tony aparece de la nada y da un santo grito que me hace sobresaltarme y resbalar. Leí mucho y según mi investigación aquí es el momento cuando alguien te atrapa... sólo pasa en los libros.
Mi pobre cuerpecito de metro setenta impacta contra el piso. Nunca noté el bonito color del techo.
-¿Te caiste?- pregunta Clint.
-no, es que el suelo estaba triste y quise darle un abrazo. Ven Únete a nosotros- lo miro mal.
-arriba- siento unos brazos pasar por debajo de los míos-. ¿Estás bien?
Steve me ayuda a ponerme de pie.
-sí. Gracias- acomodó mi coleta-. Gracias por ayudarme, eh, estoy bien no se preocupen.
-yo no te dije que te treparas a mí cocina, ¿O sí?
-es que te vi bien. No necesitabas ayuda.
-¿Qué hacías ahí arriba?- pregunta Steve.
-limpiaba la mancha de aguacate que barton esparsio por toda la cocina. Que por cierto aún no termina de limpiar.
-dijiste que me ayudarias- se queja.
-¡Ya no!- le grito-. Por tu culpa me caí y no fuiste bueno para ayudarme.
-creí que eras mi amiga- vuelve a lo suyo.
-ambos nos equivocamos.
-¿Qué les parece si dejan de pelear y preparan burritos para todos?- propone Tony.
Suspiro. Dejando de lado el inconveniente con Clint. Terminé de preparar los burritos, casi todos repitieron burrito. Natasha prefirió ir a entrenar primero y después venir a comer.
Quedamos que terminado nos reuniriamos en una habitación especial que Tony reservó exclusivamente para nuestros asuntos de "super heroes".
-se preocupó mucho, ¿Sabes?
-¿El pollo?- la miro confundida.
Nat me ayudaba a lavar los trastes y yo los secaba y acomodaba. Le estaba contando de la vez que sin querer caí sobre un granero y un pobre pollo fue aplastado por mi escudo.
-no. Rogers.- sonríe-. Dijo que buscaría a Ricardo por cielo, mar y tierra si cuando llegáramos a la torre no estabas aquí.
-ese era el plan: buscar a Ricardo.
-pero no lo viste con tus ojos. Sólo falto que se arrancará el cabello, murmuró algo sobre que eso es lo que quería evitar... y también dijo algo sobre ti.
-¿Qué soy una irresponsable? ¿Qué puse en peligro la misión? He oído eso antes- seco el ultimo plato.
-por lo que veo no te das cuenta, aún no puedo decir te lo dije.- se gira y apoya en la encimera-. Y tampoco a la otra persona.
Esto lo murmuró, pero la escuché perfectamente. Hice como que no oí lo que dijo y me fui hacia el elevador. Nat tramaba algo y viniendo de ella posiblemente no era bueno.
En la enorme mesa rectangular ya estaba todo el equipo.
-¿Qué es lo que tienen?- hago girar mi silla.
-no encontré mucho- habla Nat-. Son planos y el registro de sus socios. El hombre no es idiota y no guardo lo importante allí.
-y gracias a Dianne no tuvimos más tiempo- agrega Rogers.
-¿Disculpa? ¿Yo dije que se regresarán? No.- me cruzó de brazos-. Me llevé a Ricardo, hubo tiempo de sobra para revisar el lugar, aunque hubiera sido en vanos ya que él no tenía nada más en ese lugar. Todo estaba en la computadora de su casa, tiene más seguridad que el presidente. Es más que obvio que Ricardo usa sus casinos para sus sucios negocios.
-¿Cómo sabes eso?- habla Bruce por primera vez.
-estuve ahí. Uno de sus hombres esta guapísimo- me muerdo el labio.
-traviesa- dice Clint-. ¿Cómo es que sigues sin novio?
-indomable. Soy indomable- levanto mi dedo índice.
-concentrence en lo importante.
Rogers está más serio de lo normal.
-tranquilo Capitán- pongo sobre la mesa la USB-. Aquí está todo. Tony has tu magia, alguna información está encriptada.
-¿Esa es mi memoria?- la toma.
-si.
-¿A qué hora te la llevaste?
-cuando te arregle la corbata, la tomé de tu saco y ni cuenta te diste. Tampoco los otros.- me muevo de un lado a otro.
-me sorprendes, ¿No serás una Stark?
-estoy muy segura que no.
Tony comienza a revisar todo y desencriptar las carpetas. La información aparece frente a nosotros en hologramas.
La información que necesitábamos aquí está: las direcciones de sus compras, donde fabrica las armas, la bodega donde está la tecnología Chitauri. Todo.
-¿Cómo sabías que la tendría ahí?
-Barton, tienes que ver muchas películas para darte cuenta de eso. Sí tenía la información en la computadora pero me puse a pensar ¿Por qué la guardaría en ese casino que no tiene mucha seguridad? Nosotros pudimos entrar, ¿Qué se lo impedía a otras personas?
Una carpeta llamó mi atención. Había fotos de varios hombres, sus distribuidores de droga. Prácticamente estaba todo de ellos ahí. Familiares, domicilio, nombre completo. Todos ellos estaban en las carreras clandestinas o bares de mala muerte. Llegue a ir con Matt a algunos de ellos.
-¿Alguien te vio?- cuestiona Tony.
-el guapo chico y otro hombre. Ricardo cayó muerto después de beber un cosmopolitan- sigo mirando la carpeta.
-¿Está muerto?- dice Rogers.
-es sólo una metáfora. Le di un somnífero obviamente- aclaro.
-inteligente. Maravilla, armas buenas estrategias.
-gracias.
Leemos toda la información. Steve opina que hay que ir a las bases y destruirlas. Clint y Nat sugirieron que atraparamos a todos los tipos que trabajan con Ricardo. Bruce dijo que mejor fuéramos por sus distribuidores de droga. Y yo, yo opino que vayamos por todos esos cabrones y los metamos a la cárcel.
-haremos todo de una vez. Ricardo caerá de poco a poco. Qué piense que es la policía, iremos por todos ellos- señaló a los hombres de la pantalla- y después por sus armas.
-seguirá haciendo más, tenemos que destruir todo eso primero- dice Steve.
-ya lo sé. Aquí tenemos el nombre de sus compradores y cuantas entregas hará.
-atraparemos un hombre a la vez- Dice Tony.
-carreras clandestinas hay en todos lados, ¿Por dónde iniciamos?- Nat presiona un botón que hace aparecer todas las identidades en cuadrícula y no en lista.
-su mejor hombre, Florence Collins- Clint progecta la imagen del tal Florence-. Mejor conocido como la Bala.
-atrapemos esa bala- dice Tony.
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Hola. Lamento la tardanza. Cosas de la escuela, ustedes saben.
Quiero darles las gracias por todo el apoyo que le dan a está historia, l@s quiero muchísimos.
La semana que entra la tengo llena de exámenes *a nadie le importa* puede... PUEDE que mañana suba otro capítulo para compensar el mes sin actualización y si no, lo subo la próxima semana con otro capítulo y ¡BUM! Hay un maratón.
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