Capítulo 14.-Los nuevos hilos.
Habían pasado tres días más en el descanso que se habían decidido dar, la cosa era más o menos la misma: abrazos y besos a cualquier hora del día, al momento de bañarse en la cascada, Paimon y Shenhe lo hacían juntas mientras que Aether lo hacía junto a los jabalíes que de vez en cuando se colaban pero que huían de inmediato cuando él invocaba un monolito de geo para asustarlos.
No es que no deseara ver el cuerpo desnudo de su novia, que vaya que tenía atributos más que necesarios para dejar sorprendido a cualquiera, sin embargo, eso no era lo importante ni por asomo, sino que prefería respetar su privacidad y que cuando ella decidiera que era buen momento, lo haría.
Por su parte, Shenhe tampoco tenía mucha curiosidad en ver la desnudes de su compañero, eso no le iba ni le venía, lo que le importaba a ella era que pudieran besarse y abrazarse a todas horas, eso sí que era su actividad favorita a todas horas del día o de la noche.
Esa tarde ambos se habían dormido en el sillón mientras leían el mismo libro que llevaban, Paimon estuvo con ellos, más que nada abrazando uno de los muslos de Shenhe para que no tuviera frío en los mismos y ella, para también calentarse el cuerpo.
Resultaban lindos, Shenhe estaba en el pecho de su contrario mientras lo tomaba de la mano, Aether miraba hacia arriba, y Paimon estaba hecha bolita en los muslos de la ya mencionada a la vez que le tenía su otra mano en la mejilla de la pequeña. Serían lo más equivalente a una familia feliz.
Amaneciendo el último día de su descanso, todos decidieron sacarle provecho al máximo, no es que hubiera una gran cantidad de cosas qué hacer en la aldea o en sus cercanías, sin embargo, lo que les gustaba era la calma y tranquilidad que buscaban, la misma se vería interrumpida por dos personas muy en específico.
-¡Ya, tío, deja de molestarme con eso! -Exclamó Chongyun, se escuchaba su voz pero no lo veían, eso hasta que dieron con un almacén con la puerta abierta y varios libros apilados fuera de la misma.
-¿Je? ¿Qué te da miedo pensar que hay ratas? Me causa sorpresa, no le tienes miedo a los fantasmas pero sí a una ratita. -El muchacho comenzó a imitar el ruido que harían las mismas, por lo que Chongyun salió de la cabaña.
-¡O-oye, no las llames, ya déjate de juegos, ti...! -Se cayó al ver quiénes venían. -Tía Shenhe, viajero, Paimon, ¿qué hacen por aquí?
-Ay, ¿crees que caeré en ese viejo truco? Vamos, ¿cómo por qué tu tía estaría...? -Al asomarse a ver, Xingqiu se quedó más blanco que un papel al ver que, en efecto, Shenhe se encontraba frente a él y con un gesto no muy amigable. -¡O-oh, pe-pero si es la tía de mi buen amigo! ¡N-no vaya a pensar que estaba molestando a su sobrino, y-yo sería incapaz!
-¿Ahora quién es el cobarde? -Rió Chongyun. -¿Qué hacen por aquí?
-Descansando. Realmente no la hemos pasado muy bien que digamos, ¿y qué mejor lugar para alejarse de todo que Chingtse?
-Buen punto, de hecho fue buena idea.
-En fin, Chongyun, tengo que decirte algo importante, ¿puede ser en privado?
-Sin problemas.
Ambos jóvenes empezaron a caminar, Xingqiu solo se puso nervioso ya que no sabía cómo es que reaccionaría su contraria, con eso que pensaba que siempre quería golpearlo, y más ahora que lo había atrapado molestando a su sobrino.
Realmente Aether no encontraba palabras para expresar lo que debía decir, y es que ciertamente no era muy fácil decirle a uno de sus amigos más cercanos que ahora tenía una relación sentimental con uno de sus familiares. Tenía que hacerlo ya que de todos modos lo sabría, solo que era mejor que fuera de sus propios labios.
-Entonces, tío, ¿qué quieres decirme? Vaya que nos fuimos lejos.
-Hem...quizá de ahora en adelante cuando me llames "tío" será de forma literal. -Dijo él, apenado mientras se rascaba la parte trasera de la cabeza.
-¿De qué me estás hablando? -Notoriamente Chongyun estaba confundido.
-Digamos que...Shenhe y yo...somos pareja. Ambos llevábamos enamorados un tiempo y hasta hace unos pocos días, de hecho fue aquí en la aldea donde nos confesamos. Sé que no es algo que debiera haber hecho pero...no podía guardar mis sentimientos.
-Carajo... -Él se sentó en el suelo. -No pensé que fuera algo así lo que ibas a decirme. Diablos...mi amigo es novio de mi tía que apenas llevo pocas semanas conociendo...eso me parece tan surrealista.
-Espero que por esto no vayamos a dejar de ser amigos. De verdad perdóname, es que ella...la amo mucho, no puedo renunciar a lo que siento.
-No, no es eso. No me molesta o me enoja, Aether, me alegra que mi tía sea feliz, ¡pero serás cabrón! ¿Por qué no me lo habías dicho antes? Hubiera podido ayudarte en eso.
-No importa ya. No niego que hubiera necesitado tu ayuda pero todo salió bien. Ahora...¿te molestaría tener primos pronto?
-¡Di eso de nuevo y te rompo los dientes! -Aether se soltó a reír mientras que Chongyun se levantaba muy enojado.
-Era broma, amigo...lo que no es broma es que ahora, quieras o no, me deberás llamar tío...
-Te odio...no te haces una idea de cuánto.
-No te preocupes, te daré tu mesada. -Aether siguió riendo, el muchacho solo se comió una paleta debido a que comenzaba a subir su temperatura por el enojo que se estaba pegando.
Ambos regresaron a su lugar y ahora Chongyun tomó de las manos a Shenhe, quería hablar de ese tema en privado. Aether solo rió, Xingqiu suspiró pesado, incluso estaba sudando de los nervios que le causaba la tía de su mejor amigo.
Hablando con él, le comentó que estaban de viaje para seguir buscando más pistas de la famosa Ninfa del estanque, pues habían encontrado algunos tomos y que otros que tenían habían desaparecido, lo que no tenía mucho sentido, ¿alguien se había enterado?
Después de todo, algo así era poco creíble, y según la leyenda, la Ninfa cumpliría todo deseo a un alma desesperada, ya fuera ser la persona más rica del mundo, o la que tuviera más poder. Eso era complicado de saber, quizá algún torpe ladrón de tesoros quiera dinero fácil o algo por el estilo.
Chongyun regresó más molesto de lo que de por sí ya estaba, comiéndose otra paleta, Shenhe reía, y cuando Paimon preguntó por qué, era porque le contó los mismos chistes que Aether, y esos eran que si no quería un primo para navidad o, en su defecto, que tendría que decirle ahora de forma literal tío a Aether.
Esos chistes no le hacían ni la más mínima gracia, por lo mismo es que, y para regresarles la jugada a ambos, más que nada a Shenhe, Chongyun tomó de la mano a Xingqiu, quien se extrañó.
-Pues si se trata de declaraciones, tengo que decirles que Xingqiu y yo somos novios. -Todos lo voltearon a ver con mucha sorpresa, incluso el mencionado.
-¡¿Qué?! -Exclamó él.
-Hum, ya se tardaban en admitirlo. -Se rió Aether.
La única que no decía nada era Shenhe, simplemente se tronó los dedos, con una mirada nada agradable en su rostro.
-Oh, pues yo creo que eras, porque Xingqiu sufrió una aparatosa caída que le costó la vida. -Sonrió, uno de sus ojos tenía un tic.
-¡Era una broma, era una broma, señora! -Farfulló Xingqiu, notoriamente asustado.
-¡Tía Shenhe, relájate, solo era un chiste!
Cuando ella tomó de la camisa al muchacho, lo levantó del suelo, causando que incluso Aether corriera a ella para actuar, pero lo único que ella hizo fue simplemente darle un beso en la mejilla, comenzando a reír apenas lo bajó al suelo.
-Ya lo sabía, su propia expresión lo delató. -Siguió riendo. -Pero quería que el estafador resultara estafado y...vaya que me salió bien.
El muchacho de hydro solo se sentó en el suelo, abrazando sus piernas, Shenhe le acarició la cabeza, sonriéndole.
-Vamos, tranquilo. No soy esa clase de persona que crees. Aunque bueno, solo dile a mi sobrino que no haga esos chistes porque siempre seré yo la que ría al último.
Para la hora de la comida, los cinco habían decidido comer juntos en donde se hizo mención de que ahora Shenhe y Aether eran novios, Xingqiu no pudo evitar reírse al decirle lo mismo a Chongyun sobre los primos y que ahora Aether era su tío de forma legal, ya no era un simple dicho.
-¡Al carajo, ya no le llamaré así a Aether aunque ahora tengo la obligación! -El muchacho comió de su plato con notorio enojo, todos se rieron. Era una verdad después de todo, aunque no quisiera admitirlo.
Acabada la comida, y aunque faltaba todavía muchas horas, prefirieron arreglar sus maletas para tener todo listo, pues se irían después de desayunar, que sería especialmente temprano. Por lo mismo es que, así era, empezaron a despejar la casa y solo dejaron afuera lo más indispensable, que era justamente lo que ocuparían mañana.
Paimon no quería irse del todo puesto que en ese lugar había mucha tranquilidad, lo único positivo de regresar a la ciudad era la comida que había muy de sobra en el puerto, y con eso es que se terminó de convencer de regresar.
Mientras que Aether y Shenhe sabían algo en concreto: ya no quedaba mucho dinero, y eso quería decir en que lo ideal era trabajar en el gremio o con el ministerio de asuntos civiles, pues el tiempo de ocio no es que generara dinero.
Ya habían descansado lo suficiente, era hora de regresar a la acción, sin embargo, esa noche, ya de madrugada, ambos se acostaron para de inmediato comenzar una sesión de besos, los que prontamente fueron escalando por iniciativa de la muchacha. Las caricias no se hicieron esperar en ambas partes como era según su costumbre, solo que ahora había algo de diferente.
Ambos sentían un cosquilleo en el abdomen bajo, Aether sabía de sobra qué era, pero Shenhe no. El muchacho quiso probar algo nuevo, por lo que bajó sus besos al cuello de la muchacha, la que dio un gemido, algo que le sorprendió a ella, pues nunca había dado uno en ese tono.
-¿A-Aether...? ¿Qu-qué estás haciendo?
-Y-yo...no lo sé... -Él no detuvo sus besos, quería seguir bajando, pero no quería hacerlo, Shenhe llevó su mano hasta el trasero de Aether, apretándolo con fuerza, lo que a él le sorprendió, ¿era una forma de decirle que podía pasar a segunda? Él se quitó la camisa, esperando la reacción de su contraria.
-¿Ti-tienes calor? -Le susurró, notoriamente excitada.
-Mucho... -No era mentira después de todo.
-Yo igual. -Tampoco era mentira, así que él, con un toque de seda en las yemas de sus dedos, le quitó la playera de dormir a Shenhe, dejándola desnuda del cuerpo, por lo sensible que se encontraba, sus pezones estaban erectos, por lo mismo es que él comenzó a besarlos.
Shenhe experimentó algo que nunca antes en su vida, realmente ella jamás se había masturbado o acariciado de alguna manera, por lo que aquellas acciones del muchacho la llevaban a un lugar desconocido.
Se mordía los labios mientras gemía ahogadamente, él llevó su mano a la intimidad de la chica, notando que estaba húmeda, y por encima de la ropa, le acarició la entrepierna. Su contraria se retorció por el placer.
-¿Qu-qué es esto que siento? Ja-jamás nadie me había hecho sentir esto.
-Me gustaría poder responderte, siéndote sincero no lo sé.
-Qu-quizá si... -Shenhe llevó su mano a la entrepierna del muchacho, acariciando lo que tenía entre la misma, él gimió de inmediato. -S-si hago lo mismo que tú me haces a mí.
Estuvieron unos pocos minutos así, tocándose mutuamente mientras gemían silenciosamente, juntaron sus frentes, y aunque no estaban tapados, sudaban, pues la pasión era como una llamarada que los consumía.
Aether sí que sabía qué era lo que pasaría después, mientras que Shenhe pensaba que eso era todo lo que se tenía que hacer aquella noche, pero no fue así, pues cuando el muchacho se colocó sobre ella para darle un beso en el abdomen, comenzó a bajarle el pantalón de dormir, encontrándose de inmediato con su intimidad.
-¿E-esto es necesario? -Preguntó ella, sonrojada.
-S-sí... -Ahora él se quitó el pantalón, dejando en claro que estaba más que listo cuando una erección ya bien formada salió de su ropa, Shenhe se sorprendió, era la primera vez que conocía el aparato masculino de vista.
-S-si te soy sincera...pensé que ibas a tener lo mismo que yo, pero es muy diferente. -Le confesó, confundida.
-El cuerpo de los hombres y las mujeres está hecho para complementarse de manera muy bella. E-espero no lastimarte. -Acercándose con mucho cuidado y lentitud, el muchacho comenzó a entrar en su contraria, ella de inmediato abrió los ojos de la sorpresa, gimiendo de manera fuerte, a los pocos segundos comenzó a dolerse, enterrando las uñas en los hombros de su amado.
-M-me duele, Aether... -Le susurró.
-Pe-perdón...quisiera que no fuera así pero no hay de otra.
Él siguió con lo suyo, Shenhe lo recibía con dificultad, era su primera vez, pero el sentimiento de que aquello era de lo más especial le llegaba directamente al corazón, sabía que lo que fuera que estuviera haciendo, era por lo mucho que se amaban los dos.
Los besos que se daban bajaron mucho de tono, curiosamente. Ahora eran relajados, como se lo permitieran sus gemidos y sus respiraciones, que eran en realidad muy agitadas y poco armoniosas, de cualquier manera, eso no impedía que, al menos por parte de Shenhe, ella le siguiera acariciando la espalda con la yema de sus dedos, lo que le ponía la piel de gallina a Aether.
De hecho, lo más gracioso resultaba en que, de hecho, abarcar todas las curvas de Shenhe sería equivalente a querer dar un mordisco más grande del que en realidad se puede, y de todos modos el muchacho sí que podía, con un poco de complicación, pero hacía lo que podía.
Era equivalente a una pieza musical perfecta: relajado en algunas ocasiones, inclusive tímido, como si fuera un momento accidental, y por otros momentos, agitado, sin que pareciera tener fin alguno, lleno de calor, era como una forma de cambiar de batuta, dependiendo de quién fuera el que tuviera la iniciativa.
Al llegar un momento más idóneo, ahora el asunto resultaba ameno, claro, todo iba fluyendo y desenvolviéndose poco a poco. Shenhe quedó de lado, su cuerpo de reloj de arena estaba completamente desnudo, a un lado de Aether, él la abrazaba mientras la besaba en los labios y ella movía su cadera con cierto cuidado.
Esa posición era bastante agradable para ambos, ya que eran de lo más kinésicos, ya se ha mencionado antes que sin abrazos o besos la cosa entre ellos no era igual. El sudor que recorría sus cuerpos en ese momento les daba lo mismo, mientras pudieran estar unidos, les bastaba y les sobraba de verdad.
Ahora Aether era quien tomaba la batuta, ya que tomando las piernas de Shenhe, las colocó con cuidado sobre sus hombros, dándole un beso a su pantorrilla izquierda, adentrándose de nuevo en su ναgiηα para comenzar a moverse con más velocidad pero manteniéndose cuidadoso de no lastimar a la primeriza muchacha, que bueno, también era su primera vez.
Ella gemía sin detenerse, aunque eran muy susurrados, podía llegar perfectamente a los oídos del muchacho, lo que era música para los mismos, eso le indicaba que iba bien. Queriéndose poner un poco juguetón, él llevó una de sus manos al seno izquierdo de Shenhe, cuya piel se puso de gallina ya que los dedos de su contrario estaban fríos en comparación de su cuerpo que estaba caliente como tetera silbante.
-Dame tu mano, Aether. -Le pidió ella, y así fue, ambos se tomaron de la mano, sus palmas estaban sudorosas, lo que podría resultar incómodo en cualquier otra situación, pero en esa no, los cabellos de ambos estaban hechos una locura y no se habían cansado para nada, lo único que podía impedirles seguir sería la fatiga corporal, aunque quisiera seguir haciéndolo.
Querían besarse, pero comprendían que no estaban en la mejor disposición para lo mismo, de cualquier manera, el tacto que tenían con su mano era lo mejor, Shenhe tenía los ojos cerrados, por su parte, Aether los tenía despiertos, mirando en la obscuridad de la noche cómo es que se movía, era bello en todo el sentido de la palabra, no solo porque fuera algo sexual.
Cuando el muchacho comenzó a cansarse, prefirió retomar la posición casi inicial, así que ambos se pusieron "de cucharita" para que Shenhe fuera quien moviera sus caderas a su ritmo para que le fuera más cómodo a su cuerpo que todavía comenzaba a abrirse a esas experiencias.
Ahí, él la abrazó, sus palmas estaban en total contacto, por lo mismo es que sentía en plenitud la piel de su amada. Ella, por su parte, lo tomaba de la nuca, acariciándole la cabeza, un poco impedida por la coleta del muchacho, aunque sí que podía lograr su cometido, que era que sus labios no se separaran por un solo segundo.
Lo único que interfería con sus besos, y por segundos ni eso, eran los gemidos que daban en algunas ocasiones, Shenhe, cuando estaba por terminar, se mordió los labios, moviéndose lo más rápido que pudo, causando un placer especial en su contrario, juntó su frente con la de él, apretando sus ojos, y cuando así fue, un gemido ahogado, que no salió de su garganta apenas y se pudo escuchar.
Aether, notando que ella estaba perdida en su placer, prefirió seguir moviéndose para que ella llegara lo más alto posible, y en efecto, lo logró, el primer orgasmo en su vida llegaba, por lo que incluso una risa le salió al nunca haber experimentado una sensación mínimamente parecida, así que solo abrazó más fuerte a su contrario.
La siguiente posición que tomaron no fue muy complicada, Aether se arrodilló en la cama a la vez que tomaba de la cintura a Shenhe, ella le acariciaba los brazos o, descubriendo todavía su sexualidad, se acariciaba los senos de forma suave y delicada, lo que causaba que su contrario tuviera un trabajo más sencillo.
La forma en que se movía era delicada, los dedos de los pies de su contraria se contraían con cada movimiento de su contrario, mientras seguía gimiendo con delicadeza, y su contrario no era muy ajeno, pero lo suyo era más bien guardar silencio.
Aquello que más le gustaba eran los gestos que su contraria hacía, le parecían hermosos y, claro, lo excitaban más, de todos modos, prefería centrarse en seguir complaciendo a su amada, que era lo que le importaba.
Ella lo tomó de los brazos para indicarle que lo prefería que se acercara a ella, y así fue, ambos estuvieron juntos, y mientras Shenhe lo abrazaba con fuerza, torciendo un poco los ojos por el placer, lo recibía con gusto, incluso llevando sus manos a su trasero para apretarlo, así como empujarlo más adentro de ella.
Los besos cesaron rápido, de hecho, pues el chico más bien bajó hasta los senos de la muchacha, chupando los mismos con cuidado, usando su lengua para estimularlos más, y eso volvía loca a su contraria, por supuesto.
Cuando el chico se volvió a cansar, pues pasaron varios minutos en esa posición, ella se colocó arriba, la posición que tomarían sería de lo más sencillo para la primeriza muchacha, pues tenía que mover su cadera de atrás hacia adelante, estando ambos arrodillados en la cama, así se abrazaban mucho mejor, haciendo que sus manos recorrieran la totalidad de sus cuerpos, pues se tocaban y acariciaban de los pies a la cabeza, y eso eran ambos.
Aether no se medía en lo absoluto al tocar al trasero de su contraria, pues claro, era de lo que más destacaba de su figura, así como sus senos, solo que ahora prefería tocar sin empaco lo que tenía, y nunca mejor dicho, al alcance de sus manos.
A Shenhe, muy por el contrario, le excitaba tocar la línea de la espalda del muchacho, y claro, que él la tocara con esa pasión le gustaba, no deseaban tener limitantes en la forma en que se acariciaban, se habían reprimido mucho sin saberlo, y ahora toda esa energía explotaba.
Shenhe dejó de besar los labios de su amado por unos pocos segundos para concentrarse más bien en darle dos besos en la mejilla, lo había hecho por impulso, solo quería demostrarle una forma de afecto.
Al caer de nuevo en la cama, ahora ella tenía la batuta, pues estaba sobre Aether, lo sujetaba de las muñecas, apretando las mismas para que no pudiera moverse, y sí, ella tenía la fuerza necesaria para hacerlo si es que se lo proponía, movía su cadera, dejando sin posibilidad a su contrario, pues ahora él gemía, lo que le causaba mucho gusto a su contraria.
Su cadera se movía de una manera que enloquecía al muchacho, el que por los gemidos que tenía, se quedó casi literalmente sin habla.
Estaba llegando a su punta máximo, y la cosa solo se ponía mejor para él cuando ella, de forma perversa pero experimental, le besaba el cuello y le daba muy tímidas lamidas, pues lo mismo, para experimentar que causaba en su contrario.
-Sh-Shenhe... -Susurró él, ella le dio un beso rápido en los labios.
-Te amo, Aether. -Sonrió, cerrando los ojos para recostar su cabeza en el pecho del muchacho, solo para darle un beso al mismo y seguir moviendo su cadera de esa forma tan a su manera.
Él, ya definitivamente sin poder soportar más, trató de decir que lo mejor era detenerse, no lo logró, así que solo acabó dentro de la muchacha, la que de inmediato sintió el líquido en su interior, lo que le causó sorpresa, y más al muchacho cuando se percató de qué había pasado.
-Oh... -De inmediato, el muchacho se puso nervioso, pero no hubo tiempo de explicar ya que Shenhe se acostó en su pecho, dándole algunos besos en la mejilla. Supo que la actividad había acabado ya, y no estuvo mal, realmente su corazón latía fuertemente y, sin duda alguna, amaría más a Aether desde esa noche.
-Te amo, Aether.
Él simplemente se dejó llevar, mañana explicaría todo. Había tiempo de sobra, o eso deseaba pensar. Solo se alzó de hombros, dándole un beso a Shenhe, recostándose a su lado, estando abrazados una vez más en la calidez de las sabanas.
-Y yo a ti, Shenhe. -Sonrió, se dieron el último beso del día.
En algún lugar de Liyue, Lumine seguía con el mapa entre sus manos, varios de sus nuevos generales, ya más formados en combate, se encontraban a su lado. Seguían planeando la mejor estrategia para la invasión que se esperaba realizar en las próximas semanas, solo quedaban algunas fichas por mover.
-Quiero probar que todo vaya en marcha, caballeros. Ya tenemos una ficha valiosa...pero necesitamos todas las que necesitemos. Ya saben, los objetivos son simples: Keqing, Baizhu, si se encuentra por aquí, el undécimo de los fatui, Tartaglia, Yao Yao y, si es posible, a la capitana del alcor...¿cuál era su nombre?
-¿Beidou?
-Ya saben lo que tienen que hacer con ellos, ¿de acuerdo? No aceptaré fallos en el plan, y si hay equivocaciones, se pagará con la muerte. No podemos perder, el movimiento de liberación está puesto en marcha.
-Sí, princesa.
-Ahora...las primeras impresiones, hay que ir afinando todo. -Lumine sonrió, tronando sus dedos. Eso marcaría el inicio de su campaña contra Celestia.
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Ta' potente el 🍋
Seguramente ya muchos lo esperaban y ahora sí se cumplió el que pasara, ojalá y les gustara, porque...tiempos obscuros se acercan, Harry.
No diré más pero ya sabrán por dónde van los tiros, de todos modos aún se seguirá disfrutando de la relación de Aether y Shenhe, que al final es lo importante en esto jsjsjs
Nos vemos el próximo lunes, de verdad deseo que la espera del 🍋 haya valido la pena, si no pues :'v
Hasta la próximaaaaaa -se va epicamente con dupsted de fondo-
Siempre tuyo:
-Arturo Reyes.
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