La yema de su dedo índice tocó el borde del vaso de vidrio, sintiéndolo frío bajo su tacto. Así como sintió la mirada de Taehyung muy profunda en su ser, escudriñándolo.

—Entonces... —Comenzó Namjoon—. ¿A qué se debe tu actitud?

Taehyung apretó los labios y exhaló el vapor cálido que se había estado acumulando en su interior. El invierno había comenzado y sus huesos se sentían rígidos bajo los tejidos.

—Siento que me estoy tardando con todo. —Su mirada se desvió, observando las pequeñas gotas de agua chocar contra el vidrio—. Joy quiere casarse lo más pronto posible, yo aún no se lo propongo como es debido y a raíz de eso ha estado evitándome.

Namjoon tomó un sorbo de su latte helado, porque amaba sentir el frío en su interior y exterior hasta hacerlo tiritar.

—No entiendo por qué te haces tanto lío. — Taehyung frunció el ceño, mirándolo nuevamente—. Tú lo dijiste: es lo que siempre has querido, no entiendo por qué aún no se lo propones.

Aunque sonaba seguro de sus palabras, haberlo dicho le había dolido; de repente, era como si un hilo en su corazón se hubiera soltado.

—Tienes razón, es solo que... me asusta. Me asusta lo que quiero.

Namjoon se mordió el labio inferior, mirando los ojos de Taehyung, estando tan perdido y solo...

—Tae, haz lo que quieras en realidad. No importa si tienes miedo, enfréntalo, o de lo contrario no serás feliz nunca.

El mayor le sonrió, asintiendo débilmente mientras tomaba su café caliente. Luego, se inclinó sobre la mesa.

—¿Cómo vas con Jin?

Namjoon casi se atragantó con su pregunta, tosiendo sutilmente mientras dejaba el vaso sobre la mesa.

—Iremos al zoológico mañana en la tarde.

—Creí que no te gustaba ver a los animales encerrados.

Namjoon evitó su mirada.

—No, pero a la vez quiero verlos.

—Él quiere verlos, no tú.

—No, yo quiero verlos.

Taehyung se echó hacia atrás, lamiéndose los labios mientras mostraba una sonrisa ladina y Namjoon bajó la mirada, centrándose en su latte frío.