Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5. -Promesas/Decepciones.

He, he, booyyy, el capítulo empezará fuerte, así que agárrense de donde puedan, pero eso sí, no lo digo por una buena razón...

Beidou y Kazuha bebían juntos, él estaba de visita en el Archor, por lo mismo es que se había montado una pequeña celebración por su retorno, si bien temporal, era como tener a un miembro de la familia de regreso, lo que alegraba a todos.

Él había traído un nuevo licor de Inazuma, Beidou jamás lo había probado, éste se bebía caliente y, por lo mismo, quería probarlo bastante bien. Lo único malo es que no pudo medirse, poniéndose borracha.

-¡Servidme un poco más, grumetillo!

-Beidou, no. Estás ya mal, aparte ya te lo acabaste...

-Bah, ¿qué le haremos? Kazuha, me da mucho gusto verte otra vez, ¿qué más me contáis aparte de traer cacho vino a mi barco, vuestro barco?

-Me sigo preguntando qué pasó con ella.

-"Ella" ya no podéis mencionarla aquí. Tch, estoy harta de esa mujer...juraría que ella me amaba...pero me da la impresión de que solo jugó con mis sentimientos.

-Si me lo preguntas, las dos son niñas tontas que se pelearon por un asunto sin importancia. Debes hablar con ella, es lo único que puedo aconsejarte.

-Y yo os aconsejo que cerréis la jodida boca. No quiero saber nada de ella.

-Te conozco lo suficiente para saber que mientes. Ve y dile lo que sientes, lo que pasó ese día, lo que piensas, solo estás perdiendo el tiempo.

-Tal vez tenéis razón... -Beidou se levantó de golpe. -Preparad mi barco, regresaré a puerto.

-¡Oye, pero espera a que se te baje la borrachera, no es buena idea que vayas así!

-Callaos, Kazuha. Tú me aconsejaste esto, y será lo que haré.

-¡Pero no así, cabeza hueca!

Las suplicas del muchacho fueron totalmente en vano, pues ella partió a puerto con una sola intención: entrar a la Cámara de Jade para hablar con alguien muy en particular. Se trataba de "ella" y la audiencia ya se hará la idea de quién es.

Ninguang escribía las últimas cuentas, sería ya la una de la mañana, se sentía cansada y con sueño, nada que el descanso de esa noche no pudiera reparar. Se miró en el espejo, los años pasaban, su juventud se iba, pero su belleza no, esa seguramente se mantendría por un largo tiempo, y aunque no fuera así, lo que sí le quedaba, y bastante de sobra, era el mora.

Mientras recogía todas sus cosas para irse a su casa, puesto que si bien había pensado que la Cámara tuviera su propia habitación, declinó esa idea al pensar que sería demasiado enajenante trabajar y dormir en el mismo sintió.

Miró al espejo nuevamente, recordó lo que se ocultaba detrás del mismo, muchas veces le daba la tentación de ponerlo en otro lugar, pero bien dicen por ahí "hay piedras que es mejor no mover"

Sin embargo, un pequeño alboroto empezó a escucharse afuera de su oficina, lo que no comprendía, y antes de que pudiera ir a fijarse, Beidou abrió la puerta del mismo, sorprendiéndola. Sus mejillas estaban sonrojadas, se tambaleaba, aparte de que tenía una botella de ron en su mano, a la que le dio un buen trago. Ella se asustó.

-Tengo que hablar con vos.

-Beidou, estás borracha, es mejor que...

-Es la única manera en la que puedo juntar valor para hablaros del amor...de ese que siento por vos.

-No, ¡no! ¡Fuera de aquí, ya no tenemos más de qué hablar de ese tema! -Ninguang comenzó a llorar.

-Claro que sí, yo todavía os amo...os amo como el primer día, y siempre será así.

-¡Mientes! ¡Preferiste el mar a nuestra unión! ¿Eso te parece amor? Porque a mí no, nunca me decepcionaste hasta ese día, me prometiste y me mentiste, yo te hice tantas promesas y nunca te mentí, luego te largaste como si nada.

-Estáis muy equivocada. Acordaos que siempre vos fuisteis quien me daba ganas de ser una persona de bien, alguien a quien siempre pudierais amar...yo os busqué como loca por toda Liyue, os busqué en la antigua Cámara...y vuestras secretarias me dijeron: no se encuentra...¿por qué os escondisteis como una cobarde?

-Quería ver qué era lo que preferías...si a mí o a tu viaje, ¡dos años, Beidou, dos años te extrañé y cuando regresaste ni siquiera me avisaste!

Beidou, notoriamente enojada, lanzó la botella contra el suelo, asustando a su contraria. -¡¿Os has puesto a pensar en qué sentí yo durante ese tiempo?! Destrozasteis mis sueños con vuestro orgullo, ¿Y sabéis una cosa? Tacha todas las veces que te dije algo desde el corazón.

-Y yo también...retiro lo dicho.

Los guardias de la cámara entraron ante tanto escándalo, mirando a las dos mujeres llorando, por lo que era claro que estaban confundidos a más no poder. De cualquier manera, prefirieron retirarse, estando alertas de que algo pudiera pasar.

Beidou comenzó a llorar más, caminando para abrazar a Ninguang por la espalda, ella también lloró con fuerza. -Perdonadme, y-yo no quise deciros esas cosas tan horribles. -Se separó del abrazo, las dos se vieron a los ojos, la pirata trató de besarla, pero ella se lo impidió. -Dadme un beso como antes, sino no podré estar en paz otra vez.

-Ya vete de aquí, Beidou...no lo hagas más difícil.

-No me iré de aquí hasta que me beséis como antes.

-¡Guardias! ¡Llévense a esta mujer, y que no vuelva a entrar, está vetada a partir de hoy!

-Ninguang... -Al sentir las manos de los guardias, ella simplemente quitó los brazos, marchándose ella sola, pero notoriamente enojada, de cualquier manera, los soldados la escoltaron hasta la salida, asegurándose de que no fuera a regresar.

La que quedó en la oficina fue y cerró la puerta, derrumbándose sobre sí misma, le había dolido hasta el alma que su antigua prometida le dijera esas cosas, y lo peor de todo es que eran verdad. Su orgullo, así como la indecisión de Beidou, fue lo que causó su ruptura, la que parecía ser de una vez y para siempre, sin retorno.

Quería pedirle perdón, pero tras lo anterior, sabía que no existía perdón para ella.

Beidou caminaba de regreso al Alchor, lloraba de forma desconsolada, había pasado al bar por una botella de cerveza, quería arrancarse el corazón para dejar de sentir, pero no solo eso, quería que se lo trasplantaran a Ninguang para que pudiera sentir su dolor y todo lo que tenía atorado en el mismo, las palabras que no salían ya, y que se tendría que guardar. Quería que supiera qué era lo que sentía para que ella le pidiera perdón por lastimarla después de tanto tiempo.

Ella, enojada, y porque ya le había gustado, lanzó la botella para que se rompiera, pero solo rebotó, lo que la disgustó. (Dios, esa noche estaba muy ebrio JAJAJA)

Llegando al Alchor, seguía llorando, parecía que se quedaría sin lágrimas por no detener esas cascadas de dolor que salían de sus ojos. Todos en la tripulación, sospechando qué había pasado, prefirieron dejarla tranquila, sin preguntarle nada.

De inmediato, fue y se encerró en su camarote, azotando las puertas, dejando en claro que, además de dolida, estaba furiosa. Kazuha, que jugaba a la baraja con sus camaradas, no pudo ignorar el hecho, rindiéndose para ir de inmediato al camarote de su capitana, tocando suavemente la puerta.

-Capitana...capitana, ¿pasó algo? -No hubo respuesta. -¿Beidou? Por favor, responde.

La puerta se abrió, una mano jaló al muchacho de la ropa, metiéndolo al camarote para que ésta se volviera a cerrar, y ahora fue con seguro. Ella lo arrojó a la cama, su expresión era de dolor y enojo, comenzando a arrancarle la ropa a Kazuha, quien se sorprendió, y más cuando Beidou comenzó a besarlo con pasión, tomando sus manos para que le tocara el cuerpo.

-¿No me deseáis, grumete? ¿No queréis hacerme vuestra?...¿Queréis consolarme de un tropiezo del amor?

-Beidou, estás borracha, detén esta locura.

-Ja, siempre estoy borracha cuando hago el amor.

-Tú no haces el amor...

-¿Estáis seguro? -Ella le acarició la entrepierna, así como se empezó a quitar la ropa. El muchacho, en su etapa de juventud alocada, solo tragó saliva, y cuando su capitana lo volvió a besar con desesperación, no pudo aguantar más.

Con todavía la ropa puesta, los dos comenzaron a fornicar con desesperación, estaban abrazados, la espalda de Beidou tocaba el respaldo de su cama mientras Kazuha entraba y salía de ella. En el sentido más estricto de la palabra, la bella pirata perdía la virginidad, así como su más reciente miembro de tripulación, jamás se había entregado a un hombre hasta ese momento, y aunque a él lo veía triple por la borrachera, podía sentir el placer que le causaban esos movimientos.

La capitana amarró al chico de la espalda, pues él la cargaba, tomándole el trasero a la vez que besaba con desesperación sus senos, sus gemidos no se podían contener, pues la guerra que llevaban a cabo era impiadosa.

-¡Seréis un hijo de puta, sabéis complacer muy bien a una mujer! ¡No me digas que os follaste a una de tus compañeras cuando os encontrabais en el Alchor!

-Capitana, soy virgen, eres la primera mujer a la que me entrego sexualmente.

-Mentís igual que ella. -Beidou abrió los ojos, comenzando a gemir más fuerte, por lo mismo es que se tapó la boca. -Os lo dije...

Ambos se acostaron en la cama, él comenzó a mover su cadera, ella le arañaba la espalda y lo tenía envuelto con sus piernas, mientras le besaba con vehemencia, la forma en la que estaban pegados, no había amor en ese acto, por parte de la capitana solo era desahogo y rencor, mientras que para el joven poeta se trataba de lujuria y de no poder contenerse.

(Esta imagen me encantó de ellos UWU)

Cuando Beidou llegó a su orgasmo, apretó a Kazuha, y a cada pequeño pico de placer al que llegaba, complacía más a su acompañante de esa noche, quien, cuando no pudo más, se lo comunico.

-Capitana, me vendré pronto.

-Dejadlo adentro.

-No, ¿estás loca? ¿Sabes lo que eso significa?

-La vida ya me da igual, Kazuha. -El muchacho dejó de moverse, su contraria miraba a la nada, teniendo sus ojos vacíos, dolida del alma, y apenas recordó ese dolor, dejó de sentir placer.

El muchacho, pensando que era lo ideal, comenzó a besarla una vez más, y ella reaccionó bien, tomándolo de las mejillas. Él se comenzó a mover de nuevo, había pasado de 100 a 0 en esos segundos, por lo que podía continuar un rato, y cuando ya no pudo soportar más, salió de ella, manchándole el vientre con su líquido.

-Pues parece que no mentías. -Beidou tomó un calcetín para limpiarse, dejándolo votado en el suelo. Fue y abrazó a Kazuha, acariciándole el cabello, seguía borracha, pero ya no tanto, lo único es que su corazón, una vez acabó la fiesta, volvió a atacarla. -Hazme otra vez el amor...no quiero sentir dolor.

-No podré hacerlo por siempre.

-Eres mi grumetillo...mañana no podré verte a los ojos por lo apenada que me sentiré de tener que desahogarme contigo...conociste lo peor de mí, así que aprovechemos mientras se puede, ¿sí?

-No conocí lo peor de ti... -Kazuha se colocó sobre Beidou. -Solo tu faceta más desesperada y perdida...espero recuperes tu brújula, capitana.

Esa noche fue larga, muy larga, los primeros rayos del sol salieron y ellos seguían en lo suyo, ajenos al mundo externo, lo curioso es que solo cinco horas de sueño bastaron para que Beidou tuviera una resaca de los diez mil demonios, un dolor en todo su cuerpo que casi le impedía levantarse de la cama, y un sentimiento de vergüenza por haber usado a Kazuha, a su Kazuha como pañuelo de lágrimas.

-Ojalá me muera...

En el departamento de Aether, todos hacían un brindis, celebraban la que podía ser la mayor victoria de Shenhe en su nueva vida en el puerto. Se esperaba que la cosa saliera bien cuando se actuara ese acto de bondad, pero el que lo hecho por ella fuera un acto heroico y desinteresado de verdad resultaba mucho, pero mucho mejor.

Realmente ya muchos la veían y le aplaudían, recordando los buenos actos que había hecho, pues salvó ella sóla a más de 25 personas, y ni hablar de cuando sucedía algo aleatorio en su recorrido por las calles, ya fuera ayudar a alguien que se viera en aprietos, a los cargadores del mercado, a los obreros que podían llegar a accidentarse, en fin, una de cosas que ya tenían en estima.

Eso, en parte gracias al ministerio de asuntos civiles, en parte gracias a los encargos diarios, sin duda varias semanas bastaron para que las cosas salieran bien. De hecho, y para sorpresa de todos, habían recibido una invitación de la misma Ninguang para una cena en honor a la heroína misteriosa que había descendido de las montañas para traerle seguridad a la ciudad.

Chongyun se encontraba con ellos, y claro que se sentía muy alegre, pues él llevaba cartas de su familia a Shenhe, pidiéndole que fuera a visitarlos. Siempre era igual, no podía acercarse a ellos por temor a que algo pudiera pasarles por culpa suya, pero compartir cartas con ellos, retornar a su familia de esa manera, sin duda le traía una enorme paz a su corazón.

-¡¿Cuándo es el banquete?! ¡Paimon quiere comer!

-Relájate, niña voladora, es para festejar a Shenhe, no para que vayas a comer a tus anchas. Lo dije una vez y siempre lo diré...ella no fue, no es, ni será un monstruo.

-Me halagas, Aether...ojalá tuvieras razón.

-Él tiene razón, tía. Solo has corrido con mala suerte, eso de que estás maldita, claro que no es verdad. Cuando menos te lo esperes, tendrás una vida normal de nuevo.

-"Vida normal"...

La noche era especial el viajero vestía unas ropas que se había comprado para las fiestas especiales, mientras que Shenhe...ella no tenía más ropa que la usaba para entrenar, esa misma que le confeccionó Preservadora, por lo mismo es que debían elegir algún conjunto para ella.

La idea es que fuera algo tradicional, y así fue, la elección resultó en un vestido parecido al de Ninguang, solo que colores azules pastel y blancos. Sin embargo, mientras estaba en los vestidores junto con Paimon, quien era la que le ayudaba a escoger, ella vio algo que le llamó la atención.

Salió de la tienda con dos bolsas, claro que tanto su amigo como su sobrino se preguntaron de qué se trataba, pero ella se negó rotundamente a que lo vieran. Al final prefirieron no hacerla enojar al saber más que de sobra que no les convenía, así que siguieron de retorno al departamento.

No sabían muy bien los detalles de la cena, todo quedaba al aire, solo tenían bien presente que era en el pabellón, ahí mismo donde Aether conoció por primera vez a Ninguang y que habría varios invitados y que tanto Xiangling como el sonriente ... serían los cocineros, así que claro que el agasajo estaba más que garantizado.

Beidou se encontraba en su camarote, Kazuha se había ido hacía algunos días, el ambiente se tornaba incomodo cuando estaban solos, que eran muy contadas veces, de hecho...seguía sin creerse que su primera vez con un hombre fuera con uno de sus amigos más queridos, con alguien que era años menor que ella.

Ya no podía cambiarlo, no negaba que lo disfrutó en lo corpóreo, de ahí en fuera le parecía todo tan horrible. Pensando que nunca más tendría el amor de Ninguang, ella tomó un cuchillo y lo vio por unos segundos, llevándoselo a la altura del cuello, suspiró pesado, cerrando los ojos para dar un corte limpio y certero. Pronto sintió que se le había escapado el aire, lo había hecho, y ya no podía cambiarlo, y no sería capaz de regresar la hoja, si es que era posible.

______________________________________

Hola

Este capítulo quedó cortito, traté de alargarlo, pero siento que así quedaba bien. No solo porque ya no tengo más ideas, sino para dejar la intriga, ¿acaso Beidou se cortó la garganta para suicidarse? ¿Y de ser así? ¿Alguien la descubrirá y podrá salvarla? Jsjsjs no diré más pero...esa es una probabilidad.

Este capítulo, para ser honesto, fue un mero capricho, quería meter un lemmon kazubei porque me encanta ese ship, y este es mi fic y me lo follo cuando quiero, así que también por eso es corto

El siguiente ya será, al menos, un 70% AetherxShenhe, sin olvidarnos de la cabra y la gatita electro :v como este fue un mero capricho mío, esta semana hay doble cap, espero no les moleste esta pequeña enorme libertad que me di, de hecho no tendrá mucha relevancia, o al menos solo lo del lemmon

Nos vemos el viernes :u

Siempre tuyo:

-Arturo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro