El día ya había arribado y el sol de la mañana entraba gloriosamente por el balcón y daba hacía la gran cama que albergaba calidamente entre las sabanas de seda egipcia a dos figuras masculinas que dormían abrazadas.

Burak Khan Sultán del mundo y Hasan Hizmetçi. Podían oír claramente el sonido de sus respiraciones uniformes, algunos rayos del Sol pegaron en el rostro de Burak provocando que despertara al abrir sus ojos se encontró con el joven rubio durmiendo plácidamente a su lado, el poco sol que lo tocaba hacía que su rubio cabello brillara como el oro. Burak enredó más su brazo sobre la cintura de Hasan.

"Hasan". Que bien le quedaba ese nombre al joven, era realmente apuesto pues, su piel era tan blanca como la nieve y tan cálida y suave como la seda, sus labios tan perfectos de un color rosado, sus ojos tan azules como el cielo o el mar, él era tan perfecto.

Burak no podía dejar de mirarlo con una sonrisa boba en el rostro, se sentía como un niño otra vez. Acarició con su pulgar la mejilla de Hasan, Hasan abrió sus ojos sin embargo al verlo sonreír tímidamente Burak lo supo.

Se había enamorado profundamente del rubio. Se acerco y beso con delicadeza los labios del contrario con una sonrisa.

-Buenos días Burak.- susurro contra los labios del castaño.

-Buenos días Hasan.

Hasan se separo de la cercanía entre los rostros y se recostó sobre el pecho desnudo de Burak, sonriendo por el sonido del latido acelerado del contrario.

El silencio se apoderó del lugar nada más que sus respiraciones y el cantar de las aves se oía. Hasan disfrutaba de lo acontecido y con una sonrisa celebraba su triunfo.

¿Qué si Hasan amaba a Burak? Eso era más que obvio. Y estaba dispuesto a todo por ser el único en el corazón y mente de Burak.

El ambiente se vio interrumpido por el gruñido hambriento proveniente de Hasan.

-Creo que alguien tiene mucha hambre.-rió Burak.

Hasan se sonrojo y asintió. Burak se levanto de la cama y camino hasta la puerta bajo la atenta mirada de Hasan.

Burak le tendió la mano y Hasan la tomó.

Muy pronto el amor de estos dos comenzaría a romper los muros de este Palacio y a destrozar las antiguas tradiciones.

Nuevas eras vendrán.

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Valide Özlem Sultán:

Suspire con amargura habían pasados dos semanas completas mi hijo con ese Doncel no estaba para nada  contenta con ello. Ismahan tenia un plan para acabar con Mahfiruze pero detestaba que ese plan tuviera que ver con ese joven, yo esperaba dejar a Mahfiruze donde esta y que la vida le cobrara sus pecados.

Me lleve las manos al regazo mientras miraba la mesa con frutas y dulces, honestamente ni apetito tenia . No quería que ese muchacho quedara embarazado, ! Maldición que allah no lo permita! Lo que menos quiero es un Doncel en la vida de mi hijo, aunque si llegara a concebir moriría al dar a luz pero aun así  me molestaría tanto.

-Sultana Madre.- Mire a mi criada.- La Sultana Nerggisah pide audiencia con usted.

-Déjala entrar. 

La mujer se reverencio y se retiro para posteriormente entrar mi segunda nuera que sonreía de oreja a oreja. 

-Nerggisah, ¿a que se debe esa felicidad?.

-Mi Valide sinceramente no necesito una razón para no sentirme feliz , hoy es un día hermoso y soy feliz gracias a Allah por  poder vivir otro día y ver el bello rostro de mi hijo.-dijo con una sonrisa. 

-No me digas que parte de esa felicidad se debe a que Mahfiruze esta hecha una furia de celos.- ella asintió- Lo sabia.

-No todos los días ves a una Mahfiruze hecha furia, Madre.-asentí a su comentario era de admitir que era divertido ver a la albanesa morir casi de celos.

-¿Como esta mi nieto?.-pregunte.

-Bien, ¿Quien esta en  los aposentos con su majestad?- Se atrevió a preguntar.

-El Doncel de nombre Hasan que mi hija compro.

-Parece que eso a usted no le agrada para nada.-me miro preocupada.

-En lo mas mínimo Nerggisah, en lo mas mínimo.-Respondí.

-Tranquilícese, no haga corajes por un insignificante Doncel. El no representa ninguna amenaza.

-Supongo que tienes razón, pero de igual manera no puedo ignorarlo, ese muchacho no me da buena espina.

-Tienes sus razones para dudar Madre, usted ha vivido mas que yo y supongo que sabe cuando alguien no es de fiar.

-Si, ese muchacho no me deja pensar tranquila solo deseo que ya salga de la Hosada...

Nerggisah suspiro y tomo un dulce de la bandeja.

Debo cuidar mis espaldas y a mi hijo tenia el presentimiento de que Hasan  traería demasiados problemas al Harem.

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Mahfiruze Haseki Sultán:

-¿!Cómo es posible que sigan juntos!?- grite con odio.

-Si mi Sultana nuestro Sultán aun se encuentra con el Hizmetci.-Temerosa dijo mi fiel criada.

-!Ese maldito zorro! Juro que ese calienta huevos me las pagara.-grite con furia.

-!Sultana pare ya !-pidió y me tomo del brazo- Sultana... Cálmese por favor el Príncipe Mahmud no puede verla así.

Me detuve. Inhale y exhale de manera continua intentando calmarme, me senté en mi cama mientras apretaba mis puños.

-Quiero que estés en el Harem al pendiente y cuando ese muchacho regrese me avises. ¿Entendiste?-La muchacha asintió.- Retírate.

Ese desgraciado doncel debe de atesorar estas dos semanas que paso con MI marido pues serán las ultimas veces, me desharé de esa víbora se arrepentiría de haberse cruzado esa vez en mi camino me encargaría de hacerlo sufrir. No dejare que nadie me robe a Burak, nadie me desplazara de su vida, no dejare que me roben su amor. Acabare con él de la misma manera que hice con Nerggisah. Nadie se interpondrá en mi camino ni en el de mi hijo.

Y si algún listillo o listilla intenta hacerlo, se las verán conmigo.

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Elizabeht Hatun:

Ansiosa esperaba en las puertas del Harem a la llegada de Hasan, estaba feliz ya llevaba una semana con el Sultán y eso significaba que Hasan se había ganado el corazón del Rey Turco. Caminaba de un lado al otro con nervios quería verlo  y saber todo lo que hizo con el Sultán.

-Elizabeht.-Me llamo Ismahan Sultán , con nervios me acerque a ella.

-Mi Sultana.-la reverencie.-¿Ya sabe algo de Hasan?

-Solo que sigue con mi hermano.-sonrió picara .-No desesperes pronto saldrá y podremos interrogarle cuanto queramos.

-Tiene razón.- reí   

-Sultana.-hablo la criada de Ismahan.- Hasan Hizmetçi la espera en sus aposentos como ordeno.

Ambas nos miramos complices, Ismahan iba adelantada con una sonrisa.

Hasan me agrada bastante, lo considero mi hermano y estaba por mucho segura que le daría un hijo al Sultan.

Aun que eso le cueste su vida.

Jamás podría entender por que mueren luego de dar a luz. Mi padre luego de morir su esposo al dar a luz a mi hermano no supo explicarme.

Cuando llegamos había un revuelto en los aposentos, las criadas gritaban.

La Sultana y yo al entrar vimos Hasan en el suelo.

Siendo golpeado por Mahfiruz Sultán.

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¿No les ha pasado que cuando algo parece estar muerto llego yo y saco actualización?

He aquí otro capitulo, perdón si es cortito pero he estado ocupada y quería actualizar esta novela.

¿Qué les parecio el capitulo?

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EvelynKim 🔱