01
De pie en medio de la fiesta Misoo no podía dejar de preguntarse porque estaba aquí.
Podría estar acurrucada en su cuarto, leyendo una de esas historias de romance erótico que le gustaban, pero cuando miro al centro de la pista en la que se encontraba el anfitrión de la fiesta y el dueño de la casa, se dio cuenta de que probablemente no quería estar en otro lugar.
Era la celebración por la independencia de Jungkook: el hermano menor de su mejor amiga.
Esto no estaba bien, no debería estar en una fiesta con muchachos cuatro años menores que ella, ya había pasado por esa etapa y la había disfrutado, por supuesto que lo había hecho, había tenido suficiente de fiestas en las que quedaba en ridículo por ingerir tanto alcohol, ahora era más del tipo que se bebía una cerveza y quería volver a su casa.
Al menos debería saludar antes de irse, pensó, para que quedara constancia de que había estado aquí, para que su mejor amiga supiera que si era capaz de salir de su casa para algo más que para ir a trabajar.
Pero acercarse a Jungkook le costaba, la última vez que se habían visto había sido al rededor de dos meses, en su cumpleaños en un parque de diversiones, Jungkook le había dado un collar justo después de que bajaran de la montaña rusa en la que casi vomita.
El momento fue un poco incómodo, Misoo creyó estar confundiendo las cosas y salió corriendo antes de poder decir gracias, pero no porque quisiera evitarlo, era más que todo porque necesitaba encontrar un baño en donde vomitar.
No se atrevió a verle la cara después de eso y no estaba segura de sentirse aliviada de que él ya no estuviera cuando ella salió del baño.
Probablemente había pensado que estaba loca, ella misma lo pensaba, Jungkook era como su hermano pequeño, lo conocía desde hace diez años y ahora ella con veintiséis y él con veintidós... sus edades no tenían porque cambiar las cosas, aunque si era cierto que la pubertad había hecho de Jungkook un hombre diferente, había cambiado al tierno jovencito por alguien por el que las mujeres babean, incluida ella.
Dejo de observarlo para mirar quien le tocaba el brazo con suavidad, cuando vio al chico de cabello azul (demasiado colorido para su propio gusto) se sintió apenas un poco sorprendida.
No iba a negar que se había arreglado con esmero, solo esperando sentir un poco más de confianza en sí misma que la que sentía últimamente, de cualquier forma incluso si así fuera no iba a admitir que tal vez esperaba recibir un cumplido de su flechazo.
-¿Este lugar es demasiado aburrido para ti, lindura? -Dijo el chico con una voz seductora que la quiso hacer reír-
No precisamente porque no resultará seductor, seguro que muchas chicas caían en cualquier línea pronunciada con ese tono, pero podía darse cuenta que era mucho menor que ella, tal vez incluso menor que Jungkook, y como ya había dicho hace mucho que había pasado por esa etapa, así que ese tono no la sorprendía.
-No es lo que suelo frecuentar -Respondió, tanto para no ser grosera como para mantener la distracción y no mirar a Jungkook más de lo que debería-
-Bueno, podríamos ir a otro lado -Dijo dándole un vistazo descarado a su escote, esta vez Misoo no se contuvo y se río-
-¿Ah si? -Preguntó dejando que su chica universitaria se apoderara de ella- ¿Y a donde piensas llevarme?
Está esperando la respuesta típica de "a un lugar más privado" "a mi casa" o algo por el estilo, pero en su lugar lo que escucha es:
-Largo -Con cierto tono de molestia y desdén-
Deja de mirar al chico que de repente lucía incipido junto a Jungkook, que había elegido este preciso momento para notarla.
El chico de pelo azul lo mira y con un resoplido se aleja, Misoo se toma eso como una excusa para no mirar a Jungkook, mira al chico hasta que se lo traga la multitud.
-Noona ¿Que haces aquí? -Frunce el ceño, no es exactamente como esperaba ser recibida-
-Yuhi me invito -Se encoge de hombros, como si no fuera la gran cosa- Dice que debo salir más seguido de casa, aunque me estoy arrepintiendo, es el tercer chico que se me acerca en la noche.
-¿El tercero? -Pregunta Jungkook y ella asiente- ¿Hace cuando llegaste? -Misoo ladea la cabeza-
-Casi veinte minutos -Dice y a Jungkook no le extraña que en ese corto tiempo ya se le hayan acercado tres chicos-
Lo cierto era que ese vestido la hacía lucir despampanante y para cualquier universitario era como un bocadillo que querrían probar, a veces Jungkook odiaba que todos pudieran notar lo atractiva que era.
-Aunque no pareces muy feliz de verme -Dice ella con voz insatisfecha y él casi suspira-
Lo último que quería era que lo viera en este tipo de ambiente, que se diera a notar de nuevo cuanta diferencia de edad había entre ellos, lo inmaduro que era.
-No es eso noona -Se apresuró a decir, porque siempre estaba feliz de verla- Es solo que no esperaba verte aquí luego de tu cumpleaños.
Misoo desvió la mirada, todo hubiera ido bien si él no hubiera nombrado ese suceso.
-Bueno... lo cierto es que estaba avergonzada, no quería que te dieras cuenta de lo cobarde que soy para las atracciones extremas, aunque tampoco pensé que todo fuera a terminar conmigo vomitando en el baño de chicas.
-¿Vomitando? -Pregunta el, demasiado sorprendido, Misoo asiente-
-¿Por que otra razón me iría corriendo luego de bajar de la montaña rusa?
Ahora Jungkook se sentía como un idiota, ella no huyó porque la tomo de la mano durante la montaña rusa, ni porque le dio un regalo que podría significar una declaración, huyó por las náuseas que le causaron la atracción a la que él le rogó que se subiera.
-Bueno, me alegra que ya se te haya pasado la vergüenza -Dijo y ella asintió mirando al rededor-
-¿Toda esta gente es amiga tuya? -No parecía sorprendida, ni impresionada, solo curiosa, él sacudió la cabeza-
-No, solo están en la misma universidad, es todo ¿Quieres tomar algo...? -Vió el vaso que ella sostenía entre sus delicadas manos e hizo una mueca, se lo quito de inmediato-
Ella no reaccionó en absoluto, solo lo miro esperando una explicación.
-No tomes nada de lo que te ofrezcan los demás, es mierda barata.
-¿Y que ibas a ofrecerme tu?
-Wisky o vino, algo más acorde a ti -Ella resopla-
-No podrías haberme dicho vieja de una mejor manera, a todas estas ¿En donde está Yuhi?
Él quiso remediarlo, decirle que no la consideraba vieja en absoluto, pero sabía que no había manera rápida de remediarlo, en su lugar se fijó en el otro problema.
-¿Yuhi? Yuhi no está aquí -Misoo frunció su ceño y él casi quiso decir que llegaría pronto para tranquilizarla.
-¿A que te refieres con que no está aquí? Ella fue quien me dijo que viniera y me dio la dirección -Jungkook suspiro sin querer ser él quien se lo dijera, pero lo hizo de todos modos-
-Se fue con su novio a Busan, quería que conociera a mis padres -Por supuesto su ceño solo pudo fruncirse más-
-Y no se le ocurrió decírmelo -Murmuro más para ella que para el, luego suspiro- Bueno, entonces no tengo otra razón para estar aquí, debería irme.
Pero el la tomo del brazo, esa piel suave como el terciopelo y cálida, la miro a los ojos, intentando algo que nunca había hecho cuando se trataba de ella: coquetear.
-¿Que hay de mi? ¿No soy razón suficiente para que te quedes?
La boca de Misoo quedó medio abierta, creyó estar alucinando, seguramente el alcohol estaba haciendo que Jungkook dijera estupideces, pero no pudo evitar sentirse tentada.
-¿Estás ebrio? -Preguntó como si hasta ahora hubiera sido capaz de notarlo-
Él sonrió como confirmando su teoría y ella suspiró.
-¿No deberías llevarme a la cama para asegurarte que no beba más? -Ella bufo-
-No creo que eso vaya a detenerte, además es tu fiesta ¿No te estás divirtiendo?
Quería decirle que ya no le importaba, que haría que todos ellos se fueran en ese instante a excepción de ella con tal de pasar un momento a solas con ella.
-la verdad es que estoy un poco cansado -Dijo balanceándose un poco sobre si mismo, esperando que ella creyera algo de su pésima actuación-
-No se donde está tu habitación -Dijo ella lucía un poco contrariada, como si quisiera hacerlo pero no debiera-
-Yo te guió. -Fue lo que dijo-
Y a pesar de que se supone que estaba borracho fue él quien la tomo de la mano y la llevo escaleras arriba, donde gracias al cielo no habían muchas personas, se había asegurado de cerrar todas las habitaciones con llave para no tener que limpiar ninguna escena indeseada mañana por la mañana.
Saco una llave de su bolsillo mientras se detenía frente a la puerta de su habitación, la abrió y espero que a ella le gustara, ella cerró la puerta tras de ella y para su decepción ni siquiera miro la decoración.
-Aún no puedo creer que te hayas mudado -Dice sentándose en la cama, el la sigue casi enseguida- parece ayer cuando tus padres te obligaban a estudiar matemáticas -Jungkook bufo y se encargo de que sus siguientes palabras sonaran muy serias-
-Ya no soy un niño -Dijo y Misoo lo recorrió con la mirada-
Ella estaba muy consciente de ello, sin embargo no podía dejar de pensar que estaba mal desearlo de alguna forma existente, que estaba mal estar sentada en su habitación con él en este momento.
-Acuéstate, me iré cuando estés dormido -Jungkook se rio-
-¿Y me cantarás una canción de cuna en el proceso?
-¿No dijiste que ya no eras un niño? -El asintió-
-Si, pero me gustaría utilizar el beneficio de serlo si haces lo que te pido, igual que siempre haz hecho.
Misoo no iba a negarlo, era hija única, por lo que le era demasiado difícil resistirse a la tentación de cumplir los caprichos de Jungkook desde que estaba pequeño, aunque en realidad no sabía a qué se refería en este preciso instante.
-¿Qué? ¿Haras que te traiga un vaso de leche antes de dormir?
-Solo si dejas que lo beba directamente de ti.
-Estás ebrio -Fue su respuesta, a pesar de que empezaba a pensar que no estaría mal dejarse llevar-
-Sabes que no lo estoy -Respondió él y tomo el riesgo de poner su mano sobre su muslo-
No podía creer que esto estaba pasando, a pesar de la cantidad de veces que lo imagino, por supuesto llegaba un momento de realidad en sus imaginaciones en donde ella lo detenía, pero lo único que hizo fue mirarlo con sus brillantes y hermosos ojos.
Era verdad, ella sabía que no estaba ebrio, por eso se sentía mal estar aquí en este momento, porque ambos sabían lo que hacían.
-Noona, dime que no quieres que siga y me detendré, dime que nunca me has deseado ni siquiera un poco y pararé.
Por supuesto Misoo no podía mentir de aquella manera, no podía fingir que su cuerpo reaccionaba así ante su toque por otra razón que no fuera deseo.
Ante su falta de respuesta Jungkook sonrió y selló su victoria besándola.
Al principio fue solo un toque, algo inocente que ambos deseaban, pero poco a poco el beso se fue convirtiendo en algo salvaje, en el deseo que ninguno de los dos podía ocultar.
Jungkook deslizó sus manos hacia sus caderas, solo para asegurarse de que esto era real y no solo un sueño como había experimentado en ocasiones posteriores.
Se separaron debido a la falta de aire, mirandose el uno al otra desde cerca.
-Misoo -Murmuró Jungkook dejando a un lado sus modales- Por favor.
Ni siquiera tenía idea de que era lo que estaba pidiendo ¿Que lo besara de nuevo? Seguramente ¿Que no se fuera? Lo más probable.
Misoo tomó valor, si esta sería la oportunidad para hacer realidad sus fantasías no la iba a perder.
Se separó de Jungkook poniéndose de pie, caminando con esos tacones altos que resonaban en el mármol, se aseguró de ser muy cuidadosa mientras se deslizaba el vestido hacia abajo.
No se perdió ningún detalle en el rostro de Jungkook, disfrutó la manera en la que la admiraba, como se mordió el labio cuando sus senos quedaron descubiertos, sin ningún sostén en ellos.
No vino preparada para tener sexo, en realidad odiaba usar sostén, odiaba lo reprimido que se sentía su cuerpo, odiaba que su hogar fuera el único sitio "correcto para no usarlo" ya hacía mucho tiempo que había dejado de comprarlos y mucho más desde que había dejado de usarlos.
Por suerte su ropa interior era nueva y aunque no lo hizo a propósito sabía que el rojo era uno de los colores favoritos de Jungkook.
-¿Que es exactamente lo que estás pidiendo? -Preguntó en voz baja, acercándose a él, noto como tragaba saliva- ¿Vas a rogarme de nuevo?
Jungkook no sabía muy bien si sus palabras la habían excitado, lo cierto es que estaba dispuesto a decirlas de nuevo si eso hacía que continuara con lo que sea que estaban haciendo y aunque amaba como se le veía el vestido, ajustado en las partes correctas, le gustaba más cuando estaba en el suelo.
-¿Quieres que lo haga? -Se las arreglo para decir- Dime qué quieres que haga.
Misoo sonrió, pero no era la sonrisa tierna que él estaba acostumbrado a ver, era la sonrisa satisfecha que le había dedicado a otros hombres antes, cuando se le quedaban mirando en la playa a ella y a su bikini, cuando le enviaban un trago desde otra mesa, cuando le estaban dando la atención que se merecía.
-Que quiero que hagas -Dijo ella en un susurro, entonces paso una pierna a cada lado de su cuerpo, quedando a horcadas sobre el- Pensé que había dicho que serías tú quien me pediría las cosas a mi ¿Haz cambiado de opinión?
Jungkook no sabía exactamente qué estaba pasando con el, por supuesto, había tenido sexo antes, pero de repente se sentía como la primera vez y lo único que quería hacer era complacerla.
-Haré lo que tú quieras, si quieres que tome el control lo haré, si quieres que me deje controlar así será.
Tal vez Jungkook no sabía el placer que le causaban sus palabras, no estaba acostumbrada a ser quien tomara el control, sus anteriores amantes siempre habían querido demostrar algo, tal vez a su hombría, tal vez por su ego, pero el sexo se había vuelto aburrido desde que todos querían exactamente lo mismo: que ella obedeciera. Ahora tener la posibilidad de tener el control era emocionante.
Misoo pasó sus uñas de color rojo por su cabello, pensando que debería hacer con el.
-Primero tengo que saber -Dijo, trayendo un poco de lucidez a la conversación- ¿Es la primera vez que te sientes atraído por mi?
Jungkook se quiso reír ¡Como si no hubiera sido lo suficientemente obvio antes! Todos sus amigos lo sabían y su hermana lo sospechaba, ya incluso le había preguntado si tenía un flechazo por su mejor amiga y ella creía que esto acababa de florecer.
-Noona, llevo deseándote más tiempo del que me gustaría admitir.
Y eso fue suficiente para ella, no quería ser la única tonta, no quería que para él fuera tan fácil saciar su deseo en un día cuando ella llevaba mucho tiempo deseándolo, lo besó de nuevo y mientras lo hacía empezó a desabrochar uno a uno los botones de su camisa, hasta que se la quito.
Fue mucho más fácil de esa manera recorrer su torso con sus manos, sentir la dureza de sus músculos y deleitarse.
La boca de Jungkook empezó a desviarse, pasando por su cuello y yendo hacia sus senos, Misoo lo tomó por el mentón antes de que pudiera continuar.
-Que impaciente -Murmuró, mirando sus labios brillantes- ¿No sabias que deberías pedir permiso antes de hacer cualquier cosa?
Miso espera una mala reacción, la verdad es la primera vez que se arriesga a hacer algo que no ha hecho, no sabe si esto es como el juego de roles, pues nunca lo ha hecho, pero desde luego no es como el sexo qué practica normalmente, en lugar de una mala reacción Jungkook sonríe.
-Lo siento -Dice, su respiración entrecortada- Noona ¿Puedo? -Dice con una mirada hacia su pecho y Misoo que está muy complacida asiente-
No puede detener el gemido que emerge desde su garganta cuando Jungkook lleva su boca hasta su pezón y empieza a juguetear con el, con su otra mano acaricia el pezón restante y ella se retuerce en su regazo.
-Jungkook -Murmura en medio de un gemido y él gruñe en respuesta-
Y como no sabe exactamente como compensarlo empieza a mover sus caderas de adelante hacia atrás sobre su erección, Jungkook gime deteniendo su labor por un segundo antes de continuar.
Jungkook desliza su mano sobre su cadera, más abajo llegando a la tira de su ropa interior, cuando intenta introducir su mano Misoo lo golpea, no muy fuerte pero tampoco es exactamente suave.
-¿Que hay sobre pedir permiso? -Murmura ella, su voz pierde autoridad por el placer que está sintiendo-
-Lo siento -Vuelve a decir él y Misoo sospecha que en realidad no lo siente de verdad- ¿Puedo tocarte?
Y Misoo no tiene que pensarlo ni un segundo para responder.
-No, no puedes -Dice separándose de él- y si lo haces recibirás unas penalización.
Se pone de pie, olvidaba que tenía los tacones puestos.
-Esto supondrá una molestia -Dice mirando sus pies, luego mira a la escultura de hombre que sigue sentado en la cama, esperando que ella le permita hacer algo- ¿Quieres ayudarme con esto? -Pregunta, su voz es suave, no quiere que haga algo que le suponga una humillación-
Pero Jungkook parece complacido, a decir verdad lo está, le gusta este juego porque no sabe que esperar y le gusta más porque es con ella con quien está jugando.
Se arrodilla frente a ella y aunque Misoo no había fantaseado con ello deseo haberlo hecho.
Le desabrocha un tacón con facilidad y se lo quita sin que le suponga ningún trabajo antes de hacer lo mismo con el otro.
-Al parecer tienes experiencia quitando zapatos con agilidad -Jungkook se ríe al escuchar los celos en su voz-
-Yuhi es perezosa, así que suele pedirme que se los quite mientras está recostada en el sofá viendo algún programa.
Fue muy tarde cuando Jungkook se dio cuenta que no debió haber mencionado a su hermana, la culpa ya adornaba el precioso rostro de Misoo.
-No pienses en ella Noona -Se obligó a decir consiguiendo que ella lo mirara, sacudió la cabeza- Nada más importa en este momento, por favor, no pienses en ella.
No pensó estar siendo muy convincente, Misoo era la persona más leal que había conocido si tenía en cuenta que llevaba diez años siendo amiga del fastidio que era su hermana, y aunque habían habido peleas y discusiones aún seguían siendo amigas.
Misoo tomó su mano e hizo que se pusiera de pie, aunque no duró mucho cuando lo empujó para que se sentara en la cama, Jungkook no podía creer que se estaba poniendo de rodillas frente a él y a diferencia de Misoo él si había fantaseado con ese escenario.
Llevó sus delicadas manos al cinturón en su pantalón y se lo quito con habilidad, él no pregunto donde la había adquirido, no le interesaba nada más que ella en ese momento.
Desabrochó su pantalón y él le ayudó levantando las caderas para quitárselo.
Quiso acariciar su rostro con dulzura, pero ella tomó su mano antes de que lo hiciera.
-No puedes tocarme ¿Recuerdas? -El sofocó una maldición, en este momento lo único que deseaba era tocarla, pero sería paciente, para que ella viera lo bueno que era siguiendo sus órdenes-
Dejo sus manos a los lados, evocando un control que no sabía que tenía mientras ella liberaba su miembro de su ropa interior, noto como ella mordió su labio al verlo.
Misoo odiaba el sexo oral, en realidad nunca lo había practicado, pero con Jungkook la idea no le resultó desagradable como normalmente lo hacía, conocía a Jungkook, así como sus hábitos de limpieza que eran lo que normalmente la detenían de hacer una felación. Pero lo deseaba, deseaba complacerlo incluso si no sabía cómo hacerlo.
Comenzó con la parte fácil y rodeó la erección con su mano, ante el primer contacto Jungkook siseo y eso casi la hizo sonreír. La movió de arriba a abajo una y otra vez, luego miro a Jungkook y a pesar de que no se sentía segura mostrando su inexperiencia le dijo:
-Puedes guiarme, así sabré lo que te gusta, pero no puedes tocarme.
Lo que básicamente indicaba que no podía hacer lo que a los hombres más les gustaba hacer, marcar el ritmo tomando su cabello para controlar los movimientos.
El asintió, apenas capaz de hacerlo por el placer que sentía al estar siendo tocado por ella.
-Puedes escupir en tu mano -Se las arreglo para decir- Es más fácil -Siseo de nuevo y Misoo hizo lo que le dijo, era cierto, era más fácil masturbarlo de esa manera- Y puedes metértelo a la boca cuando estés lista, solo no uses los dientes.
Le gusto eso "cuando estes lista" indicaba que se había dado cuenta de que era su primera vez, pero no la presionaría si al final no se decidía a hacerlo, lo que en realidad solo le daban más ganas de hacerlo.
Empezó trazando un camino con su lengua de abajo hacia arriba, Jungkook gimió y eso la motivo para su siguiente movimiento.
Se metió la erección a la boca, lentamente, todo lo que pudo y volvió a la punta en donde acarició con su lengua, Jungkook gimió más fuerte y supuso que eso le había gustado, repitió el proceso, una y otra vez, la meta era que con cada secuencia Jungkook gimiera y lo lograba sin falta.
-Misoo, voy a... -Al parece intentaba advertirle, pero ella no necesitaba advertencia-
Lo miro desde su posición y en ese momento terminó, Jungkook se corrió en su boca aunque su mano extendida en dirección a su cabeza le decía que tal vez no quería correrse en su boca.
Aún así se aseguró de tragarse todo, no estaba segura de querer que terminara en otro lado.
Jungkook la miro, su fantasía más grande cumplida y ella no tenía idea, era imposible que fuera su primera vez, ninguna primera vez era tan buena.
-Dioses -Murmuró, su pecho subía y bajaba y Misoo lo observaba-
Estaba prácticamente a su merced, completamente desnudó frente a la mujer que había deseado desde que supo lo que él deseó significaba. Y ella parecía tímida, era imposible que no supiera lo que acababa de hacer de él, nunca volvería a disfrutar una felación, no si no era con ella. Había marcado un estándar.
Esta vez pidió permiso antes de hacer lo que quería hacer.
-¿Puedo besarte? ¿Puedo tocarte? -Misoo respondió con un asentimiento, lo que no aseguraba que le diera permiso para ambas cosas-
Decidió arriesgarse, después de todo no le desagradaba la idea de recibir una penalización, tal vez le gustaría recibirla solo para saber que pasaba por la mente de Misoo.
La ayudó a levantarse e hizo que se recostara sobre la cama, su cama. Aún no podía creer que esto estaba pasando.
Despejó su rostro, alejando los cabellos rebeldes que se pegaban a él debido al sudor antes de besarla, acarició su rostro con cuidado, con mucho cuidado mientras la besaba.
Nunca había bastado solo un beso para excitarlo, pero por supuesto, ella era diferente y de nuevo estaba listo para volver a correrse, aunque no podía hacerlo sin que ella lo hiciera primero.
Era hora de cumplir otra de sus muchas fantasías.
Se separa por un momento, ve sus ojos nublados y se pregunta si los de él también lucen así, nublados por el placer.
-Te pregunte si podía besarte, pero nunca dije en donde. -Misoo se ve sorprendida-
Retrocede un poco antes de tomar una pierna de Misoo, acaricia el interior de su pierna y pasa sus labios por ella con lentitud, poco a poco mientras se acerca a su entrepierna.
-Jungkook -Suspira y eso está entre sus sonidos favoritos: su nombre saliendo de sus labios de esa manera-
Cuando está justo ahí pasa su lengua por su intimidad, por encima de la ropa interior, Misoo gime.
-Esto supondrá un problema -Repite las palabras que ella dijo anteriormente, esperando que suene tan sensual como ella lo hizo- ¿Puedo quitártelo noona?
Si decía que no él iba a perder la cabeza, pero encontraría otra forma de complacerla sin tener que quitarle la prenda. Por suerte Misoo asintió fervientemente, como si no pudiera comunicarse de otra forma y él sonrió satisfecho.
Sus dedos tomaron el elástico de la ropa interior y empezaron a bajarlas por sus piernas despacio, despacio en caso de que fuera solo un sueño, despacio para que no tuviera que despertarse.
Cuando su intimidad quedó a la vista tuvo que controlarse para no dejar la ropa a medio camino y lanzarse hacia ella, pero la prenda no pudo importarle menos cuando Misoo ya no la poseía y la tiró a sus espaldas, a donde quisiera caer.
No dudo otra segundo antes de dirigir su boca hacia la intimidad de Misoo, besando, lamiendo, haciendo cualquier cosa que le sacara un gemido hasta el cansancio, su mano se dirigió a su clitoris, preguntándose qué tan difícil podría ser hacerla llegar al orgasmo, combino cada movimiento planeado con cada succión que daba.
-Vamos noona -Dijo separándose solo lo necesario para hablar- Córrete para mi.
Y tal vez así como él se había corrido cuando la vio ante el, ella se había corrido cuando le escucho suplicarle. Sus piernas tiemblan mientras se corre y Jungkook no se detiene mientras lame y succiona lo que no lo hace fácil para ella.
Cuando termina luce una sonrisa orgullosa que hace que Misoo sonría también.
-Eso fue increíble -Dice, aunque sabe que él no necesita confirmación sobre lo que hizo con ella-
-¿Lo fue? -Pregunta el y ella asiente mientras él se arrastra hacia ella, hacia su rostro- Me alegra hacerte feliz noona -Murmura y con su nariz acaricia su cuello- Es mi único propósito esta noche.
-Entonces déjame darte un último permiso -Dice mientras enreda sus brazos en el cuello de Jungkook- Haz que no olvide esta noche -Le susurra en el oído mientras desliza su mano por su pecho, hacia abajo- Haz que no se me ocurra estar con nadie más.
No tenía idea de porque decía esas cosas, tenía que mentalizarse, esto era cosa de una sola noche, pero aún así le gustaba delirar.
Jungkook gruñó en el momento en que Misoo tocó su longitud y asintió ante sus palabras, aunque antes de que se lo dijera él ya quería asegurarse de ello.
Alcanzó el condón, a pesar de que lo único que quería era que todo pasara sin ninguna barrera de por medio, pero no podía permitirse perder la cabeza, se lo puso tan rápido como pudo y Misoo se rio por su impaciencia, lo que era música para sus oídos.
Conectó sus intimidades con solo un roce que hizo que Misoo gimiera antes de empezar a penetrarla, la observa mientras lo hace, observa cómo se muerde el labio inferior, como rueda los ojos por el placer.
Cuando está por completo dentro de ella solo puede pensar en que se siente tan bien, tan perfecto, encajando el uno con el otro, como si no existiese nada más.
Y empieza a moverse una vez está completamente dentro, a pesar de que no quiere que termine, porque no sabe lo que pasará cuando termine, no sabe si Misoo se irá o si se arrepentirá, por eso quisiera quedarse en este momento para siempre.
Misoo gime sin poder controlarse, le entierra las uñas en la espalda y grita su nombre, siempre había podido controlarse cuando se trataba del sexo, siempre era fácil que sus gemidos se mantuvieran en un tono normal, siempre era fácil evitar gritar, pero en este momento nada de eso resultaba fácil, lo fácil era no contenerse.
Así que siguió gritando su nombre, siguió arañándolo, siguió gimiendo hasta que ambos llegaron al clímax.
Jungkook se separó de ella, se quitó el condon antes de atarlo y lanzarlo a la papelera, con inseguridad se acosto junto a ella, Misoo no sabía si iba a quedarse hasta ese momento, hasta que lo tuvo junto a ella, entonces resultó inevitable acurrucarse junto a él, dejar que su cabeza se recostara en su pecho y dejar que el sueño la venciera justo después de que él los cubriera a ambos con las mantas y le diera un beso en la frente.
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