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Capitulo 13

Narra Tn

Estar dentro de Hogwarts estaba siendo un respiro para mí, conectar con algunas personas de este colegio solo me daban a entender que amaba esta libertad que nunca tuve en la academia. Me hacía sentirme parte de algo, una parte donde podía ser yo misma y no numero 8.

Mis nuevos amigos me hacían reír cada que podía, el tener a Zabini bromeando sobre mi cabello o molestando a Astoria formaba parte de pan de cada dia. El tener a Draco a nuestro lado haciendo caras sobre las cosas que mencionaba su amigo me daban mucha risa. Sabía que muy en el fondo Draco amaba estar con sus amigos. Estar con ellos hacia que mi vida fuera más llevadera, sin embargo, muy en el fondo extrañaba la Academia Umbrella.

La Academia Umbrella era un pilar muy importante, estaban mis hermanos y las personas que más quería en el mundo por más arrogantes que fueran, solo que siendo sincera desde que no tenía mis poderes podía sentirme más segura sobre lo que sentía, sin miedo a terminar con la mitad del mundo debido a la inestabilidad de ellos.

No había tenido la oportunidad de confesarle a Cinco que mis poderes estaban regresando gradualmente, y eso no era lo más preocupante, si no que las pesadillas que rodeaban a mi mente cada que dormía me estaban matando. El poder manejar los cuatro elementos podría decirse fácil, pero había un elemento que nunca pude controlar y que era muy débil en su manejo, fue el fuego.

¿Cómo fue que me di cuenta de este cambio?

Fácil, en la clase de Herbologia logre hacer florecer una de las macetas sin la necesidad de tener a la mano un manual o la varita que Albus nos obligó a conseguir. Tenía miedo que eso me hiciera ser un blanco fácil, debido a lo que me había enterado días antes sobre el destino que nos marcaba a Cinco y a mi, en caso de hacer algo malo.

¿Qué pasaría si se enteraran que tengo poderes?

Terminaría en prisión es seguro.

¿En qué momento me toco ser la persona que está a punto de estar detrás de las rejas a perseguir a los malos?

—Señorita Scamander, le pido que nos comparta sus pensamientos ante la clase.

—¿Qué? —me lograron sacar de mis pensamientos—no entiendo de que me habla profesor.

—Si quiere limitarse a poner atención a la clase se lo voy agradecer.

El profesor Snape había tenido que tomar el lugar del profesor Lupin durante unos días y su constante molestia por la pérdida de la concentración en su clase estaba siendo tema de diario.

—¿Hombres lobo? —pregunto Hermione.

—¿Eso existe? —cuestione.

—¿Qué no vez a Cinco? —Zabini extendió el libro hacia Cinco comparándolos, —se parecen mucho.

—¿Quieres que te parta la cara? —Cinco lo miro furioso.

—Controla tu humor, perro —Zabini le sonrió de forma descarada.

—¿Quieren callarse de una vez? —Draco rodo los ojos.

Las cosas entre nosotros no estaban bien desde que tuve ese ataque de pánico en el pueblo. Al día siguiente, Cinco se había empeñado en sentarse conmigo a todas horas y no dejarme sola en ninguna clase, en esta clase habíamos decido sentarnos hasta en frente yo a la derecha y el a la izquierda. Detrás de nosotros estaban Draco y Zabini.

Toda la clase no había dejado de susurrar cosas sobre nosotros o lo que sucedía.

—¿Quiere lavar los baños señor Grindelwald? —Snape miró de forma seria a Cinco.

—¿Quiere que le meta por la gargan...? —le pise el pie antes de que continuara hablando.

—Cállate por favor Cinco... —le dije en un susurro.

—Eso me dolió —Cinco me regreso el pisotón.

—Cálmate Hargreeves, antes de nos regañen... —le dije por debajo.

—¿Miedo o qué? —Cinco me sonrió.

—¿Miedo? ¿yo? —le di un manotazo en el hombro jugando.

—Eres una miedosa —Cinco me regreso el manotazo en la mano.

De alguna forma mientras la clase transcurría Cinco terminó tomando mi mano entre las suyas y mientras la clase avanzaba no me soltaba la mano, aunque tuviera que escribir con la otra. Mi corazón latía con fuerza porque era la primera vez que él me tocaba sin ser molesto, termine en un trance debido al toque de sus manos y de algún momento a otro solo me quedo mirándolo y me perdí en los dos lunares que tenía en la mejilla.

—¿Qué sucede? —Cinco se giró a verme con una media sonrisa.

—¿Te dije que me gusta mucho tu sonrisa? —le dije sin más, arrepintiéndome en ese instante por mis palabras.

—Creo que lo hare más a menudo... —susurro hacia mí.

—¿Hacer que cosa?

—Sonreírte más seguido.

Un sonido me saco del trance en el cual estaba y al girarme a ver, Draco estaba juntando su libro del suelo. Zabini me dio una mirada y negó con la cabeza para que no dijera nada.

—¿Se le perdió algo señor Malfoy? —Snape estaba molesto por la interrupción de su clase.

—Se me resbalo el libro de la mano.

Draco dejo el libro sobre la mesa y coloco sus manos entrelazadas sobre ella.

—Señor Grindelwald —pregunto Snape— ¿Puede decirme de que otra manera se le llama a la enfermedad que traen consigo los hombres lobo?

Cinco se quedó un rato pensando, pero muy confundido. Hermione alzo la mano seguida de Draco.

—No creo que pueda haber alguien tan estúpido... —Draco dijo al aire.

—¿Qué dijiste? —Cinco le mostro una mueca.

—¿Escuchaste tu nombre? ¿No? —los ojos de Draco estaban un poco oscurecidos—entonces cierra la boca.

—Señor Malfoy.

Le dio la palabra Snape.

—Licantropía —sonrió victorioso y le mostró una sonrisa a Cinco.

—En lugar de estar coqueteando con la señorita Scamander debería de ponerse a leer.

Todo el salón comenzó a reírse y la cara de Cinco comenzó a ponerse más seria.

—Scamander.

Carajo no había puesto atención a nada de lo que dijeron.

—Sí, profesor.

—¿Quién invento la poción Matalobos?

No.

Tenia.

Ni.

Idea.

—Damocles —Draco me salvó y le mostro una sonrisa a mí compañero de asiento—creo que al final sí hay alguien mejor que tú.

—Bien —Snape apuntó en su pergamino—Señor Malfoy, tendrá la oportunidad de dejar el castigo al señor Grindelwald.

—¿Castigó? ¿Por qué? —Cinco se transportó al lado del profesor.

—Vuelva a su asiento —Snape pronuncio.

—Acaba de decir que merezco un castigo, eso no es posible —Cinco dijo furioso.

—Es un cobarde —Zabini se burló.

—Cálmate Zabini —le dije entre dientes.

—¿Se te olvida quien fue el que te metió ese derechazo? —Zabini me enfrentó, —se lo merece por idiota.

—Ir con el guardabosque, estoy seguro que le gustara esa ambientación —Malfoy sonrió con triunfo.

—¿Crees que ganaste no? —Cinco lo reto con la mirada.

—Señor Grindelwald, vaya a sentarse y espere al término de la clase.

Cinco fulminó con la mirada a Draco y regreso a sentarse a mi lado.

—Voy a darle su merecido a ese estúpido, lo juro.

Me gire a ver a Dracp y este solo me ignoro desviando su mirada hacia una de las chicas de Slytherin.

—¿Se te perdió algo? —Draco me confrontó.

—¿Qué sucede contigo?

—Sucede que quiero que dejes de meterte en asuntos que no te importan Tn —Draco se puso de pie y el profesor Snape lo dejo partir de la clase sin decir nada debido a que dos minutos después la clase fue finalizada.

¿Tn?

¿Por qué de repente me decía por mi nombre?

Desde hace días lo había notado distante, pero seguía diciéndome por ese apodo, algo que no pensé que extrañaría.

—Déjalo esta de mal humor —Zabini paso a mi lado, —te veo al rato boxeadora.

—¿Por qué esta de mal humor?

—Por ese insecto que traes pegado —miro de forma despectiva a Cinco—si tarado, hablo de ti.

—¿Quieres que te de tu merecido? —Zabini dio un paso hacia delante dejando que Cinco lo tomará de la camisa.

—Vamos intenta darme con un golpe y te juro que te enviaremos a Azkaban —Zabini sonrió victorioso.

—¿Cómo sabes eso? —aparte la mano de Cinco de Zabini.

—¿Recuerdas que nuestros padres son parte del ministerio? —Zabini miró al suelo—tu amigo va a terminar en Azkaban y eso es inevitable.

—¿Sabes acaso lo que pasara con ella si logran sacarme de aquí? —Cinco me tomó de la mano pegándome a él, un gesto que no detuve.

Zabini me miró confundido.

—Me enviaran a Estados Unidos —mire el suelo de nuevo recordando la conversación que escuche.

—No, eso no es algo que se pactó, nunca dejaríamos que te llevaran a Estados Unidos.

—¿Crees que a ellos le importa? —Cinco mantuvo la compostura—ellos tienen miedo y unas personas con miedo hacen cosas sin razón, si me envían a Azkaban, ella estará sola.

—No, nos tiene a nosotros.

—Vamos idiota, no la conocen en lo más mínimo.

—La conocemos lo suficiente para ser sus amigos, no necesitamos saber sus secretos para tenerle la confianza y el cariño hacia ella.

—¿Crees que eso les ayudara cuando llegue la hora de controlar sus poderes?

—¿Tienes poderes? —Zabini me miro impactado.

—Tenia, ahora ya no.

—Pero los tendrá, cuando aparezcan de la nada espero que sepan que hacer para que no pierda el control.

—Cinco, no se han presentado indicios sobre tenerlos.

Mentirosa.

Que gran mentirosa.

—¿Crees que no me doy cuenta que me estas mintiendo? —Cinco negó con la cabeza —camina, tenemos que ir con el guardabosque.

—Se llama Hagrid —reprendí a Cinco.

—¿Si? —Cinco alza sus hombros—no me interesa.

—¿Podemos vernos después en la sala común? —Zabini me dio una mirada de preocupación—por favor.

—Claro que sí.

Cinco no dejo que me despidiera y me arrastró por los pasillos del castillo.

—¿Por qué no te transportar para ir de un lado a otro?

—Porque no quiero que ocurra un incidente, el director me restringió mis poderes, no puedo usarlos si no es por una emergencia.

No me había percatado que desde que habíamos llegado Cinco y yo éramos de los pocos alumnos que mantenían el uniforme del colegio en excelente estado, con todo el uniforme alineado, supongo que la costumbre de la Academia, solo que en mi parecía ser un uniforme común y corriente, pero en él parecía hacerlo ver aún más lindo de lo que sabía que era.

—¿Vas a obedecer las reglas? —mis facciones pasaron a ser una de sorprendida.

—¿Qué tiene? —Cinco mantenía la vista al frente y al caminar escuchaba los suspiros de algunas de las chicas—es por ti que lo hago, sabes que sus reglas me importan un carajo.

—¿No te importa?

—¿Cuál?

—A las chicas solo les falta tener un letrero en la frente que diga que les gustas —dije incomoda.

—¿Tu lo tendrías?

¿Qué?

¡No!

¡Si!

¡No sé!

—No estoy segura...

—¿Segura de usarlo o segura de que aun te gustó?

—¡De no usarlo! —lo empujé nerviosa y salí huyendo. — ¡El último en llegar es una lombriz!

—¿Por qué quieres jugar algo que siempre ganó? —Me sonrió y salió corriendo detrás de mí.

Siempre que nos hacían correr por escaleras por los entrenamientos, él solía usar sus poderes para ganarnos a todos. Mi padre decía que el aprendió a adaptarse, lo cual insisto que es trampa, solo que le cambió el nombre.

—¡Es por el pasillo derecho!

—¡Es mentira!

—¡No soy un mentiroso!

Paso a mi lado y me empujó para quitarte del pasillo. Me estampé contra una de las paredes sin hacerme mucho daño, me puse de pie rápidamente y corrí detrás de él hasta llegar colina abajo donde estaba la cabaña de Hagrid. Me detuve un momento a causa de que Cinco me detuvo con su brazo y me hizo girar a ver la escena.

Harry, Hermione y Ron estaban entrando a la cabaña de Hagrid, solo que se notaba que llevaban mucha prisa, le extendí la mano a Cinco y lo llevé conmigo hasta la entrada. Antes de tocar la puerta escuche que Hagrid tenía la voz entrecortada. Toque la puerta a prisa y me recibió Ron con una leve sonrisa.

—No creo que sea buena idea que él esté aquí —Ron mostró una sonrisa tensa.

Cinco me extendió la mano y negó con la cabeza.

—¿Hagrid está bien? —pregunte asustada—él no va a decir nada o hacer algo estúpido, lo juro.

—Lo voy a intentar —apreté su mano.

—Nada raro número Cinco.

Cinco soltó mi mano de la nada y entró a la cabaña en silencio.

Al entrar me di cuenta que Hagrid quería llorar, tenía los ojos vidriosos y su mirada mostraba muy tristeza.

—¿Sucede algo? —Me acerque a Hagrid y coloque la palma de mi mano su espalda.

—Es sobre Puppick —Hermione respondió.

—¿Qué sucede? —mire a los cuatro en busca de respuestas.

—Fue culpa de Malfoy —Ron soltó de golpe.

—Es su amigo no digas nada —Harry lo reprendió.

—Por favor, tiene que saber cuál es la verdadera personalidad de su amigo —Ron me miraba un poco molesto.

—¿Qué tiene que ver Malfoy? —los mire esperando respuestas.

—Tn —Hermione se puso de pie— ¿recuerdas la primera clase de cuidado de criaturas mágicas?

—Si la recuerdo ¿Qué sucede?

—¿Recuerdas que Draco se acercó a Puppick y salio herido?

Los hilos en mi mente comenzaron a unirse por lo sucedido de ese día. Recordaba que Draco había prometido vengarse por su brazo herido.

—¿Qué fue lo que hizo? —Mi vista comenzó a nublarse.

—¿No entiendes? —Cinco se giró a verme con la mirada seria. —No pienso decir nada estúpido.

Hagrid no decía nada y solo miraba el suelo, mi corazón se hizo pequeño en cuanto vi que todos me miraban impacientes.

—Habla que no entiendo.

—Draco logro que su padre hiciera una audiencia para declarar a Puppick como una bestia peligrosa... —explico Hagrid.

—¿Qué cosa hizo? —apreté mis puños— ¿Fue capaz de eso?

—No conoces a Malfoy —Hermione declaro—no es lo que parece, contigo se controla porque tenemos la idea que le gustas.

—Te dije que era un idiota... —Cinco se recargó en uno de los muebles.

—Tu igual lo eres —Hermione lo fulmino con la mirada—pero mínimo no actúas como si no lo fueras.

—¿Qué sucedió en la audiencia? —mire a Hagrid.

—Lucius Malfoy convenció a todos que era una criatura muy peligrosa. Le dieron el peor castigo de todos, fue sentenciado a muerte —Hagrid no pudo más y comenzó a llorar.

Mi mente se rehusaba a creer que ese chico que le había dado uno de los mejores regalos era un idiota con las personas. Sé que no le agradaban mucho las personas en general, pero llegar al punto de sentenciar a un ser vivo a un castigo como la muerte, era algo que no podía soportar.

—Ya regreso.

Corrí afuera de la cabaña, aun cuando los gritos me decían que me detuviera. Escucha que repetían mi nombre una y otra vez, solo que la furia en mi sistema me cegaba por completo. No podía soportar la idea que un ser vivo e inocente fuera asesinado por una injusticia. Busque con la mirada mi objetivo hasta dar con él, y aunque Cinco se puso frente a mí y tomó mi rostro con sus manos, de un tirón lo aparte.

—Suéltame antes de que te haga daño... —repeti entre dientes.

—Tn, relájate, por favor... —Cinco me miró asustado.

—Suéltame o no respondo.

—Tn, sé que no eres...

Lo aparte de mí y continúe hasta llegar a Malfoy

—¡Eres un ser despreciable! —sin más estampe mi puño en su nariz.

—¡Tn! —Hermione intentó detenerme.

—¡No puedo creer que hicieras que fueran a sacrificar un ser tan increíble como ese!

—¿¡Que te sucede?! —Malfoy se levantó del suelo, pero con su palma en la mano para detener el sangrado.

—¡Van a matar a Puppick!

—¡Es lo que se merece esa asquerosa criatura!

—¿Asquerosa? —una sonrisa de coraje se formó en mi rostro— ¿Eso mismo piensas de los que no son sangre pura?

—¡Sí, así como tú!

—¿Cómo yo? —le respondí de forma sarcástica.

—Estas muerto Malfoy...—Cinco apareció e intento darle un golpe a Draco pero Zabini llego justo a tiempo para apartar al rubio del camino y recibir el golpe por parte de Cinco.

—¡Eres igual de idiotas que la sangre sucia de tus amigos!

—¿Qué es lo que dices? —le pregunté dolida.

—¡Eres una decepción para los Slytherin! ¡Nunca vas a estar a nuestro nivel!

Un flashback de la Academia Umbrella apareció, justo en el momento cuando intente filtrarme a una de las misiones de mis hermanos. Recuerdo que Allison y Diego eran los primeros en repetirme que no podría nunca llegar al nivel de ellos. Y justo las mismas palabras que había repetido Draco, antes ellos lo dijeron.

Me perdí tanto en mis pensamientos que no note cuando Cinco y Draco habían comenzado a discutir. Mis oídos comenzaron a zumbar y de la nada deje de escuchar los gritos, solo un constante pitido en mis oídos. Poco a poco me deslice quedando sentada sobre el suelo, haciéndome un ovillo, baje la mirada al suelo y me di cuenta que estaba a punto de perder el control.

Mis manos comenzaron a sentirse calientes y cuando las mire de las flamas de mis dedos un par de diminutas llamas comenzaban a brotar. Las flamas poco a fueron extendiéndose por toda mi mano e iban subiendo lentamente hacia mis hombros rodeándome. Todas personas gritaban solo que nadie se daba cuenta de lo que estaba pasando conmigo, al alzar la vista solo vi a los chicos intentando detener la pelea.

Me gire para gatear y salir de ahí, no podía perder el control en este lugar, no podía hacerlo. Las llamas comenzaron a extenderse por mi cuerpo mientras avanzaba, no me dolía, no me quemaba, solo mi cuerpo ardía debido a las llamas. El ruido se detuvo de la nada y solo sentí como alguien me colocaba la mano en mi espalda.

—Tn, relájate —Cinco apareció a mi espalda, —Sé que me vas a perdonar por esto, pero tengo que hacerlo.

Un golpe fue dado en mi cabeza haciendo que perdiera el conocimiento.

Era hora de dormir nuevamente. 

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¿Qué decían? 

Que todo iba a ser color de rosa con Draco, pues no mis amores, aquí todos sufren parejo. 

Nos vemos en el siguiente capitulo. 

Los amo 

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