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Capítulo 12.-La Aldea Chingtse.

Lumine se encontraba en su base de operaciones, teniendo un mapa de Liyue en su mesa al que daba manotazos de forma continua, dos de sus emisarios se encontraban a su lado, notoriamente asustados del mal genio de su princesa, pues incluso el rostro lo tenía enrojecido de la furia que guardaba.

-¡No, no, no, no, no! -Farfullaba mientras golpeaba la mesa. -¡¿Tres de mis mejores generales muertos por los hijos del diablo y por un don nadie?! ¡Tienen que estarme jodiendo!

-Varios miembros de la Inteligencia han dicho en sus reportes que no se apegaron al plan, princesa. Vieron al arma y prefirieron secuestrarla, pero pasó lo que...

-¡Ya sé lo que pasó! ¡Ellos eran candidatos a ser mata arcontes, y están muertos por seres muchísimo más inferiores que el arconte más débil! -Ella se sentó en su pequeño trono, tomando aire a la vez que se llevaba la mano a la cabeza. -Esto no puede estar pasándole a la orden, ¡no, no lo acepto! ¡Si mis tres mejores generales murieron en menos de cinco minutos, ustedes inútiles, ¿qué harán contra la cabra anoréxica?! ¡O ni siquiera ella, sino cualquier perdedor con una visión, será una vergüenza para mi ejército!

-Tranquilícese, princesa, todavía queda el plan de la compañera de su hermano.

-Cállate, a mí no me recuerdas lo que ya sé. -Ella bebió un poco de agua, su mano le temblaba del enojo. -Eso no servirá si mis soldados son indisciplinados y débiles, lo que importa ahora es hacer a nuestras filas fuertes y que puedan matar a cualquier portador de visión, ella se encargará de los arcontes...solo quiero saber qué relación tiene con mi hermano...odio decirlo pero...el que esté de encimosa con él hará que Aether sea un obstáculo para nuestra lucha.

-¿Está celosa? -Preguntó uno de los bardos.

-No, así que no lo digas otra vez, idiota. Quiero evitar que él sea un daño colateral ya que es tan obstinado que no dudo que, si su relación es muy personal, incluso dé la vida por esa mujer.

De regreso a la ciudad, muchos ayudaban con las tareas de reconstrucción, entre ellos Paimon, que tenía un pequeño casco de construcción y un martillo que le costaba trabajo llevar, el que se lo terminó dando a Chongyun.

Shenhe cargaba varias planchas de madera en su hombro, sorprendiendo a los obreros que ayudaban en aquellas tareas, pues ni siquiera el más fuerte de ellos podría cargar con semejante peso, Aether usaba sus poderes anemo para que el concreto secara más rápido, así como volver a levantar paredes de piedra que se terminaron cayendo en el combate.

Llegado el descanso, todos se detuvieron a comer, por supuesto, Xiangling había preparado unos panes Gouba para que sus amigos tuvieran la energía que necesitaban, por lo que sonrieron de forma amigable al ver aquel plato que les recordaba tanto a ese oso gracioso que se paseaba siempre a su lado.

Los mismos estaban deliciosos, por supuesto, ya lo único que deseaban era ir a descansar, quizá, a alguna de las aldeas cercanas a la urbe, o quizá hasta la aldea Chingtse, pues el lugar era tranquilo e ideal para ir a descansar, aparte de que ahí podrían rentar alguna pequeña casa para darse unas merecidas vacaciones que, sin duda alguna, les hacían más que falta, especialmente a Aether.

El trabajo de reconstrucción terminó a las 4 de la tarde, así que apenas llegaron al departamento, todos se bañaron para quedarse limpios, y seguidamente de eso una buena siesta fue lo que continuó, la que solo fue hasta las cinco y media de la tarde.

La primera en despertar fue Shenhe, justamente, y estirándose, se percató que el moño que amarraba su cabello, así como su listón, no se encontraban en su cabello, por lo que sus hermosos mechones caían sobre su espalda como si fueran una cascada platinada.

Ella buscó en varios lugares, no encontrando nada para desgracia suya, por lo que, por simple curiosidad, abrió el cajón de la mesa de noche de Aether para ver si por alguna casualidad ahí se encontraba, pero no era así.

Lo que sí que encontró entre el montón de papeles era un sobre, el que parecía ser un recibo, por lo que pensó que ya habían llegado las deudas, y no conocía bien las finanzas de Aether, así que lo abrió, llevándose la sorpresa de que era una carta para ella.

La comenzó a leer de inmediato, leyendo cada palabra que le parecía de lo más bella, haciendo que su corazón comenzara a latir con fuerza, pues no se creía lo que tenía ahí, una sonrisa involuntaria se esbozó en sus labios, así como una humedad se acumuló en sus ojos.

Ojalá pudiera decirte todo esto, pero no creo que seas capaz de entenderlo, y si pudieras sentir amor, desearía que fuera por mí, sé que te pido demasiado y por eso mejor no hacerlo. Shenhe, ahora te diría que te amaría incluso aunque tenga que enterrar lo que siento por ti, pero no lo haré, pues no dejaré ni un solo atisbo de este fugaz amor.

No estaba fechada, pero se notaba que era antes de que su maldición fuera rota, así que solo miró a su contrario dormir, guardando la carta. Aether estaba enamorado de ella, y lo sabía, por lo que su felicidad no pudo ser más grande debido a que, naturalmente, Shenhe también lo estaba de él.

En ese momento quería abrazarlo con fuerza, besarlo, decirle todo lo que sentía, pero no debía precipitarse. Mientras daba vueltas por la habitación, ella miró el calendario, notando que el viaje estaba cerca...así que lo mejor sería que se le declarara durante el mismo.

Aether comenzó a despertar, tenía en sus manos el listón rojo y la visión de ella, eso explicaba por qué no los encontraba, y todo tenía sentido ahora. No importaba, pues descubrió algo que le era de lo más valioso. La muchacha solo le dio un beso en la mejilla al muchacho, el mismo lo sorprendió, causando un sonrojo en sus mejillas.

-Despierta, todavía quedan muchas cosas por hacer. -Le susurró, mientras le acariciaba la espalda.

Esas cosas por hacer eran, en realidad, dar un paseo en soledad por el puerto, lo que era divertido para Shenhe, le pidió que fueran del brazo, como era costumbre, el ambiente era complicado si se tomaba en cuenta los besos que se habían dado anteriormente.

Shenhe no sabía muy bien el significado de los mismos, comprendía que le gustaban, y ahora sabía porque Aether, de entre tantas mujeres con las que convivía, era la única con la que tenía ese gesto, pues estaba enamorado de ella.

La sonrisa de felicidad en Shenhe no podía ser más grande, cosa que le causó curiosidad a su contrario, ayer la situación había sido casi de vida o muerte, y ahora estaba como si nada, muy feliz de que la vida pasara por sus pies.

-¿Sucede algo? Te noto muy contenta.

-Me enteré de algo que me puso muy de buenas. Eso me lo reservo para mí...aunque podría decírtelo en el viaje.

-¿Por qué hasta el viaje?

-Secretos de mujer, Aether. -Sonrió ella.

-De acuerdo...

Las linternas todavía adornaban la ciudad, eran muy pocas, algunos fuegos artificiales eran lanzados por la gente que conservaba algunos cuantos que se vendieron en el rito, haciendo que el ambiente festivo no se apagara por completo todavía, ver las luces, los colores, todo era maravilloso.

Podían tener una velada especial a pesar de que ayer había pasado lo mejor, de cualquier manera, la muchacha siempre había estado fuera de sintonía en toda su vida, un evento más en esas condiciones no le haría daño, sin duda sería especial y más que eso siempre y cuando estuviera al lado del chico que le gustaba.

Llegando al final del puerto, pues nunca dejaron de caminar, notaron a los vendedores gritando los precios de sus productos, ellos fueron hasta la parte más solitaria de todo aquel lugar, ya que, sin duda alguna, tenían mucho por ver todavía.

Ambos miraban el oleaje del mar, el brillo de la luna ahora no era tan impresionante como ayer, la misma se encontraba cubierta por las nubes, además de que la posición no era, ni de lejos, la mejor, así que eso arruinaba un poco el ambiente, ¿y qué? Estando ellos dos a solas no podía haber nada mejor.

Apenas estuvieron completamente solos, se tomaron de la mano, lo que era un sentimiento que les agradaba mucho, ese contacto, esa cercanía, que aunque fuera solo su mano, es como si se tocaran el corazón.

-Oye, Shenhe... -Aether pensó que el momento era ideal.

-Te escucho.

-Quiero decirte que te quiero mucho.

-Oh, bueno, yo también te tengo mucha estima.

-O sea sí...pero yo te quiero mucho. -Siguió él, tímido.

-Por eso somos amigos, ¿no?

-Sí, pe-pero yo te quiero mucho, pero mucho.

-L-lo suponía...y-y yo también te quiero mucho.

-Yo te quiero...bonito.

-Aether, ¿estás intentando decirme algo en especial? -Shenhe rió, le causaban gracia los intentos de su contrario por tratar de decirle acerca de sus sentimientos, el muchacho solo se sonrojó más de lo que ya estaba, ella lo tomó del mentón, haciendo que la mirara directamente a los ojos, el muchacho pestañeó varias veces. -Siendo el caso, deberías ser más claro.

-Pu-pues yo...e-estoy... -Mientras iba acercándose, de sus labios saldría "estoy enamorado de ti" por lo mismo es que la muchacha, sabiendo que le daría un beso, también estuvo dispuesta al mismo, y cuando estaban a punto de dárselo, Chongyun cayó de espaldas detrás de ellos, causando que sus contrarios quedaran pálidos de la sorpresa, así como boquiabiertos y con deseo de desaparecer.

Todo se aclaró, más o menos, cuando el muchacho se levantó del suelo con la cara grisácea así como un mechón de cabello prendido, por lo que Shenhe, reaccionando, se ensalivó los dedos de índice y pulgar y apagó la pequeña llama que se encontraba en los cabellos de su sobrino.

Hu Tao llegaba corriendo junto con Zhongli y Xingqiu, el más anciano de los ahí presentes simplemente le dio un zape a la directora, causando que ella sacara la lengua para luego sobarse la cabeza.

-¡Bien hecho, pudiste causar un accidente muy grave! ¡Usar como conejillo de indias a Chongyun fue lo menos ético que pudiste haber hecho!

-¡Oye, eran fuegos artificiales con polvo de chile gueyun, quería ver su poder explosivo...! Solo no pensé que se taponarían por esa misma razón...

-Maldita sea, creo que necesito una paleta de urgencia. -El rostro del muchacho se estaba poniendo rojo.

-Sí, es lo mejor o te terminarás desmayando.

Todos notaron la presencia de ambos enamorados, los que miraban a otro lado, ambos jugando con su cabello.

-Creo que interrumpimos algo importante...¿verdad? -Xingqiu hizo un gesto "😬" mientras que Zhongli le dio otro zape a Hu Tao, desacomodándole el gorro.

Pasados algunos días, el viaje a la aldea Chingtse estaba listo, las maletas ya habían sido hechas y, por lo mismo, es que todos se preparaban, así que la cosa solo podía mejorar apenas se iniciara el viaje. La carreta donde iban ya iba en marcha, así que ambos enamorados solo sonrieron ya que, sin duda, les esperaba una buena aventura.

Al menos para Shenhe, el plan seguía siendo el mismo, y por parte de Aether, pensaba declarar su amor al regresar del mismo, pues si era rechazado por su contraria...el resto del viaje sería de lo más incómodo, por eso mismo es que prefería no arruinarse una experiencia que parecía ser prometedora.

Eso sí, el conductor simplemente sonreía, teniendo los ojos siempre cerrados, y solo al abrirlos, los mismos eran de un color negro en su totalidad. Era un mago del abismo disfrazado de humano.

Nos los llevaría por un camino equivocado o pensaba una emboscada, pues eso sería un suicidio teniendo en cuenta que la muchacha podía darle batalla a un bardo del abismo, así que lo ideal era ser cauteloso, y solo ser informante.

-Y díganme, ¿qué son ustedes? ¿Están comprometidos?

Hubo un pequeño silencio, ninguno de los dos sabía responder a esa pregunta sin dañar los sentimientos del otro. De cualquier manera, el arte de usar la oratoria era un poco lo de Aether.

-Somos muy cercanos. -Fue su respuesta, la que dejó satisfecha a Shenhe.

-Amigos, en realidad muy unidos...pero no lo sé, las cosas a veces cambian.

El mago de inmediato se dio cuenta que estaban dando largas, por lo que se imaginó por dónde iba el asunto. La conversación fue más tirando para ese sentido, qué eran, cómo se habían conocido, necesitaba toda esa información que en un futuro próximo le sería de utilidad a Lumine.

Al acabar el interrogatorio, pues al final eso era lo que parecía, ambos decidieron dormir una pequeña siesta, Paimon enguiña unas manzanas que se encontraban en la carreta, todo mientras el mago seguía en su papel de conductor.

El viaje fue tranquilo y sin percances, daba la impresión de que llegarían ese mismo día siguiendo por la vena principal de los caminos de Liyue, esa que guiaba hacía el norte desde el puerto y cuyas sub vías atravesaban todo el país.

Casi finalizando el camino, comenzó a llover, pero era una lluvia torrencial, lo que podía ser un poco fastidioso, por suerte llevaban sus paraguas, por lo que apenas y se mojaban. Paimon abrazaba la cabeza de Shenhe para que ambas estuvieran cálidas, pero el muchacho temblaba de frío, ya que por el tamaño de los paraguas, no podían estar abrazados.

Ella lo notó, ofreciéndole su mano para darle un poco de calor, aparte de darle una sonrisa sincera, su emoción se desbordaba ya que esa noche le declararía sus sentimientos si es que todo salía bien.

De forma muy sorpresiva, el agua dejó de caer, por lo que al bajar sus paraguas, se encontraron con el paisaje que la aldea tenía para ofrecerles, el cielo estaba despejado, ya era de tarde, por lo que los rayos anaranjados se apreciaban de forma muy bella.

Los tres pasajeros sonrieron, alegres, por lo que su emoción fue en aumento ya que estaban a nada de llegar, por fortuna para ellos.

Apenas bajaron el equipaje, ahora venía lo más importante: buscar un lugar para instalarse, de ahí que preguntaran si es que había casas en renta, y la respuesta era simple: de sobra.

Eligieron la más grande, el costo lo valía, pues era linda y con comodidades variadas, Aether, al momento de querer pagar el transporte, se percató que el conductor y el carro ya no estaban, lo que se le hizo de lo más extraño, literalmente habían desaparecido.

El mago del abismo regresaba al bosque, aquel paramo olvidado caracterizado por nunca llegarle luz del sol a pesar de ser una montaña, lo que no importaba ya en realidad, lo que debía de tomarse en cuenta, es que abrió un portal delante de sí, en el mismo se podía ver a Lumine sentada en su trono analizando una serie de mapas.

-¿Qué descubriste? ¿Qué relación tiene mi hermano con el arma?

-Hem...quizá esto no sea fácil de decir, su majestad pero...todo apunta a que ambos están enamorados. Se llaman "amigos" pero es claro que hay amor de por medio.

Lumine quedó completamente seria, solo para levantarse de su trono, tomando los mapas para lanzarlos al suelo.

-¡Aether, desgraciado, prefieres andar de prostituto en vez de unirte a la orden del abismo! ¡Si lo tengo enfrente le daré una golpiza como cuando éramos niños, ahora sí llorará enserio el traidor!

El mago solo sintió miedo de ver a su ama enojada, por lo que mejor cerró el portal...sabía que ella cumpliría su palabra.

-Sus días están contados.

Apenas todo estuvo listo en la cabaña, ambos enamorados salieron a tomar un poco de aire, lo ideal era cenar y acostarse, lo que sonaba especialmente delicioso, más que nada para Aether, que realmente se sentía agotado.

-Tengo una mejor idea. -Ella fue y sacó de su equipaje una bolsa de bombones. -Hagamos una fogata y cocinemos estos discos.

-Son malvaviscos, Shenhe. -Rió Aether, Paimon voló directamente a ellos

-¡Oh, Paimon acepta, no hay que perder ni un segundo, hay que ir buscando la madera!

Dicho y hecho, la fogata quedaba hecha, los tres estaban sentados, asando los bombones, mientras que la boca se les hacía agua, realmente olía muy rico. El de Paimon, apenas lo probó, solo pudo hacer un gesto de gozo que hizo reír a sus contrarios.

-Es la primera vez que hago esto. Ganyu me dio a probar hace poco, dice que eso rompía su dieta así que me los regaló, aquella vez no los asamos, pero sin duda están más ricos así.

-No lo dudo.

-Por cierto, Aether, vamos a recolectar más leña.

-Pero todavía queda suficiente hasta que nos vayamos a dormir. -Shenhe solo torció los ojos ya que el muchacho no captó la indirecta de que simple y llanamente quería un poco de privacidad, pero contaba con un arma secreta.

-Si se llega a acabar antes, no podremos asar más bombones...y siento que a Paimon esa idea no le agradaba.

-¡Wha, Shenhe tiene razón, Paimon quiere todos sus bombones asados, así que vayan!... Paimon vigilará que los bombones no se escapen, je, je. -Ella siguió comiendo del palito que tenía clavado su bombón mientras susurraba una canción. -La C A N C I O N de la hoguera y si quieres intentemos cantarla a la carrera...

-O-ok... -Sin más escapatoria, ambos se alejaron de la fogata.

Iban tomados de la mano, ella estaba un poco nerviosa, pero decidida a dar el siguiente pasó. Él no sabía ni por qué Shenhe lo tomaba de la mano, pero no se iba a quejar ya que después de todo era algo que le gustaba.

-Oye, Aether.

-¿Sí?

-El otro día me dijiste que me querías mucho...y que me querías bonito. -Ella se rió, eso le parecía tierno pero tonto a la vez.

-A-ah, claro que lo dije...y lo mantengo todavía.

-Yo también te quiero mucho, por si no sabías. Somos muy unidos, el conductor tenía especial curiosidad en eso, digo, un chico y una chica solos...o casi solos van a la aldea Chingtse, eso suena provocador, ¿no?

-¿Provocador? ¿Qué puede provocar?

-Una luna de miel, quizá, o una escapada romántica, seguramente. No lo sé, cosas por el estilo.

-Pe-pero nosotros solo venimos de vacaciones, ¿verdad?

-Eso depende de ti. -Ella se detuvo. -Aether, yo te quiero más que como un amigo común.

-¿Cómo tu mejor amigo? Pensé que ya lo era pero...

-No, no me refiero a eso.

-¿A tu muy mejor amigo?

-Tampoco. -Ella hizo un gesto de desagrado.

-¿Entonces...? Sos-sospecho qué es a lo que te refieres pero...me da miedo equivocarme y que eso pueda afectar nuestra relación.

-¿A qué piensas que me refiero?

-Lo siento...prefiero no decirlo, si estoy equivocado, puede que sea un error fatal. Hay cosas que quiero decirte, pero prefiero guardarme porque no sé qué es lo que puedas pensar tú.

-Aether...el futuro es para los que no le tienen miedo. Tú no eres de esos. -Ella se marchó, un poco enfurecida y a la vez decepcionada. Sabía cuáles eran los sentimientos de su contrario, ¿pero por qué no decirlo?

Pensaba que quizá esos sentimientos ya eran cosa del pasado, lo que le desagradaba, el muchacho se quedó parado, sin saber qué hacer, el corazón le latía de forma muy rápida, incluso una mano le temblaba, eso sí, recordaba un versito de una canción con la que ahora se identificaba mucho.

"Los amores cobardes no llegan ni amores ni a historias, se quedan allí, ni el recuerdo los puede salvar".

<<Si tan solo no hubiera sido cobarde...>> Sabiendo que no la escucharía, solo para desahogarse, jaló aire para gritar medianamente fuerte:

-¡Shenhe...te amo!

Ese ruido llegó a los oídos de la mencionada de forma distorsionada, no entendiendo muy bien lo que quería decirle. Simplemente negó con la cabeza, llegando otra vez a la aldea para tomar a Paimon en brazos, la misma se estaba quedando dormida después de comerse todos los malvaviscos.

<<Si querías decirme algo, lo que fuera, me lo hubieras dicho cuando estaba frente a ti>>

-Vamos, Paimon. Te estás quedando dormida.

-Ah...me dio un coma de comida...me los acabé todos, pero Paimon no se arrepiente de nada.

El muchacho llegó a la cabaña al poco rato, se había quedado acostado a un lado de la hoguera para pensar en lo que debía hacer y si valía la pena arriesgarlo todo por un amor que quizá ni siquiera lo haría dichoso.

Pasara lo que pasara, él estaría feliz de al menos intentarlo y de no rendirse, como Paimon se lo había dicho cuando descubrió su carta, simplemente apagó la hoguera y entró a la cabaña, la cama donde se suponía iban a dormir él y Shenhe estaba vacía, fue al cuarto de Paimon y vio a sus dos compañeras dormidas en una misma cama, sonrió ya que le dio ternura.

-Quizá sí me equivoqué en guardarme lo que siento... -Susurró, cerrando la puerta; Shenhe estaba despierta, volteando a mirar la misma, era la primera vez desde que se conocían que no dormían juntos, y era algo que ya extrañaba, solo que su orgullo impedía hacer lo que su corazón le pedía.

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Uyy, hay candela aquí 7u7
Pues bien, como podemos ver, la cosa se puso mal en el sentido de que bueno...de esas veces que prefieres guardarte lo que sientes por un bien mayor, y fuera de eso, el capítulo fue prácticamente solo AetherxShenhe, que al final es algo de lo que muchos se quejan, pero ya lo dije, quería sacarme esa espina de crear esas historias jsjsjsjs

No comentaré nada sobre el siguiente cap, eso me lo reservo ya que...oh, si digo algo, por pequeño que sea, será spoiler grande 👀

Nos vemos el lunes, gracias por acompañarme otra semana uwu

Siempre tuyo:

-Arturo Reyes.

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