Capitulo 3
Los Hargreeves fueron separados por debida seguridad. Aunque se pensaba que la chica no era peligrosa, el chico dejaba mucho a que desear sobre todo por él apellido el cual portaba.
—Nos vemos mañana Tn —Cinco hizo el intento por tomar su brazo pero ella lo impidió.
—Desde aquí tu eres Grindelwald y yo Scamander, no somos familia.
—¡Espera! —intento tomar su brazo de nueva cuenta.
—¡Ya no voy a estorbar! —Tn le gritó triste—. Ahora ve a tu sala común, Grindelwald.
Las facciones de Cinco pasaron a ser una de dolor, la quería y mucho más de lo que quería admitir. Tn siempre la terminaba perdonando cuando era cruel con ella. Solo que estaba vez no estaba seguro cuando tiempo le iba a tomar volver a tener mínimo una sonrisa.
—Chicos en el código de Hogwarts tenemos estipulado qué no se permite gritar a altas horas de la noche.
Severus empujó a la chica por el pasillo y llevo la varita en su mano por si acaso la chica intentaba salir huyendo.
—No pienso huir, profesor.
—No pienso arriesgarme, además, poco a poco aprenderás al modo slytherin como funcionan las cosas.
—¿Qué es eso de salas comunes?
—Primero tienes que preguntar acerca del colegio, es más que obvio que no tienes la más remota idea sobre este lugar.
—¿Quiénes son los Scamander?
—Una familia muy importante dentro del mundo mágico, y hasta donde se sabe no existe algún reporte de una niña —explico al tiempo que caminaban—. Es irónico qué tengan ese apellido...
—¿Irónico? —Tn lo miro con confusión—. ¿Qué es lo que sucede?
—Existe algo llamado libros, así que, cállate y camina.
En la academia Umbrella, ella se acostumbro a este tipo de trato. Su padre solía reprenderla por hablar demasiado. Cuando ella no obedecía la orden, su padre la metía dentro de una caja con música o sonidos como personas gritando en alto volumen, eso le provocaba dolor de cabeza y un desequilibrio en sus poderes. Asi fue como ella solía callarse cuando le ordenaban y se limitaba a llorar en silencio. Por culpa de ello, algo tan simple como gritos o el sonido de fuegos artificiales solían darle un gran temor.
Ella miró con atención a los cuadros los cuales susurraban entre ellos. Algo bastante inusual, sin embargo, no le parecía extraño.
"A Ben le salen tentáculos del estómago, esto es normal" pensó Tn.
Algunos de los cuadros temerosos la saludaban curiosos. Tn les sonreía con una cálida sonrisa y un poco temerosa movía la mano en forma de saludo. Severus la miraba fijamente, le extraño mucho que guardará silencio cuando se lo ordenó y un par de preguntas se formaron en su mente.
—¿Por qué de repente te callas?
—Usted lo ordenó profesor.
—¿Vienes de alguna escuela militar muggle?
—Vengo de una academia.
Sus respuestas eran cortantes debido a que no quería meterse en problemas.
—¿Qué hacían ahí?
—Salvar a las personas.
Snape estaba confundido.
¿Qué clase de lugar los educaba para salvar personas?
Severus no podía unir los hilos, prometió a Dumbledore tener respuestas sobre él lugar de origen de los niños.
—¿Jamás habían estado aquí?
—Señor, si quiere puede torturarnos y le diremos que no somos de aquí —Ella lo mira—. Nosotros venimos de un lugar llamado Academia Umbrella, Cinco y yo teníamos poderes. Él podía dar saltos en el tiempo, sospecho que también por universos y yo podía manipular los elementos. ¿Quiere más sinceridad?
—¿Por qué hablas en pasado de tus poderes?
—Porque de tenerlos su colegio ya hubiera explotado.
Un escalofrío recorrió a Snape, el podía detectar el sarcasmo dentro de las personas. Incluso cuando hablan con ironía pero estaba vez no había rastro alguno de mentira.
—No menciones lo de los poderes a menos que quieras que a ti o tu —Severus pensó un momento—. Lo que sea que sean los maten.
—Tenemos entrenamiento estilo militar...
—Basta —la tomó del hombro y se acercaron a la entrada de la sala común—. Última pregunta ¿En que país estaba ubicada tu academia?
—Estados Unidos.
Snape no dijo más y entraron a la sala común. Un recibidor de color verde oscuro con las cortinas a juego. Daba la impresión de ser de esas casas antigua embrujadas aristocráticas.
—¿Dónde estamos? —Tn miro con atención hacia el gran ventanal qué los recibía— ¿Estamos debajo de algo?
—De un lago —la empujó por el hombro hasta una entrada y de inmediato Tn se tensó. Los recuerdos de su última estadía dentro del cuarto oscuro donde su padre la obligaba a estar con música de fondo.
—¿A donde vamos?
—Te llevaré a una de las habitaciones.
Caminaron por un pasillo hasta una puerta de madera. Dentro de ella había un cuatro camas perfectamente acomodadas. Todas ellas con la misma tela verde desde las cortinas hasta la sabana. El lugar era frío e incluso podía oler a humedad.
—Como veras no compartes habitación con ninguno de los chicos y es por motivos de seguridad.
—Entiendo.
—Te acostumbraras a la soledad —le dio una última mirada antes de abrir la puerta—, si intentas escapar de esta sala común te aseguro que te traeré de vuelta y no de forma amigable.
—Entendido señor.
Snape salió por la puerta dejando a la chica sumergida en sus pensamientos. Se acurrucó en la cama pegada a la pared, y en cuanto sus pies tocaron la suave tela se dio cuenta que era la misma que usaban en casa. No se percató qué a su lado un pequeño elfo colocaba un par de cosas sobre la cama.
—El profesor Dumbledore me encargó traerle estas cosas señorita.
Tn no puedo evitar soltar un leve grito debido al susto.
—¿Usted quien es? —pregunto con la voz temblorosa—, mi intención no es ofenderlo.
—Soy Dobby.
—Tn Scamander supongo —le extendió la mano y el elfo acepto lento—. Un placer señor Dobby.
—Nunca en mi vida pensé en conocer a un Scamander, es un gran honor.
—¿Que tan importante es mi apellido aquí?
—Me contó el profesor que no sabían que era del mundo mágico y veo que no se equivoco —le extendió un uniforme—. Me comentaron que tendría que usar un uniforme negro sin escudo, harán la selección de casa mañana.
—¿Selección de casa? —Tn miro confundída al elfo.
—Por ahora descanse señorita Scamander, le prometo que mañana será mejor.
—Gracias Dobby —tomó sus manos en señal de agradecimiento—. Dime Tn, por favor.
—Tn, lindo nombre —el elfo sonrió—. A Dobby le cae mejor la señorita Scamander qué el señor Grindelwald.
—¿Cinco?
—Tn —Dobby le extendió una bandeja de comida—. Dobby tiene que irse a ayudar a Harry Potter.
—No se quien es Harry pero cuídate, gracias.
El elfo se marchó así de rápido como había llegado. Tn termino acurrucada en la cama pegada a la pared, las luces de repente se apagaron por arte de mágica y ella quedo a oscuras. El miedo y la ansiedad de estar en un espacio oscuro y la caída de un repentino rayo, hizo que por fin la chica saliera corriendo. Debido a la falta de luz no se percató sobre la persona que venía en su dirección y terminó chocando contra esa persona.
—¡¿Qué te sucede?!
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