Strawberry
Pequeñas manos sostenían aquella bandeja que cargaba su almuerzo de ese día; bullicio a su alrededor se hacía presente en la cafetería llena de estudiantes, quienes estaban conversando con su círculo de amigos, pero en el caso de ella le gusta su espacio a esas horas, no era alejada a las personas, ni mucho menos tenía mala reputación, solo le gustaba la tranquilidad.
Sus pasos pausaron cuando llegó a la misma mesa en donde se sentaba desde que allí, puso primero la bandeja de comida en la mesa, para después dirigir sus manos a su parte trasera de la falda, para ayudar a la falda a no levantarse en el proceso mientras se sentaba, no le gustaba la idea de que invadieran su privacidad íntima.
Sus mejillas abultadas por aquella comida que tanto adoraba, estaba siendo degustada por sus papilas gustativas. El sabor a fresa la hacia sentir una pequeña explosión de felicidad, hacia pequeños ruiditos mientras la comía, aquel pequeño pedazo de torta a sabor de su fruta favorita que siempre comía después de su pequeño almuerzo la llenaba totalmente.
Mientras halagaba aquel pedazo el cuál ella le llamaba "el pequeño paraíso", sus pensamientos fueron interrumpidos mientras escuchaba su nombre ser llamado, ¿De nuevo esta aquí? Pensó ella mientras se metía otra cucharada a su boca; el chico a su lado sabía que ella no le prestaria alguna atención a menos que haga algo por lo que con su voz grave y a la vez mimosa le llamaba》Jennie, ¿Acaso estoy hablando con la pared? ¿Y otra vez andas comiendo eso?
Le comenta el moreno mientras veía a la castaña mirarlo de reojo y dejar lo que estaba haciendo, para después limpiarse la comisura de su labio ya que los tenía algo manchados de melado, para luego dirigirse a el con una mirada neutral en sus ojos gatunos.
-No soy una pared, Kim Taehyung -menciona el nombre completo del moreno, no era de esperarse, siempre menciona el nombre completo de este cuando habla algo importante- Y sí, de todos modos no es algo que te guste comer y lo sabes.
Subió sus hombros sin importancia alguna y para si misma pensaba ¿Otra vez comenzará el mismo tema de los almuerzos en el colegio. Bufo mientras rodaba sus ojos y apoyaba su codo en la mesa y su mejilla descansaba en el puño de ella.
El moreno miraba con atención las facciones de su amiga, ¿Desde cuándo se volvió tan madura? Si apenas la conocía desde que era una pequeña que no sabía que era de su existencia, suspiro profundo y quería alejar esos pensamientos, como si de todos modos ella sintiera algo por el 》Sabes porque no lo hago y porque no me gusta, pero aún no entiendo que tiene de especial eso, sólo es una simple fruta.
La castaña le iba a reclamar, pero escucho el timbre anunciando el final de receso, Por lo menos el esta lejos de mi en el salón, pensó ella mientras quitaba su posición y agarraba su bandeja y luego se levantaba de la silla y antes de empezar su caminata, volteó hacia el moreno quien aún le dirigía la misma mirada- Te veo en la tarde Tae.
Le dice con el mismo tono que siempre le hablaba y lo dejo allí, no es como si fuera algo nuevo, aunque ella no lo invitaba aparecía "mágicamente" en el comedor o en su casa, no le reclamaba, pero ahora no estaba yendo todos los días lo que le parecía extraño.
Dejó la bandeja con las demás y salió de la cafetería sin mirar atrás, llegaría tarde a su próxima clase si no se daba prisa.
《🍓》
Pequeñas risitas se escuchaban, y como tanto una tiza ser pasada por el pizarrón mientras que el profesor daba la última clase de ese día, un lápiz ser golpeado suavemente sobre la mejilla de la castaña mientras miraba disimuladamente el reloj, cuál marcaba que quedaba cinco minutos para salir por lo que sonrió a sus adentros.
Guardaba silenciosamente sus cosas en su pequeña cartuchera y contaba los segundos que quedaba para acabar la rutina escolar, cuando llegó a uno, su cuerpo sobresalto un poco ante el sonido, aún no podía acostumbrarse a ese sonido. Estudiantes quienes guardaban sin cuidado alguno sus cosas en sus bolso y un profesor gritando que había tarea del tema que vieron ese día, se estaba haciendo presente en el salón.
Cuando todos se fueron y la única presente allí era ella, suspiro pesadamente mientras se estiraba un tanto, haciendo que algunos de sus huesos sonaran por falta movilidad, ¿Qué haría ahora? No sabía que hacer, ¿debería ir directo a su casa? ¿O pasaría por la panadería? Esos pensamientos fueron presentes en su cabeza, se relamio un tanto sus labios cuáles estaban un poco secos, o sólo era la idea de pensar en la panadería.
Como tenía todas sus cosas guardadas, puso las tiras de su bolso en sus hombros quienes estaban un poco tensos por la falta de actividad física. Caminaba tranquilamente hasta la puerta del salón la cual aún seguía abierta, y solo ella tenía que cerrarla.
¿A donde iría? No dejaba de tener ese pensamiento por lo que sacó su billetera del bolso, el cual ahora ya colgaba de sus hombros y ella ya empezaba a salir por la puerta del salón. Abrió su billetera la cual era de unos colores oscuros combinados con varias estampas de lindos muñecos que ella adoraba, revisó la cantidad de billetes de grandes cantidades, no contaba de tantos pero algo era; cerró su billetera y la guardo en el bolsillo de su falda.
Cerró la puerta, la cual se encontraba detrás de ella, y con una pequeña sonrisa empezó a caminar a su destino.
《...》
La música alta, sonaban en los auriculares de la castaña, la cual estaba caminando con calma, movía sus dedos de acuerdo el ritmo que producía esta, no había algo mejor que su tranquilidad y ella misma.
Sus ojos se dirigieron a la entrada que estaba en buenas condiciones, y con tranquilidad quitó los auriculares y los guardo en su bolsillo, apoyó su mano sobre la puerta, haciendo que esta empezará a abrirse y después soñar una pequeña campana, la que servía para anunciar la bienvenida de un nuevo cliente.
Los señores Kim le dieron la calida bienvenida y preguntándole su día y ella educadamente se les acercó y con una corta reverencia empezó a hablarles.
En algún momento de la conversión, el más mayor se tuvo que ir para poder atender a los demás cliente dejándola con la madre de su amigo. No hubo algún momento incómodo después de eso, si no que siendo la mayor directa le dijo 》¿Vas a querer lo mismo de siempre linda?.
La castaña asintió con entusiasmo y le eso le hizo sacar una risita corta a la mayor, la cual fue directo a la cocina dejando a la menor sola esperando su pedido ansiosa.
Balanceandose sobre sus propios pies, no esperaba ver al moreno saliendo de la cocina con su pedido y mucho menos vestido tan elegante ¿A donde iría?. Quitó esos pensamientos rápidamente cuando se dio cuenta que el ya se encontraba sentado en la misma mesa que se sentaban siempre.
Esta fue directo a la mesa y se sentó del otro lado. Ninguno de los dos había dicho alguna palabra o si quiera se hubieran movido, era como una batalla de miradas entre los dos amigos.
La castaña no pudo aguantar su seriedad ante la situación, soltó una pequeña risa, haciendo que el moreno sonriera, el sabía que ella no soportaba tanto tiempo.
-¿Qué planeaste hacer Tae? No aguanto nuestro silencio, siempre es incómodo cuando haces eso -le dice mientras se acomodaba su cabello y desvía su mirada de el.
El moreno sonrió para sus adentros, le encantaba molestarla, este tranquilo le pasó el pequeño plato que tenía un favorable pedazo de torta de vainilla con la fruta favorita de ella y la vez su otra mano entregandole el tenedor, que con gusto que ella aceptó.
Veía a la castaña mantener su mirada en la comida, no podía describir lo que el estaba viendo, podía describirla como alguien frágil y alguien quien le encanta cuidar, claro, es su amigo, ese era su trabajo.
-... estás escuchando Taehyung? -¿ah? Ni se dio cuenta de que ella le estaba hablando- Ah sí sí, sigue con lo que decías -le mencio y solamente tuvo una mala mirada por parte de la castaña.
-Como estaba diciendo, ¿Cuándo pasarás por mi casa? -le dijo directa y sin pensar, cuando se dio de lo que había echo se avergonzo y trato de arreglarlo rápidamente- D-digo, mis padres me han dicho p-porque no has pasado por nuestra casa, si eso...
El solo lanzó una risita y le dedicó una mirada de que lo le creía esa mentira 》No lo se, cuando este menos ocupado quizás. -perdón Jennie, la verdad no se cuando, le dedicó una de sus sonrisas más honestas a la castaña, quien le devolvía la sonrisa, como adoraba esa sonrisa.
Pasaron los minutos, ambos hablaban, y sin darse cuenta cambiaban de tema, haciendo como si no hubieran hablado de eso. Un tono de un celular fue escuchado en la mesa de ellos, y por el tono que tenía era de la castaña, por lo que entre risas revisó su teléfono pero inmediatamente su risa cesó cuando se dio cuenta de la hora 08:45 pm y quien llamaba era su madre, trago nerviosa y le dio varias señas de que el hiciera silencio.
Deslizó su dedo para aceptar la llamada y posó su teléfono en su oreja y se escucho la voz de su madre un tanto preocupada- Jennie, ¿en donde estas?
-Oh... mamá -río atemorizada- Estoy en la panadería de los señores Kim, no te preocupes ¿si? -le dice intentando salvarse y sólo recibió un suspiro por parte de su madre- No me asustes así Jennie, al menos escríbeme que regresarás tarde.
-Lo haré a la próxima vez, te prometo que no volverá a pasar -le prometió a su madre quien sólo le dio unas últimas palabras antes de colgar la llamada- Solo no llegues tarde, te quiero aquí antes de las diez.
Y con eso concluyó la llamada con su madre, al menos no la regaño, con la mirada divertida de su amigo, el cuál sabía que ella estaba en problemas 》Creo que deberías irte -le mencio el moreno quien ahora se encontraba intentando controlar su risa, pero era incapaz de eso.
-Oh, s-sí, creo que haré eso -le dijo mientras guardaba su teléfono en el bolso y se paraba del asiento- Te veo mañana Tae -se despidió de el de la misma manera que lo hacía pero antes que ella pudiera salir, escucho ser llamada por lo que volteó a verlo ¿Qué pasaba ahora?
-¿No te habrás olvidado lo del aniversario del colegio? ¿O sí? Recuerda que es mañana -le dijo este con calma mientras se iba detrás de la caja
Con una mirada sorprendía la cual intentaba ocultar rápidamente, y tratando de no sonar como si no lo hubiera olvidado completamente 》Claro que no, sólo que aún no he decidido que hacer -le dio un sonrisa de lado y con eso fue de la panadería para dirigirse a su casa antes que fuera más tarde de lo que ya era.
《...》
Ya perdió la cuenta de cuantos suspiros daba desde llegó a su casa, arrastró sus pies sobre el piso de su cuarto y removia su cabello con sus manos, ¿Cómo lo había olvidado? ¡Ella era una de las encargadas del menú! ¡Y era mañana! Soltó un pequeño grito para después lanzarse sobre su cama quedando a boca arriba, ¿Qué haría ahora? Se quedó en blanco por varios minutos, sólo le quedaba la opción en revisar en Internet, no podía estar revisando libro por libro, para encontrar algo fácil que hacer.
Se levantó rápidamente quedando sentada, se pasó sus dedos para llevar su cabellera detrás de sus orejas y luego se inclinó para llegar a su pequeña mesa de noche en donde estaba su teléfono, lo agarró y lo primero que hizo después de desbloquearlo, fue irse al navegador.
Busco rápidamente algo que tenga que ver con ponques, y salio un sin fin de recetas, creo que será una larga búsqueda.
《...》
Le tenía que decir la verdad a el, no le podia mentir tanto tiempo y más si es algo importante, ya estaba en el colegio, pero esta vez ella esperaría a que el llegará.
Agarra su teléfono fuertemente, y aveces revisaba para ver la hora solamente, 07:32 am, revisó por última vez su teléfono y eso marcaba, había llegado cerca de las siete de la mañana, los nervios la comían viva.
La gente aveces se volteaba a verla, ¿era común que ella esperará en la puerta de su clase? No, pero lo hacía por su amitad, ¿Cuándo llegará? ¿Acaso vendrá? El regularmente llegaba a esa hora, esos pensamientos la invadieron pero siento un pequeño golpe en su hombro intentando tener su atención, por lo que rápidamente subió su mirada y se encontró con el moreno con una sonrisa, a pesar de ser tan temprano 》¿Pasa algo? ¿Qué haces aquí? -le dijo felizmente pero no tener una respuesta de ella por al rededor de un minuto se preocupó, su sonrisa se quito de sus labios y formo una línea recta con ellos, ella no era así, algo le pasaba.
Le tomó del brazo suavemente y la llevaba a otro lado lejano, le volvió a hablar pero esta vez su tono parecía demandante- Algo estas ocultando Jennie Kim, ¿Pasó algo con tus papás? Si es así sabes qu-
-No es eso Taehyung -le interrumpió antes que se diera idea equivocadas- Sabes que nunca te he mentido a acepción de esa vez y prometí no volver a hacerlo -solo había enfermado y le mintió diciéndole que estaba bien solo para jugar con el, y terminó teniendo fiebre por más días y el se enfado por mentirle en su cara- Pero ayer lo hice -le dijo finalmente, podia notar su mirada cambiar rápidamente a una molesta, nunca había tenido miedo de el, pero esta vez sí.
Ninguno de los decía nada, pero la castaña podía sentir que el agarre que tenía el en su brazo se intensificaba haciéndole que su cara tenga una pequeña mueca de dolor.
Cegado por las palabras de su amiga, no sabía que decir, las palabras no salían de su boca ¿Porqué?. Quería decirle eso pero ella interrumpió con temor 》Y-yah, T-Taehyung-ah, si tenías razón cuando me dijiste que si lo había olvidado, y sí lo hice, n-no quería decirte que lo había olvidado, se cuanto te esforzaste para que aceptarán este tema y-y no quería decepcionarte ¿me entiendes?
Sabía que el le costaba aceptar algunas cosas, y está entraba allí, sabía que de su pequeña conversación terminaría en un regaño para y decepción para el.
-Claro que lo entiendo -soltó un risa seca, pero para nada linda, el intentaba controlarse pero al final explotó- ¡¿Qué diablos estabas haciendo?! ¡Sabes muy bien que si me fallas todo nuestro trabajo se ira!.
-¡L-lo se! ¡De verdad perdón! Me distrague con la tarea, ¡y lo olvide por completo! -le contesto nerviosa, tenía ganas de llorar, le había fallado- Ya se me ocurrirá algo, tranquilizate ¿Si?
El moreno solo rodó sus ojos, ¿cómo tranquilizarse con lo ella revelada cada vez que hablaba? Finalmente soltó el agarre que tenía y veía como ella sobaba lo que parecía ser la zona que hizo esfuerzo 》De verdad crees que todo es un juego Jennie, de verdad esta vez me decepcionaste.
Le dice el mientras se iba y la dejaba alli sin palabras, ¿acaso escuchó bien? Abrió su boca para llamarlo pero en vez de eso sentía como las palabras se trancaban impidiendo que ella pudiera hablar. Lo veía alejarse sin mirar atrás, las palabras que el había dicho seguían en sus pensamientos, le había fallado, le había mentido, había dañado algo llamado confianza en su amistad.
Se sentó en piso sin importar las miradas de los demás, ¿Porque no se metían en sus propios asuntos? Frustrada sacudió su cabello y soltó varias maldiciones al azar, ahora no podía verlo de frente, y aunque intentará hablar con el, la ignoraria.
Miro el reloj que colgaba en la pared del pasillo, 07:50 am, sólo faltaban diez minutos para comenzar las clases, arrastró sus piernas quedando en bolita y apoyó su barbilla entre en el espacio que sobraba. No quiero entrar, sabía que al entrar notaría todas las miradas sobre ella, de seguro el rumor que ellos dos discutiendo -lo cual era raro- ya se dispersó por todo el colegio.
Suspiro fuerte y con algo de valentía que le quedaba se paró del suelo Y comenzó a caminar sin ánimos a su salón.
Estaba parada al frente de esa puerta, ¿debería abrirla? Miro el pequeño hueco que tenía para poner abrir esa puerta corrediza, acercó su mano a esto, pero se detuvo cuando ya iba a empezar a deslizarla, no era capaz de entrar. Quitó rápidamente su mano de allí y con una última mirada a la puerta salió corriendo del lugar, debía hacer algo
《🍓》
Salió del lugar sin mirar atrás, ¿cómo ella podia hacerle eso? Enfadado entro al salón sin importarle que lo vieran en esa situación, se sentó en el puesto que le dieron desde que hubo un cambio de asientos. Puso su bolso sobre el piso sin importarle que este se ensuciara.
Sin importar cuantas veces procesaba y llegaba solamente a la conclusión de con eso no llegaría a nada, ya estaba echo y no podía hacer nada.
El timbre que anunciaba el comienzo de las clases fue escuchado por toda la escuela, miro al puesto de la castaña y fruncio el ceño al darse cuenta que no estaba sentada allí.
Esta vez lo dejó pasar.
Se enfocó en el mismo y preocuparse en entender la clase, algo que le costaba hacer, pero lo conseguía después de repasar el tema varias veces.
《...》
¿En donde estaba? Pensó que solo se iba a saltar la primera clase, pero después vio que no volvió. ¿Acaso de las iba a saltar todas?.
Relamio sus labios y sacó su teléfono rápidamente e ingresó a la conversación con su amiga, su ultima conexión fue hace una hora, justamente antes de entrar a clases.
¿Debería escribirle? Pensó el moreno quien ya había tomado la decisión y justo cuando iba a pulsar la primera letra entro un profesor para comenzar la clase por lo que tuvo que olvidar esa idea y guardar rápidamente su teléfono para que no se lo quiten, quizás en otro momento le escribiría.
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Respiraba pesadamente, apoyó sus manos sobre sus rodillas y luego se puso en cuclillas, se había saltado la primera clase y creo que también hará lo mismo con las demás.
Estaba en la parada de bus, esperando uno a que la llevará a su barrio lo más pronto, sentía las miradas de los mayores sobre ella de seguro se habrán preguntado de porque estaba allí y no en clases, y ella solo le dedicaba una mirada molesta, de verdad la gente no tiene nada que hacer.
Su respiración ya se encontraba tranquila, pero aún sentía su cuerpo temblar por ejercer actividad física, sólo había corrido como dos cuadras y ya estaba cansada, debía hacer más ejercicio.
Pero dejando de eso a un lado ya se le estaba ocurrido algo en que ayudar, aunque eso le costara la nota y la inasistencia por haber faltado a las clases.
Consumida en su desespero, se dio cuenta que el bus indicado ya había llegado ¿Tan rápido pasó el tiempo?, se levantó rápidamente del suelo y se limpio la suciedad dejada en su falda, para que esta después entrará al bus.
Después de haber pagado, se sentó en uno de los tantos asientos libres que estaban a un lado de la ventana, puso su bolso en sus muslos y apoyó su cabeza en la ventana, ¿Estaba haciendo lo correcto? No lo sabía, dio un pequeño suspiro y sacó su teléfono, debería comenzar ahora o no tendrá tiempo para después.
Mirando aveces a su ventanilla, ya sabía que pronto llegaría a su destino, por lo que guardo su teléfono y con rapidez pulso el timbre que indicaba ya su destino. Cuando ya estaba en la parada indicada, bajo del bus y empezó a correr sin importarle las miradas extrañas que le dedicaban.
Literal llegó a su casa después de haber corrido unos diez minutos, creo que era un nuevo récord, introdujo la contraseña rápidamente y entro a la casa dejando sin cuidado sus zapatos en la entrada.
Se quitó su saco y tiro a algún lado de la sala, ya había buscado lo que necesitaba, sólo tenía que buscar las cosas para comenzar a preparlo, ¿Cuántos haré?, pensó mientras ponía sus manos en la cadera, eran bastantes- ¿Unos cincuenta? -hablo para si misma- Creo que con eso bastará, ahora manos a la obra -dijo finalmente sacado una pequeña liga para hacer un intento de cola con su cabellera.
Quitó su posición con la que estaba y se acercó a los estantes para sacar los ingredientes, verificó cada uno que no estuviera caducado o en mal estado y lo ponía junto con las demás cosas sobre la mesa.
Cada vez se iba aumentando las cosas, pero llegó a un punto en que se acordó del sabor, mordió suavemente su labio y revisó nuevamente la nevera, Nada... ¿Porque no compré fresas antes?, claro se las había acabado todas en un solo día y por parte de regaño de su madre no le compraría esta vez y ella lo haría esta vez con su dinero.
Puso un puchero intentando recordar que otro sabor podía hacer, ¿Vainilla?, no, muy simple. Soltó un grito desesperado, menos mal que sus padres fueron a trabajar si no ya la regañarian. No le quedó de otra, sacó el chocolate del estante y se le quedó mirando unos segundos, No queda de otra...
Puso el chocolate con las otra cosas, nunca había horneado sola, siempre lo hacía con compañía de alguien, si llamaba a su mamá para saber como no dañar algo en el proceso pero probablemente la mate. Sólo había alguien... Internet, no es como si se supiera la receta de pies a cabeza, sólo no quería que supieran mal.
Empezó con algo simple, abrió la bolso de harina y con tan solo un movimiento equivocado terminó regando la harina por toda la mesa y ensuciando su uniforme, abrió su boca sorprendida y mirando la escena que acaba de hacer soltó una maldición- ¿Qué demonios acabo de hacer?
Creo que será un proceso difícil.
《...》
No se como terminó sin haber quemado aunque sea el horno, miro su creación con admiración. Solo faltaba decorar todo eso, faltó un pequeño suspiro de alivio y llevo las cosas sucias para limpiarlas en el fregadero.
Como el fregadero estaba cerca de una ventana, la cual está podía ver la calle, notó que ya era tarde, el sol ya estaba ocultandose, dejando ver un bella visualidad de su calle, le recordó a esos tiempos donde el moreno de pequeño veía a las tardes a jugar por pequeñas horas, con tan solo imaginarlo, soltó una risita, esos tiempos eran oro.
Termino de limpiar los platos y los puso en un lugar donde se pudieran secar, secó sus manos con un pequeño trapo y lo dejó de nuevo en donde estaba, ahora comenzaba la fase dos, ya los había dejado enfriar un buen rato y sólo faltaba eso para terminar.
Hizo una buena cantidad de crema de chantilly, lo probó para saber su favor, hizo una pequeña mueca ¿De verdad ella hizo eso? No era la mejor en repostería como su amigo, pero al menos sabía algo, lo bueno de tener un amigo que sepa hacer algo que la pueda beneficiar.
Con una bolsa repostera improvisada y con un desespero y también de paciencia, hizo pequeñas vueltas con la manga, dejando una bien y favorable crema encima del ponque. Tuvo que hacer el proceso con otros cuarenta y nueve porques, la vida la odia.
《...》
¿Qué hizo después de hacer todo eso? Lanzar la manga al fregadero y con un terrible coreano -el cual no podía hablar bien- empezó a gritar por toda la casa y dar pequeñas vueltas alegre, pero se olvidaba de otro detalle, se paró mareada y miro aterrorizada a los ponques, ¿En donde demonios podía guardarlos? No tenía cajas de un buen tamaño y como las quería, debería recurrir al plan B, preguntarle a la vecina, ¿las vecinas no tienen todo? ¡Al fin una buena idea que se le ocurrió ese día!.
Sin importarle que aún estuviera en su unifirme -ahora sucio- salió de su casa tranquila y con pequeños brinquitos se acercaba a la casa de la vecina. Cuando ya estaba enfrente de la puerta tocó varias veces el timbre, algo que sabía que le molestaba a alguien muy particular; finalmente se abrió la puerta dejando ver a un blanquecino con una cara sin expresiones, Ouh, creo que lo desperté.
-¿Qué están importante para que toques el timbre de esa manera? -menciona este mientras que ella pensaba que le cerraría la puerta en su cara- Necesito un favor -dijo con tranquilidad ¿Qué podía salir mal?.
Todo estaba mal, apenas entro a la casa de la vecina -la cuál no estaba y sólo estaba su hijo- empezó a buscar en lugar que le dijo blanquecino, pero aparecer era mentira, creo que era una venganza, finalmente encontró las cajas necesarias y se fue de esa casa agradeciendo al chico y sin cuidado alguno lanzó la puerta de esa casa ganándose un grito de el.
La castaña se rió entre dientes, y con cuidado de no dañar las cajas que tenía en mano, entro a su casa y dejando la puerta cerrada, comenzó nuevamente su trabajo.
Puso las cajas a un lado de los ponques, se detuvo unos segundos, cabían diez por cada caja, así que con cuidado de no desmoronar o dañar el decorado, los tomaba y los ponían precisamente y dejando unos pequeños centímetros para que no choque el otro ponque.
Así hizo continuamente con los demás, sonrió viendo su creación, se veían presentables y comestibles, quería ver la cara de su amigo al ver lo que hizo ella por el. Cerró finalmente las cajas, vio como se veías ella misma, era un desastre, un baño y unas buenas horas de descanso le irían bien, mañana le esperaba un nuevo día.
《🍓》
El chico se veía en el espejo, el mismo uniforme que usaba desde que entró a ese colegio, rocío un poco de perfume en el y sacudió su cabello dejándole en el misma forma inicial. Se podía decir que estaba preocupado, pero el enojo aun seguí a presente allí, ayer se pusieron de acuerdo con los últimos detalles, pero como no estaba la castaña, el tuvo que hablar por ella, una excusa perfecta, ella se había enfermado ese día y ya verían que hacía su papel ese dia.
Soltó un profundo suspiro, y tomó su bolso y sin ánimos puso una tira sobre su hombro, salió de su cuarto despidiéndose de sus padres en el proceso, cuando llegó en la caja donde había otro bolso donde se supone que deben estar los aperitivos de ese día, lo agarró con cuidado y salió de su casa sin prisa alguna, salió a una hora antes de que comenzará las clases -y con ello el aniversario- fue hasta la parada de los buses y como era de todas las mañanas llegó tarde para sentarse en un puesto libre, así que tuvo que mantenerse parado gasta que llegó el bus.
Quien diría que de todos los días ese era el más ocupado para ser un jueves y comúnmente eran los lunes, aparecer los roles cambiaron esta vez los días, apenas entro al bus, busco con la mirada rápidamente un asiento libre para después sentarse en el, tuvo que hacer algunos empujones y varias disculpas, para finalmente sentarse en ese asiento que se ubicaba casi al final. Puso el bolso más importante sobre sus piernas, creo que ese indicaba que sería complicado para el.
《...》
Llegó a su salón después de unos veinte minutos de su trayectoria que hizo el bus para llevarlo a su destino, una vez que estaba dentro del salón vio como todos estaban ocupados ordenando pero algo faltaba, miro el asiento de su amiga, vacío, aparecer no iba ese día o aún era temprano.
Un profesor entro al aula avisando que la mesa ya estaba lista y que salieran los que no le tocaban hacer algo para poder comenzar la decoración; el moreno veia como algunos se estaban gritando entre si para que ayuden y otros jugando simplemente sin importarle que algo se dañe
Notó que algunas de las encargadas de la decoración trajo unos pequeños pero adecuados estantes para poder poner los pastelitos, se acercó allí y una de las que ayudaba se acercó para ayudarle, pero este negó con una sonrisa diciéndole que podía hacerlo sólo y que ayudará en otras cosas.
La chica se fue sin éxito dejando al moreno solo, este comenzó con tranquilidad, pero de tan solo llegar a la mitad y voltear para ver si llego su amiga, pero aún no había señales de ella, por lo que tuvo detener su proceso he ir a preguntarle al grupo del menú 》Disculpen, ¿Pero no han visto a Jennie?
Las chicas desconcertadas se miraban entre si, ¿Qué le dirían? Aún no llegaba o mandaba un mensaje avisando si llegaría tarde, la más mayor de allí se le dice con tranquilidad, intentando tranquilizar la situación- No la hemos visto desde que llegamos, pero estoy segura que no tarda en llegar.
-¡Si! Como dice unnie, más bien, le mandé un mensaje a ella, pero aún no lo ha visto -menciona la extranjera, quien tenía la conversación abierta con la castaña y veía un mensaje recién enviado, pero no marcaba el visto
-Oh... -removió su cabello frustrado- Esta bien, gracias, si te llega contestar por favor avísame de una vez -se fue del pequeño grupo de las tres amigas y fue a comenzar de su trabajo que el mismo se puso.
No podía evitar en ella y su discusión, ¿Porque aún tenía recordar eso? No le gustaba el simple hecho de recordar cosas desagradables, el moreno no se había dado que durante sus duros pensamientos, había tirado el estante dejando los pastelitos en el piso y sin reparación alguna, ¿Qué había echo? Miro sorprendido sus propias acciones, gente a su alrededor empezó a murmurar pero otros se acercaron para poder ayudarlo.
-¡¿Qué acabas de hacer Taehyung?! ¡Tiraste todos y no queda ninguno! ¡¿Ahora que haremos?! -le exclama la menor, más conocida por su apodo Rosé. El la miro sin saber que hacer ahora iba a hacer, sabía que no quedaba tanto tiempo, ni mucho menos comprar unos nuevos para poder reemplazarlos.
Unos pasos fuertes se escucharon desde el aula, pero nunca se imaginaron que alguien abriera la puerta sin cuidado, dejando ver a un silueta de una chica cansada y con algo en manos y alguien detrás de ella sin un uniforme.
-¿Llego tarde? -menciona esta con cansancio, pero dandose cuenta de la situación sabía que algo había pasado, miro hacia donde el estaba dándose cuenta que llegó en un mal momento, miro al piso viendo un gran desastre y volvió dirigir su mirada a el.
-Aish, ¿Porque tan tensos? ¡Dejen de mirarme y empiecen a limpiar, porque yo no puedo con las manos ocupadas! -demandó la castaña mientras entraba como si nada y detrás de ella un blanquecino que la miraba como si la iba a matar en cualquier momento, esta le dijo que dejará las cajas en la mesa y se fuera de una buena vez antes que la mate.
¿Como? ¿Y porque está aquí Yoongi hyung? Pensó el moreno quien aún trataba de entender la situación; unos pequeños golpecitos en su hombro le hicieron ver abajo viendo una cabellera castaña algo desarreglada 》¿Acaso no piensas moverte Taehyung-ah? Necesito empezar a poner los ponques y si estas allí, me será algo casi imposible.
-¿Ah? Sí sí -apenas podía responderle, veía que está comenzaba a ordenar con prisa pero con cuidado, al menos llegó a tiempo ¿No?- Pensé que no vendrías, pero aparecer lo hiciste.
-¡Claro! -le dice ella girando su cabeza para verlo- ¿Crees que me dejaré vencer por lo de ayer? Claro que no, si quieres hacer algo, ven y ayúdame -le apunto otra caja sin desempacar.
Solo asintió y se llevó la caja y fue hasta el otro estante, el cual aún se mantenía con pocos pastelitos que el trajo y sin ningún daño se mantenían allí.
La castaña miraba de reojo al moreno que ya se encontraba en un trance, pero estaba poniendo los ponques en el estante. Soltó una pequeña risita con la pequeña travesura que ocurrió hace unos veinte minutos.
《🍓》
Todo había terminado bien, no hubo más discusiones entre algunos de los que estaban en ese aula, una vez que sonó el timbre iniciando aquel aniversario que hizo las cosas imposibles en algunas personas.
La castaña estaba con su grupo pequeño de amigas, discutiendo sobre sus futuros, pero ella no estaba de lo que decían, miraba desde donde estaba al moreno sonreír desde hace un buen rato. Al menos lo hizo feliz, por lo que ella ya no sentía culpabilidad, vio como el la estaba viendo, desvió su mirada rápidamente, se dio cuenta muy fácil.
-Creo que ire a caminar un rato, vuelvo después -le menciono mientras recibía quejas por parte de ellas, eran muy empalagosas, pero al menos ellas saben como controlarla y eso las volvía sus amigas sin preocupaciones.
Se dirigió a la mesa viendo si había algo que le gustará, chocolate... este también es de chocolate ¿No hay al menos algo de vainilla?. Creo que llegó tarde para encontrar algo así, pero una cara cerca la de ella le hizo mirar hacia arriba 》¿Buscabas esto? -levantó un pequeño pastel de fresa y lo agitaba suavemente- Sabía que no te acercarías a la mesa, así que lo guarde para ti, toma.
Le tendió para que ella lo agarra y eso hizo, le dio las gracias mientras le daba pequeño mordisco al pastel, ella reconoció el sabor, lo hizo el, sabía como el preparaba las cosas y con rapidez ella podía la comida de este.
Se limpio con cuidado la crema que se quedó en sus comisuras y sin dudar lo invitó- ¿Quieres caminar conmigo? Creo que debemos hablar algunas cosas.
-¿Porque no? Yo también te debo decir algo -le dio una gran sonrisa y se llevó con el un ponque de los que hizo ella.
-Supongo que estaremos un buen rato hablando, vamos antes de que no podamos salir de aquí.
Le tomó la mano al moreno y lo arrastró con el, al principio el pensaba si ella estaba en su sano juicio por su compartimiento extraño, pero hace tiempo que no se tomaban de la mano por lo que lo dejó pasar, entrelazo los dedos con los de ella y solamente se dejó llevar por la castaña.
《...》
-¡No volveré a hacer algo como esto otra vez en mi vida! -exclama y solo escuchaba reír al moreno sin control, ¿que había pasado en los últimos minutos? Ella lo llevó a los bancos que estaban cerca de la cancha y actualmente se encontraban sentados allí y ella le estaba diciendo cómo hizo un desastre con la cocina haciendo solamente los porques y el solamente se estaba riendo hasta quedar sin aire.
-No te permitiré volver a cocinar de nuevo, creo que tu mamá le debió dar algo
-Oh claro que lo hizo, apenas vio la cantidad que hice, me despertó para solamente darle explicación de porque su casa se convirtió en una pastelería de mala calidad.
El moreno en su proceso de intentar de comer sin atragantarse fue en vano, ya que terminó tosiendo sin control por lo que ella dijo, y ella rápidamente tuvo que darle pequeñas palmaditas en la espalda de este mientras se reía de el en silencio.
Después de intentar de que el no se ahogue contándole su mañana alocada, quedaron en un profundo silencio, ninguno de los dos hablaba que incluso se escuchaban de lejos los cantos de las aves.
-Sabes Jennie... Aveces me pregunto por que aún seguimos siendo amigos después de tanto años de conocernos.
-¿Ah? ¿Con qué te refieres a eso Taehyung-ah?
-Mis sentimientos por ti cambiaron -le dijo finalmente y esta vez quería una respuesta honesta de ella, sin juegos en su respuesta.
Ella fruncio el ceño tratando de entender con lo que dijo- ¿Acaso ya no quieres sea tu amiga? Si es así te-
-Tu me gustas Jennie Kim.
Le dijo el moreno con una mirada en ella que estaba hablando enserio.
Ella solo abrió su boca sorprendida, ¿el le gusta a ella? Admitía que ella tenía algo por el, pero aún sus sentimientos no se aclaran, pero después de eso, sintió su corazón later sin control.
El moreno solo esperaba con paciencia una respuesta, ella era de esas que le costaban procesar. Miro su último pedazo del ponque, que aún no lo terminaba por solo estar pendiente de la conversación, lo metió todo a su boca y comenzó a comerlo.
Y ella, ella aun seguía en proceso de entender lo que dijo, se le quedó viendo y aveces abría su boca, pero no le salían las palabras, ¿Si las acciones cuestan más que acciones? ¿En este caso le serviría eso?
Silenciosa se paró de donde estaba sentada y vio que el estaba comiendo el último pedazo de su ponque de chocolate, sería la primera vez que probaría después de años, fue fugaz con su acción tomó de las mejillas suavemente y acercó ambas caras, vio que el estaba con los ojos sorprendidos y ella solo río, para después cerrar sus ojos y robarle un pequeño y corto beso en los labios de el.
Se separo de el y veía ahora quien el estaba entrando en un trance largo- El chocolate no sabe tan mal después de todo
Ella se paró dejándolo allí aún pensando en lo que ella hizo, segundos después de escuchó un timbre indicando que debían volver para la última clase.
Lo tomó por el brazo levantandolo con todo su peso- ¡Vamos! ¡Apurate! ¡Ya tocaron el timbre! ¡Si llegamos tarde, te culpare Kim Taehyung!
-¿Y así volver a discutir para terminar como lo acabas de hacer? Mm... Si.
Ella solamente le dio un golpe en el pecho de este y el río tomandole la mano y entrelazando sus dedos a la vez.
-Solo vamos, ya tenemos mucho tiempo para hablar.
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