Capítulo 27.-Epílogo.
Una vez Shenhe les contó a Preservadora y a Chongyun la razón por la cual había fingido su muerte, y el hecho de que en realidad sí lo había planeado, ambos se quedaron pensativos, pues como era costumbre, seguían cuestionándose si es que era lo mejor, el que ella se fuera, dejando a la pequeña atrás, aunque ellos sabrían que estaba bien.
Claro que el primero que habló fue Chongyun, levantándose de la mesa para tratar de tener más autoridad...claro que si Shenhe o Preservadora se levantaran, él quedaría pequeño a su lado.
-Tía Shenhe...no ha habido actividad del abismo en estos dos años, los derrotamos, la hermana de Aether no ha vuelto a aparecer, para bien o mal.
-Puede ser porque no ha sabido de mí. Aunque no es solo ella, cualquiera que pueda controlar almas...soy un arma, un arma que no puede controlarse, ¡ese era mi apodo en el ejército del abismo!
-Tranquila, mi niña. -Preservadora tenía a Lan en sus brazos, meciéndola de un lado a otro. -Todo está bien...he aprendido mucho en estos dos años...y puedo decir que, en realidad, he desarrollado un contra hechizo para el famoso hilo negro. De cualquier manera, has pasado dos años sin entrenar, seguramente. ¿Cuándo fue la última vez que sostuviste una lanza?
-Desde que terminó la guerra.
-Eso explica dos cosas. Te has vuelto débil, has perdido tu filo en combate...y que engordaste un poco. -Preservadora contuvo una risa.
-¡Maestra! -Shenhe se sonrojó.
-Ay, perdón. Es que me acuerdo de cuando Ganyu parecía una bolita, y no sé, me da curiosidad cómo te hubieras visto así. -Preservadora miró a Lan. -Aunque con ella tengo una segunda oportunidad. -Ella alzó una ceja a la vez que la pequeña solamente tronó su lengua, haciendo reír a su abuela.
-Centrémonos, por favor. -Insistió Aether.
-Oh, ¿por qué siempre me interrumpen en este tema? Una ya no puede recordar los buenos tiempos.
-En todo caso, Preservadora tiene razón, nosotros no hemos dejado de entrenar y de volvernos más fuertes, al igual que las 7 estrellas. Por cierto, seguro te lo preguntas, pero Ganyu y Keqing están bien, al igual que Beidou y Ninguang. Incluso pidieron a la geoarmada buscarte, pero no para juzgarte o algo por el estilo...eras una persona desaparecida, no prófuga.
-No puedo mirarlas a los ojos luego de que casi las mato...sigo teniendo pesadillas de cuando casi asesino a Ninguang...es horrible. -La muchacha comenzó a llorar.
-Tranquila, mi niña. Sostén a mi criatura. -Preservadora le tendió la pequeña a Chongyun, quien se sorprendió mucho por eso, pero que de igual manera comenzó a sonreír a la niña. -Shenhe...estás a salvo con nosotros, ya no hay nadie que pueda hacerte daño, ¿me oyes?
-Nunca podré vivir tranquila siendo lo que soy, maestra...me da miedo asesinar a mi propia hija si vuelvo a perder la conciencia.
Sorpresivamente para todos, una explosión, así como algunos gritos se escuchaban en la lejanía, por lo que claramente el viajero apareció su espada, y Chongyun se comió una paleta para que sus poderes estuvieran al 100, regresándole la pequeña a Preservadora.
Las dos mujeres quedaron en la casa a la vez que los muchachos salían por la ventana, abriendo sus alas para así llegar más rápido. Preservadora de las nubes acarició las mejillas de Lan, sonriéndole.
-Tu niña es tan linda...pero seamos realistas, deseas ver qué sucede para ayudar. Ve, yo la cuidaré mientras tanto, puede que necesiten. -Ella apareció en su mano derecha la pacificadora del desastre reparada, ofreciéndola a Shenhe.
-Espero no arrepentirme de esto, maestra. -Ella tomó el arma, saltando de igual manera por la ventana. La niña extendió sus bracitos, queriendo llorar porque su madre se había ido.
-Oh mi nena, tranquila. Tu mamá irá a darle su merecido a un par de torpes, dale 5 minutos. Mientras...¿qué anécdotas lindas y graciosas podremos crear juntas? ¿Oh, sabías que tu mamá, cuando tenía 10, una vez...?
En la ciudad, la geoarmada, como no era raro, era apaleada por los más fuertes, aunque a algunos soldados fatui les hacían digna competencia, de ahí mismo que la cosa estuviera pareja mientras se evacuaba a los civiles.
Llegando Aether, se podía ver como de las llamas salían dos personajes que él ya conocía de memoria. En dos años pasan muchas cosas.
Las mismas tenían bolsas con joyas, así como algunas visiones capturadas a aventureros o a miembros de la geoarmada, ¿para qué las querían? Eso era lo interesante.
-Arlechino, ¿cómo te va hoy? Ah, ¿dónde dejaste a Pierrot? Déjame adivinar, ¿pelea de novios?
-Oh, pero sí es la rata de cabello rubio. Y respecto a lo otro...mejor cierra tu boca antes de que te corte la lengua...o mejor aún, te arranco todos los dientes a puñetazos.
-Vamos, no le hagas caso a ese idiota. -Mencionó su acompañante, Columbina.
-¿Ahora sí la Zarina las dejó juntas después de que le lamieran las botas? A veces me siento mal por Pierrot respecto a los rumores que hay entre ustedes dos...pero luego recuerdo que se merece eso y más el maldito.
-Al carajo, lo quiero muerto. -Sentenció Columbina, bastante enojada.
Las dos mujeres se lanzaron contra el viajero, quien usaba una combinación de dendro y pyro para mantenerlas alejadas, Chongyun estaba oculto, esperando su turno, aunque eso sí, ya tenía preparado su mandoble.
Un golpe de anemo le llegó a Aether, arrojándolo contra una pared, el golpe no había sido muy fuerte, pero el luego detener un ataque de geo que le llegó, fue lo que le quitó un poco el aliento.
-Vaya, creo que por eso la zarina las puso juntas. Me recuerdan al batallón sagrado de Tebas, lo leí en un libro, era un batallón compuesto por parejas homosexuales que siempre salía invicto...lo que hizo su ama sin duda fue una excelente jugada.
-¡Cállate ya! -Arlechino usó una combinación de anemo y pyro para tratar de quemar al viajero, quien usó un monolito de geo para evitarlo.
Llegando Chongyun por la retaguardia, antes de que pudiera lanzarse al combate, Shenhe lo agarró del brazo, adelantándose a él. Inmediatamente, y como era de esperarse, ella inmediatamente se abalanzó contra Columbina, pues no podría hacer mucho contra el pyro.
-¡¿Y quién eres tú, loca?!
-Soy la venganza... -Dándole un golpe bien dado en el abdomen con la punta no filosa de su lanza, causó que Columbina escupiera sangre de la boca.
-¡Agh, desgraciada!
-¡Columbina! -Arlechina trató de ir a ayudarla, pero ahí fue detenida por Chongyun, quien le impidió el paso a la vez que Shenhe seguía peleando con la mencionada.
La velocidad de la muchacha nunca había sido su fuerte, sin duda, y ahora era más lenta que antes, de cualquier manera, lo suficiente para evitar los ataques de la espada de su contraria, siendo todavía diestra para ello.
Aprovechando la distracción, Aether usó anemo para atraer las bolsas de las joyas y de las visiones para arrojárselas a un soldado de la geoarmada que iba corriendo a ayudar.
Como ya habían llegado refuerzos, pues el plan inicial era que no debían tardarse más de 5 minutos en el atraco, los fatui se vieron arrinconados por los aventureros, que ya eran más fuertes que los soldados.
-Bajen sus armas y entréguense. -Ordenó Aether, apuntando su espada mientras Arlechina detenía el espadón de Chongyun con poder anemo.
En cuanto a Shenhe, ella se enfrentaba a un duelo de fuerzas con Columbina, pues sus armas estaban pegadas, viendo quién rendía a la otra.
-Maldición... -Arlechina lanzó una llamarada de pyro a Chongyun, haciéndolo retroceder. -¡Retirada! -Ella y sus soldados se volvieron invisibles, que era la misma técnica de los cobradores, y en cuanto a Columbina, ella rindió su espada ante Shenhe, dando un salto hacia atrás para igualmente entrar en invisibilidad.
-¡Carajo, que no escapen, hay que buscarlas! -Cuando la invisibilidad de los fatui se acabó, se podían ver ya muy lejos, saltando entre los techos de las casas. -¡Maldición! -El muchacho volteó a ver a Shenhe, corriendo hacia ella. -¿Estás bien?
-Sí...tendré fuerza todavía...pero perdí resistencia. -La muchacha estaba respirando apuradamente, casi sofocada.
-Gracias por la ayuda...no las hubiera podido detener sin ti.
Ella no dijo nada, solo mantuvo la cabeza baja, mirando al suelo. Todavía se sentía peligrosa.
De regreso a la casa, todos se percataron que Paimon, Lan y Preservadora jugaban, la pequeña parecía divertirse mucho, algo que le llegó mucho a Shenhe, su niña era feliz, lo que le causó una sonrisa involuntaria, así como un sentimiento de tranquilidad.
Cuando las tres juguetonas se percataron de la llegada de los héroes, se alegraron mucho, especialmente preservadora, que fue directamente a ellos.
-Tomé unas fotografías de la niña, se ve tan tierna. Odio que esta cosa no existiera cuando eras niña, me hubiera fascinado tomarte fotos cuando te bañabas, o también cuando te enojabas, siempre te veías tan linda. -Ella mostró las mismas, y eran Lan y Paimon jugando, incluso Paimon tratando de cargar en el aire a la pequeña, pero no podía al no tener la fuerza suficiente.
-Vamos Preservadora, ¿ya empezaras con secretos vergonzosos? -Aether alzó una ceja.
-Oye, no lo puedo evitar. Ah, supongo que no saben la vez que Ganyu comió demasiados chocolates que se enfermó del estómago, lo gracioso es que apenas se recuperó, volvió a comer chocolates, pensé que ya había tenido suficiente con esos. -Rió ella, Aether y Chongyun se aguantaron una risa.
Sin embargo, Shenhe comenzó a llorar otra vez, haciendo que todos se pusieran serios. Ella simplemente se sentó en el sofá, rascándose una ceja mientras pensaba.
-Nunca había visto a mi niña tan feliz...ustedes le pueden dar un buen hogar, conmigo siempre correrá peligro, al igual que ustedes.
-Yo no estaría tan segura, Shenhe. Apenas te fuiste, tu niña comenzó a llorar mientras extendía sus bracitos para alcanzarte. Eres la única persona a la que le tiene confianza, supongo que solo se tranquilizó por el hecho de que bueno...somos muy parecidas. De cualquier manera, no estaría bien que la dejes sola.
-Shenhe, este es tu hogar. Somos tu familia...menos Paimon, Paimon sería la mascota.
-¡Oi, Paimon no es ninguna mascota, Paimon es la mejor compañera de viaje! -Exclamó ella, enojada a la vez que le daba un golpe a Aether, el que ni lo sintió.
-Tía Shenhe...tú y mi prima estarán bien aquí. Necesitas una familia, ¿no fue lo que siempre deseaste? Lo que pasó hace 2 años no volverá a ocurrir, ¿de acuerdo?
-¿Cómo puedo tener certeza de eso?
-Simple... -Preservadora tronó los dedos, dejando ver el alma de Shenhe, quien miraba con sorpresa a su maestra, pues no podía moverse ni reaccionar. -Sí, el hilo azul sigue bien apretado, no veo rastros del hilo negro que Lumine creó. De cualquier manera...
El procedimiento que hizo fue simple, ya que desamarró un poco el hilo azul, colocando el suyo, de color rojo, el que, al ser perfeccionado, solo podía ser retirado por ella, ni siquiera Shenhe tendría control de eso para que no volviera a suceder lo de la última vez.
De cualquier forma, Preservadora lo hizo con mucho cuidado, Shenhe había entrado en un trance, y todos miraban atónitos cómo es que se realizaba el procedimiento. Incluso la pequeña miraba con asombro.
Al terminar, pues ya había poco que hacer si no era más que volver a revisar que todo estuviera bien, Preservadora regresó el alma de Shenhe a su cuerpo, haciéndola salir del trance.
-¿Funcionó?
-Eso solo el tiempo lo dirá...aunque ciertamente alguien puede ayudarnos a comprobarlo. -Preservadora volteó a mirar a Chongyun.
-Maestra pero...no estoy listo. -Él bajó la mirada.
-Boberías, estás más que preparado. Yo misma ye enseñé todo lo que sé y lo que aprendí en este tiempo, así que si no estás listo, es una ofensa para mí como tu maestra.
-Chongyun...confía en ti mismo. Aunque lo curioso es que no sé ni de qué hablan. -Mencionó Shenhe, sudando una gota gorda.
El muchacho suspiró, extrayendo igualmente el alma de Shenhe a un plano físico, como exorcista era algo que debía aprender a hacer tarde que temprano. La mencionada entró una vez más en un trance, algo que le disgustó a Aether, pues prácticamente la mujer a la que amaba era usada como ratón de laboratorio.
El muchacho trató de desamarrar ambos hilos, solo logrando deshacer el azul, pero el rojo, por más que lo intentaba y energía elemental que utilizara, no podía ni siquiera aflojarlo, estaba prácticamente blindado. Antes de que se agotara su energía, simplemente amarró el hilo azul una vez más, suspirando de cansancio a la vez que se limpiaba el sudor. Shenhe regresó en sí.
-¿Qu-qué fue todo eso?
-Como lo esperaba...un hechizo simple, pero inquebrantable. Prácticamente el día en que yo muera ese sello quedará roto...pero odio admitir que viviré muchos más años que Shenhe. El lado positivo es que...podré conocer a mis bisnietos y a mis tataranietos. -Sonrió la adeptus, ahora mirando a la pequeña. -Y tú serás la encargada de eso.
-¡Ma-maestra! Lan ni siquiera sabe hablar, ¿por qué quiere que ya tenga hijos?
-Vamos Shenhe, nunca dije que ahora. Pero seguramente su hija será igual de bella que su abuela. -Preservadora fue y tomó de las mejillas a su alumna. -No sabes lo feliz que me siento de poder verte una vez más, de que ya seas madre, te guiaré en lo que pueda como la maestra que siempre he sido para ti pero... -La adeptus comenzó a llorar. -Por favor, llámame madre. No sabes lo mucho que me arrepentí de que nunca te pidiera eso cuando pensé que no te volvería a ver. Eres mi pequeña, y te protegeré de lo que sea necesario. Por suerte cuento con ayuda especial. Lo que pasó...luego podrás explicármelo a detalle, pero sé mejor que nadie, y sí, es una intuición de madre, solo sé que no pudiste hacer algo para impedir que alguien tan malvado te hiciera prisionera en tu propio cuerpo. -Finalizando, ella le dio un beso en la frente.
-Maestra...mamá, ¿de verdad puedo estar con ustedes sin temor a lastimarlos otra vez? Casi los mato a los 3, no quisiera que eso se volviera a repetir.
-Y no será. Buscaré la forma para que ese hechizo jamás se rompa, ni siquiera con mi muerte, ¿de acuerdo? Pero por lo que más quieras, hija mía...quédate. No te lo pido como maestra, sino como tu madre, que te buscó desesperadamente durante este tiempo y que pensó las cosas más horribles con tal de liberarte. Sabes a qué me refiero, seguro te acuerdas. Deberías temerme de que yo pueda hacerte daño, no al revés.
Chongyun igual se acercó al lío, tomando a su tía de una mano.
-Igual quiero que te quedes...nos haces mucha falta. Me alegra verte una vez más, y jamás te tuvimos miedo, siempre buscamos la manera de que regresaras a ser tú. Y ahora...cuidaremos de ti y de Lan.
-Chicos, yo... -Shenhe volteó a ver a Aether, que sostenía a Lan en brazos, para ella era conmovedor que su hija finalmente conociera a su padre, y más ahora que podría estar con su abuela y su primo, así que le sacara 16 años. (Esa es la edad del paletero, ¿no? ¿16 años?). -Me quedaré...lo hago porque parece ser que es seguro. Pero de verdad si yo...si pierdo el control, me iré y nunca más me volverán a ver, ¿de acuerdo?
-Eso no pasará de nuevo, estamos seguros. Igual, si eso te hace sentir más tranquila, aceptamos. -Mencionó Aether.
-Seguiré perfeccionando mi técnica de los hijos del alma para que nada pueda tratar de controlarte otra vez, ¿de acuerdo?
-Está bien...
Pasadas unas semanas, el cabello de Shenhe había crecido un poco, así como regresaba a ser blanco una vez más, aunque todavía quedaba mucho color rojizo en el mismo, así que solo era cuestión de esperar.
Aether paseaba con la pequeña Lan a la vez que Shenhe se mantenía detrás de ellos por el hecho de que iba paseando del brazo de Preservadora, preferían que los hijas tuvieran tiempo de calidad con sus mayores. Eso era un hecho, pues ya había pasado un tiempo y la pequeña ya no era tan recelosa con su padre al pasar tiempo con él, de ahí que fuera importante.
Caminaban por el mercado, Lan se bajó de los brazos de Aether, caminaba de forma tranquila y sin prisa alguna, claro que iba de la mano de su padre. (Ay, me acordé cuando fui al parque con mi sobrina y yo la agarraba de la mano para que no se cayera, fue tan lindo uwu). Shenhe siempre que veía algo así, se enternecía, pues al final de cuentas, ambos tenían el mismo color de cabello.
La pequeña tomó sigilosamente una manzana, escondiéndola detrás de su espalda, cosa de la que Aether no se dio cuenta, pero su madre y su abuela sí, por lo que ambas rieron, dándole una moneda al vendedor de frutas, caminando para llegar hasta la niña, quitándole la manzana para ir a lavarla.
-¿Eh? ¿Cuándo se la compraron?
-En realidad...la tomó y no te diste cuenta. Así que ten los ojos abiertos, Aether. -Rió Shenhe, regresándole la manzana a Lan, quien de inmediato le dio una buena mordida.
Preservadora vio que, al final de cuentas, ambos eran los padres de la pequeña, y si bien quería pasar el mayor tiempo posible con Shenhe, comprendió que lo mejor era a veces dejarlos solos. Los padres son los encargados de los hijos, no los abuelos, a menos que sea el caso.
-Recordé que tengo cosas por hacer, esos inventos no se hacen solos, debo poner a trabajar mi imaginación. -Preservadora regresó a su forma de adeptus, la niña solamente la vio con sorpresa, alzando sus bracitos para tratar de alcanzarla. Shenhe la cargó, y claramente Lan la acarició de forma suave...eso hasta que le arrancó una pluma. -¡Au! ¡Hum, solo se lo pasaré porque es mi primera nieta! Nos vemos, y cuídenla bien.
Emprendiendo vuelo, los padres y su hija se quedaron solos, tomando la pluma de preservadora. Aether la tomó y con la misma comenzó a hacerle cosquillas en la nariz a Lan, haciéndola reír para luego sacarle un estornudo en el cuál expulsó un moquito, causando la risa de sus padres. Claro, inmediatamente la limpiaron.
Una vez saliendo del mercado, no perdieron un segundo y fueron al puesto de juguetes, comprándole unos a la pequeña, quien estaba más que feliz. Aprovechando la situación, regresaron al departamento, en donde ambos jugaron con la pequeña, quien se la pasaba risa y risa.
Paimon, claramente, se unió al juego, pues al ser de la estatura, o poco más alta que su contraría, aparte de tener un espíritu infantil, era la más adecuada para jugar con ella. Pasaron las horas, y cuando la pequeña se cansó, la llevaron a dormir la siesta junto con Paimon, que igual cayó rendida.
Los dos esposos, que ahora usaban formalmente anillos de bodas, un detalle en realidad lindo, preparaban la cena para más al rato, pues igualmente dormirían un poco. Sin embargo, Aether abrazó por la espalda a Shenhe, sorprendiéndola.
-¿Aether?
-Nada...dos años sin verte fue muy duro. Desde que regresaste lo único que he pensado ha sido abrazarte hasta que me canse, si es que eso puede llegar a ocurrir. La verdad lo dudo mucho, y espero tú igual.
-Supongo que tienes razón. Yo también los extrañé mucho a todos, especialmente a ti pero...tenía miedo de lo que pudiera pasar. Ahora estoy más tranquila.
-Qué bueno. -El muchacho comenzó a besarle un hombro, aparte de pegarla a su cuerpo, su contraria volteó a verlo con una cara de cuestionamiento. -Te extrañé como no sabes...
-Vamos, aquí no. -Rió ella, sabiendo a qué se refería. En todo lo que llevaban de reencuentro, no habían hecho el amor.
-La niña está dormida y Paimon duerme como una piedra, un rapidín.
-Ay, Aether. A veces me causas tanta gracia. Espera a la noche, ahí es mucho mejor. Por ahora... -Ella se volteó, tomándolo de las mejillas para darle un beso en los labios, uno que le elevó los latidos del corazón hasta el cielo.
Curiosamente, para la cena llegarían Chongyun y Xingqiu, los que miraron con sorpresa la mesa, pues era de comida picante, en su mayoría, claro, lo reservado para el exorcista nunca faltaría y para la niña, que era mejor no darle algo picoso.
Lo más gracioso de la cena fue que Lan le dio a probar a Chongyun, prácticamente de manera obligada, del plato de Shenhe, que era comida picante. No es necesario decir que todos se soltaron a reír a la vez que el muchacho buscaba desesperadamente una de sus paletas antes de caer desmayado. Lo que era la pequeña, solo miraba de forma inocente, aunque con una sonrisa en sus labios.
La sobremesa terminó cuando los dos invitados se fueron y, llegó la hora de recoger la cocina y de dormir a las pequeñas, pues Paimon muchas veces contaba como una niña también. Aunque acabó la diversión en familia, pero no por eso en pareja.
Apenas se cerró la puerta del cuarto al asegurarse que eran los únicos despiertos, ambos cayeron en la cama, dándose una de besos como no se habían dado en dos años, comenzando a desvestirse con rapidez, metiéndose entre las sábanas. Lo más curioso es que, al mirarse a los ojos, Aether finalmente vio en los de Shenhe reflejada su alegría, ya no eran esos ojos apagados y sin vida que él conoció, lo que era muy bello.
Esa Shenhe ahora solo era alguien a quien solía conocer.
-Aether...te amo. Te lo he dicho ya y te lo repetiré. Sé perfectamente qué significa esa palabra, y por eso siempre te recordaré, todos los días de mi vida...que te amo.
-Yo también te amo más, Shenhe. Siempre cuidaré de ti.
-Cuidemos el uno del otro.
La noche se disolvió junto con ellos mientras hacían el amor una vez más. De manera mutua, se habían quitado el aliento, como la primera vez que se vieron...
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De locos...este fic me salió, literalmente, 16 veces más largo de lo que tenía pensando en realidad.
Pues bueno, vaya que esto es complejo de decir, este es el fic que más he tardado en escribir y, por lo mismo es que he tenido mucho contacto con ustedes por esa misma razón. En realidad, no tengo mucho por mencionar, salvo por el hecho de que creo que casi todos quedarán satisfechos con el final, y claro, me parece que el temor de Shenhe era comprensible, pero también las motivaciones de Preservadora y el viajero.
El final la verdad lo siento que fue metido con calzador, siendo eso porque bueno...creo que era el final que todos querían uwu aunque también puse muchas piedras en el camino, pues no pensaba terminar el fic así, en realidad lo creí que acababa el capítulo pasado pero sentí que sería soso porque no se explica mucho
Ojalá les haya gustado toda la historia, especialmente el final que es lo más importante :3
Gracias por quedarse hasta el final! uwu
Siempre tuyo:
-Arturo Reyes.
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