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Capítulo 4.-Una nueva heroína.

Aether dormía de forma tranquila y sin en realidad problema alguno, había quedado tan cansado de ese día, sin duda se sentía de lo más feliz porque Shenhe progresara poco a poco. Lo único que le preocupaba era los pensamientos de ella hacía sí, es decir, esperaba que no pensara más en que era un monstruo, pues claro que no lo era.

Sin embargo, su paz se vería prontamente terminada en cuanto alguien tocó desesperadamente la puerta, tanto así que incluso lo asustó al despertarlo, él, confundido, fue hasta la misma, teniendo prácticamente un ojo cerrado y el otro abierto.

-¿Quién? -Preguntó.

-¡Tío, soy Chongyun, acaba de ocurrir algo terrible!

Aether abrió la puerta y, al verlo tan agitado, se le fue el sueño, Paimon también se había despertado por todo el ruido, el muchacho de cabello azul solo estaba dando vueltas por todos lados, simplemente lo tomó de los hombros.

-¡Mi tía Shenhe asesinó a dos personas!

-¿Qué? ¿Te volviste loco? Ella está aquí, estábamos dormidos. -Dijo él, tranquilo, pero al ir al cuarto, se dio cuenta que no estaba, y al buscarla por toda la casa, simplemente no aparecía. Ahí, Aether se tomó en serio lo que Chongyun trataba de decir.

Le explicó lo que había ocurrido, él estaba caminando por la ciudad en búsqueda de algún espectro que pudiera exorcizar, no encontrando nada como era su costumbre, pero al escuchar gritos desgarradores, fue corriendo para ver qué sucedía, encontrándose con su tía acuchillaba sin piedad a una persona para luego tratar de encarar a la geoarmada, deteniéndola a tiempo.

-Me dijo que no recordaba nada...no entiendo bien qué pasó, traté de seguirla, pero ella simplemente se esfumó.

-¿Estás seguro que era ella?

-¡Tío, por favor, claro que era ella! No sé qué pasó, pero no fue nada bueno.

Cuando la puerta se escuchó otra vez, ambos fueron rápidamente a abrirla, pensando que sería Shenhe, pero no, era el mismo teniente de la geoarmada que los había visitado hace unos días.

-Les tengo noticias...

El teniente les dijo que Shenhe se había entregado a la geoarmada, diciéndose responsable del asesinato a sangre fría de dos personas, por lo que lo que, tras testimonios de varios soldados, se dictaminó que en una semana sería condena a muerte.

Claro que tanto a Aether, Chongyun y Paimon eso lo sintieron como un balde de agua fría, de ahí que fueran a la prisión de forma rápida, tratando de hacer algo para evitar que esa pena se lleve a cabo. Ahí, su sobrino recordó que le dijo que esos hombres trataron de hacerle daño, ¿de qué manera? Ni ella pudo responderlo.

Llegados a la prisión, vieron a Shenhe en una de las celdas más seguras, prácticamente toda era de concreto, pero un campo de energía anemo impedía la entrada o salida, solo se podía ver del otro lado. Ella estaba encadenada, con grilletes en manos y pies, a todos casi se les salen las lágrimas de verla en ese estado.

-¡¿Qué te hicieron?! -Exclamó Aether, enojado.

-Nada...yo se los pedí. -Las manos de Shenhe seguían manchadas de sangre.

-¿Qué fue lo que pasó?

-No lo recuerdo...es como si lo hubiera hecho estando dormida, pero lo hice. -Ella se abrazó a sí misma. -Los maté a sangre fría, intenté matar a Chongyun también...es mejor que se vayan, solo pondré sus vidas en peligro, en una semana ya no podré dañar a nadie.

-¡Eso no, tú vienes con nosotros! -Aether golpeó el campo anemo, solo causando que su mano rebotara de la misma.

-¿No lo entiendes, Aether? Te agradezco por ser tan dulce conmigo pero...soy un monstruo que puede matarte sin tan siquiera evitarlo.

El teniente llegó a la escena, tenía un expediente en sus manos, señaló a uno de los guardias y éste solo desactivó el campo, rápidamente Aether fue a abrazar a Shenhe, ella no le respondió, solo mantenía agachada la cabeza con los ojos cerrados.

-Señorita, los planes para con usted han cambiado.

-¡Ella no hizo nada malo, seguro que esto es una confusión, no pudo haber...!

-Mira, viajero, no solo su testimonio concuerda, el de 8 personas también la dan como asesina de dos personas, y una de esas muertas fue realmente horripilante. -Intervino el teniente.

-Te lo dije, Aether...soy peligrosa, dile a Preservadora que, por más que nos hayamos esforzado, hay cosas que no cambian...

-Sin embargo...los 4 sobrevivientes dieron su testimonio, y uno muy jugoso. -El teniente le ofreció el expediente a Aether. -Banda de asaltantes, confesaron que tenían pensado secuestrar a la señorita para abusar sexualmente de ella hasta que se cansaran para luego matarla, también dijeron que habían asaltado de forma violenta a al menos 5 personas y secuestrado a 2, la geoarmada les seguía la pista desde hace meses, pero no dábamos con ellos. Por amor a Rex Lapis, confesaron todo prefiriendo una cadena perpetua a seguir en las calles con temor a que esta señorita los cazara uno por uno. Admito que seguro están inventando algunos cargos pero eso no se puede ignorar. Ella queda libre.

-Teniente... -Varios soldados entraron y le quitaron los grilletes a Shenhe, quien de inmediato recibió un abrazo de Chongyun. -Pe-pero yo los maté...eso me convierte también en una asesina.

-Mire, estoy obligado a decir que lo que hizo estuvo terrible y debió dejar que la geoarmada se encargara...pero lo que yo pienso es que solo me lamento de que no matara a todos esos malditos, y al final de cuentas solo se defendió, sino lo hubiera hecho, ellos no habrían dudado en matarla. De cualquier forma, el que no recuerde haberlo hecho me intriga...es mejor atender eso, pero por ahora cuenta con la protección de un servidor. Es una heroína, señorita Shenhe.

Todos, notoriamente emocionados, abrazaron a la mencionada, la que solo seguía con la mirada perdida, sin en realidad saber muy bien qué hacer. Temía de sí misma, y de lo que pudiera hacerle a sus seres queridos, pero una cosa era segura: los criminales podían tenerle mucho más miedo de lo que ella pudiera tenerse.

Despertando al día siguiente, Shenhe estaba abrazada a Aether, dormían juntos, a la vez que Chongyun prefirió el sofá, lo curioso es que, cuando él despertó, se llevó esa sorpresa. La noche anterior, ella le había convencido a regañadientes que se quedara en la cama mientras ella en la hamaca, pero despertaba a su lado, abrazada.

Se notaba tranquila, lo abrazaba con fuerza pero sin lastimarlo o dificultarle la respiración, por lo que prefirió mantenerse así hasta que su contraria se despertara también, lo que sucedió más bien pronto.

-Aether...lo de ayer no fue un sueño, ¿verdad? -Lo abrazó con más fuerza.

-¿Qué de ayer? -Decidió ignorar ese hecho para que Shenhe estuviera tranquila.

-Nada...

Mientras ella se despertaba, Aether fue a la sala y literalmente echó a patadas a Chongyun del departamento, confundiéndolo bastante de qué hacía, luego fue con Paimon y le pidió que no dijera ni una palabra de lo ocurrido ayer, pues prefería que Shenhe estuviera tranquila.

Levantándose ella, el desayuno se hacía, todo le parecía tan confuso, sus manos no tenían rastros de sangre, su ropa quedaba limpia, y al verse en el espejo del baño, su rostro lo tenía sin mancha alguna. Todo se le hacía tan extraño, ¿de verdad lo de ayer había sido un sueño? Todo indicaba que sí, pero en su corazón sentía que no.

La puerta sonó, Paimon abrió la misma y Chongyun entraba por la misma con unos jugos de solsettia en manos.

-Hola, ya llegué. Gracias por invitarme a desayunar tí... -Sin esperárselo, Shenhe fue y lo abrazó con fuerza, confundiéndolo. Le parecía de lo más extraño, rechazó sus abrazos, pero ahora era ella quien se prestaba a tal gesto. -¿T-tía Shenhe?

-No es nada...ayer tuve un sueño terrible y tú estabas ahí...me alegra que estés bien. -Aether le guiñó el ojo para que siguiera el juego.

-¿Y-y qué soñaste, tía Shenhe?

Sentados todos a la mesa, ella les contó el sueño que había tenido, comentando algo que, de hecho sí que no conocían pero que había sido mal momento para comentarlo. Algunas ocasiones, ya fuera mientras entrenaba o cuando peleaba, por lo regular a muerte, solía perder el control de ella misma.

Era un modo berserker, por decirlo de alguna manera, entraba en un trance y dejaba de ser ella. Por lo regular, al terminar esto, no recordaba lo que había pasado, o qué había hecho ni durante cuánto tiempo fue. Le había ocurrido un par de ocasiones con Preservadora, incluso atacándola a ella, pero claro, la reducía de forma simple.

Daba la impresión de que el ataque podía durarle desde unos pocos segundos hasta incluso algunas horas, era cosa que no lo recordaba, y algunas veces terminaba desmayada, de ahí que tanto Aether como Chongyun se miraran con preocupación.

-N-no lo sabíamos...

-Por eso te pido que mantengas tu distancia conmigo, Chongyun. No quiero hacerte daño...y ayer soñé que lo intenté, no lo sé, no lo recuerdo, esa pesadilla fue tan real, me da escalofríos el solo recordarla.

-No te agobies más por eso. -Chongyun la abrazó, Shenhe respondió el gesto. -Tengo la absoluta confianza en que eso jamás pasará, y si llegará a suceder, espero poder hacerte entrar en razón.

-Preferiría que te mantuvieras lejos pero...todo indica que no será así.

Justamente acabado el desayuno, Aether iría al gremio para recibir sus misiones diarias, así como, además, incluir a Shenhe en el mismo. Quizá una de las formas de evitar que entrara en ese trance era, en efecto, que pudiera desatar su agresividad innata contra los objetivos que fuera necesario.

Lo curioso del asunto es que, antes de que pudieran llegar, estando a tan solo pasos, una explosión se escuchó en las cercanías, había sido en un restaurante, y un cobrador fatui salía de la escena entrando rápidamente en invisibilidad, por ello es que Aether frunció el ceño.

-¡Los fatui! -Masculló, enojado. -¡Shenhe, ve a ayudar a los sobrevivientes, él es mío!

Dicho y hecho, ella saltó directamente hasta la zona del desastre, ayudando a varias personas a salir al quitar algunos pedazos de madera quemados, pues enfriando sus manos con cryo, evitó lastimarse.

Varios miembros de la geoarmada se aglomeraban para mantener la calma, Shenhe usó su poder para tratar de apagar el fuego, pero no le era posible, y no es que hubiera cercano alguien con una visión de hydro, por lo que tendrían que acarrear agua del mar para tratar de hacer algo al respecto.

Una mujer gritaba desesperada, no se podía entender muy bien lo que decía, sino hasta que Shenhe fue directamente con ella. Era la mujer que la había abofeteado.

-¡¿Otra vez tú?! ¡Seguramente provocaste esto!

-Tranquila, señora. Esto fue un atentado de los fatui, no levante falsos. -Le corrigió un soldado.

-¡Por favor, deben salvar a mi pequeño, él estaba en ese restaurante junto con su padre!

-La explosión dañó los cimientos, no sabemos qué pueda...

-Yo me encargó. -Sentenció Shenhe, saltando de regreso a las llamas.

Mandando uno de sus espíritus de cryo, éste le dio la ubicación de dónde se encontraban las personas que buscaban de hecho eran varias, y antes de derretirse, le dio la ruta más sencilla a seguir.

Ella fue corriendo a toda prisa, apagando el fuego como le era posible, aunque los resultados no eran los mejores, la nieve que se derretía por las llamas se convertía en agua antes de evaporarse, por lo que el fuego se controlaba un poco.

Varias personas estaban atrapadas en una de las salas del restaurante, de una sola patada, Shenhe destruyó las maderas que impedían el paso, abriéndole camino a todos los que se encontraban ahí.

-¡Gracias, señorita!

-¡Es la dama de cryo! -Exclamó el pequeño que se había topado la otra vez, ella lo cargó en sus brazos, sacándolo antes que al resto, y al ponerlo seguro, regresó para ayudar a los demás.

Justamente antes de que la cocina explotara al encenderse el carbón, todos habían salido, Shenhe se sentía especialmente débil y cansada, por lo que cayó sobre una de sus rodillas, respirando con dificultad.

-Señorita, ¿está bien? -Preguntó uno de los civiles, el gremio de aventureros y la geoarmada llegaban para apagar el incendio.

-So-solo necesito aire...y tal vez un vaso de agua helada...o mejor dos.

Aether derribaba al cobrador, haciendo desaparecer su espada para luego cargarlo y arrojarlo contra una pared.

-¿Por qué lo hiciste? ¿No pensaste en las victimas que ibas a dejar?

-¿Y tú qué te metes en lo que no te importa?

-Habla ya, o ni los del banco del norte podrán ayudarte por lo que has hecho.

-Oh, claro que lo harán. El dueño nos debía mucho dinero, justamente el banco me mando a darle un...pequeño susto, así que no te sorprendas si es que estoy libre en 24 horas, la influencia del Banco se extiende más allá de lo que te imaginas.

-¡Tch! -Aether le dio un golpe que lo dejó reducido. -Maldito psicópata...

Chongyun llegaba a la escena, haciendo a un lado a la gente, notando que su tía estaba más pálida de lo que de por sí ya era, ella se encontraba recostada en el suelo, con notoria debilidad.

-¡¿Qué le pasó?!

-No lo sabemos, pero un doctor ya viene en camino...¿es tu madre? Tienen un gran parentesco.

-Es mi tía. -Rió Chongyun, sonrojado. -Creo saber qué es lo que tiene. -Sacando una de sus paletas, él se la ofreció a Shenhe, quien la recibió con debilidad. -Come, te hará bien, aparte sabe rico.

Y como por arte de magia, al terminarse la paleta, la muchacha de cryo regresaba en sí, levantándose con un poco de ayuda, pero ya estando en pie sin mucha dificultad, solo debía pasar un rato más para que se estabilizara por completo.

-¿Cómo sabías que eso me ayudaría?

-Je, las paletas siempre me ayudan a mantenerme frío, y como estuviste en el infierno, literalmente, tu temperatura corporal subió mucho por eso.

-Tiene sentido.

La mujer que antes le había gritado a Shenhe se fue acercando con su marido y su hijo, el que no evitó correr para ir y abrazar las piernas de la mujer que le había ayudado en dos ocasiones, ella sonrió de lado, acariciándole el cabello.

-Gracias, el fuego estaba a punto de hacer estallar el carbón, mi hijo, yo y las demás personas hubiéramos muerto de una manera horrible.

-A-admito mi error...la juzgué terriblemente mal. Usted no es un monstruo, sino una heroína, me ha dado la oportunidad de seguir disfrutando mi vida con mi familia.

-¿No soy un monstruo?... -La sonrisa que ella dio no pudo ocultarse por más que lo intentó. -No hay nada que agradecer, solo hice lo que creí correcto, era mi deber ayudar y salvar cuantas vidas pudiera, así me costara la mía.

Los civiles, al escuchar esas palabras, le aplaudieron. Y tan solo pensar que hacía unas horas planeaba con Aether la forma en que quedara como una heroína, cuando menos se lo esperaba, ya era una sin necesidad de actuaciones o engaños, y eso era lo mejor de todo, especialmente para ella.

Pasados algunos días, Keqing estaba preocupada, el trabajo había estado especialmente pesado por el tema de la explosión en el restaurante y otras cosas más que habían sucedido, pero eso no era lo importante, sino que Ganyu estaba realmente distante.

Estaba tan distante que ni siquiera discutían, siempre que se veían, ya fuera en la casa o en los pasillos, miraba hacía el suelo y seguía su paso, pero con ninguna intención de entablar conversación.

Cuando ella intentó derrumbar ese muro que existía entre ambas, es innecesario decir que el rechazo fue absoluto, Ganyu solo negó con la cabeza y, balbuceando sin sentidos, se retiró. La muchacha de cabello morado se sintió especialmente mal.

Harta de esa situación, y mientras miraba al techo sin poder dormir debido a la preocupación de que ahora sí se había pasado de la raya, volteó a ver su compañera, mirándola dormida, respiraba tranquilamente, pero luego su respiración se agitó, así como sus ojos se llenaron de lágrimas.

-¿Ga-Ganyu...? -Estando a nada de moverle un hombro para despertarla por pensar que tenía una pesadilla, la cosa se aclaraba más para ella.

-Rex...Lapis...no me dejes sola...por favor... -Siguió llorando.

Ahí, el corazón se le partió a Keqing, el recordar que había insultado al que era un padre para ella la hizo sentir mal. En realidad, se dio cuenta que ella era la mala de la historia, y no al revés.

Despertando esa misma mañana, Ganyu se estiró, limpiándose los ojos a la vez que se levantaba para desayunar, sorprendiéndose de no tener que levantar a Keqing, pues ella ni siquiera se encontraba presente.

-Qué raro... -Curiosamente, Baiwen tampoco la había visto, todo indicaba que se fue más que temprano a la oficina, ¿pero a qué se debía esa razón?

La muchacha de cabello azul se sentía un poco desanimada, siempre recordaba ese beso de una forma terrible, porque al final de cuentas lo había sido, a la fuerza, con brusquedad, incluso las marcas de las manos de Keqing se quedaron en sus muñecas un rato, y siempre que se las miraba, daba la impresión de que ahí estaban.

Lo que se cuestionaba era esa última frase que le dijo "afortunado el chico que te bese, los labios que tienes son carnosos y aparte dan buenos besos." Nunca se había fijado en esa parte de su cuerpo al estar más centrada en no engordar ni tampoco en comer demasiado. De cualquier manera, ¿ella besaba bien? Eso era lo que no se terminaba de explicar.

<<Ni siquiera fue un beso...o no sé qué fue, pero no fue de mi agrado...o solo hasta el último, cuando lo hizo lento y como si de verdad...como si de verdad sintiera algo por mí>>

Ganyu se puso roja de arriba debajo de la cara, pues se le llegó a pasar por la mente que Keqing estuviera enamorada de ella. Bien dicen por ahí, que cuando un niño molesta a una niña, es porque le gusta, ¿aplicaba lo mismo para ellas dos? Realmente, su deducción no podía estar más equivocada

Entrando a su oficina, todo quedaba igual salvo que había unos chocolates amargos con una pequeña nota escrita de manera muy bonita.

"Te lastimé y no me había dado cuenta de eso, espero puedas perdonarme aunque sé de sobra que no lo merezco: Keqing"

-Ay... -La muchacha se sonrojó otra vez... -Los chocolates solo se regalan cuando...no me lo creo...la señorita Keqing está enamorada de mí... -Ella se llevó las manos a la boca, sorprendida.

Curiosamente, la mencionada iba entrando, aclarándose la garganta, ella volteó, dando varios atrás hasta que chocó contra su escritorio. La muchacha de cabellos morados tenía una mano en la espalda.

-Sé que una disculpa y un par de regalos no solucionan nada pero...me he estado sintiendo muy mal por lo que te he hecho, primero fue lo que dije sobre Rex Lapis, luego del beso que te di a la fuerza...soy una mala persona, muy mala persona. -Al extender su brazo, la muchacha descubrió un ramo de flores chingxin que tenía guardadas.

Ganyu abrió los ojos de la sorpresa, los mismos le brillaban, pues eran hermosas, su frescura no tenía comparación y el perfume que emanaban era exquisito. La boca se le hizo agua de inmediato.

-O-oh, no te preocupes...admito que me sentía molesta contigo pero creo que ya entendí lo que querías decirme y...¿bueno, cómo te lo digo? M-me siento muy halagada...

-¿Halagada? -Keqing giró un poco la cabeza a la izquierda, como si fuera un gato, realmente estaba confundida.

-S-sí...no sé qué decirte, de verdad gracias por las flores y los chocolates...cr-creo que tengo algo que, sin duda, te gustará. -Ella se acercó y le dio un beso en la mejilla, pero uno bien dado, tanto así que incluso se escuchó el ruido que hizo, algo que dejó a ambas sonrojadas. -¿Y-y qué tal? -Apenas lo preguntó, su contraria le dio la espalda.

-O-oh...su-supongo que me gustó, ¿pero por qué lo...? -Al voltear a ver, Ganyu se comía las flores chingxin, causándole un gesto de sorpresa a la vez que la chica de cabellos azules miraba sonrojada y confundida.

-N-no pude evitarlo...

Al menos ya se habían dado las paces, lo que era un enorme avance, si es que hay que precisar. El único inconveniente era que ahora Ganyu estaba casi segura que Keqing se había enamorado de ella. Los chocolates, las flores, las palabras bonitas, el beso que le robó. Ciertamente todo daba la impresión de así era, pero la realidad era muy lejana.

Ella no tenía ni por asomo el valor de rechazarla o de decirle que no se sentía atraída, esperaría a que tuviera la oportunidad para decirlo con tacto y sin lastimarla, o no con la intensión de hacerlo, el problema radicaba en que, si es que lo hacía, su contraria se quedaría más que confundida.

En fin, ya decidida a llevarse mejor con ella, esa tarde se sentó junto a ella para comer en el descanso que tenían de media hora, lo que solo avivó las sospechas de supuesto amorío que le tenía, y cuando eso pasó, la chica se sonrojó.

-O-oh...yo no tengo problema, pe-pero es que... -Otra vez fue a dar contra la pared, Keqing se dio cuenta de una pequeña mosca que estaba a un lado de Ganyu, y daba la impresión de que se posaría en uno de sus cuernos, por lo mismo es que, queriendo asustarla, ella dio un manotazo a la pared, arrinconando a su compañera, quien se sorprendió más, sonrojándose.

-¿Qué dices? Si no te alcanza, puedo completarte, así que por el dinero no te preocupes, ¿o será que no te gusta ese tipo de comida? Es vegetariana, para que no te sientas mal, o puede ser algún pescado, yo por lo regular suelo pedir uno completo...pe-pero no me lo acabo y termino pidiéndolo para llevar.

-¿Qu-qu-quieres que comamos de un mismo plato?

-Pues...pues sí. -Keqing se llevó la otra mano al mentón. <<No lo había pensado así pero...supongo que tiene sentido, eso nos ahorraría un dinero.>> -Es una excelente idea, no perdamos más tiempo y vayamos ya. -Jalándola de la mano, ambas se dirigieron a la salida de la cámara para regresar a tierra firme, la tímida secretaria apenas si podía llevar el paso.

<<N-no puedo creer que sea tan directa, si apenas hace unos días parecía tenerme total animadversión, ¿por qué ahora es tan amable? ¿Piensa que cambiando su estrategia podrá enamorarme? No lo sé...

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Pues bueno, ¿pensaron que a Shenhe se la iba a cargar el payaso? Jeje, nooo, pues creo que ese desenlace fue sorpresa xd

Al menos ya por suerte ella es una heroína en Liyue uwu eso sí, el hecho de que todo lo que pasó haya quedado como un "sueño" tendrá sus repercusiones a futuro, ya verán de qué hablo porque por ahora es muy temprano para decirlo :u

Y bueno, Ganyu piensa que Keqing está enamorada de ella :v está equivocada...por ahora, su relación se irá estrechando poco a poco, el siguiente cap tendrá mucho dedicado a ellas, pues están desarrollándose como personajes

Nos vemos el próximo lunes uwu cuando acabe la historia quizá suba dos caps por semana, no lo sé, primero tengo que acabar de redactar la historia, por ahora me encuentro en un punto muerto donde no sé cómo continuarla

Siempre tuyo:

-Arturo.

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