Narra Tn

La expresión en mi cara seguía siendo una seria. Miraba con molestia como Delores con toda la confianza del mundo traía del brazo a Número Cinco, y este encantado le sonreía. Apreté mi boca en una mueca, y seguía mirándolos sin tener una pizca de cuidado.

—Tn —me llamó Astoria—¿Quieres tomar mi otra mano?

—¿De qué hablas?

—Que ya no siento la mano —expresó.

Bajé la mirada confundida y me di cuenta que mi mano estaba apretando la suya, cortándole la circulación.

—Lo lamento.

—Yo no me trago ese cuento que son hermanos.

Me había tomado unos momentos antes de entrar aquí, contarle un poco de la historia de mi vida.

—¿A qué te refieres?

—¿Es la primera vez que te gusta alguien?

—No me gusta —expresé.

—Claro que si —Astoria me sonrió con burla.

—No, porque es mi hermano seria raro.

—De hecho, en mi mundo, es bastante normal que se casen entre primos de sangre.

—¿Qué cosa?

—Si lo que me dices es cierto, ustedes no comparten sangre —Delores sonreía encantada y mordí mi mejilla interna—. Si yo tuviera un hermano, no me molestaría en que fuera él.

La mire de forma fugaz.

—¡Te atrapé!

—¡Que no me gusta!

—¿No te gusta quién? — suelto un leve grito cuando un chico pelirrojo apareció—, vamos chicas díganme el chisme.

—No te entrometas Weasley —rodó los ojos Astoria.

Ahora que había dicho su apellido, recordé que las chicas de hace un rato se habían expresado de forma despectiva hacia su familia.

—Aguafiestas —nos enseñó la lengua— ¡Espera!

—¿Ahora qué hiciste, Fred? —preguntó Astoria.

—Solo les lance un par de polvos pica pica a unos Slytherin.

—¿George? —interrogó la chica.

—Salió huyendo y me abandono —dijo de forma dramática a lo que solté una risa.

—¿Tu eres la nueva? —Fred me extendió su mano.

—Sí, no creo que deba decir mi nombre, todos parecen saberlo.

—Cierto, pero debería de fingir —Iba a tomar su mano cuando alguien me agarró del brazo y me jalo hacia su dirección.

—¿Te puedo ayudar en algo? —Cinco tenía la quijada tensa y su respiración era irregular.

—Sí, que dejes de ser un idiota y sueltes a mi nueva amiga.

—Chicos —intento intervenir Delores—, no creo que sea buena idea.

—No seas entrometida —le respondió Astoria y me guiño un ojo sonriéndome al mismo tiempo.

Negué con la cabeza y sonreí un poco. Las facciones de Delores cambiaron a una de molestia y salió de la oficina del director.

—Si yo digo que no la puedes tocar o mirar, lo haces y punto, estúpido.

—¿Qué vas hacer maldito enano? —se acercó a él—antes de que yo le hablará estabas muy feliz con la chica rubia.

—Ya suéltame Cinco —exprese.

Astoria miraba la escena emocionada y la mire con duda.

Por la oficina, el profesor Dumbledore hizo su entrada y detrás de él, algunos otros profesores. Uno en especial fue quien llamó mi atención, un señor de pelo platinado nos miraba ambos.

—Tendremos que recurrir a otras medidas o pueden cerrar Hogwarts. Hablamos con el ministerio y se decidió que deben de permanecer en el colegio o ser trasladados a la prisión de Azkaban.

—¿Prisión? —interrogo Cinco.

—Señoria Greengrass y joven Weasley, les pido que salgan del lugar.

Ambos salieron del lugar dejando a Cinco y a mi bajó la mirada de los adultos.

—Nos quedamos en Hogwarts —expresé—¿Hay algo más?

—Se dijo que deben quedarse bajo la tutela de dos magos que sean parte del ministerio.

—¿Qué significa eso de tutela?

—No van hacer eso —expresó Cinco—sobre mi cadáver si nos quieren separar.

—¿Separar? —quería llorar—, no quiero.

—No puedo hacer más, si se niegan tendrán que ser encerrados.

—Se seleccionaron dos familias, y las dos son consideradas aptas para su cuidado.

—¿Qué familias? —preguntó Cinco.

—Weasley y Malfoy.

—Si me lo permite, las puertas de mi casa están abiertas para ambos —Expreso el señor de pelo platinado—. Si es que asi lo prefiere.

—No sabía que solías ser tan generoso, Malfoy —Remus apareció.

—Puede que sienta empatía.

—Yo considero más pertinente que se alojen con la familia Weasley.

—No pienso seguir escuchando esta mierda —expresó Cinco—, no nos vamos a separar y si intentan encerrarnos primero nos van a matar.

—Solo serían por cambio de curso, en caso de vacaciones navideñas se quedarían en Hogwarts.

—Acepto la propuesta del señor Malfoy —lo mire—, él declaro aceptarnos a ambos.

—Tn... —negó con la cabeza Cinco.

—No tenemos elección.

Cinco me abrazo de una forma que nunca lo había hecho. Su abrazo fue cálido y extraño.

—Todo estará bien, voy a encontrar la solución a esto.

—Mientras estemos unidos, estaremos bien.

—Bien, estamos de acuerdo con la propuesta —Cinco entrelazó nuestras manos—, solo que en cuanto logremos irnos a casa, partiremos.

—El ministerio seguirá investigando sobre ustedes, así que mientras tanto tendrán que estudiar en el colegio.

—Los veo en vacaciones —el señor Malfoy les dio una mirada arrogante a todos y se marchó.

—Es momento de hacer su ceremonia de selección —expreso Dumbledore—, si quedan separados no puedo hacer nada por mantenerlos juntos.

Cinco no soltó mi mano en ningún momento mientras nos dirigíamos hacia el comedor donde nos seleccionarían nuestra casa. Caminamos por el pasillo que ahora estaba vació, al llegar las puertas se abrieron y todo el mundo se quedó callado. Intente liberarme de la mano de Cinco, pero el evitó dejarme ir.

—Como saben tenemos nuevos alumnos, les pido que sean cordiales con ellos.

—Haremos la selección de casa para nuestros alumnos —Minerva expresó—, ahora primero tenemos a la señorita Tn Scamander.

Cinco me llevo hasta la silla y me ayudo a subir un pequeño escalón. Un par de suspiros se escucharon y algo me decía que las chicas estarían perdidamente enamoradas de él. Me sonrió y se alejó, me senté sobre la silla y colocaron un sombrero en la cabeza. Me quede quieta hasta que esa cosa se movió.

—Tenía tiempo que no tenía un Scamander. Eres cálida y amigable, un corazón valeroso como un guerrero, pero débil como un colibrí —expresó el sombrero—, tienes bondad y calidez como un Scamander...pero hay algo más, una sed de querer ser mejor en todo lo que hagas, ambición y la búsqueda de valerte por ti misma —todos miraban con atención a la respuesta— ¡Slytherin!

¿Qué?

Los chicos con uniformes color verde aplaudieron eufóricos por la noticia. Todos menos las chicas que me habían molestado, una especie de temor me recorrió al darme cuenta que estaría en la misma casa que ellas. Pase mi mirada por la mesa hasta toparme con Astoria y ella sonreía feliz. Antes de quitar la mirada un chico de pelo platinado llamo mi atención. Este me miraba y tenía una sonrisa ladina en el rostro al tiempo que acariciaba un anillo que tenía en su mano. Baje la mirada apenada y me sonroje.

Levante la cabeza con un poco de valentía y este mismo me seguía mirando. Quite la vista de él y me percate que Cinco estaba viendo en dirección al chico platinado y en seguida me miró.

Se había dado cuenta.

El chico platinado me guiño un ojo, pensé que lo había imaginado. Pero me trajo a la realidad cuando un Cinco molestó hizo una mueca de desagrado y se acercó al chico furioso. Me baje corriendo tirando al sombrero seleccionador, pero el caos ya se había desatado.

Cinco había golpeado al chico en el ojo.

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Un par de gritos después, Cinco había sido separado del chico. Se tuvo que realizar su ceremonia porque así el jefe de casa podría encargarse de su castigo. Por desgracia había sido seleccionado en Slytherin. Un Severus bastante molestó se había llevado a Cinco por la capa y a mí me ordenó llevar al chico a la enfermería.

Ahora me encontraba acompañando al chico por el pasillo, en un silencio incómodo.

—Lo siento —exprese.

—¿Por qué te disculpas si tu no fuiste quien me golpeo?

—Porque fue mi culpa.

—¿Tienes complejo de protagonista?

—¿Qué?

—Ese amigo tuyo, me empujo en la escalera en la mañana.

Es algo que haría Cinco.

—¿Solo por eso te golpeo?

—¿Tu qué crees?

—Si es algo que él haría.

—Le diré a mi padre de esto —me advirtió—, y esto tendrá consecuencias.

—¿Lo provocaste a propósito? —detuve mi paso de forma abrupta.

—Digamos que solo tuve que guiñarte un ojo y eso desato el desastre —me sonrió—, ahora me preguntó que sucederá si te beso.

Di dos pasos hacia atrás asustada.

—Eso no sucederá.

—¿Quieres apostar, colibrí?

—¿Colibrí? —exprese confundida.

—Te comportas como uno cuando estas en peligro y el sombrero tiene razón. 

—No es cierto.

—Solo mencione que iba a besarte y ve tu reacción —se burla en mi cara—, eres bastante asustadiza, solo a un idiota le dan miedo las tormentas.

Como quisiera borrarle la estúpida sonrisa de la cara.

¿Cómo es que él sabe?

—¿Eras tú?

—No sé de qué me hablas —pasa a mi costado.

—¿Eres Draco? El chico que me ayudo ayer —dije sorprendida.

—Yo no hago algo tan estúpido como ayudar gente ¿me viste cara de elfo?
—una pequeña sonrisa se notó en la comisura de sus labios—. Yo soy muy guapo para ser uno.

—Eso es ofensivo.

—¿Te pedí tu opinión, colibrí?

—Que grosero.

Rodé los ojos por su actitud. No podía ser posible que este chico fuera quien me ayudara ayer, el chico de ayer era bastante amable y me ayudo sin rechistar.

—En fin, iré a enfermería solo. Tu amiga lleva acosándonos desde hace un rato, dile que deje de ser tan extraña —pasa a mi costado y me empuja con su hombro.

—Astoria —me cruce de brazos y me gire a verla.

—Esto está mejor que mi clase de encantamientos.

—¿Por qué nos seguías?

—Hermana, el chisme me llama a mí —me toma del brazo llevándome por el pasillo— ¡Somos compañeras de cuarto!

—¿Compañeras? —alce una ceja.

—Nadie más quiere dormir en la misma habitación que tú, así que solo dormiremos nosotras dos.

—¡En serio!

—¡Si!

—Primero por tu horario y ver en qué año te asignan.

—¡Cuidado! —un grupo de tres chicos pasan a mi costado empujándome y me tiran al suelo.

—¿Qué les pasa? ¡Animales! —les grite.

—El trio de oro —suspiro Astoria y me ayudo a levantarme—camina Colibrí —se burló del apodo que me habían colocado.

—Ya cállate, que no es gracioso.