12. Discusiones y arreglos.
Aún 14 de Agosto de 1986.
En un principio JungKook había creído que la cena con la madre de TaeHyung sería bastante incómoda, pues pensaba que de alguna manera podría leer sus pensamientos y se enteraría de que en realidad le gustaba su hijo. Aunque, claro, se tranquilizó cuando cayó en cuenta que no había manera de que eso pasara realmente.
Todo fue bastante tranquilo, la madre de Tae era de hecho una mujer muy amable y amorosa y no se atrevió a hacer preguntas fuera de lugar por mucho que quiso hacerlas, ella realmente era tan curiosa como su hijo y deseaba saber con exactitud cuál era la razón por la que últimamente pasaban tanto tiempo juntos.
—Me alegra mucho que TaeHyung esté haciendo nuevos amigos— había dicho simplemente.
JungKook le sonrió tímidamente y luego le regaló una sonrisa más brillante al rubio que estaba sentado frente a sí en la mesa, aquella diferencia no fue pasada por alto por la mayor, quien pareció notar algo realmente genuino en la forma en la que lo miraba; ya fuesen simplemente los sentimientos propios de una amistad o algo más allá, Elizabeth Kim estaba completamente segura de que no había ni un rastro de maldad en aquello.
—Él realmente es un buen amigo— dijo el mariscal de campo —Y un increíble estudiante también.
—JungKook solo está haciéndome quedar bien— negó TaeHyung —Él es el presidente de la clase así que está muy por encima de mí en el aspecto escolar.
La rubia lo miró sorprendida, JungKook negó con la cabeza y rodó los ojos ante las adulaciones de Tae.
—¿Eres el mariscal de campo? — preguntó la mujer, JungKook asintió tímidamente —¿Y también eres el presidente de la clase? — en respuesta recibió otro pequeño asentimiento —Debes tener una vida muy ocupada.
—En realidad no lo es tanto— murmuró, sintiéndose aún cohibido por la atención que la madre de TaeHyung le estaba prestando, usualmente su madre no se interesaba demasiado en sus asuntos —Disfruto mucho de jugar y ser presidente de clase... No es tan duro como uno pensaría.
—Tus padres deben estar muy orgullosos de ti.
La sonrisa de JungKook se mantuvo educada, aunque por dentro sintió un pinchazo de dolor en el pecho, él no sabía ni quería saber lo que se sentía ser apuñalado, pero estaba seguro que era un dolor bastante similar al que estaba sintiendo. El frío se extendió por sus huesos y se sacudió ligeramente para deshacerse de la pesadez que de pronto había sentido.
El concepto de que sus padres estuvieran orgullosos de él parecía bastante abstracto y alejado, no tenía modo de saberlo porque, aunque hacía todas esas cosas que a los adultos solían parecerles maravillosas, sus padres nunca habían dicho que estaban orgullosos, al menos no en voz alta y definitivamente no en su presencia; con frecuencia los adultos le decían lo maravilloso y buen hijo que era, alababan su madurez y su independencia y juraban que sería un hombre extraordinario en el futuro, sus padres sonreían y asentían pero nunca le dijeron que estaban orgullosos.
—Muchas gracias, señora Kim.
—Basta de "señora Kim" llámame Elizabeth.
La rubia extendió su mano para posarla cariñosamente sobre la del pelinegro, JungKook no pudo evitar sonreír y derretirse ante el toque tan gentil de la mujer, pensando inmediatamente que TaeHyung había heredado eso de ella.
Por un momento se preguntó que tan bien recibido sería en esa casa si algún día sus extraños e imposibles sueños se volvieran realidad y pudiera declarar sus sentimientos y obtuvo su respuesta no mucho más tarde, cuando la cena terminó y JungKook tuvo que irse a casa.
Elizabeth lo mandó de vuelta con un poco del puré de papá que tanto había alabado ese día y en la puerta de entrada, luego de que JungKook se despidiera tímidamente de TaeHyung, la rubia lo tomó entre sus brazos y le dijo que podía volver ahí cuantas veces quisiera.
Aquella calidez lo había desarmado, incluso le había arrancado un par de lágrimas traicioneras que se limpió al llegar a su auto; si bien no estaba seguro de que se suponía que iba a pasar con él y con TaeHyung en el futuro, esperaba poder conservar aquella amistad que tanto le había dado y en tan poco tiempo.
★━━━━━━✩━━━━━━★━━━━━━✩━━━━━━★
15 de Agosto de 1986.
Aunque el día en general había sido bastante pesado, TaeHyung estaba increíblemente contento pues JiMin lo había invitado aquella tarde a su casa... Aunque más que una invitación había sido un plan en conjunto para la tarea de sociología en la cual eran equipo; como fuese, pasar tiempo con su mejor amigo lo llenaba de emoción así fuera simplemente para hacer tarea.
Cuando el timbre sonó, TaeHyung prácticamente saltó de su asiento para guardar las cosas en su mochila, apurando a JiMin con un gesto, el rubiecito soltó una risita y atendió a su petición, apresurándose también a tener todo listo.
—¿A dónde van con tanta prisa? — preguntó HoSeok, tomándose su tiempo para acomodar sus pertenencias.
—Debemos hacer la tarea de sociología— explicó TaeHyung con una sonrisa.
HoSeok frunció el ceño y lo miró claramente confundido al respecto.
—¿La que se entrega la siguiente semana? — cuestionó para confirmar sus sospechas, TaeHyung asintió suavemente —¿Por qué la prisa?
—Que entrometido— le dijo Tae, aunque no de manera recriminatoria, su tono era más juguetón y HoSeok lo notó de inmediato, respondiendo al levantar sus manos —Quiero pasar tiempo con JiMin, no hemos tenido realmente la oportunidad de hacerlo desde que llegó aquí.
—Eso suena increíble, Tae, espero que se la pasen muy bien.
Y, aunque HoSeok realmente sonaba sincero, TaeHyung no pudo evitar notar la significativa mirada que le regaló a YoonGi quien parecía bastante molesto por alguna razón que TaeHyung no pudo entender de inmediato, pero hizo una nota mental para hablar de las cosas que no habían hablado en algún tiempo.
JiMin habló con YoonGi y Tae no los escuchó, aunque supuso que se trataba del hecho de que no se irían juntos aquel día. YoonGi había estado adoptando el hábito de llevar al rubio a su casa al final de las clases, sobre todo por el hecho de que TaeHyung había estado bastante ocupado trabajando en su ensayo con JungKook y porque JiMin definitivamente no disfrutaba de irse solo en el autobús.
Cuando se despidieron de todos, prácticamente atravesaron la escuela corriendo hasta llegar a la salida donde se encontraban los autobuses y una vez que se encontraron en la fila para esperar a abordar, JungKook se acercó a ambos, iba corriendo por lo que ambos dedujeron que tenía prisa por alcanzarlos.
—¿Qué sucede? — preguntó TaeHyung mirándolo con el ceño fruncido.
—Quería... Invitarlos al... partido de hoy— dijo JungKook intentando regular su respiración, pero sin perder la radiante sonrisa que lo caracterizaba —Ya invité a todos los demás, pero ustedes ya no estaban así que vine hasta acá.
—Oh eso es...
—Muy amable de tu parte— siguió JiMin, porque sabía que TaeHyung no sabría que decir y terminaría por decir alguna tontería así que decidió salvar el trasero de su amigo —No sabíamos que había un partido hoy, pero haremos lo posible por asistir.
—Me gustaría mucho verte ahí— dijo mirando directamente a TaeHyung —Verlos... a todos, me refiero a verlos a todos ahí.
Las mejillas de TaeHyung se pintaron de rojo y JiMin soltó una risita apenas audible.
—Entonces supongo que te veremos allá— dijo TaeHyung, reuniendo el coraje necesario para finalmente dirigirle la palabra a JungKook —Gracias por invitarnos.
—Seguro.
Habiéndose despedido, JungKook echó a correr nuevamente en la dirección contraria, dejando a dos rubios muy emocionados por la invitación.
★━━━━━━✩━━━━━━★━━━━━━✩━━━━━━★
—Llámame loco o lo que quieras, pero se vio como todo un chico enamorado.
TaeHyung rodó los ojos, dejándose caer sobre el sofá del sótano de JiMin, durante el par de veces que había visitado su casa se había dado cuenta que le gustaba mucho el lugar y JiMin lo notó también por lo que no intentó sentarse ahí y en su lugar se sentó en el suelo, cruzándose de piernas mientras seguía intentando armar el rompecabezas en el que estaban trabajando desde hacía un par de horas.
—No voy a mentirte, fue un tanto extraño que corriera media escuela para alcanzarnos e invitarnos— dijo sonriendo —Pudo haber llamado a mi casa o a la tuya, estoy seguro que pudo pedir el numero con cualquiera de los chicos.
—Yo creo que... tiene cierto interés por ti— asintió JiMin y Tae lo miró confundido —¡Piénsalo! Después del beso no puedes negar que ciertamente hay alguna atracción ahí.
—Pudo ser un error, él ni siquiera lo recuerda.
—Bueno, su "yo" consciente parece querer tenerte muy cerca— dijo con cierto tono burlón —Te invitó al partido solamente para verte.
—O porque el equipo necesita de todo el apoyo posible.
—Por favor, deja de minimizar sus intenciones— se quejó lanzándole un cojín a la cara, haciéndolo reír —¿Por qué no le preguntas al respecto?
Si la situación fuera diferente, TaeHyung habría desechado aquella idea de inmediato; sin embargo, luego de lo que JungKook le había confesado el día anterior no podía evitar que hubiera cierta chispa de curiosidad rondando por su mente, quizás podría hacerlo, pero no quería hacerlo sentir presionado.
—¿No crees que se molestará? — preguntó suavemente, casi como si tuviera miedo de hacerlo.
—YoonGi dice que JungKook es una persona muy amable, no creo que haga un drama solamente porque le hagas una pregunta— se encogió de hombros sonriéndole —Además, sea como sea, es claro que le agradas así que... quizás no sea tan malo.
—Quizás... Quizás tienes razón— murmuró, reflexionando aquello, sintiéndose extrañamente más seguro que las veces anteriores en las que aquella idea le fue propuesta —¿Crees que deba preguntárselo hoy? ¿Deberíamos ir al partido? ¿Deberíamos ir a la fiesta?
De pronto parecía muy ansioso y JiMin soltó una risita, enternecido por el nerviosismo que JungKook le causaba a su mejor amigo.
—Creo que deberíamos ir, sí. Después de todo ya le hemos dicho que iremos ¿no?
—Si, supongo que tienes razón...
JiMin se levantó de un salto y lo tomó de la mano para arrastrarlo escaleras arriba en dirección a su cuarto.
—¿A dónde van con tanta prisa? — preguntó la madre de JiMin mientras continuaba horneando algunas galletas para el día siguiente.
—Nos invitaron al partido de esta noche— le respondió su hijo —Puedo ir ¿Verdad?
—Bueno... Si, si, por supuesto.
JiMin no esperó más respuesta que esa y siguió corriendo hasta su habitación donde se encerró junto con Tae a sacar las posibles prendas que usarían esa noche pues, según palabras de JiMin, TaeHyung debía lucir lo más decente posible si es que haría cualquier movimiento con JungKook.
—Y a todo esto ¿contra quién juegan hoy? Deberíamos evitar los colores del equipo contrario— preguntó el rubiecito haciendo una mueca.
—No lo sé... déjame revisar— TaeHyung hurgó en los bolsillos de su pantalón y sacó de uno de ellos una única hoja que llevaba doblada, JiMin lo miró con una ceja alzada —JungKook me dio esta hoja del almanaque estudiantil para que tuviera en cuenta cuando eran los partidos.
El rostro de confusión de JiMin se tornó en uno de pura burla y aunque no dijo nada al respecto, TaeHyung casi podía escuchar sus pensamientos, pero lo ignoró y se enfocó en la hoja, sus ojos se iluminaron por un minuto.
—¡JiMin! — exclamó visiblemente emocionado —Juegan contra Millstone. Si vamos vas a poder ver a tus antiguos amigos.
—Oh... ¿De verdad?
—Si, si ¿No te parece increíble? Seguro ellos estarán muy contentos de verte.
—Si, seguro que si— murmuró JiMin con una pequeña sonrisa al tiempo que se volteaba para seguir buscando ropa en su armario —Así que... los colores a evitar son el naranja y el blanco.
—Si, sería horrible que nos vieran usando esos— dijo entre risitas
Algo sobre saber que la escuela con la que se encontrarían era la antigua escuela de JiMin lo emocionaba aún más, sabía que seguramente el cambio tan radical de Millstone a Sunnybrook Falls debió haber sido un golpe fuerte para él y pensaba que quizás disfrutaría bastante de reencontrarse con sus antiguos amigos.
—¿Sabes si algunos de tus conocidos vendrán? — preguntó TaeHyung sumamente interesado —¿Les has escrito?
—No he tenido tiempo de sentarme a escribir cartas— respondió de manera, quizás, demasiado hostil, pero TaeHyung no pareció notarlo de inmediato —Ni siquiera tenía idea de que este partido sería contra ellos.
—Si, tienes razón— murmuró Tae —¡Quizás deberíamos llegar más temprano! Así podemos buscarlos y podemos invitarlos a sentarse con nosotros.
JiMin se giró de inmediato hacia él.
—¡No! — exclamó tan fuerte como pudo, TaeHyung frunció el ceño y lo miró completamente confundido, JiMin pareció ser consciente de su arrebato y su expresión se suavizó —Es decir... ¿No sería raro mezclarnos con el equipo rival? Sería mejor si esperamos al final... Soy una persona paciente ¿Sabes?
—Esa es una buena idea— comentó TaeHyung reflexionando al respecto —Supongo que es mejor esperar hasta el final.
JiMin estuvo de acuerdo y no pronunció más palabra al respecto mientras seguía buscando algo que pudieran usar, TaeHyung se atrevió a poner un poco de música y se perdió en ella mientras su mejor amigo iba y venía por toda la habitación. Kim se preguntaba si era necesario encontrar la prenda correcta, al fin y al cabo, solamente era un partido más.
—Puedes usar esto— dijo finalmente, tendiéndole una playera blanca de manga larga y un chaleco de punto verde que contrastaba fielmente con los colores oficiales de su escuela preparatoria —Sin duda sabrán que apoyas a los tigres.
—¿Tú crees que deba usarlo?
—Puedes usarlo o no— dijo y esta vez TaeHyung notó la ligera molestia en su voz.
—Bien... lo usaré— dijo con una sonrisa que estaba cargada de incomodidad luego de haber recibido aquella contestación de parte de su amigo, sin embargo, comenzó a cambiarse de ropa—Creo que tú deberías usar algo azul, así podemos ir combinados.
—Iré con lo que tengo puesto, yo no voy a hacer un movimiento importante para conquistar a alguien— aunque pretendió sonar casual y divertido al respecto, fue más que claro para TaeHyung que había algo que estaba molestando a su amigo.
—JiMin ¿está todo bien?
—¿Por qué no lo estaría? — preguntó, demasiado a la defensiva, haciendo que TaeHyung se sintiera un poco de lugar —Estoy bien, solo algo estresado ¿de acuerdo?
TaeHyung no entendía, sinceramente no entendía por qué JiMin pareció cambiar de actitud de un momento a otro, hacía solo unos cuantos minutos él parecía muy entusiasmado con la idea del partido y ahora simplemente se estaba comportando de esa manera hostil.
¿Acaso había hecho algo malo para enfadarlo? ¿Había dicho algo que lo molestó?
—Bueno... si estás estresado puede ser que te sientas mejor cuando lleguemos al juego. Te compraré unas papas fritas y...
—Quizás lo mejor sea no ir al partido, Tae— dijo simplemente.
TaeHyung frunció el ceño sin entender nada.
—¿Por qué? Le dijimos a JungKook que estaríamos ahí, los chicos seguramente estarán esperando por nosotros también.
—JungKook solamente está esperándote a ti, a él le dará igual si yo estoy o no y los demás... Son más tus amigos que míos, están acostumbrados a solo ser ustedes así que dudo mucho que mi presencia haga la diferencia.
—¿De qué hablas? A todos nos agrada mucho que estés con nosotros compartiendo esos momentos
—Apenas llevo un par de semanas aquí, Tae. No soy su mejor amigo ¿sí?
—¿Y qué hay de los de Millstone? Ellos seguro querrán verte y saber cómo has estado.
—TaeHyung, no quiero ir a ese partido. Punto.
—¿Por qué te comportas así? ¿Sucede algo?
—¿De verdad es tanto problema para ti aceptar el hecho de que no quiero ir al estúpido partido? Estoy cansado y no me gusta ese deporte, creo que son razones suficientes para no ir ¿o no?
—Bueno pues podrías decirlo sin comportarte como un idiota— soltó de pronto, un poco cansado de la actitud de su mejor amigo —¿Crees que por qué somos amigos tengo que soportar tus estúpidos cambios de humor? Yo no te hice nada.
—Pues no paras de hablar del estúpido juego, te dije que no quiero ir y punto ¿sabes lo que significa eso? No quiero que me llenes de cuestionamientos acerca del partido.
—Creo que estás siendo muy grosero y no te he hecho nada para que me trates de esa forma.
—Eres libre de irte si no te gusta— se encogió de hombros restándole importancia a lo que hiciera
—Bien— dijo TaeHyung levantándose de su lugar en la cama de JiMin —Entonces me iré si no me quieres aquí.
JiMin intentó decir algo, sin embargo, para cuando quiso hacerlo, TaeHyung ya estaba recogiendo sus cosas, bastante apresurado se colocó su mochila y no se atrevió a dirigirle una última mirada a su amigo, simplemente salió de la habitación. Se despidió de Sylvie de manera rápida antes de que JiMin pudiera alcanzarlo, la mujer parecía bastante confundida ante aquello, pero decidió no preguntar, al menos no en ese momento, pues escuchó la manera en que JiMin azotó la puerta de su habitación.
TaeHyung se sentía profundamente herido, aunque no sabía bien por qué; siempre le había molestado que la gente cambiara de actitud de un momento a otro, le traía malos recuerdos y su mecanismo de defensa era simplemente alejarse.
Se limpió las lágrimas que amenazaban por empapar su rostro y caminó rápidamente hasta su casa, aún estaba a tiempo de llegar al juego.
★━━━━━━✩━━━━━━★━━━━━━✩━━━━━━★
JungKook se pasó la mano por el cabello una vez más, arreglando los rebeldes cabellos que caían por su rostro, se miró en el espejo y cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo apartó la mirada, sintiéndose bastante avergonzado al respecto.
En realidad, estaba bastante sorprendido de que TaeHyung lo hubiera llamado para que lo recogiera, aunque claro le gustaba la idea no lo hacía mucho menos sorpresivo. No tenía mucho esperando fuera de la casa de Tae, si acaso un par de minutos, fue entonces que lo vio salir, enfundado en un chaleco verde que lo hacía ver incluso más atractivo.
Una sonrisita se dibujó en sus labios momentáneamente y la ocultó inmediatamente cuando TaeHyung subió a su auto.
—Gracias por venir por mí— murmuró, había cierto tono en su voz que puso a JungKook en alerta —Traté de pedirle un aventón a YoonGi, pero no creo que vaya a ir hoy, no respondió el teléfono.
—No hay problema— le sonrió para tranquilizarlo—¿JiMin no viene con nosotros? — preguntó con curiosidad, mirando hacia la puerta esperando que el otro rubio saliera por ella.
Un pesado suspiro se escapó de los labios de TaeHyung, lo que hizo que JungKook desistiera de arrancar el auto, en su lugar se giró hacia él con la confusión pintada en el rostro.
—¿Está todo bien?
—JiMin no vendrá esta vez— la molestia era evidente en su voz.
—¿Quieres contarme al respecto?
—¿Me darás una opinión completamente subjetiva?
—Haré lo mejor que pueda.
—De acuerdo— suspiró —Pero es mejor si te cuento en el camino, no quiero retrasarte mucho más.
—Como ordene, capitán.
TaeHyung le contó lo que había sucedido con lujo de detalle, intentando no omitir nada pues de verdad quería saber si había algo que hubiera podido molestar a JiMin, algo que quizás él no había visto pero que una persona externa a su conversación podría señalar. Sin embargo, cuando terminó de contar la historia, JungKook estaba igual o más confundido que él, incluso le tomó unos minutos pronunciar palabra pues también intentaba encontrar algo que pudiese detonar la actitud del rubio.
—No conozco mucho a JiMin— comenzó cuando estacionó el auto —Pero no parece una persona que se enoje de la nada, además... no me parece que hayas sido irrespetuoso o siquiera grosero ¿Dices que se puso así cuando mencionaste que el partido sería contra Millstone?
—Si, a partir de ahí su actitud cambió completamente.
—Quizás es algo relacionado a su antigua escuela, quizás no tenga muchas ganas de verlos...
—¡Pero él adora a sus antiguos amigos! — exclamó con un puchero —Si estuviera pasando algo malo él no me lo ocultaría, JungKook, nos contamos todo.
—¿Por qué no se lo preguntas directamente? A veces es muy difícil hablar de las cosas malas— se encogió de hombros y luego miró el reloj en su muñeca —Aún tenemos algo de tiempo, puedo llevarte a su casa y...
—No quiero hablarlo ahora— le interrumpió —Sea lo que sea que lo haya puesto tan de mal humor no tiene que ver conmigo y no merecía que me tratara así, así que no quiero verlo ahora.
—Bueno, tienes razón en eso...
—Además te prometí que te vería jugar, no pienso perderme el partido de esta noche— le regaló una pequeña sonrisa.
Los ojos de JungKook brillaron al escuchar eso y una extraña emoción se apoderó de su pecho, pero fue lo suficientemente fuerte para contenerla y que esta no se viera reflejada en sus acciones.
—Gracias, Tae, eso significa mucho para mí... Y para el equipo también— aclaró.
TaeHyung estaba a punto de contestar, cuando escucharon unos toquidos en la ventana que hicieron que JungKook se sobresaltara, se tranquilizó un poco cuando vio a su mejor amigo del otro lado del vidrio.
—¿Dónde está el T-Bird? — fue lo primero que preguntó EunWoo cuando bajó la ventana.
—Aún intentan quitarle el olor a cerveza de la última fiesta.
—Lo siento— se disculpó encogiéndose de hombros —Tu equipo está buscándote, se están volviendo locos porque creen que no vendrás, sabes cómo son de exagerados.
JungKook asintió y tomó del asiento trasero su maleta, ambos salieron del auto.
—¿Has visto a sus amigos? — preguntó JungKook señalando a Tae con la cabeza mientras los tres caminaban hasta el estadio —Hay demasiada gente y con los de Millstone aquí...
—Yo lo acompaño— se apresuró a decir EunWoo —Hace un momento estaba platicando con HyeJin así que no me será difícil encontrarlos.
El pelinegro asintió y luego se giró para mirar a TaeHyung, regalándole una pequeña sonrisa, esa que no podía evitar que se dibujara en sus labios cada vez que lo veía.
—Te veré después del juego ¿De acuerdo? EunWoo te llevará con ellos.
—Está bien, ve— le sonrió TaeHyung —Suerte en tu partido.
Echó a correr hasta la entrada de los jugadores, despidiéndose de ellos con la mano. TaeHyung se sintió un tanto cohibido al quedarse a solas con EunWoo, nunca había interactuado tanto con el grupo de amigos de JungKook y aquello ciertamente se sentía extraño.
—Espero que no te moleste, pero convencí a tus amigos de sentarse con nosotros para el partido de hoy— comenzó el de cabello negro —No deberán preocuparse por el ruido, la banda está lo suficientemente lejos.
—¿Así que estás con ellos?
—Perdí una apuesta con HyeJin en la clase de química así que le prometí los mejores asientos de la casa para este partido.
—¿Los mejores asientos? — preguntó alzando una ceja
—Si, ya sabes, los que no tienen chicles pegados y están completos.
Aquello arrancó una risita de los labios de TaeHyung y EunWoo le sonrió también, justo entonces alguien cerca de las gradas les gritó, el rubio no fue capaz de saber quién había sido porque en realidad había mucha gente, sin embargo, sí que escuchó lo que gritaron.
"¿Ese es tu novio, EunWoo?"
TaeHyung se sintió mal de inmediato, él no quería que la gente se metiera con la gente a su alrededor solamente por su culpa, pero cuando estuvo a punto de disculparse el chico a su lado le sonrió con algo de incomodidad.
—No los escuches— le dijo simplemente —La mayoría de la gente de Millstone es idiota. Dales una cerveza o toca uno de sus nervios y reaccionan como imbéciles.
No pudo evitar que su mente viajara hasta su mejor amigo y se preguntó si aquello era verdad. Un suspiro escapó de sus labios y negó suavemente con la cabeza, en ese momento decidió que dejaría de preocuparse por aquel asunto y se enfocaría en disfrutar de la noche, después de todo era todo lo que podía hacer.
★━━━━━━✩━━━━━━★━━━━━━✩━━━━━━★
La rivalidad contra la escuela de Millstone era legendaria y se remontaba a muchas generaciones atrás, TaeHyung estaba seguro que los dos pueblos se habían vuelto enemigos poco después de que se fundaran y aunque la historia original se había tergiversado a lo largo del tiempo, lo que era claro era que resultaba casi imposible hacer que se llevaran mínimamente bien los unos con los otros; esa rivalidad claramente se había reforzado en los eventos deportivos escolares a los que las personas asistían especialmente con la idea de vencer al otro.
Si le preguntaban a alguien de Sunnybrook Falls seguramente diría que los malos eran los de Millstone por agresivos y poco tolerantes; si le preguntaban a alguien de Millstone diría que la gente de Sunnybrook Falls estaba corrupta y que ellos debían asegurarse de que la corrupción no llegara a su vida.
Si le preguntaban a TaeHyung él diría que en ambos pueblos había gente idiota y que aquella rivalidad estaba infundada en alguna tontería que había pasado hacía más de cien años y que ya no tenía validez; pero de cualquier forma siempre era entretenido ver lo competitivos que los juegos se volvían debido a eso.
—Son patéticos— mencionó HyeJin haciendo una mueca de disgusto ante la manera en que los aficionados que iban por parte de Millstone celebraban al otro lado de las gradas.
—Son asquerosos— le siguió NaYeon, sentándose a su lado —¿Sabían que cuando se trata de un partido contra Millstone las porristas debemos llegar dos horas antes que todos? Ha habido muchos incidentes en relación a ello, el año pasado una de las chicas no pudo llegar a tiempo y cuando tuvo que atravesar todo el gentío le lanzaron huevos y basura.
—Es increíble lo idiotas que pueden llegar a ser— HyeJin se cruzó de brazos y negó con la cabeza —Me sorprende mucho que JiMin sea completamente diferente a ellos.
La mención de su amigo ciertamente llamó la atención de TaeHyung, quien sintió su estómago tensarse solo de recordar lo que sea que había sido aquello que pasó entre ambos.
—Por cierto ¿dónde está él? — preguntó HoSeok.
Antes del partido se habían entretenido hablando de otras cosas por lo que no había tenido la oportunidad de contarles lo sucedido, aunque tampoco sabía si quería hacerlo, sabía de ante mano que ellos llevaban mucho más tiempo siendo amigos de Tae que de JiMin así que su opinión no sería demasiado objetiva y lo último que quería hacer era crear algún tipo de prejuicio respecto a su amigo.
—No tenía muchas ganas de venir— respondió simplemente encogiéndose de hombros —¿Saben algo de YoonGi? Intenté llamarlo a su casa, pero no me respondió.
—Él dijo que vendría y que nos traería, luego llamó a mi casa para avisar que había surgido algo importante— dijo igual de desinteresada y luego una idea pareció brillar en su mente, cosa que le hizo sonreír —¿Creen que estén juntos?
TaeHyung la miró de inmediato, con la confusión pintada en el rostro. La idea pronto abandonó la mente de HyeJin, sobre todo después de que HoSeok le diera un ligero codazo en las costillas; sin embargo, aquella idea siguió asaltando a TaeHyung durante todo el tercer cuarto del partido.
Sabía que había algo extraño entre sus dos mejores amigos, pero no sabía que, y no había indagado mucho al respecto, al inicio había pensado en ello como algo divertido, pero ahora se sentía algo excluido ¿Y si era cierto que JiMin y YoonGi estaban juntos? ¿Y si JiMin estaba molesto por qué temía que el partido arruinara sus planes con YoonGi? ¿Y si se estaban volviendo cercanos entre ellos y planeaban hacerlo a un lado?
Su mente corría desenfrenada y se tuvo que forzar a si mismo a detenerla pues no quería terminar pensando cosas que únicamente lo harían sentir mal
—¿Irán a la fiesta después del partido? — preguntó EunWoo con curiosidad.
La verdad era que no estaba dentro de los planes de TaeHyung y desconocía si estaba dentro de los de HyeJin y HoSeok, pero luego de la pequeña pelea con su amigo necesitaba distraerse un poco.
—Yo sí iré— anunció de inmediato, ganándose las miradas sorprendidas de sus dos amigos.
HyeJin lo envolvió en un abrazo y lo apretó suavemente.
—La pasaremos muy bien, ya verás que sí.
—¿NamJoon y Areum no vinieron?
—Al parecer Areum solo tenía permiso de ir a una de las dos cosas— respondió HoSeok —Así que decidieron que solamente irán a la fiesta.
—Entonces parece que tendremos casa llena— dijo EunWoo con una sonrisa —Les guardaré un par de cervezas buenas.
★━━━━━━✩━━━━━━★━━━━━━✩━━━━━━★
El partido terminó con un resultado favorable para los tigres de Sunnybrook Falls, sin embargo, luego del partido no había demasiado tiempo para celebraciones pues era costumbre que todos se fueran antes de que las disputas de las tribunas los alcanzaran; los jugadores y las porristas tenían que salir por la puerta trasera y los demás salían tan rápido como podían, intentando escabullirse de los insultos y los vasos de soda que les lanzaban desde las gradas.
JungKook le había pedido el favor a NaYeon de llevar a TaeHyung y a sus amigos por la misma puerta que ella, con el fin de que pudieran encontrarse lo más rápido posible para ir a la fiesta. Se subieron a los autos y a pesar de que intentaron irse sin ningún percance, no pudieron evitar que un huevo se estrellara en el auto de JungKook.
—¿Algún día se acabará esta tonta pelea? — murmuró TaeHyung, acomodándose en el asiento del copiloto; ahora que lo pensaba, le gustaba mucho más el T-Bird, ahí habría podido sentarse tan cerca de JungKook como podía, en el auto que había llevado ese día tenía que estar separado de él por la tonta palanca de cambios.
Se cruzó de brazos y miró por la ventana, molesto por la, a su parecer, innecesaria separación; de todas formas, JungKook tomó aquello como una visible molestia por la constante pelea con el pueblo vecino, así que le causó bastante ternura el puchero del rubio.
—No puede durar para siempre— dijo encogiéndose de hombros, sonriendo mientras intentaba no desviar la mirada del camino —Pero no podemos hacer mucho por detenerla, si ellos no quieren poner de su parte...
—Los de Millstone son idiotas— dijo EunWoo en el asiento trasero
—¡Hey! — se quejó HyeJin, dándole un golpe en el hombro, lo suficientemente fuerte para hacerlo quejarse —JiMin es de Millstone y no es idiota.
TaeHyung se puso incomodo de inmediato y nadie en el auto lo notó, a excepción de JungKook claro, que estaba consciente de lo que había sucedido así que de inmediato cambió el tema de conversación, cosa que el rubio agradeció profundamente; por más que quería alejar su mente de la pequeña pelea sin sentido, no podía dejar de pensar en ello, y en el hecho de que aquella tarde sería increíblemente mejor si no hubiesen discutido.
Llegaron a la fiesta poco después, bastante temprano pues al ser EunWoo el anfitrión nadie podría estar ahí antes que él. TaeHyung se preguntaba que se sentiría que sus padres no estuvieran nunca y que pudiera hacer ese tipo de fiestas que, a veces, duraban hasta el amanecer. La idea no le parecía tan atractiva, quizás era por el hecho de que la relación que él tenía con sus padres era abismalmente diferente a la de EunWoo y sus padres.
—¿Quieren una cerveza? — ofreció el pelinegro una vez que todos estuvieron instalados en el sillón —El equipo estará llegando pronto y ellos traerán las bebidas, pero tengo algunas cervezas de calidad para mis amigos.
—¿De calidad? — preguntó HyeJin, alzando las cejas —¿Te refieres a cervezas que cuestan más de tres dólares la lata?
EunWoo sonrió orgulloso y asintió para después correr a la cocina y regresar con algunas latas que comenzó a repartir entre los presentes; TaeHyung lo dudó un poco, pero terminó aceptando, decidiendo que necesitaba relajarse un poco después del drama de la tarde.
Antes de que pudiera hacer algo, JungKook le quitó la lata de las manos para abrirla, evitando que salpicara, luego se la devolvió con una sonrisa y TaeHyung agradeció en voz lo suficientemente baja para no ser escuchado.
Eran aquel tipo de acciones las que le hacían tener que abofetearse mentalmente porque antes debía descifrar si eran mera amabilidad o si acaso podría haber algo más detrás de ellas; pero después de lo que JungKook se había atrevido a confesarle, necesitaba recordarse que, aunque estaba descubriendo que le gustaban los hombres, que tuviera ese tipo de atenciones con él no significaba directamente que podría estar interesado en él.
Definitivamente las cosas con respecto a JungKook no hacían más que complicarse conforme pasaba el tiempo y aun no tenía una idea clara sobre que hacer al respecto. Quizás todo sería más fácil si recordara el beso que se habían dado.
—¿Sigues pensando en JiMin? — le preguntó el pelinegro en voz baja, cuidando que nadie más lo escuchara para que aquello no se volviera un interrogatorio.
TaeHyung sintió como lo traían de regreso a la realidad y de inmediato sintió sus mejillas calentarse; asintió y sonrió ligeramente avergonzado.
—Descuida, estoy seguro que todo se va a aclarar pronto.
El rubio estaba seguro que la sonrisa de JungKook era demasiado brillante, verlo sonreír era como ver un pretencioso anuncio de pasta dental; aunque claro, los anuncios de la televisión no le aceleraban el corazón como lo hacía él, pero era una buena comparación.
—Espero que sí— dijo haciendo una mueca —Realmente no me gusta cómo me estoy sintiendo al respecto.
—Ya nos encargaremos de ello después— le aseguró — Por ahora solo podemos... beber y divertirnos.
—A beber y divertirnos entonces— dijo levantando su lata, haciéndola chocar con la de JungKook
Y así lo hizo, decidió que no se preocuparía por nada más aquella noche y tuvo que poner mucha de su fuerza de voluntad en ignorar el asunto de JungKook, especialmente porque el pelinegro no se separó de él en toda la noche.
Pero conforme las latas y los vasos iban pasando por su mano y la música aumentaba de volumen, TaeHyung comenzó a verse mucho más entusiasmado por saber algo más respecto a las verdaderas intenciones de JungKook y no sabía si sería capaz de evitar hablar de ello por mucho tiempo más.
★━━━━━━✩━━━━━━★━━━━━━✩━━━━━━★
Se estaba volviendo casi costumbre que JaeHyun apareciera cerca de él en cada fiesta, se preguntaba si en realidad era coincidencia que estuvieran juntos al mismo tiempo o si él estaba siguiéndolo a todos lados esperando a que estuviera solo para lanzar alguno de sus filosos comentarios respecto a TaeHyung.
Las pesadas botas resonaron sobre la loseta blanca de la cocina y JungKook no tuvo que girarse para saber que se trataba de él y mucho menos se asustó cuando sintió sus delgadas manos posarse sobre sus hombros, atrapándolo en un muy incómodo, aunque rápido, abrazo.
—¡Hola, presidente! — saludó con su ya característica efusividad —¿Cómo estás hoy, querido presidente?
JungKook sonrió forzadamente al tiempo que se giraba para mirarlo.
—Hola, Jae— respondió intentando sonar lo suficientemente amable —¿Estás disfrutando la fiesta?
—Si dejamos de lado las irritantes canciones de Madonna que NaYeon no deja de reproducir, la estoy pasando muy bien.
Aquello le arrancó a JungKook una pequeña carcajada sincera, lo suficientemente rápida para no demostrarle a JaeHyun una falsa complicidad que no estaba dispuesto a mantener.
—¿Sabes quién la está pasando fenomenal? TaeHyung, no ha parado de cantar y bailar, creo que se le subió un poco el alcohol, a él y a HyeJin; al menos HoSeok va a llevar a HyeJin a su casa en unos minutos y...
—¿A qué se debe todo esto ahora? — preguntó con una mueca que oscilaba entre la curiosidad genuina y el fastidio
—Bueno... solo me preguntaba si alguien llevaría a Tae a....
—Si, yo lo llevaré a su casa ¿por qué? — le interrumpió de inmediato
—Ah bueno, solo preguntaba— se encogió de hombros — Con los locos de Millstone aquí en el pueblo uno nunca sabe.
JungKook se relajó pues el argumento de JaeHyun tenía bastante sentido y en realidad no se había detenido a pensar en ello por un segundo, pero ahora que lo mencionaba le preocupaba el hecho de que cualquiera de sus amigos saliera a esas horas de la noche, especialmente los que eran más propensos a ser atacados.
—No te preocupes, yo lo llevaré... ¿Tú necesitas un aventón?
—Yo puedo cuidarme solo, presidente. Llevo conmigo exactamente tres armas, pero no sabrás donde están a menos que sea necesario.
El pelinegro frunció el ceño y asintió sin estar completamente seguro de que aquello era completamente cierto; sin embargo, sabía que JaeHyun era bastante impredecible y decidió otorgarle el beneficio de la duda.
—No te metas en problemas ¿Sí?
—No lo haré, pero debes mantener al padre de mi hijo a salvo o entonces tendré que usar mis armas contigo ¿estamos?
Un escalofrío le recorrió el cuerpo y terminó por asentir, decidiendo también otorgarle el beneficio de la duda en aquel asunto. Fuera como fuera estaba seguro que no quería que algo le sucediera a TaeHyung. JaeHyun le guiñó el ojo antes de salir de la cocina, y antes de que JungKook pudiera decir algo al respecto, EunWoo apareció por la puerta trasera, muy agitado y bastante molesto.
—¿Qué sucede?
—Hay unos sujetos de Millstone allá afuera, están borrachos e insisten en querer entrar a la fiesta.
JungKook frunció el ceño y caminó de inmediato hasta el patio trasero, encontrándolos de inmediato y reconociéndolos por los colores en sus chaquetas. No eran muchos, apenas pudo contar a cinco de los cuales estaba seguro que, al menos dos, pertenecían al equipo de fútbol.
—¡Capitán Jeon! — le saludó uno de los chicos, un pelirrojo de cara grasienta que le sonrió de manera burlona.
—¿A que debemos la inesperada visita? — JungKook no se molestó en saludar, ni en sonreír, la verdad era que no estaba contento con su presencia y los quería fuera de allí lo más pronto posible.
—Bueno... Queríamos beber algunas cervezas, divertirnos un poco, ya sabes.
—¿Y por qué aquí? Pudieron volver a Millstone a celebrar— el pelinegro se cruzó de brazos y dio un paso hacia enfrente —Ya hay demasiadas personas en la casa.
—Nosotros también tenemos algunos amigos aquí, Jeon ¿lo sabías? Nosotros te dejamos pasar a nuestras fiestas cuando salías con YuNa ¿Por qué no nos dejas pasar a la tuya?
JungKook maldijo en voz baja y negó suavemente en la cabeza, aquello era cierto, pero él no había ido por ahí causando problemas ni nada por el estilo; en realidad no sabía si esos chicos estaban buscando crear problemas o no, pero su insistencia en entrar le causaba cierto malestar.
—Si los dejamos pasar y hacen alguna idiotez ahí dentro la culpa va a recaer en nosotros.
—¿Realmente piensas que vamos a hacer algo? Somos muy pocos comparados con ustedes, no somos tan idiotas, al menos tenemos sentido de la preservación. — se encogió de hombros —Solo queremos tomar unas cervezas ¿de acuerdo? Te prometo que no daremos problemas.
JungKook pareció pensarlo un poco y, antes de tomar cualquier decisión, se giró para mirar a EunWoo pues la fiesta era en realidad de él y únicamente él podría decidir si los dejaba o no entrar en su casa; él también pareció tomarse un momento para pensarlo y llegó a la conclusión de que era mejor mantener las cosas por la paz que orillarlos a hacer un espectáculo.
—Que pasen a tomarse un par de cervezas— aceptó finalmente encogiéndose de hombros —De todas formas, la fiesta casi termina.
Los chicos entraron al lugar entre risas y miradas de soslayo y JungKook lo habría dejado pasar sin mayor problema, de no ser porque escuchó la breve conversación que dos de ellos mantuvieron al pasar por su lado.
"Quizás podamos encontrar a nuestro lindo rubio amigo por aquí ¿no? Tiene que estar en la fiesta"
JungKook no se tomó mucho tiempo para que su cerebro procesara aquello de manera correcta, si lo hubiera hecho quizás se habría dado cuenta que había una cantidad considerable de rubios en aquella fiesta y que podrían no estar refiriéndose a TaeHyung, pero su cabeza hizo las asociaciones necesarias y terminó por determinar que estaban hablando de él y que tenía que sacarlo de ahí cuanto antes. Así fue como terminó por correr tan rápido como pudo al interior de la casa y, contrario a lo que pensó, encontrar a Tae no le tomó más de un minuto.
—¡JungKook! — exclamó el rubio en cuanto entró en su campo de visión, al instante le lanzó los brazos alrededor del cuello chocó sus frentes en un gesto demasiado amistoso para luego revolverle el cabello con fuerza
—¿La estás pasando bien? — preguntó, intentando que el nerviosismo por las recientes acciones del rubio no se notase, aunque seguramente el sonrojo que adornó su rostro lo hubiera delatado, por lo que agradeció que la luz lo escondiera bien.
—Mucho— respondió con una sonrisa de oreja a oreja.
—En realidad ya ha ido a vomitar dos veces— añadió HyeJin, mirando a TaeHyung con una mueca que oscilaba entre la desaprobación y la diversión —Será mejor que deje de beber.
Ante aquello, Tae frunció el ceño como si lo hubieran ofendido y eso hizo reír a JungKook.
—Mi madre dijo que podía volver a antes de las dos— se defendió, arrastrando las palabras.
—Bueno pues faltan quince minutos para la una de la mañana y deberíamos ir a comprarte un café para que al menos puedas subir las escaleras sin caerte.
Aunque la idea no le pareció la más increíble en ese momento supo que JungKook tenía razón y terminó por asentir suavemente, cosa que el pelinegro agradeció internamente pues se rehusaba a estar otro momento en aquel lugar a sabiendas de que aquellos imbéciles estaban buscando a TaeHyung.
—Debo buscar mi chaqueta— dijo bastante decidido.
Fue entonces cuando JungKook se dio cuenta que TaeHyung estaba yendo directamente a los chicos que recién habían llegado así que rápidamente pasó su brazo alrededor de sus hombros y lo hizo dar media vuelta.
—Vamos a llevarte al auto, yo volveré para buscar tu chaqueta ¿sí?
—Pero tengo frío— se quejó haciendo una mueca
El pelinegro rodó los ojos y se apresuró a quitarse su propia chaqueta para entregársela a TaeHyung, en realidad él mismo se la habría colocado en los hombros, pero pensó que aquello sería demasiado obvio estando frente a tantas personas. Sin embargo, el gesto fue lo suficientemente enternecedor para hacer que las mejillas de Tae se calentaran de inmediato.
HyeJin le lanzó una miradita burlona a JungKook y este decidió ignorarla, aunque su corazón latió con fuerza al saber que su acción no había pasado desapercibida.
Les tomó un par de minutos más despedirse de sus amigos, a pesar de que JungKook intentaba apresurar todo, NaYeon y HyeJin tenían planes de iniciar una larga conversación con Tae por lo que tuvo que sacarlo de ahí casi a rastras. Una vez que estuvieron en el auto, JungKook se aseguró de cerrarlo bien antes de dejarlo para ir en busca de su chaqueta.
TaeHyung, muy obedientemente, se quedó a esperarlo; afuera el aire estaba comenzando a enfriarse y aquello había hecho estragos en él durante el trayecto del interior de la casa al auto, ahora se encontraba temblando ligeramente mientras frotaba las palmas de sus manos en un intento por calentarlas.
Se hundió lo más que pudo en el asiento y exhaló profundamente, cuando cerró los ojos sintió que la cabeza le daba vueltas y se regañó mentalmente por haber bebido tanto. Tomó una bocanada de aire y, cuando lo hizo, sus pulmones se llenaron de un aroma varonil que él reconocía muy bien; volvió a abrir los ojos y se fijó en la chaqueta que cubría su cuerpo.
Una sonrisita se le dibujó en los labios y se aferró mucho más a la prenda, casi como su quisiera volverla su segunda piel.
Él y JungKook tenían una muy ligera diferencia de altura, que era lo suficientemente notable a simple vista, pero no tanto para que pareciera enano a su lado, sin embargo, si hablaban de musculatura, las cosas eran mucho más diferentes; si bien TaeHyung solía ejercitarse lo necesario para mantenerse en forma, los entrenamientos de JungKook eran mucho más extenuantes y exigentes así que su volumen era significativamente mayor al del rubio.
Tae no iba a decírselo a nadie pronto, pero siempre se había preguntado cómo sería usar una de las prendas de JungKook, ahora que tenía la oportunidad de comprobarlo, se sintió satisfecho de saber que le quedaba lo suficientemente holgada para ser cómoda.
Inhaló profundamente una vez más y volvió a cerrar los ojos, sintiéndose extrañamente contento con la situación.
No supo cuantos minutos pasaron, pero no volvió a abrir los ojos hasta que escuchó a JungKook subirse al auto.
—¿Estás seguro que traías una chaqueta? — preguntó frunciendo el ceño, TaeHyung asintió —Bueno, no pude encontrarla; EunWoo dijo que había guardado algunas cosas en su habitación, le pedí que me avisara si la encontraba.
—De acuerdo...
—Por esta noche puedes usar mi chaqueta, te ves bastante cómodo en ella— murmuró con una risita, las mejillas de Tae se calentaron una vez más y JungKook sonrió ante el gesto.
TaeHyung parecía algo aletargado, pero aún así el alcohol le había dado una confianza que no tendría sobrio y aquella confianza se traducía en picarle la mejilla a JungKook sin vergüenza alguna y jugar con su cabello cosa que al pelinegro no le molestaba en lo absoluto, pero lo ponía bastante nervioso.
—¿Cómo es que puedes manejar tan bien estando ebrio? — preguntó con curiosidad.
—No estoy ebrio, Tae— respondió con una sonrisa —Mi resistencia al alcohol es muy alta.
TaeHyung asintió sorprendido y lo dejó pasar, al menos por los primeros segundos después de que lo dijo, porque después la información pareció asentarse en su cerebro de golpe y cuando cayó en cuenta de lo que aquello significaba para él, se sintió mareado.
¿Aquello significaba entonces que lo que había sucedido en casa de Areum no había sido un error de ebrio? Si lo pensaba con detenimiento, aquella vez no lo había visto tomar tanto o quizás si había bebido mucho... los recuerdos antes del beso estaban difusos en su mente así que no podía saber con seguridad.
JungKook se detuvo frente a una tienda de conveniencia y TaeHyung no fue realmente consciente de lo que le dijo pues sus pensamientos seguían enmarañados a más no poder, únicamente lo observó salir del auto y entrar a la tienda.
Los minutos que JungKook estuvo ahí dentro le parecieron eternos, quizás se debía al hecho de que la cantidad de alcohol en su sistema alteraba su percepción del tiempo, o quizás era que no podía parar de pensar en el beso que se habían dado. La valentía que venía incluida con los tragos que había tomado estaba comenzando a manifestarse y quería decir algo al respecto; si lo hacía de manera inteligente y las cosas no salían como esperaba, podría fingir demencia al día siguiente y aparentar que sus palabras no eran ciertas y era solamente un borracho hablando.
—Un americano para ti.
Había estado tan ensimismado en sus pensamientos que no se dio cuenta que había perdido en enfoque de su mirada por un momento y miraba ahora distraídamente al exterior por la ventana.
—Es sin azúcar— le dijo JungKook.
TaeHyung hizo una mueca mientras tomaba el vaso desechable entre sus manos
—Te caerá mejor así.
—Seguro— murmuró con un deje de sarcasmo, arrancándole una sonrisa a JungKook
El pelinegro también llevaba un café para él, pero más que para bajar su embriaguez, era para hacerle compañía a su amigo.
—¿Está todo bien? ¿Te sientes mareado? ¿Quieres vomitar?
Tae frunció el ceño y negó con la cabeza, mirándolo extrañado al tiempo que acercaba su bebida a sus labios, el calorcito reconfortante lo hizo sonreír levemente.
—¿Me veo así de mal?
—Te ves pálido— coincidió —¿Seguro que no quieres vomitar?
—Completamente seguro.
—Bien.
Se instaló entre los dos un silencio bastante cómodo que solo era roto por el murmullo de la música de la radio a la que ninguno de los dos le estaba prestando demasiada atención, de vez en cuando TaeHyung soltaba algún sonido aprobatorio respecto a su café, pero no había más conversación que pudieran mantener; sin embargo, era Tae quien deseaba romper el silencio, solamente que no sabía como hacerlo.
Pero como siempre, JungKook siempre parecía aparecer para rescatarlo.
—¿La pasaste bien en la fiesta? Digo... puedo darme una idea, pero quiero confirmar.
—La pasé muy bien— respondió con una risita —EunWoo es más divertido de lo que pensé, de hecho, la mayoría del equipo de futbol es bastante amable.
—Son buenos chicos la mayor parte del tiempo— se encogió de hombros —¿Todo estuvo bien entonces?
—Pareces muy preocupado de que la haya pasado bien, eres el más amable— aún arrastraba las palabras, cosa que lo hacía sonar mucho más gracioso de lo que debería —Por eso eres su capitán.
—Solo pregunto porque no pareces muy contento, te ves algo distraído.
Cuando TaeHyung estaba ebrio le era difícil manipular sus expresiones y la verdad era que aquel tema particular seguía dando vueltas en su cabeza sin que él pudiera hacer algo al respecto para evitarlo.
Se quedó callado por un par de segundos y luego murmuró algo para si mismo, tan bajo que JungKook no fue capaz de escucharlo.
El rubio reunió el coraje suficiente y finalmente levantó la mirada, clavándola fijamente en la de JungKook.
—¿Recuerdas la fiesta en casa de Areum?
La pregunta y la manera en que TaeHyung le había hablado hicieron que el estómago de JungKook se apretujara con fuerza en su interior y es que cualquier comentario relacionado con la fiesta de aquella tarde siempre lograba ponerlo nervioso porque lo primero en lo que pensaba era en todas las veces que había besado a TaeHyung en la cocina de los padres de Areum.
Tragó pesado y simplemente asintió, desviando la mirada tan rápido como pudo.
—¿Por qué lo preguntas?
—Tengo un recuerdo de esa tarde... Muy vago. Quizás me estoy equivocando, pero... — guardó silencio por un momento, esperando que la mirada de JungKook regresara a él, pero cuando no lo hizo se atrevió a seguir hablando —No quería mencionarlo antes, parecía atrevido, pero luego de lo que me confesaste el otro día, yo...
Algo se apoderó de JungKook, una extraña mezcla de sentimientos que parecieron despertar cuando escuchó las palabras algo confusas y revueltas de TaeHyung; de algún modo puso todo en su lugar y descifró el mensaje del rubio antes de que pudiera decirlo con claridad. Lo único que podía pensar era que él si lo recordaba después de todo y aquello pareció darle el valor suficiente para hablar.
—Quieres saber si nos besamos.
La declaración de JungKook hizo que el aire se escapara de sus pulmones de golpe, el calor que el vaso de café le había proporcionado se desvaneció de repente y ahora estaba temblando de frío otra vez. Fue su turno de desviar la mirada, porque no esperaba que fuera tan directo al respecto o que lo recordara siquiera.
—Yo...
—Creí que no lo recordabas— se encogió de hombros aún sin atreverse a mirarlo.
—Entonces no lo imaginé— susurró más para sí mismo, llevándose instintivamente las manos hasta sus labios, como si quisiera recordar la sensación de aquella vez
—No, no lo imaginaste— negó con la cabeza, luego dejó escapar un suspiro cargado de pesadez y se pasó las manos por el cabello —Lo siento mucho, Tae, no debí haberlo hecho.
—¿No? — preguntó, cierta desilusión coloreando su cuestionamiento
JungKook exhaló, cerrando los ojos un instante antes de mirarlo finalmente. Había algo vulnerable en su expresión, algo que TaeHyung no recordaba haber visto antes y que le revolvió el estomago por un par de segundos.
—No porque no quisiera hacerlo... La cosa es... Todo esto es muy nuevo y confuso para mí y.... creo que quería saber si sentía lo mismo al besar a un chico, eso es todo.
—¿Es todo? — nuevamente su voz salió cargada de cierto tono tembloroso y desilusionado que no sabía si debía atribuir al nerviosismo o a algo más profundo.
—Si... — las palabras de Tae cobraron sentido y se apresuró a corregirse —No. No, no, no. Sueno como un imbécil ¿Verdad? — JungKook finalmente se atrevió a mirarlo, pero el rubio tenia la mirada fija en la ventana —Tae...
—¿Qué? — respondió TaeHyung, sin alzar la voz, pero con una firmeza que lo hizo parecer más distante de lo que en realidad estaba.
—No fue solo eso. Si lo dices así parece que solamente estaba experimentando y es justamente por eso que no debí hacerlo así... Yo... solamente no quería complicar las cosas entre nosotros y hacerlo en ese momento se sintió... correcto, sabía que no tendría otra oportunidad y sé que no debí porque estabas ebrio y...
—¿Y tú no estabas ebrio?
—No lo estaba— admitió con cierta vergüenza —Y no quería hacerlo de una manera que pudiera parecer que aquello significaba más...
—Oh claro, porque entonces tendrías que asumir una responsabilidad y no querías eso ¿Verdad?
Estaba comenzando a alterarse, jugueteaba nerviosamente con sus dedos, torturando a la pobra cutícula de sus pulgares, la cual ya comenzaba a sangrar en poca cantidad, JungKook fue consciente del daño que TaeHyung estaba infligiendo en si mismo de manera inconsciente y se apresuró a tomar las manos de rubio entre las suyas, asegurándose de mirarle a los ojos mientras lo hacía.
—No, Tae. No lo hice porque no estaba seguro de lo que estaba sintiendo respecto a mis gustos y no quería crearte una estúpida y falsa ilusión de algo que no estaba seguro que podría pasar ¿Y si no me hubiera sentido cómodo? Eso te habría confundido ¿Me equivoco?
TaeHyung se quedó en silencio, dándole la razón a JungKook en aquello.
—No quería lastimarte de alguna manera y por eso lo hice así... Sé que no es mejor. Y en realidad esperaba poder hablar contigo de ello después, pero cuando nos encontramos en la escuela no lo mencionaste y parecías tan tranquilo que supuse que no lo recordabas así que decidí no decir nada al respecto.
—Entonces... decidiste quedarte callado y fingir que no había pasado nada, ¿solo porque yo no lo mencioné? —preguntó finalmente, con una calma que ocultaba la tormenta que sentía dentro
—Escucha, estas ultimas semanas que hemos pasado tiempo juntos me he dado cuenta que eres una persona increíble, uno de esos amigos que pocas veces se encuentra y me agrada mucho tu compañía, en serio me agrada mucho; tenía miedo de perder eso solamente por mi confusión. No sabía cual era tu posición al respecto, si te habías arrepentido...
—¿Y tú? ¿Tú te arrepientes?
—No, Tae, no me arrepiento de haberte besado.
La molestia que crecía en el interior de TaeHyung cedió por un momento, dejando paso a las mariposas que revolotearon incontrolables en su estómago. Aquello se sentía como uno de sus muchos sueños en los que el chico frente a sí era el protagonista, pero esta vez estaba seguro que era real aún si se sentía ligeramente mareado por el alcohol que todavía no había salido de su sistema.
El peso de las palabras, tan directas, tan sinceras, lo desarmaron por completo. Todas las posibilidades con las que había fantaseado desde el verano y que todos, hasta él, se habían empeñado en desacreditar se abrían ahora como un horizonte resplandeciente.
A JungKook le gustaban los chicos. JungKook se había atrevido a besarlo. JungKook no se arrepentía de haberlo besado. JungKook le estaba tomando las manos de manera cariñosa sin importarle lo cerca que estaban, aún ahora que había confesado que estaba lo suficientemente sobrio cuando lo besó. Estaban demasiado cerca.
¿Sería posible que hubiera alguna posibilidad de que algo pudiera ocurrir entre él y JungKook? Estaba yendo muy rápido, sus pensamientos se sentían como un caballo desbocado que estaba intentando matarlo.
¿Sería posible? No quería parecer un desesperado...
—¿De verdad? —preguntó, su voz temblando un poco.
No quería sonar inseguro, pero la pregunta salió antes de que pudiera controlarla.
JungKook asintió lentamente, sus ojos fijos en los de TaeHyung, y por un momento, el mundo pareció detenerse entre ambos.
—¿Y ahora qué? — preguntó con la ansiedad embargando sus palabras y es que era imposible no sentirse algo asustado por lo incierto del futuro.
—No estoy seguro de tener las respuestas ahora y no sé cuanto tiempo me lleve descubrirlas... Quiero seguir siendo tu amigo, claro y... que las cosas no cambien entre nosotros y... Las respuestas... quizás las pueda buscar en el camino... Yo... quisiera ¿Qué decía?
Era claro que había perdido la concentración, se dio cuenta cuando se descubrió a sí mismo perdido en los ojos de Tae, su cerebro no era capaz de formar una sola frase coherente que conectara con la anterior y ni siquiera estaba seguro de que pudiera pensar correctamente.
—No estoy seguro de que estoy diciendo— se disculpó un poco avergonzado y sus labios temblaron ligeramente, pronto fue capaz de sentir un descenso en la temperatura que lo hizo estremecerse —Tae...
—¿Sí?
—Soy un completo idiota.
—Bueno, lo que hiciste fue... algo tonto, si, pero no seas tan duro contigo mismo...
—Te quiero besar otra vez— lo interrumpió.
TaeHyung abrió los ojos con sorpresa, sus mejillas se tiñeron de carmesí y el aire a su alrededor se volvió más denso; el mareo que hasta hace unos momentos lo embargaba desapareció de inmediato, dejándolo con una sensación sumamente extraña que no sabía a qué atribuirle.
—Sé que las cosas se pueden volver complicadas, pero soy bueno resolviendo problemas, soy el presidente de la clase. Besarte aquella vez solamente me hizo saber que si me gustan los hombres así que déjame empezar de nuevo ¿Sí?
—¿Empezar de nuevo?
—Tae, sé que somos amigos y que hace unos días te confesé que me gustaban los chicos... No soy un experto en esto, pero sé que tú me pareces atractivo... No quiero que pienses que solamente te estoy usando, pero te tengo la confianza suficiente para pedirte que seas mi primer beso de este tipo...
Una pequeña carcajada se escapó de los labios de TaeHyung por todo lo que estaba diciendo.
—¿Y que sucederá si no te sientes cómodo? — preguntó alzando una ceja.
—Seré sincero de la manera más amable, pero te obligaría a seguir siendo mi amigo porque tienes demasiada información sobre mí.
—¿Y si te sientes cómodo con esto?
—Entonces... iré por ti mañana a tu casa... te llevaré a Penny Lane Pies y hablaremos de lo que esto puede significar. Y te recordaré que nos besamos si es que se te olvida por la borrachera.
TaeHyung no pudo evitar reír ante la respuesta de JungKook, la tensión que había estado sintiendo durante toda la conversación se desvaneció un poco, y por un momento, todo se sintió mucho más ligero.
—Así que tu obtienes un beso y una respuesta a tu dilema y yo obtengo una excursión al viejo restaurante...
—Te puedo dar una rebanada de pay... o dos... Por favor, me estoy volviendo loco, déjame besarte.
—Está bien... —dijo finalmente, sintiendo cómo sus nervios comenzaban a apoderarse de su voz. —Pero solo porque me estás prometiendo dos rebanadas de pay. Y también porque me siento realmente a gusto contigo.
JungKook sonrió, su pecho inflándose con orgullo al recibir aquella respuesta y no tardó mucho más en tirar suavemente de las manos de Tae para acercarlo más a él. Soltó sus manos y rápidamente tomó su rostro, como si tuviera miedo que escapara si no estaba sosteniéndolo de alguna forma.
Se tomó un par de segundos para mirarlo, sus alientos se mezclaban el uno con el otro, ambos cargados de olor a café que les hizo sonreír en complicidad. JungKook tragó saliva e inhaló profundamente antes de acercarse más al rostro de TaeHyung, sus manos temblaron un poco y, antes de arrepentirse de aquello, juntó sus labios.
El contacto fue igual de suave que como lo recordaba, cosa que hizo que una sonrisa se colara por sus labios en medio del beso; TaeHyung ya no parecía tan torpe como la primera vez, quizás porque esta vez había recibido una advertencia, la manera en que sus labios danzaban junto a los de JungKook, le causó un estremecimiento, la lengua experta del mariscal de campo no tardó en irrumpir al interior con suavidad, como si también estuviera pidiendo permiso.
Las manos de TaeHyung se posaron en el pecho del pelinegro, buscando un poco de estabilidad pues sentía que iba a desvanecerse en cualquier momento, mientras JungKook seguía acariciando sus mejillas con los pulgares al tiempo que lo besaba de la forma más tranquila y dulce posible.
Luego de un minuto que pareció eterno, finalmente se separaron, jadeando suavemente y buscando el aire que tan molestamente les faltaba. Ambos abrieron los ojos y una sonrisa se dibujó en sus rostros.
—Mañana. Penny Lane Pies al medio día ¿Sí? — preguntó JungKook sonriendo, TaeHyung soltó una risita y asintió —No voy a dejar que te olvides de esto.
Fueron unos largos meses de ausencia, pero estamos de vuelta. Recuerden que en instagram encuentran el calendario con las fechas de publicación del mes y regresamos con la cajita de preguntas para que me cuenten que les pareció el capítulo.
Muchas gracias por leer, muchas gracias por esperar y muchas gracias por seguir dándole una oportunidad a esta historia.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro