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Capitulo 26

Narra Tn

Puedo asegurar que nada de lo que me sucedía era justo. Me sentía un rayo de sol perdido entre las nubes grises de una gran tormenta. Me ahogaba la simple idea de pensar en que me esperaba al amanecer, mis cobijas que hacían un campo protector, era lo único que me mantenía segura en esta habitación tan fría.

El jefe de casa, Severus Snape, decidió que lo mejor era que tuviera una habitación sola, sin siquiera cuestionar, mis compañeras de cuarto abandonaron la habitación. El pequeño cuarto tenía un hechizo aislante de ruido, evitaba que nadie pudiera escuchar mi llanto o incluso mis pequeños sollozos mientras intentaba evitar romperme en pedazos por el desastre de vida.

No estoy segura del tiempo que transcurrió, solo estaba claro que tenía miedo de enfrentar lo que sea que estuviera pasando afuera, mi estómago no había dado señales de tener hambre así que solo me limitaba a tomar agua y esconderme debajo de mis mantas. Me recostaba en mi cama y me dejaba llevar por la suavidad de las sabanas, la soledad que estaba sintiendo no me hacía sentir mejor, pero si más segura.

Alguien tocó a mi puerta con dos pequeños golpes. Trague saliva y saque mi varita esperando que fuera alguien desagradable.

—¿Puedo pasar? —Esa voz familiar hizo que recordará de quien estaba huyendo—. Por favor, solo necesito darte algo. Sé que a lo mejor no quieres ver a nadie, pero necesitaba saber que estabas bien, sabes que eres como una hermana para mi...

No respondí, no es que no quisiera, pero algo me impedía siquiera formar dos palabras.

Me toqué mi cuello asustada e intenté decir algo, pero simplemente nada salió de mi garganta, más que un simple quejido.

¿Cuánto tiempo llevaba dentro de este lugar?

No estaba segura.

La persona detrás de la puerta no intentó hablar de nuevo y abrió la puerta con un simple "Alohomora".

—Lo siento mucho, me asustaba que hicieras algo malo —Zabini expresó con miedo—, tiene dos semanas que no apareces en los pasillos del castillo. Sé que a lo mejor no quieres salir, pero me temó que el director ha pedido que salgas de tu habitación.

Con que dos semanas...eso explica porque no puedo hablar.

Negué con la cabeza y con los ojos llorosos le hice una seña de súplica para que no me sacará del lugar.

—Lo siento boxeadora, no puedo hacer nada. Son ordenes de... —Zabini se acercó a prisa a mí y me tomó del rostro—. ¿Por qué no hablas?, ¿Por qué no te quejas?, ¿Qué sucede?

Negué con la cabeza y al intentar hablar nada salió de mi garganta.

—¡Carajo Tn! ¿Por qué no dijiste nada?

Zabini se acercó a mi armario asustado y saco una capa de la casa. Me la colocó a prisa sobre el pijama color azul que llevaba varios días sin cambiar. No esperó a que le diera mi consentimiento cuando me cargo en estilo princesa y salió a prisa del lugar.

Intente de nueva cuenta decirle que no hiciera alguna escena, pero me fue imposible, era como si mi cerebro hubiera olvidado como crear frases. Toque su hombro antes de salir de la sala común de Slytherin para negar con la cabeza que no me sacará del lugar.

—Lo siento, pero no pienso dejar de escuchar tu odiosa voz quejándose de todo —Zabini me llevó a prisa a enfermería, por suerte entre los pasillos no había rastro de alumnos. Eso me daba a entender que todos estaban en clases.

—¡Por favor ayuda! —Zabini gritó.

Mi corazón se hizo pequeño al pensar que Cinco estaría dentro de la enfermería, había estado tanto tiempo sumida en mis pensamientos que no regrese a visitarlo. Al llegar sentí como si una piedra se me incrustará en el estomagó, todas las camas estaban vacías.

Le di un vistazo a Zabini buscando explicación del porqué Cinco no estaba por ningún lado. Me removí incomoda en sus brazos para que me bajará, pero la enfermera me detuvo.

—Tranquila, él está bien. Solo que fue llevado a otra sala donde puedan monitorearlo mejor —. Me explicó con tranquilidad la mujer.

—Ella no puede hablar...por eso la traje aquí. No puede articular ni una sola palabra.

—¿Qué dices? —La enfermera le dio una señal a Zabini para dejarme sobre una de las camillas—. ¿No puedo decir nada?

—¿No es lo que acabo de decir? —Zabini rodó los ojos.

—No entiendo porque sucedería algo parecido. —La enfermera me hizo la señal para que abriera la boca—. Su boca parece en un buen estado, la lengua no presenta alteraciones.

—Entonces, ¿por qué no habla? —Zabini expreso exasperado.

—Había escuchado que a los niños muggles suele ocurrirles cosas similares, como la perdida de la voz por un evento fuerte, o simplemente sea porque no ha hablado con nadie en dos semanas...

—¿Creé que fue porque tuvo una impresión muy fuerte? No tiene sentido. Ella es una bruja, no un muggle.

—¿Crees que yo sé todo? —Bufó la enfermera—. Dale tiempo a que recupere la voz, si en dos semanas no lo hace tendrás que traerla aquí.

—¿Es todo? —Zabini apretó los puños—. Como siempre, no sirven para una mierda.

Zabini me bajó de la camilla y me jalo de la mano para sacarme del lugar.

—¿No estas fingiendo para parecer más interesante? —Zabini me miró con los ojos entrecerrados—. Sabía que tenías complejo de protagonista, pero no creí llegarías a esto.

Zabini intento hacerme reír, pero esta vez había fracasado.

—Pedí que Cinco fuera sacado de la escuela, no me daba confianza que estuviera con la gente que intento matarlo. Espero que te tranquilice saber que ahora él está al cuidado de mi familia, estará bien en casa...

Le di un asentimiento de cabeza en agradecimiento.

—Bien pequeña boxeadora, tienes que ir a cambiarte que tengo mucho que contarte de estas dos semanas... —Zabini me llevó a toda prisa hacia los cuartos de niñas—. Te esperó aquí...

Me tranquilizaba que Cinco estuviera fuera de la escuela, así tenía menos probabilidades de lastimarlo. Confiaba en el único amigo que me quedaba, algo me decía que Cinco podría entrar por la puerta como si nada. Me tomó poco tiempo estar lista, solo me cambie el uniforme, ya tendría más tiempo para tomar un baño. Vi las palmas de mis manos y estaban bastante maltratadas y más delgadas que de costumbre. Vi un poco de mi aspecto en el espejo y me bastó con ver lo demacrada de mi piel para darme cuenta que no estaba bien.

Salí a prisa cerrándome la capa de Slytherin. Le toque el hombro a Zabini para que me dejará pasar y este me miro sorprendido.

—Si no fuera porque es de día, diría que eres igual a los fantasmas. Espero nunca verte de noche, aterrador.

De nuevo intento hacerme reír, pero fue un fracaso. Solo le dedique una sonrisa y un asentimiento para que caminará.

—Bien, entiendo que lo que menos quieres es reír, pero no es un delito. Ese sonido me hace pensar que la vida no es tan mala, boxeadora —paso su brazo por mi hombro—. Bien, por donde inicio...

Alcé los hombros.

—Mujer de pocas palabras, me agradas.

Esta vez no pude evitarlo y sonreí.

—Eso lo vi, es ganancia—Miró el pasillo—. No hablo con Draco y Astoria desde hace dos semanas, se han vuelto el dúo de idiotas. Te juro que no reconozco a Astoria, es como si no fuera ella. Draco sigue siendo el mismo idiota, pero ellos dos juntos son terribles.

Bajé la mirada. No me acordaba de la existencia de Draco, ni menos de Astoria.

—Básicamente no tengo amigos, o bueno. Solo un estúpido de la nueva escuela, te va a caer bien.

Conforme avanzábamos a los pasillos más concurridos me sentía el doble de incomoda por los señalamientos. La gente no sabía nada de guardar las apariencias.

—Lo segundo que tienes que saber, es que tenemos dos escuelas nuevas. Una es Ilvermorny y la otra es... —Zabini se detuvo abruptamente—. ¡Ben, ven!

Me quede helada al escuchar el nombre, no me giré solo me quede como estatua.

—Quiero presentarte a... —Zabini habló, pero yo no estaba cerca de él—. ¡Boxeadora! ¡Ven a conocer a Ben!

Si es Ben, mi Ben.

Estoy jodida.

Cerré los ojos antes de girarme y lentamente levantar mi rostro. Mis manos me sudaban como si hubiera corrido y el calor en mis mejillas no se hicieron esperar.

—¿Chalotte? —Ben dejó a un lado a Zabini y se apresuró hacia mí—. ¿Eres tú?

Cerré los ojos antes la idea de que me reclamará, no tenía idea de dónde venía esta nueva actitud, pero me sentía como un caracol fuera de su concha. Antes de siquiera tocarme, algo me paso enfrente, no estoy segura como fue, pero una mano se interpuso en su camino.

—Te pediría que tuvieras más cuidado, casi la golpeas por tu torpeza —Escuchar la voz de Draco hizo que mi corazón diera un vuelco furioso y la tormenta de recuerdos me llegó de repente—. La asustaras.

—¿Te estoy preguntando a ti? —Ben empujó a un lado a Draco.

—Charlotte... ¿Qué sucede? ¿Qué tienes? ¿Por qué no hablas?

El nombre de la chica lo reconocía fue como las fotografías que me habían mostrado. Había una chica idéntica a mí. Cinco y yo habíamos sido bastante ilusos al pensar que solo nosotros eramos únicos. Este Ben, conocía a Charlotte lo que me va a traer problemas estoy muy segura.

—¡Hermano! ¡Estas confundido! —Zabini intervino—. Ella es Tn Scamander.

—Se nota que en América son unos animales sin clase —Draco rodó los ojos y me dio una mirada al ver que no me defendía—. ¿Qué bicho te pico?

Mantuve mi mirada en el suelo y me limite a tomar del brazo a Zabini para que me sacará de ahí.

—¿Qué le sucede? —Draco detuvo el paso de Zabini.

—No lo sé Malfoy —Zabini rodó los ojos llevándome del brazo—. Ben y Tn caminen que tenemos que ir a clase.

—No, yo tengo que hacer algunas cosas —Ben solo miró de reojo a Draco para darle un asentimiento de cabeza en forma de despedida a Zabini—, mi padre me solicita.

¿Papá estaba aquí?

Es cierto, nuestro padre estaba aquí, tengo algunos vagos recuerdos, pero la pregunta ahora: ¿Cómo fue que llegaron aquí?

No tenía sentido que mis hermanos y mi padre fueran del mundo mágico. Lo que me causaba aún más intriga es como precisamente ellos seguían siendo hermanos dentro de este universo o lo que sea que fuera esta parte de la vida de Cinco y mía. Charlotte era parte de ellos, y Cinco de igual forma.

Ben se alejó de nosotros y sin darme una última mirada se fue por el pasillo. Le indique con un jalón de brazo a Zabini que nos fueramos de ese lugar.

—¿Puedo hablar con ustedes? —Draco detuvo a Zabini—. Es necesario que hablemos.

—¿Ahora si necesitas hablar? —Zabini se safo de su agarre—, sabes que hemos sido amigos mucho tiempo, pero esto fue el límite de mi paciencia. Puedes hacer lo que quieras con todo el colegio, pero menos con ella. A ella la vas a respetar, me tienen hartó Cinco y tú con sus estúpidos juegos. Tn no es un estúpido juguete que puedas agarrar cuando se te pasa el berrinche.

—Vamos Zabini, tienes que estar bromeando... —Draco intentaba buscar mi mirada, pero yo lo evitaba—, sé que tu no quieres hablar conmigo, pero déjame decirle algo a ella.

—¿Quieres hablar con él? —Zabini me preguntó—, si ella acepta con todo gustó los dejaré a solas.

Lo pensé un momento, pero moví mi cabeza en negativa.

—¿Vez? Ella no quiere hablarte, y yo menos —Zabini me jaló del brazo para llevarme con él cuando alguien me jaló del brazo.

—¡Suéltala, Malfoy! —Zabini me soltó abruptamente para tomar del saco a Draco, dejándome caer al suelo.

Me queje en el suelo, sobando mi brazo. Las personas que estaban en el suelo comenzaron a rodearnos y alguien se acercó corriendo a mí por la espalda, una voz femenina me preguntó muchas veces si estaba mal. Me ayudó a ponerme de pie y evitó que me acercará a interrumpir la discusión de los chicos.

—¡Vez lo que provocas! ¡Deja de comportarte como un idiota! —Zabini lo mantuvo cerca de él—. Última advertencia, tu hiciste tu elección y tu bando. Somos amigos, pero en este momento procuró el bienestar de ella, al tuyo. Ella no tiene quien la defienda, ya no te tiene a ti.

—Zabini, deja de meterte en asuntos que no te competen —Draco susurró por lo bajo.

—¿Qué no me competen? —Zabini le respondió de forma irónica—. ¿Crees acaso que la has cuidado como merece? —Mi amigo soltó a Draco y se limpió las manos en su saco—, desde que tu madre te entregó esas fotografías es que estas actuando como un idiota.

El semblante de Draco paso a uno sorprendido.

—Si, se lo de las fotografías. No creas que tu padre fue el único que mando a investigarlos.

—¿Por qué la sigues defendiendo? —Los alumnos los rodearon con risas burlonas—. ¡Ellos son los que mienten!

—¡Ninguno de nosotros tiene el derecho a juzgar los secretos de los demás, porque nuestras familias tienen miles que aplastarían nuestro prestigio! —Zabini me dio una mirada rápida—, porque ella tiene los motivos para ocultarnos cosas, y debiste de creer en su palabra.

Zabini le dio una última mirada para acercarse a mi preocupado.

—Tu amigo me gusta —Un comentario fuera de lo común me hizo mirar a la persona que me tenia sujeta en sus brazos.

Alisson...

—No te asustes por favor, sé que no eres Charlotte.

La mire con los ojos llorosos y por impulso me acerque a ella para abrazarla. Extrañaba a mi hermana, a mis hermanos, mi familia. Extrañaba hablar con mis hermanas hasta la madrugada, anhelaba estar con mamá.

—¿Qué tienes, Tn? —Zabini me tocó el hombro.

—No sucede nada, déjala... —Alisson me acarició la espalda—, no pasa nada.

—¿Quieren que les traiga palomitas? —Zabini encaró a los chicos que estaban mirando la escena—, recuerden que puedo hacer que despidan a sus padres, largo.

—¡Alisson! ¡Esa es Charlotte! —Una nueva voz entró en acción.

—¡Cállate Klaus!

¿Klaus?

—¿No es ella? —Klaus me miró con un puchero—, por un momento creí que era esa pulga ruidosa...ahora no somos un numero par...

—¡Klaus! —Alisson reprendió a Klaus.

¿Ellos igual se tenían como un numero?

Me limpie las lágrimas de mis mejillas para dedicarle una pequeña sonrisa.

—¿Es cierto que puedes crear campos de protección? —Klaus me preguntó

—¡Klaus Hargreeves! ¡Cállate!

—Juro que no te callas, te lanzaré al lago —Una voz masculina se escuchó justó detrás de mí.

Me giré para encontrarme con la mirada de Luther, portaba un extraño uniforme color rojo diferente al que traía Klaus.

—Hazle caso hermano —Diego hizo aparición justo detrás de él con la ropa húmeda—, acabas de arruinar mi uniforme.

—Desde que ustedes entraron a ese estúpido colegio son unos arrogantes—, una voz femenina apareció detrás de Diego y Luther, su fleco recto y su cabello en ondas no estaban. Solo había un cabello cortó dejando su frente al descubierto con la línea divisora a su lado izquierdo—, siguen siendo unos idiotas.

Esta Vanya me daba escalofríos.

—Que linda reunión familiar, estamos todos —Vanya apartó la vista de su libro y sus ojos se conectaron con los míos—, es un gusto ver el rostro familiar de Charlotte, aunque no seas ella, que lastima.

—Vanya —Luther la fulminó con la mirada—, deja de ser descortés.

—Solo soy sincera —Vanya recorrió con su mirada a Zabini—, ¿Quién te invitó al circo?

—Yo me invite. —Zabini respondió serió— ¿Algún problema?

—Bienvenido, te divertirás mucho —Vanya me sonrió mostrando sus dientes, no era de amabilidad era una divertida y juguetona—, solo nos falta un idiota.

—No te proyectes hermana, que sabemos que la única bestia sin sentimientos eres tu —Ben apareció justo detrás de mí—, no me alegra verlos, pero supongo que es nostálgico ver a toda la familia reunida.

—Idiota —susurró por lo bajó Diego.

—¿Qué dijiste? —Ben lo desafío.

—Idiota —Diego le repitió más fuerte.

—Supongo que su reunión familiar debe de ser interrumpida porque Tn y yo nos tenemos que ir, con permiso —Zabini me tomó del brazo para sacarme rápido de ese lugar.

—Nos vemos Tn—Vanya se despidió pero solo alcance a distinguir su sonrisa socarrona para desaparecer por el pasillo.

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Narrador omnisciente

Los hermanos Hargreeves se quedaron quietos sin detener a Tn. En cuanto los dos chicos se perdieron de vista, ellos miraron que no hubiera nadie en los pasillos para hablar.

—¿Puede hablar? —Vanya preguntó a sus hermanos.

—No le pregunte, cuando la vea, lo haré —Klaus respondió.

—Klaus, mejor cállate —Vanya rodó los ojos.

—No puede hacerlo, yo pude hablar con el idiota de Zabini y me contó un par de cosas.

—¿Muy interesantes? —Vanya sonrió—, la verdad es que no se ve tan amenazadora como Charlotte.

—Pero a nuestro padre le sirve, no importa quién de los dos sea—Ben les confesó—, necesitamos saber que poderes tienen para descartar a alguno.

—¿Cómo haremos eso —Diego preguntó?

—Lo mataremos, al que no nos sirva —Luther se alzó de hombros.

—Bien dicho Luther —Ben le extendió su mano para chocarlas a Luther—, necesito que vuelva a tomar la poción del silencio, quien sabe y puede tener alguno de nuestros poderes, no me arriesgaré a que sea más poderosa que nosotros

—¿El chico? —Diego preguntó.

—Zabini me dijo que esta resguardado por parte de su familia, pero no sé dónde será eso exactamente —Ben aseguró.

—Bien, mantengan la guardia y si pueden intenten ser amigos de la chica. El plan debe de continuar, no tenemos mucho tiempo antes de que comience el torneo.

Alisson solo los observo sin decir nada, algo dentro de ella le hacía sentirse mal. Todos los hermanos se alejaron en distintas direcciones.

—Alisson —Vanya le hablo—, recuerda que la academia es primero, luego los sentimentalismos.

—No voy a traicionarlos, si esa es tu preocupación.

—Eso espero, te recuerdo que podemos reemplazar a cualquiera, solo recuérdalo.

—Sí, Vanya —Alissón se alejó por los pasillos dejando a su hermana pensativa.

—Siempre fue débil y algo me dice que no está de parte de nosotros, vigílala muy de cerca, Luther —Vanya externó molesta—, largo.

—Si —Luther de forma torpe fue detrás de su hermana. 

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