Narra TN 

La brisa en mi cabello se sentía genial, aunque tener que estar en el mismo lugar que Cinco después de discutir no me hacia ninguna gracia, agregando las miradas asesinas de Pansy, admito que podría soportarlos si estamos más tiempo afuera. En la Academia solia estar en el el pequeño kiosko del patio pero debido a las grandes paredes, no podía sentir la brisa. De noche, debido a la contaminación lumínica de la ciudad, no podía ver las estrellas y la única forma de hacerlo era a través de los libros que mi padre accedía a comprar.

El ruido de alguien cayendo al suelo me distrajo. Abrí los ojos alarmada y corrí a auxiliar al chico que estaba siendo atacado...por un libro. No podía creer que los libros que estaban aquí tuvieran vida propia. Corrí quitándole el libro pegándole un manotazo a lo que fuera el libro y apartándolo del chico.

—¿Te hizo daño? —dije preocupada al chico—, déjame ayudarte.

—Gracias —agradeció el chico con una pequeña sonrisa.

—¡Tn! —Draco me gritó—. ¿Qué crees que haces?

—Lo estaba ayudando...

—Largo de aquí Longbottom —Draco le dio un empujón—, nosotros no ayudamos a Gryffindor,

—Estaba en el suelo, siendo atacado por su...

—No te debe de interesar lo que le suceda a un gryffindor —Draco miraba con desagrado al chico—, ¿entendiste?

—¿Qué es lo que tienen ustedes en contra de ayudar a otros?

—Que no es digno de un Slytherin.

Cuando dijo aquello solo me imagine a Allison excluyéndome de las reuniones que tenían ellos de noche.

—¿Digno? —sonreí de forma sarcástica—¿somos dioses acaso?

—Somos sangre pura y valemos mucho más que ellos.

Puse la mano delante de su cara para evitar que siguiera hablando. Apreté el puño de mi otra mano, siempre que quería decir algo, pero sabía que no podía, solía apretar mi puño para evitar decirlo. Eso me provocaba marcas en las palmas de mis manos.

—Mira como mando su dignidad al carajo —me agache al suelo y levante el libro del chico de gryffindor, al darme la vuelta me asegure de golpearlo con el libro.

—¿Qué estas...? —no deje que terminara la oración cuando me acerque al chico.

—Toma tu libro —sonreí amable—, solo quité la capa y acomoda tu corbata y estarás bien.

—Te vas a meter en problemas... —me susurro por debajo.

—Estoy acostumbrada —levante mis hombros—, no quiero que me conozcan por mi casa, si no por mi persona.

Alguien me jalo de la mano, al darme la vuelta me di cuenta de que era Cinco. Me intente zafar de su agarre, pero me arrastro alejándome de Neville. Busque con la mirada a Draco pero este estaba bastante entretenido con el chico de lentes de Gryffindor.

—Me estas lastimando—mi muñeca ardía un poco por la presión—, ¡Suéltame Hargreeves!

Me arrastró detrás de uno de los arboles alejados de la clase, todos al estar sumergidos en la pelea de los dos chicos, no se percataron de que me habían jalado.

—Las cosas están así —me acorralo entre un árbol y él—, no puedes estar cerca del tal Draco Malfoy, ni de Neville. Es decir, no quiero verte con ningún chico cerca.

Díganme que no acaba de decir eso.

—¿Quieres que te traiga un café? —le pise el pie para que me soltara—, ya no estamos en la academia Umbrella.

—Eres una idiota —se alejó de mis unos pasos.

—Quiero que me expliques con qué derecho vienes y me exiges que me aleje de los chicos cuando yo te veo muy feliz con esa pelusa amigable parlante —susurre para evitar que nos escucharan.

—No tengo elección Tn.

—¿No la tienes? —solté una risa—déjame decirte señor Hargreeves que a usted le gusta la pelusa.

—Solo estoy con ella porque puede ayudarme con las cosas de este estúpido lugar.

—Que sacrificado Grindelwald —mi ceño seguía fruncido.

—Deja de llamarme así, esta horrible —rueda los ojos—. Escuchame Tn, no estoy de humor para tratar tus celos ahora —coloco uno de sus dedos sobre mis labios—. Tenemos graves problemas.

—¿A qué te refieres?

—La pelusa parlante me contó acerca del apellido que tenemos, tengo que decirte que no estamos seguros en este lugar.

—Habla claro —aparte su mano de mi rostro.

—Cuando nosotros llegamos aquí se abrió una línea temporal que no tuvo que suceder. Nosotros no debimos de haber existido, de alguna forma este lugar nos aceptó, abriendo una brecha donde nosotros existamos, solo que estamos cambiando el destino de este lugar.

—No entiendo de que me hablas.

—Después de la clase la profesora de Adivinación me intercepto y su voz cambio a una muy extraña.

—Llega al punto —mi corazón latía rápido.

—La mujer me dijo con estas palabras "La flor de narciso estará en la tumba del primero que se deje engañar" —trago saliva para seguir hablando—, cuando intente interrogarla su semblante cambio al mismo de antes.

—¿Qué tiene que ver ella? —hice una mueca de desagrado—, dijiste que te contó algo.

—Grindelwald fue el mago más poderoso de todos los tiempos y provoco la primera guerra mágica.

—No me sorprende que te dieran ese apellido.

—Escucha Tn, esto no es un juego —su semblante cambio a uno de preocupación—, un chico llamado Newt Scamander fue uno de los aliados de Dumbledore en la guerra mágica y terminar con Grindelwald.

—No entiendo nada...

—¿Te han contado algo sobre un señor tenebroso?

—No, no lo he escuchado.

—El señor tenebroso quiere que la sangre mestiza no exista, para lograrlo tiene que ser uno de los únicos magos más fuertes y tomar el control del mundo mágico—Cinco se dio cuenta que el profesor estaba llegando—, Delores se le ocurrió que si él se entera de que existe un descendiente de uno de los magos más poderosos y haya llegado con una Scamander se pueda sentir en peligro.

—¿Crees que vaya a querer matarnos por vernos como amenaza?

—No lo creo, estoy seguro.

—No quiero morir aquí —dije en un susurro.

—Necesito que te mantengas alejada de los gryffindor. Delores me contó sobre Harry Potter, y de que ese chico siempre está en peligro.

—Se cuidarme Cinco —lo mire a los ojos— ¿estas sintiendo algo por Delores?

—¿Qué? ¿Por qué preguntas eso tan de repente? —Cinco apartó la mirada de mi—, es demasiado pronto.

Estaba sintiendo algo por ella.

Tomé su barbilla con mi mano para hacer que me mirará a los ojos.

—Nunca te había visto sonreír de esa forma—pase las yemas de mis dedos por sus dos lunares—, he vivido toda mi vida contigo y jamás tuve ese trato por más que me esforzara.

—No entiendo porque estas tocando ese punto.

—No es nada —fingí una sonrisa y tomé su mano—, hay que mantenernos juntos como una familia y estaremos bien número Cinco.

Camine a prisa alejándome de Cinco. Draco me miró con atención, pero no dijo nada. Me quede al lado de Harry, el cual solo me mostró una media sonrisa a la cual correspondí un poco temerosa.

—Este es un Hipogrifo —al ver a la criatura mis ojos se iluminaron y sonreí emocionada.

—Es increíble... —dije en apenas un susurro— ¿Puedo tocarlo?

—¡Esa es la actitud! —Hagrid se veía emocionado, no parecía ser alguien malo—, acércate, anda.

La sonrisa que traía de cara a cara no recordaba haberla tenido en mucho tiempo. Unos pasos apresurados se escucharon y sentí como me tomaron de los brazos. Escuche un grito de sorpresa de varios, a mi lado derecho Draco me sujetaba sin hacer mucha presión y por el otro lado, Cinco me sujetaba con mayor presión.

—¿Qué crees que haces Malfoy? —Cinco lo enfrente jalándome hacia él.

—Lo que haga o no con ella no te importa —Draco respondió.

Me quite su agarre y los fulmine a los dos con la mirada.

—Dejen de estar de exagerados —rodé los ojos.

—Ahora Tn acércate con sigilo hasta él —hice lo que me pidió y di dos pasos—. Ahora al estar frente a él quiero que hagas una reverencia—, di un paso más y después hice la reverencia.

La criatura se arrodilló frente a mí y todos aplaudieron eufóricos.

—¡Muy bien Tn! —Hagrid sonrió emocionado—¿Crees que soy un gran profesor?

—El mejor que he tenido —dije feliz.

—Creo que te dejará montarlo.

—¿Qué?

No esperó a que yo dijera algo más cuando me levantó por los aires y me subió al Hipogrifo. Miré alarmada a todos lados y me encontré con la mirada preocupada de Cinco.

—Sujétate bien, pero sin lastimarlo que no le gustara —Hagrid le dio un pequeño golpe al Hipogrifo y este comenzó a correr.

Si voy a morir pido reencarnar en un árbol, y no una lombriz.

El Hopogrifo extendió sus alas y de un salto comenzó a volar. La sensación que me provoco fue como la adrenalina de ser descubierto haciendo algo malo. Me agarre con fuerza debido a la velocidad que tenía la criatura. Podía darme cuenta que esta altura podía matarme en cualquier momento, solo que no sentí miedo o terror. Me senté y deje que le viento moviera mi cabello, lo sentía como algo extraño y nuevo, solo que no me desagrado la sensación.

"Es como la libertad"

Solté un grito de emoción cuando se acercó al lago dejándome tocar el agua con mi mano. Baje mi mano tocando el agua, solo que cuando las yemas de mis dedos hicieron contacto con ella, una sensación familiar se presentó. El agua subió por mi mano rodeándome como un abrazo.

No puede ser.

Un miedo me recorrió cuando sentí como el agua me rodeaba las manos y como una especie de soga me jalaba tirándome del Hipogrifo. No puede evitarlo y caí al lago con fuerza. Comencé a hundirme debido a que esa cosa seguía jalándome al fondo del agua. El Hipogrifo no se había marchado, se movía en círculos en donde me había caído.

Recordé mis clases con mi padre y así fue como me concentré en el agua. Deje de tenerle miedo a hundirme en el fondo cuando mi padre me había lanzando al agua cuando apenas tenía un año. Dejé que el agua me rodeara y cerré los ojos para sentirme parte del lago, unos segundos me tomaron para lograr formar una corriente de agua que fuera capaz de expulsarme fuera del agua.

El Hipogrifo bajo a mi rescate sacándome del lago y llevándome a la orilla. Comencé a toser debido al agua que había tragado. El agua poco a poco fue regresando al lago y la soga de agua que se formó en mi cintura se rompió. El Hipogrifo salió volando. Me quede con la cara pegada al pasto y cerré los ojos con cansancio.

—Por la mierda Tn —Cinco fue el primero en llegar hasta mi.

—¡Todo por culpa de este estúpido pollo! —Vi de reojo como Draco se acercaba al hipogrifo y la criatura lo tiraba al suelo pegándole en el brazo—, ¡Esto lo va a saber mi padre!

—¿Qué sucedió? —me quede boca abajo y Cinco me obligo a mirarlo—carajo...

Ambos sabíamos que significaba.

—¿Están azules verdad? —pregunte con debilidad.

—Si...

—Tenemos que llevarlos a la enfermería —dijo Delores—, déjame ayudarte.

—No me toques —dije a la defensiva—, yo puedo sola.

Cinco me intento ayudar a ponerme de pie, pero evite que me tocara. Mantuve la mirada baja durante el transcurso a la enfermería. Draco iba detrás de mí pero este iba tocándose el brazo por la herida que provoco Buckbeak.

—¿Siempre tengo que salvarte? —Draco dijo al fin.

—¿Disculpa? —me detuve—, nadie te lo pidió.

—Te defendí de Buckbeak.

—Yo más bien vi cómo te tiraban al suelo.

—Me resbale es todo.

—Que mentiroso —sonreí negando con la cabeza.

—¿Me puedes mirar a la cara? —Draco se interpuso en mi camino.

—Tengo una cortada horrible —evite su mirada.

Draco no pregunto y agarro mi barbilla haciendo que lo mirara.

—Lindos ojos —se burló en mi cara.

—Si le dices a alguien te voy a matar —le dije enojada.

—Ya veremos si en un tiempo me quieres matar —me guiño un ojo y se acercó a la enfermería.

—¿Apostamos?

—No tienes nada que no tenga —levantó sus hombros—, aunque escucho tus propuestas.