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Capítulo 11.-Verdad y reconciliación.

En la oficina en tierra, todas las secretarias estaban apresuradas para terminar el trabajo a tiempo y poder ir a disfrutar del Rito, el problema es que habían pasado bastantes cosas que no precisamente ayudaban, y como Keqing era la organizadora, pues se las veía negras.

Por suerte Ganyu estaba ahí para ayudarla, lo que le daba la confianza que necesitaba, aparte eso la inspiraba para acabar más pronto, debido a que pasaría le festival con una persona especial para ella, lo que le agradaba mucho.

Ambas se encontraban en el mismo escritorio haciendo el papeleo u organizando algunas otras cosas, la geoarmada daba sus rondines, especialmente preparados para los borrachos que pudieran poner el ambiente pesado, lo que solo era más trabajo para ellas dos.

Siendo ya las 10 de la noche, faltarían 2 horas para que se lanzaran los fuegos artificiales, lo que por supuesto que ambas deseaban ver juntas, y antes de que acabaran, darse un beso en los labios les sonaba de lo mejor, solo que siempre estaban limitadas a la paciencia.

Tuvieron la suerte de que Ninguang y Beidou entraban a la oficina, su presencia ahí era un auténtico misterio, pues no esperaban verla ahí, aunque claro, tampoco es que se quejaran.

-Tengo noticias buenas para ustedes, niñas. -Mencionó Ninguang, estaba usando su vestido de noche. -Les daré lo que queda del día, así como un bono para que puedan gastarlo en el rito, ahora pueden irse a cambiar si quieren, no sé si les parecerá tedioso estar vestidas igual en el trabajo que en la celebración.

-¡Gracias, Lady Ninguang! -Dijeron todas al unísono, notoriamente emocionadas.

Las dos novias fueron y se tomaron de la mano, Keqing estaba cambiada ya, aparte de maquillada, ese día estaba permitido, por lo mismo es que Ganyu no puso pero alguno, de lo contrario, y aunque fueran ya novias, se lo seguiría sin permitir.

Apenas las oficinas quedaron solas, Ninguang cerró las puertas, Beidou bajó las luces y, con el gramófono para poner la música, así que dándose un beso en los labios, ambas comenzaron a bailar. Ese momento les traía tan amargos recuerdos a pesar de que todo ya había pasado y era harina de otro costal.

Sin embargo, todo era como aquella vez.

Ambas bailaban en la Cámara de Jade, a puerta cerrada, por supuesto, con el gramófono tocando la misma canción que esa vez, ambas sonreían, estaban próximas a casarse, por lo mismo es que estaban tan felices, lo único que les causaba pesar era anunciar su boda y prácticamente con ello su homosexualidad, lo que a Ninguang le tenía sin cuidado, pues ¿quién podría decirle algo cuando era la mandamás en Liyue? Solo un idiota.

A Beidou, su carácter chabacano y el respeto que imponía, también hacían muy difícil que alguien la insultara por eso sin salir con los dientes intactos, así que eso era lo de menos, la cuestión que pasaba era lo preocupante.

-Oye, Ninguang...hay algo importante que debo deciros.

-Por supuesto, ¿de qué se trata?

-Drake ha planeado un viaje, está con los preparativos, pero me dice que mi presencia es vital.

-Oh, pero la boda está cerca...¿cuánto durará el viaje?

-Él estima...que durará dos años. -Ante lo dicho por Beidou, Ninguang solo quedó seria, pero luego dio una pequeña risa.

-Bromeas, ¿no es así? -El silencio de su contraria empeoró la situación. -Seguro que ya te diste cuenta, pero tendrías que elegir entre la boda y el viaje.

-Claro que no, Ninguang. -Ella tomó sus manos para besar el dorso de las mismas. -Lo que quería proponeros es que adelantemos la boda, yo iré al viaje pero, al regresar...

-No me jodas. -La mujer geo arrancó sus manos de las de Beidou, notoriamente enojada. -¿Te das cuenta de lo que me dices? Nos casamos y a la semana siguiente te vas a un viaje de dos años, por Rex Lapis, que gracia me causa.

-N-no te lo toméis así, por favor...será difícil para mí también, ¿creéis que me siento cómoda con esto?

-Pues lo dices de una forma tan despreocupada que me enoja. -Ella se cruzó de brazos. -No, no adelantaremos la boda, todo seguirá según el plan.

-Ninguang...vos sabéis que mi vida le pertenece a los mares, yo no puedo ser marinera sin zarpar de puerto.

-Pensé que tu vida le pertenecía a nuestra relación. -Ella se retiró notoriamente molesta, Beidou se llevó la mano al pecho, entristecida, sabía que debía tomar una decisión, y fuera cual fuera, quedaría mal con alguien.

Por un lado estaba su tripulación, su familia, los suyos, quienes confiaban en ella, pero por el otro su prometida, a quien también ya podía considerar una familia, así fueran solo ellas dos. Tal vez proponerle que fuera con ella a ese viaje, ¿pero dejar sus responsabilidades por algo así? Seguramente si se iba, ya no tendría el cargo de Equilibrio celestial otra vez.

Ambas bailaban para olvidar las penas del pasado, había pasado tanto desde que hicieron algo similar, lo que era para agradecerse de que las cosas siguieran igual, o más o menos, el cabello de Beidou seguía corto, todavía tardaría un tiempo en crecer.

De cualquier forma, al momento de hacer el amor, era más cómodo para ella, así que solamente sonreía cuando se libraba del calor extra que le daba, y de ahí en fuera, incluso le parecía más cómodo, aunque sí que extrañaba su cabellera.

Más recuerdos había de aquella situación, ante la negativa de Ninguang de adelantar la boda, y mientras más se acercaba el día del embarco, Beidou solo podía dar vueltas en la cama mientras dormía en su camarote, pues aquella era una preocupación que incluso le robaba el sueño, ya que lo último que deseaba era tener que escoger entre las dos cosas que más amaba, no tenía el corazón para eso.

Ninguang, por su parte, tenía miedo de que su contraria eligiera los mares a ella, eso le rompería profundamente el corazón, y ante la propuesta que ella le hizo de viajar a su lado, se negó, por supuesto, no quería dejar su esfera de poder y riqueza, ya que había tantos sueños por cumplir, esa Cámara de Jade que se viera desde todo los rincones de Teyvat no se construiría sola, ni por equivocación.

Claro que deseaba estar con Beidou, no separarse ni un segundo, solo que de amor no se vive, lo tenía bien en claro, también por eso no quería partir en el Alcor, no por dejar atrás su vida de lujos y riqueza, sino porque sabía que sería una carga para Beidou y una inútil en el barco.

No sabía nada de marinería, y estar sin hacer nada, así fuera al lado de su amada, no le era de su agrado. Lo peor de todo es que se ganaría el desprecio de sus camaradas, tendría muchos privilegios al ser la esposa de la capitana, claro que sí, pero de forma inmerecida.

Solo quedaba esperar que Beidou entrara en razón y supiera que el compromiso que estaban por tomar era lo ideal a seguir, pues el viaje podría realizarse en alguna otra ocasión y en menor tiempo, el problema era que se compaginaba justamente con la boda, lo que no era muy agradable para ella.

Sin embargo, lo que en realidad pasaría no estaba ni por asomo en sus planes. Era un día antes, en la noche, Beidou fue a la oficina de Ninguang para tratar de convencerla una última vez.

-¿Puedo?

-Siempre podrás. -Sonrió ella.

-Quiero hablar del asunto que no hemos resuelto...¿seguís pensando lo mismo?

-Sí, todavía lo pienso...Beidou, hoy es 3 de enero, en una semana será nuestra boda...si te vas, ¿esperaremos dos años para hacerla? Qué tal si tú conoces a alguien más en tu viaje, alguien que me reemplace. -Ella comenzó a llorar. -O si tú no estás y llega una nueva secretaria, tengo miedo de que ese viaje nos pueda separar definitivamente.

-No lloréis, por favor. -Ella la abrazó. -No habrá nadie que os reemplace, sos la única en mi corazón, ¿seguís dudando de ello?

-No, pero...tengo miedo que regreses y ya no quieras que nuestra boda se realice. Por favor, no te vayas, no me dejes aquí sola.

-Mi lugar es con Alcor, ¿por qué no venís con nosotros?

-Yo no tengo espacio ahí, solo te estorbaré, Beidou. Solo no te vayas, ¿sí?

-N-no lo sé... -Ella se separó del abrazo, soportando las ganas de llorar. -Perdonadme, y-yo debo pensarlo.

Sin más, Beidou se marchó, Ninguang se derrumbó sobre sí misma, llorando de forma desconsolada. Ya no tenía esperanza alguna, sabía que su amada se iría, que prefería el mar a su boda, y eso la enojaba de una forma tal que nunca pensó que pasaría, pero solo algo era mayor a esa rabia al sentirse despreciada, y era la tristeza, el abatimiento de saber que no había sido suficiente para la mujer a la que amaba.

Del enojo, fue y tomó el cuadro donde estaba la pintura que ambas se tomaron el mismo día que se pidieron la mano, y cuando estaba a punto de lanzarlo al suelo, no tuvo el valor de hacerlo, razón por la cual solo cerró los ojos, llorando todavía. Busco algo para cubrirlo, era un espejo de piso, el que quedó bien colocado para que no pudiera ver ese cuadro otra vez.

Beidou estaba en el Alcor, preocupada, no tenía ni ganas de beber, todo quedaba listo para el viaje que sería mañana al salir los primeros rayos del sol, lo que era una desgracia para ella, quedaban solo horas para que pudiera decidirse si ir en esa aventura o quedarse en Liyue.

-Drake...lo he pensado, me quedo en tierra.

-¿Capitana?

-No pienso arruinar la boda con la que sería el amor de mi vida...perdonadme por fallaros a vos y al resto de la tripulación, pero si esto sigue así, no podré irme tranquila. -Ella, sin esperar respuesta, literalmente se lanzó del barco para aterrizar de forma elegante en el muelle, corriendo a toda prisa a la casa de Ninguang.

Deseaba abrazarla, besarla y pedirle perdón por haber dudado de lo que tenía que hacer, así que apenas llegó a tocar la puerta, una de sus sirvientas la recibió.

-¡Busco a Ninguang, es algo urgente!

-E-ella... -La sirvienta miró adentro, Ninguang negó con la cabeza, tenía los ojos hinchados. -N-no se encuentra, búsquela en la Cámara de Jade.

-¿Sigue en la Cámara? ¡Maldición! Gracias, buenas noches. -Ella se fue corriendo a toda prisa, la sirvienta volteó a ver a su ama, la que solo se cubrió el rostro para ponerse a llorar.

-¿Por qué? Pensé que su boda...

-Eso ya no va a pasar...no sé a qué haya venido esa pirata, seguro a burlarse de mí, ¡así que no quiero que la mencionen nunca más en esta casa! -Farfulló ella, enojada. -Se fue...prefirió su barco a mí, ¿puedes creerlo? Me juró amor eterno, me dijo que me llevaría una semana en su barco como luna de miel...¿y qué fue lo que hizo? Se fue por dos años...ojalá nunca vuelva, no quiero verla otra vez en mi vida. -Ella se soltó a llorar, su sirvienta fue y la tomó del hombro, mirándola con tristeza.

Beidou no encontró a nadie por obvias razones en la Cámara, iba y venía por toda Liyue en esa noche, despertando a varias personas al tocar su puerta y preguntar por el paradero de su prometida, encontrándose con que nadie sabía de ella, lo que la comenzaba a desesperar.

Siendo las dos de la mañana, y ella sin saber dónde podía encontrarse su amada, simplemente se sentó en el puerto, comenzando a llorar, quería decirle lo mucho que la amaba, que jamás volvería a dudar, y pensando que buscarla otra vez en casa era lo adecuado, fue y la vio por la ventana de su habitación, ella bajaba las cortinas, dispuesta a dormirse.

La emoción le era tal que no pudo gritar, Beidou tocó de nuevo la puerta con desesperación, casi como si la fuera a tumbar, y al ser abierta, la misma sirvienta la recibía.

-¿Qué se le ofrece?

-¡Dejadme hablar con Ninguang, es de verdad importante!

-Ella no está en casa, ya se lo dije hace rato. Es muy tarde, es grosero de su parte molestar a estas horas de la noche.

-¿Cómo que no está? ¡La acabo de ver por la ventana!

-Debió confundirse, ella no está.

-¡No me jodáis y dejadme pasar!

-Lo siento...ella me pidió que le dijera que no estaba. Ahora váyase ya, ¿le quedó claro? Mi ama no quiere verla. Eres basura, Brock. (Ok, no :v) Fue muy cruel con ella, le destrozó el corazón, me lo contó todo, ¡váyase ya, no tiene nada que decirle ni nada que hacer aquí!

-E-es para decirle que...

-¡No importa, si no se va, le diré a la geoarmada que la saque a patadas!

-Decidle que todavía la amo...

-Pues ella a usted no. -La sirvienta cerró la puerta, Beidou se sintió destrozada, la mujer de la que estaba enamorada, con la que planeaba unir su vida, ¿ya no la amaba? Intentó tocar la puerta una vez más, pero el sentimiento de dolor era tal que le arrebató la fuerza.

Las lágrimas bajaban de su ojo, solo miró por la ventana donde la vio, ella espiaba por la misma, cerrando las cortinas una vez más cuando supo que era observada. La pirata quería gritarle, no lo hizo al pensar que ya era demasiado tarde, así que por eso, y sabiendo que las cosas no se podían arreglar ya, fue al Alcor.

Todo lo indicaba al día siguiente, Beidou y su barco se habían retirado de Liyue esa misma mañana, cuando la noticia llegó a oídos de Ninguang, ella simplemente lloró en su escritorio, rompiendo las hojas que tenía frente a ella para vaciar su coraje.

-¡Nunca olvidaré esta humillación ni este insulto al amor que le tenía! ¡Beidou nunca fue algo para mí!...como yo nunca lo fui para ella. -Siguió llorando.

Así había sido, y cuando ambas se reencontraron por primera vez, ni siquiera se saludaron, ambas pasaron de largo, una enojada, orgullosa, mientras que la otra a nada de llorar, aun dolida por saber que ya no tenía el amor de la persona a la que más quiso en su vida.

Todo eso quedaba zanjado, el baile entre ellas había terminado, Beidou tomó la mano de Ninguang para besarla, cerrando su ojo, su contraria la abrazó a la vez que seguían moviendo los pies al ritmo de la música, ese vals que hacía años no bailaban, y que ahora que lo hacían, era para dar un nuevo paso en su tormentoso amor.

Habían decidido comenzar de nuevo, ellas no se conocían, eran una cita a ciegas que se conocieron por medio de las cartas de amor, lo que le daba un aire de entusiasmo al asunto.

-Buenas, yo soy Beidou, vos debes ser Ninguang, ¿no?

-Así es, sin duda eres tan bonita como me dijiste.

-Oh, vos no quedas atrás, sois tan bella como imagine. Siempre tuve curiosidad de conoceros, y ahora que puedo veros en persona...solo puedo decirlos que me siento más enamorada de vos.

-Me sonrojas. Aunque me dijiste que tu cabello era largo y muy bello, ¿qué le pasó?

-Digamos que...me sentía mal, pensé en quitarme la vida cortándome el cuello con un cuchillo, pero no tuve el valor, me desahogue cortándome el cabello de un solo tajo.

-Por los siete, que terrible. -Ninguang de verdad estaba preocupada por eso.

-No importa ya...sé que apenas es nuestra primera cita y nuestro primer baile, señorita Ninguang...pero quisiera saber si no os importaros que...que fuéramos novias, en las cartas que os escribí solo os he dicho la verdad, y esa es que os amaré hasta el fin de mis días.

-Sí, Beidou...acepto, tengo la pequeña corazonada que ya te había conocido en otra vida, y sé que estar a tu lado es lo que quiero. -Ambas, llorando de felicidad, se abrazaron, dándose un beso de amor que hacía tanto no se daban, pero que ahora tenían muchas razones para que así fuera, lo que era, en realidad, una alegría.

Fuera de aquella reconciliación, la verdad era una realidad, por supuesto.

¿Qué era esta verdad? Simple, la relación abierta de noviazgo entre Ganyu y Keqing. Muchos todavía no se lo creían, especialmente quienes las conocían, se llevaban mal a muerte, se habían hecho llorar, incluso insultado, ¿y ahora resultaba que eran novias? Eso solo podía ser poco creíble, o solo darle más crédito a la famosa frase "del odio al amor solo hay un paso" (lel, me ha pasado 2 veces en la vida jaja)

(Anécdota rápida: ¿conocen Nisekoi? Bueno, en el anime los protagonistas se odian, pero al ser coprotagonistas en una obra de teatro se enamoran, y así me pasó en prepa, la chica que más odiaba fue mi coprotagonista en una obra de teatro que escribí y que era de amor...¿y nos enamoramos, se preguntarán? Pues no :v fue una puta joda que ella accediera a realizar las escenas románticas conmigo de lo mal que nos llevábamos, y no fue hasta que la maestra nos aplacó a ambos que ya las escenas salieron bien, pero ¡agh! Fue muy complicado.)

De ahí que verlas tomadas de la mano, paseando en el Rito en las calles de los enamorados causara sorpresa, y ambas sabían que todos las miraban, a Keqing eso no le iba ni le venía, prefería disfrutar del festival que con tanto maldito trabajo pudo organizar, pero Ganyu era otra cosa, ella se notaba apenada, y de hecho sus mejillas emanaban un lindo color rosado que solo causó más risa en su contraria.

-N-no te rías...la gente se nos queda viendo.

-Lo sé, también me siento fuera de lugar.

-¿E-está bien que sigamos tomadas de la mano?

-Por supuesto que sí.

De hecho era bastante cierto, claro que había parejas en el Rito, aunque todas eran hombre y mujer, ellas eran la única pareja que rompía ese estándar, por lo que muchos, aparte de lo ya mencionado anteriormente, también podían pensar que Ganyu, al ser muy reservada, prefería ir tomada de la mano de alguien para no perderse, lo que causaba ternura pero también algo de burla.

Cuando ella pensó que lo mejor era simplemente soltarse de la mano, Keqing se lo impidió, volviéndola a tomar con firmeza. Las palabras que le dijo fueron, de hecho, acertadas por donde se le viera. A ella no le importaba en lo más mínimo que la gente las viera, lo mejor es que se fueran acostumbrando a que así fuera, ya que sería la norma siempre que las vieran caminando por la calle.

Esas palabras le dieron el aliento necesario a Ganyu para quitarse la pena que todavía podía sobrar en su mente, por lo que simplemente le dio un beso en la mejilla a su contraria, sonriéndole con cariño, pero también con confianza.

La audiencia estará de acuerdo que Ganyu es una chica con inseguridades, desconfiada de sí misma y que encuentra significados erróneos a las palabras que escucha, ¿y quién mejor para transmitirle la confianza que necesitaba que Keqing, una mujer fuerte, dirigente, altruista y solidaria, por lo que estaremos de acuerdo en que no había mejor pareja para ella.

Y así era, tomarla de la mano le transmitía mucha fuerza y confianza, la que justamente necesitaba, así que estar a su lado causaba un brillo en su rostro.

Curiosamente, quien se encontraba en el Rito era Zhongli, teniendo un momento de distracción de su trabajo, así que mientras veía algunos recuerdos de Rex Lapis, los que eran llaveros y tazas, notó pasar a las dos muchachas, por lo que la sorpresa fue grande al saber quién era la pareja de Ganyu.

Apenas se dio cuenta de eso, sonrió, y pasados los segundos dio una buena risa, pero no en burla, sino de alegría. La primera pareja de la solitaria adeptus era una chica, y vaya chica. Ambas lo miraron, él simplemente saludó con su mano, sonriendo todavía.

<<Así que ella es la afortunada...Preservadora quizá se vuelva loca al saber que es la escéptica de la ciudad, la casi atea, pero después de todo tenía razón...a los que no somos mortales nos gustan mucho ese tipo de personas. Está en muy buenas manos, sin duda.>>

Deteniéndose a comer, pues ya era hora para tal, el lugar escogido era un puesto de comida vegetariana, lo que claro que no era raro al estar Ganyu por ahí, así que apenas sus platos fueron servidos, los platos no podían ser más diametralmente opuestos: mientras que Ganyu pidió sabores amargos, Keqing optó por lo dulce.

Lo primero que probó la mujer de cabello azul fue una flor Chingxin, la boca le babeaba mucho, así que apenas la probó, hizo un gesto de gusto que le sacó una buena risa a Keqing, quien le acarició los cabellos, con el cuidado de no tocarle los cuernos.

-N-no te burles de mí...no puedo evitarlo, es mi comida favorita. -Dijo ella, con la boca llena, su contraria rió de nuevo.

-Es que estás bien botana. -Keqing se limpió las lágrimas, comiendo del tofu de almendras dulces que pidió. -Tus expresiones me matan de ternura, no me burlo de ti porque me causes gracia, sino es porque me enamoró un poquito más de ti.

-Hum... -Ella se sonrojó, pasaron unos segundos de silencio. -¿Qué quieres decir con "botana"? -Cuestionó ella, preocupada, su contraria solo le dio un beso en la mejilla.

-A nada en especial, pero come, no te sientas avergonzada por eso.

Ganyu hizo caso, por lo que siguió comiendo, el amargor de la comida le sabía tan delicioso, lo único malo es que no se pudo contener y comió rápido, lo que dejó sorprendida a su novia, ella solo se limpió los labios de forma elegante, sonriendo, mirando el plato de Keqing, por lo que al verlo a ¾ de capacidad, se sintió avergonzada.

-¡Ay no...¿ya acabé?!

-Oh, eso me recuerda a lo que me dijiste hace dos días mientras hacíamos el...

-¡N-no lo digas en publicó! -Chilló ella, su contraria solo comió de su plato con una sonrisa.

Cuando ambas acabaron su comida, que fue más bien pronto porque tenían una prisa para disfrutar el festival, el ambiente estaba a reventar, casi no se podía ver frente a uno, razón por la cual, y al ser ella la organizadora, tuvo una buena idea.

Subiendo por las rampas de los edificios comerciales, las novias llegaron hasta el límite, solo quedaría el techo para llegar más arriba. La muchacha de cabellos morados sonrió, lanzando una cuña electro al tejado de uno de los puestos para tomar la mano de Ganyu, por lo mismo es que ambas se teletransportaron a donde había caído la cuña.

La chica de cabello azul, al notar la altura, teniendo recuerdos de Vietnam, más precisamente cuando cayó rondando de una montaña, se abrazó fuerte a Keqing, quien rió, dándole un pequeño beso para tranquilizarla.

Ambas se recostaron en las tejas, mirando el cielo lleno de linternas, esperarían ahí hasta que sucedieran los fuegos artificiales, pues sin lugar a dudas era uno de los mejores lugares que podría haber para que eso sucediera, así que estaban realmente a gusto.

Se tomaban de la mano, señalaban algunas constelaciones así como también veían las linternas que tomaban un rumbo diferente, realmente era muy hermoso, y teniendo frente a ellas un paisaje muy lindo, más allá del bosque de piedra de Guyun.

Se podía ver a la gente paseando si es que miraban para abajo, cosa que a Ganyu le daba vértigo, por lo que no era precisamente común, así que por lo mismo es que la vista del cielo era lo mejor que había.

-Te quiero. -Dijo Keqing de golpe, para luego dar una pequeña risita. -Hace 3 meses no se me hubiera pasado por la mente decirte algo mínimamente parecido.

-Sí, lo sé de sobra...pero me gusta que me lo digas. -Apretó el agarre de su mano. -Y yo también te quiero a ti. -Sonrió, ambas se iban a dar un beso en los labios, sin embargo, una explosión se escuchó en la lejanía, causando gritos en todos lados.

-¡¿Pero qué?!

Una explosión más se escuchó, por lo que ellas se levantaron de golpe para ver qué pasaba, notando claramente por la altura en la que se encontraban a varias criaturas del abismo que nunca habían visto antes, no estaban muy lejos de ellas, por lo que Ganyu apareció su arco y Keqing su espada.

-Keqing, evacua a los civiles, conoces las salidas de emergencia mejor que nadie, así que guíalos.

-¿Y dejarte sola contra esas 3 cosas? Ni loca, voy contigo.

-Mala idea, tu elemento es electro, prácticamente solo les harás cosquillas, al hydro lo podrás retrasarlo un poco, pero yo puedo congelarlo.

-Tch, tienes razón... -Ella la abrazó con fuerza, dándole un beso rápido en los labios. -Por favor, cuídate mucho.

-No te preocupes, estaré bien...me diste la fuerza y confianza que necesitaba...ella avanzó unos pasos para arrojarse a la planta del edificio, y de ahí al suelo, tomando aire para gritar: ¡¡¡Xiao!!!

El mencionado apareció a un lado de ella tronando sus dedos, luego de eso tomó su máscara y su lanza.

-Pensé que tenías problemas con algún tarado que se quiso hacer el gracioso diciendo que tienes un enorme trasero...pero la cosa está peor.

-Y el único tarado con el que he tenido problemas sobre eso es contigo. -Se sonrojó ella, molesta, cubriéndose, justamente, el trasero.

-Ya te pedí perdón, aparte eso pasó hace 1000 años, supéralo.

-D-de todos modos...¿tengo go-gordo el trasero?

-No lo sé, pregúntale si a tu novia le gusta así, yo no me fijo en esas cosas. -El muchacho comenzó a saltar entre las casas para tener el elemento sorpresa. -¡Será mejor que te apures, el viajero y tu compañera están en problemas!

Una vez pasado lo que el lector ya sabe, Ganyu simplemente se secó el sudor, pues la situación había estado tensa, y al encontrarse con Keqing, ella simplemente le dio un abrazo que casi la derriba, lo que la hizo sonreír.

Lo curioso es que ella nunca había estado en peligro, ahora solo restaba reparar todo el daño que habían causado las explosiones, que en realidad era menor, solo habían sido sonidos muy fuertes...como si tuvieran la intensión de llamar la atención más que de causar daño.

Una vez las dos estuvieron en la cama, cosa que en realidad tardaron como cuatro horas más en hacer, y por suerte el día siguiente era domingo, por lo que no trabajarían, pues todo, hacer recuento de daños, heridos y muertos, tanto civiles como de la geoarmada, pudieron llegar a su cama a las tres de la mañana, ya muertas de sueño.

Al despertar, Keqing abrazaba a Ganyu mientras un poco de saliva le bajaba de la mejilla, solo se limpió la misma, diciéndose a sí misma que había tenido suerte que su contraria no la miró en esa situación. Realmente solo sonrió, besando la cabeza de su novia a la vez que le olía el pelo, que por supuesto tenía ese aroma a menta para después comenzar a jugar con el mismo, enredándolo en sus dedos.

-Buenos días, princesa. -Ella se mordió el labio, apretando el trasero de Ganyu, ella dio un quejido a la vez que se sonrojaba, volteándola a ver.

-O-oye...tengo una pregunta.

-Dime. -Le besó ahora la frente.

-¿T-tengo el trasero gordo?

-¿Eh? Que rara pregunta...pero a mí parecer... -Lo apretó una vez más. -Es perfecto, y me gusta.

-¡Ke-Keqing!

-¿Te agrada la idea de un mañanero? -Ella alzó las cejas, Ganyu solo se cubrió con las sábanas.

-¡Qu-quita tu mano de ahí, me avergüenzas!

-Oye, tú preguntaste y yo solo te digo la verdad, me encanta tu cuerpo, y más si puedo tocarlo.

-¡Keqing!

Y pensar que alguna vez ambas se llevaban mal...
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Bueno, ahora ya sabemos qué pasó entre Ninguang y Beidou para que estuvieran tan enojadas la una con la otra. Weeeey, me encanta como se pelean como un viejo matrimonio UWU y el que Ninguang diga que la mirada de Beidou es tan profunda como el océano... ¡chingada madre, tuabismo, ya confirma el ship! >:v

Como ven, es muy curioso pensar cómo es que ahora se llevan la cabra y la gata porque antes ni querían compartir cama y ahora hasta de manocean apenas despiertan :v

Quizá se extrañó el AetherxShenhe, pero los próximos capítulos estarán bastante dedicados a ese ship, que es el central al final de cuentas

Deseame suerte porque hoy tengo una exposición que me pone nervioso :'v nos vemos la próxima semana uwu

Siempre tuyo:

-Arturo Reyes.

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