𝙸𝙸𝙸↬мeмorιѕe
Repugnante. Es tan repulsivo que mi rostro se arruga viéndolo. Esos ojos sin luz, ese pecho inerte, esa sangre matizando el suelo bajo mis pies descalzos.
No sé cómo carajos estoy aquí ni tampoco me detengo a intentar recordar algo que sé que jamás entenderé. Pero aquí estoy, en el pasillo de Leumas a las largas de la madrugada bajo un ambiente frívolo. Sola como un alma que se lleva el diablo.
Revisando nuevamente el rostro apenas conocido, descubrí dos cosas:
La primera, era el antiguo profesor de deportes que apenas se presentó en una clase. La segunda, había sido asesinato vilmente, con marcas de tortura por su cuerpo para seguramente sacarle información. Y tercera, Exel tenía razón.
Y como si fuera obra del destino, por mi mente pasa nuestra conversación.
Porque según él...
Darkside no era malo. Él trabajaba de infiltrado para los malos pero pertenecía a ese grupo. Le hicieron lo mismo que a mí para darnos dones. Soy parte de un experimento. Jungkook y Yoongi pertenecían a Darkside. Y después de casi morir, mis poderes que están más unidos a la muerte que ninguno, habían evolucionando. Por eso estoy aquí.
–– ¿Qué haces aquí?
Ladeé mi cuerpo, quedando frente a frente con ese chico rubio también apenas conocido. Él me mira frunciendo una ceja, yo apenas le puedo mantener la firme mirada. Pero por eso estoy aquí. Tengo que hacer lo que me dijeron.
–– Quiero unirme a ustedes –– No pido, ordeno tajante cual katana filosa.
–– ¿Qué? –– Inquiere incrédulo.
–– ¿Park, no? Hijo de Park Minho –– Él asiente, ahora en alerta máxima –– Quiero unirme a ustedes. Quiero ser parte de lo que hacen para Darkside.
Me mira anonadado, estirando su rostro. Me emocioné, había conseguido el objetivo de ganar su atención que fue en aumento al moverme a un lado, dejándole a la vista el cuerpo.
–– ¿Tú...?
Sin embargo ni se inmutó al ver el cuerpo. Me mira en su posición altanera de imponente figura masculina, firme como muro de piedra.
–– No lo hice. Sé que lo sabes y también que conoces mi nombre.
–– Hestia, la rarita que nació normis pero los humanos le dieron poderes de banchee. Sí, te conozco Hestia Jacobs.
¿Banchee? Es así como llaman a este poder unido a la muerte.
–– No, no me conoces. Solo sabes mi nombre. Saber mi nombre no significa que me conozcas.
–– ¿Y qué haces aquí? –– Repitió la pregunta de la primera vez.
–– Estoy aquí por eso –– Indiqué al cuerpo. Literal, lo único que me faltaba era encontrar cuerpos y ya lo hago. Mis poderes no se desarrollaron en algo más productivo.
–– Y por mí, por esta charla –– Asegura el chico –– Quieres que te una a nosotros, ¿no? Quieres ser parte de Darkside.
–– Te equivocas... –– Mofo sacando la carta de bienvenida entregada por Exel y se la dejo en las manos –– Ya soy parte de Darkside. Lo único que deseo es formar parte de tu equipo.
Le lanza una simple ojeada al sobre. Suspira riendo con ironía y asiente. Luego me mira e extiende la mano.
La acepto como muestra de cerrar el trato y nos miramos con indiferencia. Él se siente muy macho pechi peludo, se siente el alfa por gobernar un pequeño grupo. Así que la manera de su padre, el verdadero alfa de Darkside, al escribir personalmente esa carta para mí, le puso lo pies en la tierra.
–– Es un placer tenerte con nosotros, Hestia. Mi nombre es Park Jimin.
–– El placer es mío –– Bufé.
Ya me iba a marchar de regreso a mi habitación. Tenía que recorrer todo un pasillo a oscuras e evitar ser vista por el guardia que no me vio de sonámbula, luego darme una ducha y limpiar mis pies rojizos, para finalmente dormir en paz.
–– Emh, Hestia. Si encuentras otro cuerpo contacta conmigo. Creo que tus poderes nos servirán de mucha ayuda.
–– Okie, aunque yo espero no tener que hacerlo.
¿A quién mentía? No sé activar esto ni cómo se activa. En algún otro momento despertaré junto a otro cadáver porque no lo puedo controlar. Después de estar entre la línea de la vida y la muerte algo había evolucionando en mi ser. Ya no soy la misma Hestia. Ni tampoco me siento como tal. Y ese "algo" me decía que muy pronto comenzaré a descubrir mejor mi poder. Quizás estoy más cercana a una evolución que nadie más, me siento muy cerca de descubrir todo esto, y también de descubrirme a mí misma.
Estar al borde de la muerte cambia muchas cosas. Cosas que ni siquiera nos imaginamos.
A hurtadillas regresé a la habitación con cuidado de despertar a Hazel, sin embargo, justo en el momento en que abrí la puerta de la habitación, una voz habló desde el interior.
–– ¡Atrapada! ¡Confiesa tu mayor pecado, bestia!
–– ¡El primer día de clases cuando fui al comedor quien le lanzó la comida a Hazel fui yo, no Jungkook! –– Chillé dando un respingo del susto.
–– ¡¿Qué?! –– Inquirió mi hermana, con notoria molestia en la voz mientras prendía la luz.
–– Ups. Fantasma equivocado –– Me hice la tonta, evadí la almohada lanzada contra mi persona y corrí a la ducha escuchando mi nombre gritado con prepotencia.
Fui en busca de mis amigos para empezar el día como siempre. Markie y Johnny ya estaban en el aula, sentados en sus asientos cuando algo, más bien una cabellera blanca, estaba entre ellos, precisamente al lado de mi silla.
–– Necesito ir al oculista, pero no veo el momento –– Anuncia mi amigo Johnny, el rey de la ironía.
–– Esa confusión fue muy clara –– Carcajeé limpiamente acercándome a ellos.
–– ¿No podemos hablar de algo normal?–– Inquirió Markie, mirando apenado al nuevo compañero que nos veía raro.
–– Cómo lo haremos si ni siquiera somos normales –– Vuelvo a soltar sin parar de reír.
Mientras Johnny se reía junto a mí y Mark se golpeaba la frente con la palma sintiendo vergüenza ajena, el otro chico se apresuró a dejarme un lado.
–– Emh, Hestia nos volvemos a encontrar –– Saluda alzando cohibidamente la mano.
–– Sí, hola otra vez, Jisung –– Le saludo amigablemente.
–– Jisung está dispuesto ayudarnos a estar al día con respecto a los días que todos hemos perdido de clases, tú raptada y Johnny y yo buscándote –– Anuncia Mark.
–– Oh, pues muchas gracias. No tenías que tomarte las molestias.
–– No es ningún problema –– Rasca nervioso su nuca. Me sigue recordando a Markie los primeros días de conocernos. Ambos eran igual de cute, aunque Mark todavía sigue siendo igual de tierno.
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