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Capítulo 1.-Nueva vida.

Hula. Primero que nada, se preguntarán por qué el título del fic, y en realidad eso se responde de manera simple: estaba escuchando esa canción cuando me decidí a sí escribir este fic, se las dejo por aquí, ¿esto contaría como el opening de esta historia? Eso me deja pensando muchas cosa JAJAJA

Si no me conocen, pues ojojojo!!! Tengo muchas y muy buenas referencias, así que les digo desde ya que no quedarán decepcionados con la historia...o eso espero yo :V y si ya me conocen, gracias por darme otra oportunidad al leer una de mis nuevas historias :3

Como curiosidad que no tiene mucho que ver, todas mis notas de la historia las escribo en una libreta usando mi pluma fuente, la compré incluso antes de la pandemia pero por usar tinta china valió kk y ya hasta que le cambié varias cosas pudo arrancar perfectamente. Dato curioso que en realidad es irrelevante jsjsjs

Bien, publicaré todos los lunes, la historia no sé cuánto durará en el sentido estricto de la palabra, pero sin duda estará llena de drama y emoción, aparte de una buena dosis de romance y un toque de comedia que nunca viene mal. 

Sin más, ojalá les guste y ahora vamos con la historia, no sin que antes lean el prólogo, por supuesto.

"Si alguien debe morir para salvar al otro, prefiero ser yo"
Tras acabar con la esposa de Ostial, Shenhe empieza a introducirse al mundo humano tras más de 20 años de estar ausente del mismo. Aether, el que hasta ese momento es su único amigo, la ayudará a tal cometido. Sin embargo, por suerte o desgracia, ambos terminarán enamorándose, lo que solo pondrá en peligro sus vidas cuando un viejo enemigo se percate que Shenhe puede ser usada como un arma incluso contra un arconte. ¿Tendrá acaso Aether la voluntad de arrebatarle la vida a la mujer que ama o también él caerá ante aquella impiadosa lanza por su incapacidad?

Sin más preámbulos, vayamos con la historia:

Habían pasado en realidad unos pocos días desde la aventura que pasaron Aether y Shenhe en la búsqueda de los minerales para reconstruir la Cámara de Jade, verla de nuevo de esa forma tan imponente y esplendorosa les causaba a ambos un aire de satisfacción total, especialmente al chico, ya que la dama de hielo no solía apenas conocer de las emociones.

Su alma era tan fría como el cryo que hacía surgir de sus manos, y su rostro, al igual que sus ojos, erai tan fríos e inexpresibles como la nieve misma, lo que, hay que admitir, causaba una cierta incomodidad en cualquiera que la viera pasar.

Eso sí, su belleza radiante dejaba en llamas al corazón de cualquiera, solo que ahora lo básico radicaba en una cosa para Aether, y la que podemos estar de acuerdo que sería su meta principal al menos hasta que tuviera que seguir viajando: ayudar a Shenhe a reintegrarse al mundo humano. Después de todo, Preservadora se lo había pedido, no podía fallarle a alguien que tanto le había ayudado, así fuera un poco a regañadientes pero no se podía ser malagradecido.

Ya eran las seis de la tarde, estaría anocheciendo en aproximadamente no más de media hora, por lo que el frío arreciaba, de ahí que el muchacho juntara sus manos para darse calor, lo mismo sucedía con Paimon, que se abrazaba a sí misma. (Dato: aquí quería meter el meme de "¿Quieres comida china?" "Peter, me voy a casar" pero apenas vamos empezando, eso será después :b)

-Vaya que hace hambre, a Paimon le empiezan a rugir las tripas, no puede soportarlo más. –Exclamó la pequeña, desesperada.

-Después de un día de entrenamiento, sin duda se antoja algo rico de comer. –Sonrió Aether a la vez que se llevaba una mano al mentón. –Shenhe, ¿quieres algo en especial?

-No. –Su respuesta fue tan seca como era de costumbre. –Comeré lo que a ti te parezca bien, sé de sobra que la comida de Liyue es exquisita, pero he probado tan poco que no podría decirte nada que te pueda complacer.

-Augh, de solo imaginar tener que comer hierbas medicinales a Paimon se le va un poco la cordura.

Lo primero que decidieron, al ser lo que era más barato y estaba más cerca, además de que quizá podrían encontrar a alguien muy en especial, fue ir al restaurante Wanmin, y una vez llegaron, el Chef Mao los recibió como era su costumbre.

-Viajero, Paimon y...señorita. –Incluso alguien ya casado y con una hija caía en los encantos de Shenhe, solo centrándose más en la cocina, es que al chef se le escapó esa impresión. -¿Qué desean comer hoy?

-¡Paimon quiere todo el menú! –Que la pequeña dijera esas palabras era, en realidad, algo que no era extraño para el chef.

Aether miraba la carta, mirando a Shenhe a la vez que trataba de indagar qué era lo que podría serle de su agrado. De sobra sabía que ella solo comía las campanitas de cristal y las flores amargas que se encontraban como pequeños condimentos en la comida, pero que, en realidad, no comía la comida en sí, valga la redundancia.

-¿Te gusta lo picante? –Le preguntó, quizá el caldo de persa de lomo, el plato estrella del restaurante sería lo ideal para empezar.

-No es que lo haya probado, en realidad. Siempre fui de cosas amargas, aunque a mi maestra le gusta bastante la comida picante que hace una de mis condiscípulas. (salaverga, Preservadora es buena maestra, tiene bajo su tutela a Ganyu, Shenhe y a Xiangling :0)

<<Xiangling...>> Pensó Aether. –Entonces sin duda te gustará.

Aether, por simple precaución, le pidió a Mao que el caldo no fuera muy picoso, que fuera para el paladar de un niño de, tal vez, unos 10 años.

Tomando en cuenta eso, y al ya tener las órdenes de los demás, el chef se puso a trabajar como le fue posible, Aether fue más de algo simple: un plato de arroz frito.

Al tener la comida frente a ellos, no es necesario decir que Paimon engulló todo sin tan siquiera importarle tomarle sabor. El viajero solo la miró con un rostro que denotaba estar inconforme con su forma de actuar, simplemente resopló.

Su plato de arroz llegó primero que el caldo, solo que él decidió esperar a su nueva amiga para comenzar a comer.

-¿No comerás? –Le preguntó, dudosa.

-Es de malos modales empezar a comer antes que los demás, ¿verdad, Paimon?

-Perdón, ¿dijiste algo? –La pequeña tenía la boca llena, el muchacho solo se llevó una mano a la frente.

-Olvídalo. –Suspiró. -¿Sabes comer con palillos? Digo, no es por dudar de ti pero...no creo que comieras hierbas con ellos.

-Solo cuando comía junto a Ganyu. Ella come más que solo plantas y rocío, suele compartirme lo que le sobra ya que suele detenerse antes de quedar satisfecha.

Su plato le fue servido finalmente, el muchacho solo le dijo "provecho" fingiendo que comería, pero estaba especialmente atento de la reacción de Shenhe. Cuando ella lo probó, su rostro dejó de ser tan inexpresivo para pasar a uno de sorpresa, incluso un pequeño rubor apareció en sus mejillas.

-E-es extraño...muy extraño. –Siguió comiendo. –Siento picazón en mi lengua pero...quiero más. –Aether comenzó a reír. Parecía ser que a su contraría le había gustado el picante.

Su expresión sonrojada le pareció adorable, pues era equivalente a educar a una niña pequeña en varias cosas que, a base de seguros tropiezos, se conseguirían aprender. Otra persona iba caminando con dirección al restaurante, comía una paleta y deseaba unos buenos fideos fríos y una bebida con hielo.

Al estar cerca, esta persona se quedó congelada, cosa rara ya que, por lo regular, él era quien congelaba cosas junto con su mejor amigo.

-¿T-tía? –Dijo, naturalmente, Chongyun.

-Eh, tío. –Le habló Aether, alzándole su mano. –¿Conoces a Shenhe? Pensé que solo les decías "tío" a los de nuestra edad.

-Ah, eres tú. –La mujer de hielo se levantó de su asiento, el muchacho se notaba tímido, con unas pequeñas ganas de llorar, ahora el viajero lo veía con rareza, ¿qué tanto se conocían ellos dos? –Perdón si me desaparecí ese día sin más...prefiero estar sola.

-Tía Shenhe, mi madre no me creyó cuando se lo conté, pensó que había visto a tu fantasma, por favor, tienes que venir a conocerla.

-Chongyun, ¿no? Es...complicado de decir, pero no quiero causarle más dolor a nuestra familia.

-¡¿Familia?! –Exclamaron Aether y Paimon a la vez.

Fue ahí cuando Chongyun les contó que él no llamaba "tía" a Shenhe solo por ser una muletilla que se le pegó de Beidou, sino que, literalmente, ella era su tía. La joven de cabellos de plata prefería mantener la distancia en base a lo ocurrido la última vez que estuvo con las personas que la llamaron así, teniendo temor de volver a causar una desgracia entre ellos.

De ahí que incluso no le gustara tener a Chongyun cerca, le daba miedo pensar que, de estar juntos, a él le pudiera suceder algo a causa de su maldición.

-Chongyun, vuelve a casa...le escribiré a tu madre, pero mantén la distancia para conmigo.

-¡No puedo! ¡Tía Shenhe, somos familia, ¿por qué me pides algo así?!

-Porque ya causé la muerte de tus abuelos...s-sé que a mi prima le gustaría verme otra vez, éramos unidas antes de que todo sucediera...dile que no puedo volver.

Aether, tranquilizando los ánimos, invitó a sentar a Chongyun a su lado, contándole la maldición que Shenhe llevaba consigo y el hecho de que su alma estaba sellada, que no podía sentir, así fuera, un poco de felicidad.

Era la primera vez que incluso el chef Mao veía al muchacho llorar, se levantó para tratar de abrazar a su tía pero, tomándolo de los hombros, se lo impidió. Negando con la cabeza.

-Quizás mis abrazos son una marca de sentenciado a muerte...dile a tu madre que no podré volver a casa, pero que sepa que siempre los estaré cuidando.

-No me creerá por más que le diga. Ven, aunque sea solo a saludar...

-Tengo una idea. –Intervino Aether, sacando su daguerrotipo.

-¡Eh, tío, que buena idea! ¡Así ella sabrá que no estoy loco!

-¿Hum? ¿Aether es tu familiar? –Su mirada inexpresiva se volvió triste.

-¿Eh? No, no somos familia, solo amigos. –Corrigió Aether.

-Oh, lo siento. Es que una amiga nuestra les dice "tío" a sus colegas y se me pegó esa manera de decir. –Rió él, llevándose una mano a la nuca.

-Qué extraño me parece.

Al momento de tomar la fotografía, Chongyun y Shenhe se encontraban uno junto a otro, la misma incluso era a color para que resultara más creíble, y apenas la vio, el muchacho volvió a tener esa humedad en los ojos. Tenía que irse, no quería pero un asunto urgente le llamaba.

Se sentía tan agitado y con el corazón latiéndole tan fuerte que tuvo que comerse una de sus paletas, esa emoción tan fuerte de tener a un familiar al que incluso extrañaba sin conocer le complicaba mucho la vida sin pensarlo un solo segundo. (Nota, me pasa como a Chongyun, un tío mío fue asesinado en el Halconazo del 71' y la verdad es que me hubiera gustado mucho conocerlo, más que nada por lo que me dice mi papá de él y siento que me hubiera llevado muy bien con mi tío, incluso me duele un poco que lo hayan matado, tal vez por eso odio al Ejército y a López Mateos xdxdxd)

Desoyendo las advertencias de Shenhe, el muchacho la abrazó con fuerza, quedando con el rostro entre sus senos, sin que en realidad eso le importase, cerrando sus ojos para disfrutar de ese momento, primero tomándola de la cintura, a causa de su altura, para luego mover sus manos a su espalda.

Shenhe reaccionó, alzando un poco sus brazos y preparándose para regresar el gesto. Sin embargo, no lo hizo, regresando a su posición inicial a la vez que su mirada entristecía un poco, el muchacho se separó, limpiándose los ojos.

-Lo siento, de verdad. Espero no te haya molestado lo que hice, pero era algo que quería hacer desde que supe la verdad. Me-mejor me voy. –Dicho y hecho, el muchacho se retiró, Shenhe se llevó una mano al pecho, notoriamente decepcionada, pero no de su sobrino, sino de ella misma.

Aether de inmediato notó eso, así que fue y la miró con un gesto de duda, ella parecía estar una vez tan inexpresiva como siempre, y de todos modos se le veía lo triste que se sentía.

-Si a ese chico le sucede algo...regresaré a las montañas para no dañar más a mi familia.

-Vamos, Shenhe. No seas tan dura contigo misma, Chongyun es agradable, y siempre está rodeado de personas que lo ayudarían si estuviera en problemas, cosa que dudo mucho. En fin, sigamos comiendo, no dejes que esto te afecte, si Preservadora y Ganyu están bien, ¿por qué él no?

Acabada la comida, lo que hicieron fue regresar a la casa que estarían rentando juntos, prácticamente Aether era quien pagaba todo, eso debido a que Shenhe no tenía ni siquiera trabajo. En realidad, ya más o menos tenía una idea de en dónde estaría mejor acomodada.

Ambos compartían cama al ser un espacio más bien precario, la economía del viajero se dividía en varias líneas: reparaciones de las armas, cosas personales, renta y comida para Paimon y Shenhe. Si bien el gremio le pagaba bien, así como los que lo contrataban para algunos trabajillos o incluso la misma geoarmada, el dinero no le era suficiente.

Los tres, una vez en la casa, tomaron cada uno su lugar de reposo. Paimon dormía sola, más que nada porque dormir con ella era un suplicio, la cama del cuarto de la pareja de amigos solo tenía una cama individual, por lo mismo es que Aether, ingeniándoselas, colgó una hamaca en la pared, prefiriendo que Shenhe descansara bien.

A ella no le iba ni le venía si es que compartían cama, dormir años entre piedras y árboles le hacía incluso preferir la hamaca, solo que por insistencia de su contrario, el colchón era suyo.

El viajero daba vueltas afuera de la habitación esperando que Shenhe se cambiara, en una ocasión, de hecho de las primeras, ella se quitó la ropa quedando literalmente desnuda frente a él, lo que por obvias razones causó un alboroto de sangre en la nariz del chico, así como también en sus pantalones, de ahí que le explicara que desnudarse frente a las personas fuera algo que no debía hacer a menos que fueran de su absoluta confianza.

La respuesta que ella dio fue más que irónica. –Pero si tú eres de mi absoluta confianza. –El muchacho solo se golpeó la frente.

Shenhe abrió la puerta del cuarto, ya cambiada, recostándose en la cama para ponerse la colcha encima, Aether subió a la hamaca, la verdad es que le era cómodo estar ahí, podía mecerse suavemente hasta quedarse dormido, lo que le era lo más funcional.

-Buenas noches, Shenhe. –Le dijo.

-Igualmente...

Pasado un rato, él se mecía usando su pie, estaba a nada de caer dormido, solo que un sonido que le pareció extrañó se lo impidió. Se sentó en la hamaca, analizando el cuarto para descubrir qué sucedía.

Curiosamente, y algo que de verdad le causó sorpresa, es que Shenhe estaba abrazada a sí misma, temblaba, el extraño sonido era el tiritar de sus dientes, así como el rozar de sus manos con su ropa, lo que a él le achicó el corazón.

-¿Estás bien? –Le preguntó.

-Tengo frío...solo debo centrarme en que no tengo para dejarlo de sentir, es un truco que mi maestra me dio. Las montañas pueden ser muy frías.

Yendo contra sus lecciones, y aunque no negaba que le aceleraba el corazón el solo hecho de pensarlo, fue y se acurrucó junto a ella, compartiendo su colcha. Eso sí, sabiendo que lo rechazaría, mantuvo su distancia.

-Hoy hace más frío que otras veces...mañana si quieres podemos ir a comprar más colchas para que no pases frío en la noche.

El cuerpo cálido de Aether calentó de inmediato las sábanas, y ella, cuya piel se había puesto de gallina por el frío, se relajó apenas sintió el calor de su compañero. Ella se acercó más, haciendo que sus brazos se juntaran con el pecho del muchacho. Él hizo una expresión a mal.

-¡Estás helada! –Advirtió.

-Y tú muy cálido...me gusta. –Shenhe de inmediato cerró los ojos, quedándose dormida por el cansancio que tenía. Aether, sin esperar un segundo más, la abrazó para darle todo el calor que pudiera.

Era una sensación curiosa, jamás en su vida había dormido abrazado a alguien, ni siquiera a su hermana, pero la necesidad de cuidar a alguien que apenas conocía el mundo, le inspiraba a querer incluso sacrificar las pequeñas comodidades que tenía.

<<Soy su único amigo...no puedo hacerme de la vista gorda sin más>>

Al amanecer, y siendo quien se despertaba primero por lo regular, Aether se levantó de la cama, notando el semblante tranquilo de Shenhe, lo que le causó una sonrisa de satisfacción. Ninguno de los dos había pasado una noche con frío, especialmente ella, quien era a quien más parecía afectarle, por más irónico que sonara al ser de visión cryo.

Lo primero que hicieron fue, naturalmente, comprar una colcha caliente para Shenhe, quien se notaba de buen humor, y eso significaba, en realidad, que no amenazaba de muerte a cualquier vendedor que le diera un cumplido como parte de su trabajo. 

Lo siguiente en el itinerario, fue ir justamente con alguien que podía explicarle eso de las leyes a Shenhe como nadie en la vida.

-Viajero, no tengo tiempo para estas cosas, tengo dos audiencias hoy y no puedo darme el lujo de perder una demanda, mi record es impecable, pero me haré un tiempo rápido para ti.

-¿Puedes darle clases de derecho a mi amiga? –Sonrió Aether, Yanfei le cerró la puerta de su despacho en la cara.

-Pensé que habías dicho que eso era descortés. –Mencionó Shenhe.

-Shh...mejor no la hagas enojar más. –Aether tocó otra vez la campana de la casa de su abogada favorita.

-Mejor vete de mi casa o te demandaré para que no puedas acercarte a más de 20 metros de la misma, ¿comprendes?

-¡Vamos, es un caso excepcional, ella se la ha vivido de ermitaña, así que si alguien la demanda seguro tú serás su abogada y dudo mucho que puedas ganar un caso de ella!

-Primero, qué raro. Segundo, ¿dudas de mis habilidades? Tercera, ¿qué delito tan grave puede cometer ella para que ni yo pueda ganar una demanda?

-Oh, Paimon recuerda que cuando fuimos a jugar damas ella destrozó el tablero porque perdió, la geoarmada casi nos arresta a todos... -Paimon se llevó una mano a la cabeza.

-Ok, eso sí es problemático. Sigh, está bien, no tengo tiempo para algo así, por lo mismo es que... -Ella regresó a su casa, dándole a Aether un libro bastante grueso que decía "Código civil de Liyue". –Aquí tienes todo lo que necesitas saber para no terminar en mi audiencia, ¡ahora déjame trabajar! –Una vez más, Yanfei azotó la puerta de su despacho.

-Me dieron ganas de golpearla en la cara. –Dijo Shenhe. Aether se llevó una mano a la frente. 

Ellos no eran los únicos con problemas. Los obreros trabajan a toda marcha para terminar la nueva serie de condominios en donde se alojarían los empleados de Ninguang, en algún lugar cercano a la nueva Cámara de Jade.

Keqing supervisaba esas tareas con notorio entusiasmo, muchas de sus amigas ahora vivirían juntas, ya fuera en un mismo departamento o en el mismo condominio, pero al salir del trabajo podían irse a dar la vuelta sin preocupación de llegar tarde a sus casas.

Regresaba a la Cámara a dar un informe, sus uñas las tenía pintadas de morado y los labios los tenía pintados de rojo, algo que expresamente no estaba permitido, pero como Ninguang estaba más ocupada en resolver sus propios problemas, en realidad no se daba cuenta de eso.

La muchacha en realidad no era tan apegada a las reglas, fumaba dentro de la Cámara aunque estuviera prohibido, algunas veces se escapaba del trabajo para ir a algún asunto con sus amigas, pero cuando era necesario ella de verdad estaba más que dispuesta a ponerse a trabajar en serio.

Sirviéndose un poco de alcohol en uno de sus vasos favoritos, cosa prohibida también, comenzó a fumar mientras trabajaba.

Ganyu, sin un poco de maquillaje en su rostro, entró y solo se quedó callada a la vez que abría los ojos.

-¡¿Se-señorita Keqing?!

-Ah, pasa, Ganyu. –Ella fumó con incluso descaro. -¿Se te ofrecía algo?

-¡Está expresamente prohibido fumar aquí, la misma Lady Ninguang lo ha mencionado varias veces!

-Ay, por los Siete. No soy la única que lo hace, y además ella no se escapa.

-No es pretexto, y yo no lo hago. Usted es el equilibro terrenal, debe poner el buen ejemplo. –Ganyu le quitó el cigarro de las manos y lo apagó, echando las cenizas por la ventana para que las llevara el viento.

-¡Oye, creo que te excediste haciendo eso, al menos déjame terminarlo!

-Y sus labios... -La siguió examinando. -¡Sus uñas! ¡Sus ojos!

-Ya sé que soy guapa, pero no estoy para esto.

-¡Señorita Keqing, déjese de bromas, lo digo por su maquillaje!

-Bueno, lo hago para que no se me noten las ojeras. –Rió ella con ironía.

-Siento que se me irá el aliento. –Ganyu se recargó en el escritorio de Keqing.

-Vamos, relájate. Bebe un poco. –Ella le sirvió un poco de ron, el que de inmediato su contraria escupió al sorprenderse del sabor.

-¡¿Ta-también bebe en horario de trabajo?!

-Solo un poco, nada de qué preocuparse.

-¡Se acabó!

La siguiente escena era que ambas terminaron en la oficina de Ninguang, claro que Keqing fue llevada más bien a rastras y solo convencida por varias secretarias más que ya estaban fastidiadas del eterno problema que ambas tenían.

Ninguang solo analizó la situación, un poco enojada ya que eso le quitaba tiempo y no tanto porque una de sus empleadas fuera más bien despreocupada de las reglas.

Solo se llevó una mano a los ojos, alzando sus dedos izquierdos, como siendo lo que daría comienzo al regaño que tenía para una de sus mejores trabajadoras.

-Ok...si comprendo bien, ¿todo este escándalo es porque Keqing viene maquillada, fuma y bebe en la oficina?

-¡Así es, ella ha roto por lo menos 10 reglas que están para todas las trabajadoras, y todas firmamos un contrato, eso nos obliga a cumplirlo al pie de la letra!

-Ya vas a empezar. –Keqing negó con la cabeza.

-Lo del maquillaje y fumar no es la gran cosa. Keqing, solo hazlo afuera y no dentro de tu oficina, ¿de acuerdo?

-Sí, Lady Ninguang.

-Y respecto a lo demás, no vuelvas a meter alcohol a la Cámara, si lo haces, te descontaré el día. Respecto a tus uñas, olvídate, no quiero que queden restos de pintura en los documentos importantes, y menos si mi firma se encuentra al lado de la tuya.

-¡Pe-pero!

-Nada de "pero". Son lindas y el color te queda bien, pero es por simple formalidad y presentación, ¿de acuerdo?

-Tch. De acuerdo.

Ambas salieron de la oficina de Ninguang, Ganyu se notaba con prisa, mientras que Keqing estaba furiosa, ni siquiera se molestaba en disimularlo. Solo se fue dándole la espalda a su acusadora.

-N-no te lo tomes personal, en realidad lo hacía por tu bien. –Expresó Ganyu. –Si te hubiera atrapado ella directamente, quizá te hubiera despedido.

-¡Nunca me hubiera descubierto de no ser por tu culpa! –Masculló ella.

-Lo siento, pe-pero en el contrato que hicimos se expresa que siempre se debe invitar a todas las compañeras del trabajo a seguir con las normas, por el bien común. Firmar un contrato es algo muy importante, y nunca debe de romperse, todo sea por Rex Lapis. –Sonrió ella, tímida.

-¡¿No sabes hablar más que de contratos y de ese estúpido dios tuyo?! ¡No había hecho nada malo, nadie salía afectado por que rompiera un poquito las reglas, muchas ya lo sabían y les importaba un comino ya que no era de importancia! ¡Y por si no te habías dado cuenta, tu querida deidad ya no está, murió y eso a nadie le interesa!

Para sorpresa de Keqing, pues incluso su expresión de enojo se había escapado, Ganyu se llevó las manos a la boca, rompiéndose a llorar.

-Oh...

La adeptus solo se fue corriendo a encerrarse a su oficina, la muchacha de cabellos morados sintió remordimiento, no pensó que sus palabras fueran a dolerle tanto a su compañera. Al momento de acercarse a su oficina, la misma estaba cerrada con llave, por obvias razones, y el llanto de aquella inocente chica era tan fuerte que se escuchaba a través de la puerta.

Ninguang salió de su oficina, molesta. Preguntó por qué tanto griterío, y en realidad Keqing se quedó sin saber tan siquiera qué decir.

Al darse cuenta que Ganyu lloraba, la mujer geo le dirigió una mala mirada y tocó la puerta de la oficina de la adeptus.

-Ganyu, soy Ninguang...abre la puerta, por favor.

La misma sí que se abrió, Keqing miró directamente a los ojos a Ganyu, los mismos estaban enrojecidos y seguían llorando. Ella solo bajó la mirada, recibiendo un abrazo de Ninguang a la vez que la puerta se volvía a cerrar.

Vaya que la que había montado era una que no se podía ignorar en lo absoluto...ahora sí, la culpa se la comía viva.

De regreso con los nuevos amigos, ambos estaban acostados en la cama mientras repasaban el código que Yanfei les había prestado, había tantas cosas que aprender, que incluso Shenhe resultó abrumada de la información que recibía.

No eran muy complicados de entender, pues básicamente todo se resumía en un enorme "no hagas esto" "no hagas aquello" "trata así a las demás personas". Cosas simples pero que, en realidad, jamás había tenido que poner en práctica.

Ella algo parecida a Viernes, pues era algo así como una buena salvaje, no muy alejada de las costumbres básicas de los humanos, pero ignorando todo hecho y contrato social establecido.

Más que nada, lo que sería de mayor trabajo era que Shenhe contuviera su furia, pues de ahí que pudiera quebrar algunas cuantas leyes que incluso ya se supiera.

Descansando un poco del estudio, ambos amigos se sentaron a beber el té, algo que vendría bien para relajarse.

-Dime, Shenhe, ¿qué te parecen las leyes?

-Aburridas pero interesantes. Ahora sé que no debí romper esa mesa solo por perder una partida...

-No te preocupes, todos nos equivocamos. Lo que importa es que tengas ganas de aprender, y solo así podrás entrar de nuevo en la sociedad.

-Supongo que eso es bueno.

-Debes estar convencida de ti misma, Paimon también te ayudará. –Mencionó la pequeña, sonriendo.

-De acuerdo...

Su primera práctica de campo sería algo simple: comprar arroz. Tanto Aether como Paimon miraban desde atrás de un arbusto, y cuando ella los volteó a ver, simplemente le guiñaron un ojo y le alzaron el pulgar, gesto que ella imito.

-Wow...perturbadoramente lindo. –Mencionó Paimon.

La cosa funcionó en realidad bien, Shenhe supo cómo reaccionar ante todo, y no sintió necesidad de golpear al vendedor porque le dijo "pase buen día, linda señorita". Su respuesta fue: "Igualmente, amable vendedor".

Al regresar, sus dos amigos estaban emocionados, era hora de seguir con las demás prácticas, pero el progreso sería poco a poco, por supuesto.

Claro, ella sabría distinguir cuando alguien representaba una amenaza o decía algo con malas intenciones. Un hombre le chifló mientras caminaba, y ella solo le dirigió una mirada que asustó al pobre que mejor se retiró.

-Tch. Qué molesto es cuando hacen eso.

-Sí, algunos hombres son bastante idiotas. Pero oye, no dejes que eso te amargue tu estancia aquí.

Ahora lo siguiente constaba en comprar algunas especias para acompañar el arroz, y de hecho todo estaba hecho para la prueba: Xiangling se encontraba en el mismo puesto que Shenhe, sus dos amigos le hicieron el mismo gesto que a ella, y esperaban que la actuación fuera idónea.

Ambas estaban formadas, pero Xiangling se metió delante de Shenhe, ahora era cuando la prueba comenzaba.

-¡Disculpe, pero tengo mucha prisa, debo comprar varias cosas ya que se ocupan en mi restaurante! –Exclamó ella, como si fuera la única clienta.

-Señorita, sé que se encuentra atareada, pero por favor, espere su turno.

-Lo siento, debo darme prisa, de verdad tengo que sacar varios platillos y ni rex lapis me hará a un lado. –Shenhe puso su mano en el hombro de Xiangling, apretándolo un poco.

Se notaba que estaba enojada, tanto así que a la joven chef se le bajó la sangre a los pies, Gouba incluso se puso detrás de ella.

-Señorita, le ruego por favor que espere su turno, si es tan amable. Todos tenemos prisa pero comprenda por favor que llegue primero, ¿qué tal si se lleva lo que yo deseo?

-D-de acuerdo... -Xiangling se hizo para atrás, Shenhe se dio prisa en llevarse las verduras y condimentos que necesitaba y pagó lo necesario.

-Pase usted, ¿lo ve? Solo fue cosa de un minuto.

-S-solo lo hizo porque la intimidó, no porque la convenciera de buena manera...

-Ve el lado positivo, Shenhe nunca fue grosera con Xiangling...

Al llegar la dama de cabello blanco, ambos le alzaron el pulgar mientras sonreían nerviosamente, en especial Paimon. Ella regresó el gesto. Al menos la cosa iba funcionando, no de la manera más adecuada, pero ya era decir algo.

En realidad, la aventura apenas comenzaba...

Una vez más en la Cámara de Jade, Ganyu seguía llorando a la vez que Keqing miraba al suelo, apenada. Ambas se encontraban frente a Ninguang.

-Bien, esto es el colmo. Sé que antes solían discutir sobre cómo debe ser la vida en Liyue, ¡pero no toleraré que se ofendan una a la otra! ¡Keqing, pide disculpas a Ganyu! ¡Es lo menos que debes considerar por hacer llorar a una de tus compañeras!

-Pe-perdóname. De verdad, no quise que...

-No. –Interrumpió Ganyu, incluso Ninguang se sorprendió. -¡No, no te voy a perdonar, Rex Lapis era como un padre para mí, y tú siempre lo insultas, lo ninguneas, quería ser amable porque él me lo pidió, pero ya no puedo más! –Ella lloraba ahora más fuerte.

-Por favor, Ganyu. No lo sabía, de verdad, no volveré a decir algo malo sobre él.

-¡Lo seguirás pensando!

Lo que a ambas les sorprendió fue escuchar las palmas de Ninguang golpear su escritorio, eso indicaba una cosa: que seguramente tendrían un escalofrío prontamente.

-¡Bien, ya me cansé de esta tontería! ¡Por lo que veo, parecen llevarse mal siempre que están juntas, así que por lo mismo vivirán en el mismo departamento!

-¡¿Qué?! –Exclamaron a la vez.

-¡Así es, dormirán juntas, vendrán al trabajo juntas, tendrán una oficina compartida y no se separarán ni siquiera para ir al baño hasta que no aprendan a llevarse bien!

-¡La-lady Ninguang, por favor no me haga esto! Ya he tenido suficiente de esta...

-Oh, con que te lo tenías guardado. –Se sorprendió Keqing. -¡Vamos, dímelo en la cara!

-¡De esta alcohólica desordenada que se pinta las uñas y se maquilla como dama de compañía!

-¡Ahora sí me vas a conocer, cabra traga flores chingxin!

 -¡Niñas, niñas, por un carajo! –Finalmente las separaron. -¡Ya está, ahora sí mi decisión es definitiva, o aprender a llevarse bien o tendrán que verse la cara desde que despierten hasta que se duerman!

-No sabes cuánto te desdeño... -Exclamaron Ganyu y Keqing a la vez, mirándose de una forma poco amable, siendo todavía sujetadas por sus compañeras de trabajo.

Aquí inicia la que más de uno dirá "vaya aventurita".

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Jojojo!! Vaya forma de arrancar la historia, ¿no les parece? 

Pues bien, la historia tendrá varías subtramas y Chongyun será un personaje, si bien no principal, tampoco será relegado a que aparezca de vez en cuando ya que tengo planeas para con él. Sé que el ship de Ganyu y Keqing puede que parezca metido hasta con calzador pero también quiero quitarme esa espina que tengo de hacer un fic de ellas, así que 2x1 :v

Quizá no hubo tanto del ship principal pero bueno, apenas es un primer capítulo, después veremos cómo se van desarrollando ambos personajes, de hecho todavía me falta darle un orden a las ideas que tengo en mente, solo es cosa de sentarme a hacerlo...lo malo es que esos trabajos finales no se hacen solos :'v

Nos vemos el lunes si es que no me entretengo mucho con esos trabajos, espero se queden toda la historia y les guste, ojalá nos veamos en el siguiente cap, comenten su parecer y sus expectativas del fic :3

Siempre tuyo:

-Arturo Reyes.

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