Chapter V: "Be A Men"
"Mina. Mina. Mina. La mujer de mi vida".
Chaeyoung se repetía, al mismo tiempo que en su mente, enlistaba los peores sentimientos que había experimentado en su vida y había llegado a la conclusión de que entre los más horribles, se encontraba el miedo y la tristeza.
miedo:
Nombre masculino
- Sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario.
- Sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea.
Creo firmemente que toda persona tiene un significado diferente de la palabra. No todos han sentido el miedo real. No todos han sentido la incertidumbre de saber que va a pasar después de hacer algo para tu propia felicidad.
Chaeyoung tenía miedo. Eso era obvio.
"¿Qué va a pasar cuando le diga que la amo?"
El miedo que tenía no era solamente de ir corriendo a su felicidad, sin importar quien sufriera a causa de ello, también lo tenía porque no sabía de lo que Mina y ella eran capaces, más Mina.
Sería poco decir que Mina movería el cielo, el mar y la tierra para que ella estuviera bien y por fin ambas fueran felices. Pero ¿a qué costo?
Creo que ahí estaba su verdadero miedo, ¿que costó estaban dispuestas a pagar para que pudieran ser felices? No lo sabía.
Ninguna cosa en el mundo es fácil, menos el luchar por el amor, pero tampoco es imposible.
Mina se mantuvo recostada en el pecho de Chaeyoung por un buen rato. Estuvieron así por horas hablando cosas sin importancia, hasta que llegó la hora de alistarse para salir a la fiesta de su padre.
-Deberíamos empezar a alistarnos -murmuró Mina sobre el pecho de Chaeyoung-. Ya casi es hora de partir.
-No quiero levantarme de aquí -susurró Chaeyoung.
-Sé que no. Pero realmente quiero ver ese vestido. -Mina se levantó de su pecho, le sonrió y comenzó a caminar a la habitación, desabotonando su camisa mientras caminaba-. Deberías cambiarte, tenemos una hora y media.
-¿Crees que dejaré que veas mi vestido, así de fácil? -gritó Chaeyoung desde el sofá, unos segundos después vio cómo Mina asomaba su cabeza por el marco de la puerta.
-¿Estás hablando en serio?
-¡Por supuesto! -dijo con burla y se levantó, caminando hacia Mina, que ahora tenía una bata de baño puesta, del hotel, seguramente-. Esto es lo que vamos a hacer: tomarás un baño y te arreglaras, cuando estés lista bajarás y tomarás un trago, mientras que yo me alistó.-Tomó la cinta de su bata y jugó un poco con ella. Mina mantenía una ceja levantada-. Te enviaré un mensaje cuando baje para que me esperes en el estacionamiento. -Sonrió.
-¿Qué sí, no?
-En vez de eso, deberías preguntar: "¿Qué gano si lo hago?"
-Ya veo. -Mina se acercó a su oído y su aliento hizo temblar a Chaeyoung, pero se quedó quieta esperando el movimiento de la más alta-. Puedes pensar que ganaste este encuentro, pero te aseguro que en el próximo... -Besó el comienzo de su mandíbula y Chaeyoung se estremeció-, No te vas a salir con la tuya, Chae -susurró y caminó hasta el baño, cerrando la puerta detrás de ella, dejando a Chaeyoung recargada en el marco de la puerta, un poco, acalorada.
[...]
"Eres una maldita perra, Chaeyoung"
En un bar extremadamente caro del centro en la ciudad de Seúl, el joven castaño de veintisiete años con un trago en mano, esperaba al hombre que le había vendido literalmente a su inútil esposa.
Mark no entendía por qué Son Chaeyoung no era parte de las multitudes de mujeres que se deshacían por él, y que siempre estaban dispuestas a que él calentara sus camas. Ni siquiera con un par de reprimendas la joven muchacha aceptaba un beso suyo. Incluso, había sido caballeroso y extremadamente atento para llamar su atención, pero nada funcionaba, y ya estaba cansado de humillarse cuando ni siquiera él quería hacer eso.
Hoy había decidido que esta noche, la joven estaría en su cama, fuera como fuera. No le importaba si no estaba dispuesta. Estaba harto de la presión que exigía su padre por un nieto.
Un par de palmadas en su hombro lo obligaron a dejar sus pensamientos para otro momento, y así prestar toda su atención al hombre que estaba frente a él.
Son JungSeung.
-Buenas noches, Mark.
El hombre, de unos cuarenta años y con algunas arrugas en el rostro, vestía un traje caro color azul marino. El señor desprendía un fuerte olor a colonia, una demasiada fuerte para el gusto de Mark, tanto que hizo una mueca.
-Buenas noches, señor Son. -Le tendió la mano y el señor ignoró su acción, sentándose a lado de él y pidiendo un whisky una vez que estuvo cómodo.
JungSeung era el hombre más arrogante que Mark había conocido, y créanme que había convivido con muchos hombres arrogantes en toda su carrera como empresario.
Cuando su padre y él mismo, salvaron el negocio de su ahora suegro, que estaba hecho polvo -ya que debía mucho dinero-, el señor siempre había mantenido una actitud de superioridad, a pesar de estar en quiebra, eso siempre había enfermado al castaño, y llegaba a comprender el odio que tenía su esposa hacia el. Era un maldito.
-¿Para qué me pediste que viniera, jovencito? -Lo miró con desdén.
-Quiero hablar de su hija.
El señor bufó, y de mala gana dio un sorbo a su trago. -¿Ella que tiene?
-Ella no quiere tener relaciones, y bueno, mi padre me pide un nieto, y ella... Se está saliendo de control. Las reprimendas ya no funcionan, ahora el que termina en el piso, soy yo -Explicó enojado. El señor Son se burló de él-. A mí no me parece graciosa la situación.
-Muchacho, mi hija es una niña estúpida que cree en las cursilerías del amor. Y como ella no te ama, no te dará de nuevo eso que quieres. Ella ya debió darle su cuerpo a otra persona.
-¿Chaeyoung? -Rió-. Ella no me engaña.
-"Pero si Myoui Mina está en la ciudad, no tardará en hacerlo" -Pensó el señor y le dio un trago al vaso-. Solo haz lo que un verdadero hombre hace, y no dejes que pase mucho tiempo con la chica Myoui. Esta noche es tu oportunidad para obtener su cuerpo -JungSeung se levantó y dejó unos billetes en la barra. -. Espero que no la desperdicies. Se un hombre.
Su suegro dejó el bar, dejando solo a Mark, que había obtenido más preguntas que respuestas esa noche. Pero existía una más grande. ¿Haría de verdad lo que dijo el señor Son?
[...]
Por si se preguntaban, sí. Mina había hecho lo que Chaeyoung le había pedido. Ahora se encontraba en el estacionamiento, ya que había recibido un mensaje de texto de parte de la más pequeña, avisando que bajaba en un par de minutos.
Mina vestía un traje totalmente blanco, con unos tacones del mismo color. Llevaba una blusa abotonada de tirantes delgados, le llegaba casi al final del estómago, con un estampado de rayas azules, que se acomodaban verticalmente.
Llevaba el cabello suelto, lucía brillante y sedoso.
Nuestra chica mantenía la mirada fija en el ascensor mientras se recargaba en su coche, no podía esperar a que Chaeyoung bajara y le callara la boca de lo hermosa que estaba, porque sí, ella sabía que lo estaba.
Desesperada por tener que aguardar, comenzó a caminar de un lado a otro, jugó con un hilo de su saco, dibujó en las ventanas de su coche e incluso llegó a imitar un pequeño baile que había visto en Internet, volteando rápidamente para comprobar que estaba sola y que nadie la había visto.
Solo ustedes y yo sabemos que estaba bailando.
Cuando por fin escucho la campana del ascensor, se volteó y vi a un señor saliendo de él. Completamente decepcionada soltó un pequeño grito desesperado. La campana sonó de nuevo, pero ni se inmutó en voltear, continuó escribiendo en la ventana del copiloto de su coche, escribiendo inconscientemente "Se mía" en inglés.
-"Be mine".
Mina se apresuró a borrar esas palabras con sus dedos torpes y después volteo suavemente hasta encontrar a Chaeyoung, que estaba extremadamente preciosa.
Vestía un vestido blanco que le llegaba hasta las rodillas, tenía mangas largas hechas de una tela delgada, casi como de encaje. El color que aquella prenda hacía que su piel se viera aún más clara. Mantenía su cabello suelto, ya que no podía atarlo sin que algunos mechones rebeldes se desacomodaran, dejando así como su única opción, dejarlo como estaba, húmedo y precioso. Llevaba como zapatos, unos botines color cafés, un complemento excelente para finalizar su vestimenta. La pequeña sostenía con ambas manos una caja rectangular, en la cual suponía que se encontraba su antifaz y mantenía una sonrisa que hacía que la estabilidad de Mina se encontrara en el piso.
El vestido que usaba podría ser relativamente sencillo -aunque no costaba para nada barato-, pero Chaeyoung era totalmente capaz de lucirlo como una prenda de pasarela.
De acuerdo al comportamiento de Mina: me hubiera gustado decir que se encontraba embobada, y si lo estaba pero no le iba a dar a Chaeyoung el placer de saberlo, así que con toda fuerza de voluntad, fue firme al decir que se encontraba hermosa y que absolutamente nadie podía opacar su belleza esta noche, ni ninguna otra.
Mina como siempre la guió al coche y le abrió la puerta, después subió ella y cuando apenas encendió el coche, recibió una llamada de su amiga, y cuando contestó, la voz ruidosa de su amiga se escuchó por las bocinas del coche.
-Tú estúpida abogada me sedujo anoche.
-"Hola" a ti también -Rodó los ojos la japonesa y luego le dio una mirada de disculpa a la pequeña a lado de ella, que se abrochaba el cinturón de seguridad-. Y no creo que la palabra "seducir" sea la correcta, llevan un mes rodando de arriba a abajo por tu apartamento y el suyo -dijo Mina y sonrió mientras recordaba.
-Un mes en el que la he pasado bastante bien. Parece que Jeongyeon conociera mi cuerpo a la perfección, anoche me...
Chaeyoung frunció el ceño, aterrada por lo que estaba escuchando.
-Esos son detalles que ya no me interesan. -Interrumpió Mina riendo avergonzada-. Dile que si no te invita a un lugar que no sea su cama, voy a despedirla.
-Se lo diré, aunque ya hemos salido... -Nayeon dijo un poco ofendida-. ¿Ya estás yendo a la mascarada?
-Sí, vamos saliendo del estacionamiento del hotel -dijo.
-¿Vamos?
-Ah, si... -Suspiró-. Te lo iba a decir, pero estabas muy ocupada con tus asuntos pendientes con... Jeongyeon. -Hizo una mueca y sacudió su cabeza tratando de no imaginar a su amiga en una situación íntima con su otra amiga y al mismo tiempo abogada-. Estoy llevando a Chaeyoung, ella... te está escuchando.
El coche se quedó en silencio, hasta que un grito proveniente de las bocinas invadió sus oídos, haciendo que Mina golpeara el claxon y Chaeyoung abriera los ojos como platos y soltara una risa, realmente se estaba divirtiendo.
Desde hacía mucho tiempo que no lo hacía, divertirse.
-¡Dios mío, qué vergüenza! ¡¿Por qué no lo dijiste antes?! -Se exaltó y Mina trató de hablar pero fue inmediatamente cortada-. No puedo creer que estaba hablando sobre mi vida sexual mientras ibas con alguien. Yo... ¡Lo lamento, Chaeyoung! ¡Mina me ha hablado mucho de ti! Dios, lo siento tanto. -Entró en pánico y Mina solo se rió de ella-. Llámame cuando estés sola, ¡De verdad lo siento! Juro que no soy una mala persona, solo que realmente me gusta Jeongyeon. -Lloro un poco y después colgó.
-Bueno, al menos lo admitió -dijo Mina aguantando una carcajada, pero se sorprendió porque Chaeyoung estaba llorando de risa por la situación. Su risa era como una canción que no te cansas de escuchar, una que suena suave y es completamente deleitante.
Ambas chicas comenzaron a reír a carcajadas, Chaeyoung se limpiaba sus lágrimas y cuando dejó de reír dijo-Dile a tu amiga cuando la llames que no debe preocuparse, y que jamás se lo recordaré. -Se rió.
-Nayeon es así. Y sí, se lo diré.
Mina encendió el coche y por fin salieron de aquel estacionamiento, ya iban directo a la casa de sus padres, lugar donde se conocieron y bailaron por primera vez.
Una parte de Chaeyoung quería realmente llegar a esa mascarada, pero la otra ni siquiera quería acercarse, ya que posiblemente ya se encontraban sus padres y su esposo en ella. Lo único que le daba seguridad de asistir era su acompañante.
Mina era como su ancla, con su simple compañía la hacía sentir capaz y fuerte, incluso enfrentándose a su padre. Estaba segura de que JungSeung se aseguraría de hacerlas sentir incómodas con una escena, pero también estaba segura de que estando juntas podrían soportarlo.
Las casa de JunTa, el padre de Mina, no estaba muy lejos del hotel en el que se hospedaba la más alta, pero parecía manejar un poco lento, y aquella lentitud tenía dos razones:
La primera tenía que ver con Mark Tuan, ya que por fin esa noche conocería al dragón que mantenía presa a Chaeyoung. No sabía si podría comportarse realmente, sabiendo todo el mal que Mark causaba en la pequeña. Fuera de todo el daño emocional, aquel "hombre" había golpeado a Chaeyoung y eso jamás iba a perdonarselo a él, ni a ella misma, porque no estuvo ahí, cuando la rubia necesitaba de ella.
Y la segunda, era que quería disfrutar tan inmensa tranquilidad que existía en ese coche, no sabía cuánto les duraría en esa noche, pero sospechaba que no sería por mucho tiempo.
El momento que trató de retrasar llegó, y el deseo de mantener su tranquilidad no se cumplió. Al momento en que se estacionó fuera de la casa -o mansión, en todo caso-, sus dedos comenzaron a temblar, y sintió escalofríos apenas quitó la llave del auto, advirtiéndole que tal vez no todo saldría bien al final de la noche como quería esperar.
Pero yo sé que algunas cosas malas abren camino a las buenas, recuerdenlo. Hay situaciones en el mundo que no sabemos controlar, pero muchas veces existe la esperanza al final.
Cuando Chaeyoung se dio cuenta de que Mina temblaba un poco, decidió hablar.
-Sé que tú y yo podemos cambiar el final de esta historia, mi amor -Repitió lo que le dijo Mina esa tarde y tomó sus manos-. Solo no hay que dejarnos intimidar hasta que busquemos cómo solucionar todo esto. Mírame... -Pidió e inmediatamente la más alta obedeció-. Tu y yo, vamos a estar bien. -Besó sus manos-. Sé que es así.
De pronto, Mina ya no sintió ningún temor, y su rostro retomo la serenidad que mantenía siempre, estaba segura de que ambas estarían bien, mientras se mantuvieran juntas.
-Voy a hacer que esto acabe pronto, no puedo permitir que sufras más. -Mina soltó sus manos y se acercó para darle un suave beso a Chaeyoung en la coronilla y acarició su mejilla-. Lo prometo.
-De eso hablaremos después. -Se acercó a Mina y dejó un beso cerca de la comisura de sus labios y después se abrazó a ella, acariciando su tonificada espalda, disfrutando totalmente el hacerlo.
Las chicas estaban tan concentradas en lo suyo, que no notaron que había un espectador desde la puerta de entrada, pero que pronto alejó la vista de ellas para regresar el saludo a sus invitados, preguntándose cómo es que esta noche acabaron juntas.
Chaeyoung se alejó de Mina para tomar el par de cajas que guardaban sus antifaces, dándole la suya a Mina, y abriendo la que pertenecía a la más alta para empezar a colocarle ella misma el antifaz, que como su traje era blanco y de encaje.
La pequeña se deshizo de la caja y se aproximó hasta Mina para atar los delgados listones detrás su cabeza mientras mantenía una sonrisa seductora, acercándose más de lo debido hasta sentir el aliento de su contraria sobre sus labios. Cuando terminó, susurró un suave pero ronco "Termine" que casi hizo que sus comisuras se rozaran, y se alejó logrando su cometido, que era dejar a Mina con ganas de más.
-Creí que merecía un premio por haber obedecido el bajar al estacionamiento mientras te arreglabas. -Se atrevió a decir Mina, sonriendo.
-¡Oh, Claro! -Exclamó falsamente y le arrebató la caja de su antifaz, sacándolo y comenzando a ponérselo ella sola-. Soy tu acompañante esta noche, ese es tu premio.
El antifaz de Chaeyoung era igualmente de encaje y blanco, se parecía al suyo, pero ella se veía más hermosa.
-¡Vamos! -Hizo un puchero mientras que Chaeyoung se volteaba para salir del coche mientras reía, burlándose de ella. Mina también bajó y le puso el seguro al auto al mismo tiempo que trotó un poco para alcanzar a Chaeyoung que la esperaba ya en la fuente que estaba en medio del patio.
La casa de sus padres era enorme, poseía un patio con muchos tipos de flores que era regado todos los días por Hyun, el jardinero de la casa, y que trabajaba ahí junto con su esposa Yon -que era ama de llaves-, desde que era niña. Había una fuente en el centro que estaba rodeada de caminos de piedra que guiaban hacia la entrada, que en ese momento estaba repleta de gente, esperando entrar por fin a la fiesta.
Su padre y madre recibían a cada invitado, y no pasaría desapercibido que hubieran llegado juntas.
-¡Mina, hija! -gritó desde lejos Akira, su madre.
-Ni siquiera te atrevas a presentarle a algún joven. -JunTa le susurró a su esposa.
-¡Vamos, JunTa! Le quitas lo más divertido a la fiesta, avergonzar a tu hija.
-Hablo en serio Akira, mira con quien viene -susurró sonriente y la señora volteó haciendo una mueca, que se borró al instante apenas se dio cuenta quien era la acompañante de su hija.
-¡Dios mío! -gritó de felicidad, asustando a unos cuantos y ganando un par de miradas-. ¡Chaeyoung, cariño!
Las chicas se acercaron a los padres de la más alta, siendo recibidas por un cálido y familiar abrazo. Akira y JunTa estaban felices a más no poder, porque por fin, habían visto una sonrisa verdadera en el rostro de Mina, que no enseñaba desde hace años.
-¡No puedo creerlo, querida, te extrañé mucho! ¡Eres toda una mujer! -Akira acarició las mejillas de Chaeyoung con los ojos llorosos y sonrió de la forma más sincera que pudiera existir-. ¡Mirense! ¡Parecen una pareja de revista! -Se abrazó a su esposo, igual que Chaeyoung hizo con Mina.
-¡Lucen hermosas! -dijo JunTa pero pareció recordar algo y buscó algo en los bolsillos de su saco-. Akira, ¿puedes hacerte cargo de la gente un par de minutos?
-Sí, claro. No tardes. -Se volteo a Chaeyoung-. Cariño, es un gusto verte de nuevo, nos vemos dentro.
-Vamos, chicas. Siganme.
El señor Miyou las dirigió hasta su despacho, que estaba en el segundo piso bajo llave. Por lo que Mina pudo darse cuenta, había mucha gente por toda la casa.
El señor Miyou las dejó entrar a la oficina y volvió a cerrar la puerta con seguro, privando a todo aquel que quisiera escuchar y se dirigió hasta su escritorio, abriendo de nuevo con sus llaves un cajón, sacando de ahí un auricular bluetooth, y se lo ofreció a Mina. Chaeyoung solo observaba.
-Póntelo y cubrelo con tu cabello.
-¿Por qué? -dijo confundida.
-Hija, tu madre y yo podremos estar felices por ustedes dos, pero no sé qué pasaría si tu padre... -Señaló a Chaeyoung-, o tu esposo se enteran de lo que pasa aquí.
Chaeyoung estaba aterrorizada, era cierto, su padre y Mark eran muy capaces de hacer cosas para nada seguras, pero no habían hecho nada. No se habían besado desde que se encontraron, mucho menos se habían acostado, habían paseado como casuales amigas por Seúl, no había nada de malo en eso.
-¡No hemos hecho nada malo! -Alzó la voz, alterada y se abrazó a sí misma.
-Sé que no. Pero ellos no lo ven igual, y creeme que conozco a tu padre, y creo que sabe algo.
-¿Tú cómo lo sabes? -preguntó Mina.
-Eso no importa en este momento, mañana por la tarde ven a mi oficina y hablaremos de esto. Ahora, quiero que te pongas eso, y llames a seguridad si algo anda mal, que esperemos que no, pero si pasa, no quiero que salgan lastimadas. Hay mucha gente, así que eso nos da un poco de ventaja. No sé que están planeando ustedes dos, ni siquiera sé si tienen algo planeado, pero después de hoy, vamos a tener que hacer algo al respecto -dijo firme-. Tal vez me estoy yendo a extremos, pero quiero estar seguro de que nada les va a suceder. -Extendió el auricular.
Mina tomó el objeto y se lo colocó con pesar. Era duro. Pero no se iba a rendir.
-Mark. ¿Qué sabes de él? -preguntó a su padre.
-Es un muchacho arrogante, adinerado, viene de una familia que es casi o peor que él. Ten mucho cuidado. No te enfrentes a él, si no es necesario.
-Lo intentaré, y mañana iré a tu oficina -Lo miró y después a Chaeyoung, extendiendo su mano, que fue tomada enseguida-. Gracias, papá.
-Solo quiero que mis hijas sean felices.
Las chicas y JunTa salieron del despacho, cerrando nuevamente y se separaron. Las chicas se dirigían al salón donde se llevaba a cabo la fiesta mientras que su padre volvía a la entrada con su esposa.
Mina y Chaeyoung bajaban por las escaleras, cada una en sus pensamientos hasta que la pequeña decidió hablar, frenando a Mina y a ella misma en medio de las escaleras, quedando la japonesa en un escalón abajo del de Chaeyoung, dejando a la pequeña siendo más alta que ella.
-Recuerda lo que te dije en el coche -Acarició sus mejillas y después recargo sus manos en los hombros de Mina, y las bajó lentamente hasta posicionarlas finalmente en su pecho.
-Y tú, recuerda que te amo. -Mina pasó un mechón detrás de la oreja de la coreana, y acarició su mejilla.
-Eso es algo que siempre tengo presente. -Sonrió sinceramente sin llegar a mostrar sus dientes.
-Mi bella esposa, Son Chaeyoung...-Escucharon una voz masculina detrás de ellas y Mina se volteó bruscamente.
Ahí estaba al pie de la escalera, Mark Tuan, con un trago en mano haciéndoles un brindis al aire y manteniendo una sonrisa perversa en sus labios.
-Preséntame a tu amiga, corazón.
Muy buen lunes para todos ustedes xdxd, espero se encuentren bien, y sino, mi perfil siempre está abierto por si quieren hablar...
Quiero contarles algo, lo que pasa es que yo al escribir esta historia hice un trailer que la verdad quedó muy padre, y un pre-trailer. Osea, dos videos.
Me gustaría saber si quieren verlos, pongan en este párrafo "Sí" y en el próximo capítulo pondré ambos si hay por lo menos cinco comentarios (yo sé, es poco, pero también estoy ansiosa por mostrarlo si es que quieren verlo).
Díganme, ¿qué piensan de la historia hasta ahora? ¿Les va gustando? ¿Creen que Chaeyoung le diga a Mina que la ama pronto? Yo no sé, sólo soy la escritora xdxd
En fin, gracias por esperar pacientemente por la actualización, no olviden votar y comentar. Se los agradecería mucho, si gustan también pueden seguirme, les daré un trailer si lo hacen xdxd
Otra cosa. ¡Ya llegamos a las 800 vistas! Muchas gracias a todos, la verdad ni siquiera creí que tendría éxito, pero estoy muy agradecida con todos ustedes, así que espero que realmente les guste. Estoy esforzándome, se los juro ✨
Lamento tanto texto jsjsjs, espero terminen su día bien y que les haya hecho un poquito más felices la actualización de hoy, tomen agua y ya saben, cuentan conmigo si les ocurre algo. Estaré feliz de apoyarlos si me lo permiten.
¿Me perdonan? Actualicé tarde:(
-B. A. F.
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