Narra Tn
Estaba tan cansada de estas visiones o sueños que poco a poco me sofocaba la idea de pensar en que algo malo sucedería a lo largo de los meses. La prueba de ello era que por poco perdía el control de mis poderes, o más bien del elemento fuego y me deje dominar mi percepción de las cosas por el aspecto negativo de mis emociones. El tener que lidiar con estos cambios bruscos de humor debido a los sentimientos provocados por ciertas personas era una de las cosas a las cuales me estaba acostumbrando.
Mi corazón aun dolía por las cosas que Draco había dicho días antes, e incluso aun recordaba con pesar el hecho de que gracias a un berrinche de su parte un hermoso animal iba a sacrificarse. Entiendo que la forma de pedir una explicación no fue la correcta y la reacción del albino estaba justificada de cierta manera, aunque no podía ignorar el hecho que me había lastimado con sus palabras. Pienso en que si tan solo se hubiera ido a disculpar mientras estaba en enfermería, tal vez, y solo tal vez pensaría en perdonarlo, pero no fue así.
Por el otro lado tenía a Cinco, el cual siempre había sido indiferente tanto en sus emociones como en sus acciones mientras estábamos juntos en la Academia. Algo a lo cual estaba acostumbrada a lidiar, es solo que sentía una extraña sensación el hecho de que ahora terminando la clase fuera en busca de la pelusa parlante que iba a todos lados con ella, y ahora que era su novia, no podía imaginármelo riendo con alguien más.
Intento ignorar los sueños, lo juro, pero ahora que vi en esta tonta bola de cristal a Cinco herido y lastimado, no tenía dudas sobre que algo malo iba a suceder con nosotros si nos quedábamos mucho tiempo en este lugar. En algunos de esos sueños, Draco me miraba con un semblante triste o nostálgico, incluso de arrepentimiento.
Un toque suave en mi mejilla logró sacarme de mis pensamientos. Cuando regresé al mundo real, me vi de cerca unos ojos color azul grisáceo, me pierdo unos momentos en esa mirada que esta vez no había rastro frio o incluso de indiferencia. Draco mantuvo su mano en mi mejilla, dando leves círculos con su pulgar ayudándome a regresar a la realidad completamente debido a una descarga o un cosquilleo en mi mejilla. Su toque me causó un escalofrió extraño, que se transformó en algo como un leve dolor en el estómago.
Un poco más consciente aparte mi mirada de Draco, para encontrarme con los ojos de Cinco sobre nosotros justo frente a mi. Quite el toque del albino de mi mejilla un tanto aturdida por las emociones tan complicadas que estaba teniendo. Hargreeves solo me miró y no hizo nada por intentar ayudarme. Draco tomó mi mentón para hacer que lo mirara y con una voz casi aterciopelada preguntó:
—¿Puedes ponerte de pie Colibri?
Algo en mi pecho se sintió cálido, aunque quería odiarlo y decirle que me dejara en paz...
Extrañe que me llamará de esa forma...
No puede responder nada, solo abrí la boca, pero no articule absolutamente nada.
El albino se puso de pie un instante para poder ponerse en cuclillas a mi costado, no había notado hasta ahora que tenía una forma muy elegante en hacer las cosas, incluso su forma de hablar me daba a entender que teníamos una educación completamente diferente. Con delicadeza me tomó de mi cadera con su mano, sin hacer presión. Con la mano libre, tomó mi mano, de forma que me tenía bien sujeta. Lo mire anonada al tiempo que ayudaba a que me pusiera de pie, es solo que esta vez no me miró.
—Ten más cuidado Colibrí —susurro por lo bajo y me dejo lentamente en mi asiento, me soltó despacio y camino a su lugar.
¿Cómo podía odiarlo?
Me sentía tan estúpida al sentir mi corazón latir al mil por hora, aunque apenas unos segundos me había tocado, aun sentía una rara picazón donde había agarrado mi mano. Busque a Draco de nuevo en su asiento y antes de girarme a ver a otro lado, un Zabini muy feliz, me alzaba las cejas y con sus pulgares imitaba un me gusta. Lo mire indignada porque prefiriera festejar este encuentro tan extraño.
Alce mi cabeza mirando a Cinco de reojo, y al notar su mirada me di cuenta de la molestia que tenia en sus ojos. Sus puños estaban apretados y no me decía nada, solo me miraba y hacia muecas apretando los labios.
—Señor Grindelwald, tome asiento —La profesora le pidió a Cinco, el cual solo asintió y sin rechistar fue a sentarse.
Durante el resto de la clase me mantuve con la piel de gallina por la constante mirada de Draco, la cual por cierto, nos disimulaba en los absoluto. Aunque intentaba anotar en mi pergamino aun me sentía cansada y angustiada, no dejaba de ver la escena en mi cabeza donde Cinco estaba encerrado. Cuando por fin escuche el término de la clase, intente salir corriendo, pero una mano me detuvo del brazo, Zabini me paso una nota y guiño un ojo saliendo de la clase.
"Controla tu sonrojo o se dará cuenta"
Saque mi varita y le apunte molesta por su intervención. Cuando di el paso para poder perseguirlo empuje la bola de cristal que Hermione lanzo al suelo.
—¡Solo deja que devuelva esto y te mató Zabini! —al darme la vuelta me tome de frente a Harry.
Le sonreí y este me correspondió con una sonrisa tensa. Sentí extraño al ver esa mirada de su parte, por lo regular siempre me daba una sonrisa mostrando sus dientes y algunas veces solía preguntar cómo iban las clases, esta vez solo se limitó a una media sonrisa. Al intentar girar y ver a la profesora, ella nos agarró del brazo a Harry y a mí.
"Amo y sirviente se reunirán y a alguien más culparán. Justo a la luna llena los números tendrán sentido, no subestimen al tiempo o el los consumirá. La estadía de gente extraña traerá muerte y sufrimiento"
Harry me miró asustado y yo me acerque a el para tomarlo de la mano. La profesora comenzó a toser y regreso a su voz normal.
—¿Que decían mis niños? —la profesora estaba actuando como si nada hubiera sucedido.
—Aquí está la bola de cristal —Harry me jalo de la mano, llevándome hacia afuera del aula.
—¿Que fue eso? —le dije confundida.
—¿Que tienes que ver con Peter Pettigrew?
—¿Quién?
—Sé que saliste de noche cuando estabas en la enfermería, Cinco y tú.
—¿Cómo sabes que nosotros?
—Los vi, en el mapa. Ambos caminaban al lado de Peter, yo los vi.
¿De quien?
Dios este chico cada vez estaba más confundido o la fama le están cayendo mal.
—En serio que no entiendo de que me hablas, admito que vi a Cinco pero no estaba con nadie más.
—Promételo o juro que no confiaré en ti de nuevo...
—¿Tu igual vas a dudar? Soy tu amiga.
—Eres una slytherin...
—¿Te he demostrado que a mí me interesa algo tan estúpido como tener orgullo por una casa? —le dije dolida—para desconfianza ya tengo a Cinco y Draco, no necesito a nadie más.
—¿Por qué te pones a la defensiva?
—¿Cómo qué por qué? —le dije incrédula—me estas acusando de algo que no hice y señalando solo a mi persona porque pertenezco a una casa de color verde.
—Además, qué eres amiga de Draco...
—Los problemas que tengas con el albino, no tiene nada que ver conmigo. Soy tu amiga y eso lo deje claro, pero por lo visto, tu no me consideras una —pase a su lado enojada—gracias por visitarme en la enfermeria.
Baje la escalera molesta hasta que Harry me alcanzo tomando mi hombro.
—Lo lamento, es solo que te juro que estabas con alguien más cuando vi el mapa...
—Harry, no había nadie más que Cinco y yo, sé que no debería de contarte, pero estuvo a punto de besarme ese día.
—¿Te beso? —Harry me miró incrédulo, —creí que eran familia...
—No pienso responder a eso...
—Eso no es importante, solo era una duda, hay rumores.
—¿Rumores? ¿Cuáles?
—Se dice que Cinco y tu son hermanos.
—¿De dónde escuchaste eso Harry?
—Hufflepuff...
Esa pelusa parlante iba a tener una larga platica conmigo sobre meterse en cosas que no le interesan.
—Fue la novia de Cinco.
Mi estómago se revolvió cuando escuche como se refirió a Delores. No me gustaba que se refiriera a ella de tal forma, pero no podía hacer nada, era su novia.
—¿Que importa si Cinco y yo somos hermanos cuando él tiene a una bella chica a su lado?
Sonreí un poco triste y camine hasta llegar al pasillo qué nos llevaría a la siguiente clase.
—¿Te gusta, cierto?
—Andas muy entrometido hoy...
—Digamos que me agrada no ser el centro de atención todo el tiempo...es aburrido.
—Pero tampoco soy un circo, Potter —rodé los ojos.
—Te salió igual a Malfoy, a veces se me olvida que eres una slytherin.
—Ya me contaron que el sombrero iba a enviarte a Slytherin, así que deja de decir cosas malas sobre mi casa.
—Olvide decirte —Harry me miró triste—Hoy es el día donde van a sacrificar a Pumbick.
Lo miro triste sin decir nada, solo me límite a caminar a su lado hasta llegaste al pasillo qué separa la sala común de Slytherin y gryffindor.
—Voy a quitarme esta túnica, es una falta de respeto para él —exprese triste.
—No fue tu culpa, en todo caso fue Malfoy.
—Lo sé, pero pude haber hecho algo para evitarlo.
—También yo —Harry me dio un asentimiento con la cabeza.
—Te veo en un rato Potter.
Camine hacia la entrada de la sala común, al llegar. Cinco estaba sentado sobre el sofá leyendo un libro de pasta color azul. No alcance a notar el nombre porque en cuanto me vio escondió el libro.
—¿Te enteraste? —pregunto sin mirarme.
Estoy confundida. Me había enterado de varias cosas no tan buenas el día de hoy.
—¿Hablas de Buckbeak? —trague saliva evitando el tema de Delores que me causaba querer vomitar.
—Si, quería preguntarte si me dejas acompañarte.
No.
No quería.
No lo quería cerca.
—Claro, sin problema —respondí intentando tragarme el coraje.
—Nos vemos en dos minutos —se transportó en segundo dejándome sola.
Camine hacia mi habitación que compartía con Astoria, la cual no había aparecido por ningún lado por una extraña razón. Busco entre su baúl alguna de las prendas que le trajeron los elfos y de la nada escucho un quejido. Ella se asustó en cuanto lo escucho y con su varita apunto a uno de los rincones de la habitación donde vio a su amiga hecha un ovillo con la cara escondida en sus piernas.
—¡Por Merlin! ¿Qué sucede Tori? —me acerque corriendo a ella y en cuanto me vio, se lanzó a mis brazos llorando sin parar.
Juro que si alguien le hizo daño, iba a pagarlo.
—¿Soy tan fea? —me dijo de la nada.
Abrí los ojos sorprendida por su declaración.
La chica de cabello castaño., ondulado y largo con ojos verdes como el bosque, con pestañas largas y onduladas. Una nariz respingada y una sonrisa encantadora y cálida. Tiene la sonrisa más tierna y sus hoyuelos en sus mejillas, que cada vez que sonreía se marcaban haciendo que se viera aún más tierna de lo que ya era. Sus abrazos cálidos y su gran corazón...
No, claro que no era fea.
No tenía ni un gramo de maldad en su sistema y su forma de ser tan diferente a todos los slytherin, le daba ese encanto natural.
Iba a matar a la persona que le hizo creer tal cosa.
—¿Qué sucedió? —pregunte triste y enojada.
—Unas chicas de mi clase de defensa dijeron que era tan escuálida y sin chiste. Incluso los chicos de mi clase se rieron cuando uno de ellos menciono que era de las más feas de los Greengrass...
—Son unos idiotas... —la abrace intentando consolarla.
—¿Crees que llegue a gustarle a alguien? —me dijo triste.
—Eres hermosa Tori, no dejes que nadie te diga lo contrario.
—¿Sabes? Siempre he soñado con encontrar a alguien que este conmigo y tener una familia...y un hijo o una hija... —confeso Tori.
—Lo tendrás, te lo aseguro, ahora no te angusties que sé que alguien muy especial tendrá solo ojos para ti —acaricie su cabello.
—Siempre he soñado con formar una familia, ahora tengo miedo de jamas encontrar a alguien —confesó triste la chica—sé que suena estúpido, pero un día al estar leyendo un libro, vi un nombre que me gustó mucho...
—¿Qué nombre?
—Scorpius —me confesó con una media sonrisa.
Un dolor agudo en mi cabeza me atacó, sentí como si me apretaran el cerebro. Solté a Tori para tocar mi cabeza porque el dolor aumentaba, al cerrar los ojos puede ver algo. Su amiga se veía aún más pequeña en esa ilusión, traía cargando un gato color blanco y en la otra una bolsa llena de dulces. Lo que estaba viendo se veía muy borroso, solo distinguió cuando la chica abría el compartimiento de un tren:
"Está ocupado este lugar, niña tonta".
"A parte de grosero, mal teñido".
"¿Qué dijiste?"
"Que aparte de grosero eres mal amigo"
Tori le sonrió de forma sarcástica.
"Me importa muy poco, ahora, largo".
"Toma una golosina, y prometo que tendrás el viaje más divertido".
"¿Es de manzana?".
"Si, lo es".
"Bien, adelante".
"Astoria Greengrass"
Mi amiga le extendió los dulces de manzana y él los agarró con una sonrisa.
"Draco Malfoy"
Mis ojos se sentían pesados, quería llorar...
Draco Malfoy estaba destinado a estar con Astoria Greengrass...
Yo evite que ellos se conocieran...
—¿Qué sucede? —Tori me movio asustada— ¡Tn!
—¿Qué sucede? —Cinco apareció de la nada a mi lado.
—Cinco —dije en un susurro— ¿Qué hemos hecho?
—¿Lo viste no? —Cinco pregunto.
—¿Vio que cosa? —dijo confundida Astoria.
—Me paso el día de ayer con Delores... —dijo incómodo.
—¿Cambiamos toda la línea temporal? —susurre asustada.
—Si, y me asusta lo que suceda.
No podía ni mirar la cara de mi amiga, me sentía mal y culpable.
Ella estaba destinada a conocer a Draco...pero eso nunca sucedió...
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..
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Holaaaa
¿Tanto tiempo?
Si
Hay un motivo, tengo mucha tarea y además que estoy trabajando en la segunda parte de Paralelo vol 2, con emoción y todo pero aqui hay otro capitulo...
Bueno listos para el drama o no...allá vamos...
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