•Avisos
-Las cursivas expresarán canto o pensamiento.
-Las molde se usarán para la narración.
-Los símbolos "»-" expresarán el seguimiento de un diálogo o en esta caso, del canto.

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TaeMin

Ese nombre se repetía constantemente en su cabeza a pesar de estar escuchando los aplausos robotizados de la multitud.

TaeMin

La voz de JongIn siempre sonaba tan amargamente dulce cuando articulaba aquellas seis letras que eran casi un castigo divino para KyungSoo.

Lee TaeMin

Todos y todas reconocían al nombrado, la verdad, es que el azabache desearía no hacerlo también. Quizás y solamente quizás su vida sería más sencilla de aquella manera.

Su sonrisa soñadora, su figura de en muerte, su característica forma alegre de ser. Era como un imán de personas, como el sol necesario para un buen día de playa.

TaeMin era sin dudas un chico tan radiante que sería imposible ingnorarlo y seguir solamente caminando. Deberías tomarte la dedicación y el Tiempo para apreciar su belleza angelical.

Y, Oh...

Cómo lo odiaba...

Cómo odiaba no ser tan bueno como él.

Odiaba y le dolía no asemejarse, porque aquel brillo lo dejaba simplemente en las sombras, era demasiado y necesitaba cubrirse para no morir de ceguera ante su presencia.

Ese maldito día era su presentación de fin de año, la fiesta de despedida antes de que cada quien tomé un rumbo en su vida. Había decidido invitar a su novio y darle una invitación extra para que invite a alguien a aquel evento tan importante para él.

Supuso torpemente que llevaría como acompañante a su amigo ChanYeol, incluso a SeHun o algunos de sus otros colegas de travesuras infantiles.

Sin embargo, estaba allí sentado aplaudiendo junto al resto de la audiencia mientras a su lado reposaba el dueño de cada una de sus inseguridades. ¿Porqué aquel color rojo en su cabello lo hacía ver aún más perfecto?

¿No había encontrado una mejor manera de llamar la atención a parte de usar ese color esmeralda en sus rasgados ojos?

¿Acaso no era ya lo suficientemente bello? ¿Porqué usar ese encantador y leve maquillaje que lo hacía resaltar tanto como la luna en el cielo?

Quería llorar, no sabe si se sentía traicionado o triste, quizás herido y enojado eran las palabras que podían describirlo.

Pero él estaba enojado consigo mismo. Quizás y solo quizás, si fuese completamente honesto con JongIn, su novio entendería que odiaba a Lee con cada poro de su ser. Cada fibra en su cuerpo ardía de enojo e impotencia cuando el mejor amigo de su pareja aparecía en escena.

¿Porqué tenía que estar esperando su presentación como si en verdad fuesen amigos? ¿Porqué aquel brillo en sus ojos?

Do escuchó su llamado y el telón abrirse para dejarlo descubierto, con su vestimenta delicada que acariciaba delicadamente su figura y su cabello negro pulcramente peinado, había hecho todo, incluso usar esos horribles cosméticos de maquillaje para lucir más presentable. Solamente un poco pues estos le irritaban.

Se había esforzado de verdad en ser lo único que llame la atención de su Moreno novio. Pero aún si en ese momento le nacieran dos alas competiría contra la deslumbrante presencia del otro chico.

Su mano tembló con el micrófono en ella, fijó sus grandes ojos en los café oscuros que lo miraban con cariño. ¿Porqué lo hacía todo tan complicado para él?

Las melodías resonaron en todo el teatro y la multitud pareció quedar eternamente muda. En su lugar, cada nota era quien se daba a notar presentándose ante cada una de esas personas que habían ido solamente a ver las presentaciones y quizás, algunas para verlo a él. Verlo cantar, otra cosa que TaeMin podía hacer, pero aparentemente decidió ser piadoso y dejar que por una noche, KyungSoo gane la atención de los demás. Lo dejaría brillar.

O eso pensaba el chico de pálida piel en esos eternos segundos antes del inicio de la letra de la canción que él mismo había elegido para aquella persona que no quería ver. Quizás se sentiría mejor cantar a todo pulmón lo que sentía sin que las personas ahí lo supieran. Quizás era una oportunidad y la única que tendría de revelarle al dueño de sus pesadillas lo que sentía respecto a él.

Quizás...

-Jolene, Jolene, Jolene, Jolene.
Te estoy suplicando, por favor, no te lleves a mi hombre.

Así había empezado con su aterciopelada voz, separando la mirada de su novio para que se encuentre con la verdosa del chico pelirrojo.

-Jolene, Jolene, Jolene, Jolene.
Por favor, no te lo lleves solo porque puedes... Tu belleza no tiene comparación,
con ardientes rizos de cabello castaño,
con piel de marfil y ojos de color verde esmeralda.

No evitó pensar en si mismo, en su baja estatura y en su extraña sonrisa. Su cabello tampoco era tan sedoso, más bien prefería mantenerlo corto por lo indomable que era. Muy distinto al de su Innie, que siempre parecía tan suave bajo los rayos del sol, o aún peor, no se compararia Nunca al de TaeMin, que reposaba con gracia escuchando atento la canción.

Nunca podría tener aquella elegancia, no entendía ¿Qué tenía él, lo suficientemente fuerte para que aquel chico no lo haya dejado en la eterna soledad? ¿Qué en él, tenía a Kim tan enamorado para no darse cuenta del maravilloso amigo que suspiraba por su compañía?

-Tu sonrisa es como un soplo de aire de primavera, tu voz es suave como la lluvia de verano,
y yo no puedo competir contigo, Jolene... Él habla de ti en sueños,
no hay nada que pueda hacer
para evitar llorar
cuando él pronuncia tu nombre, Jolene.

Se hizo más pequeño en su lugar, no debió haber elegido esa canción, se maldecía una y mil veces por lo estúpido que había sido, ahora tenía ganas de llorar, porque las delicadas manos de Lee estaban junto a las del morocho... Y se notaban tan bien la una con la otra, tan cómodas ante el tacto.

-Y puedo entender con facilidad
cómo podrías llevarte a mi hombre fácilmente,
pero no sabes lo que él significa para mí, Jolene.

»-Jolene, Jolene, Jolene, Jolene.
Te estoy suplicando, por favor, no te lleves a mi hombre.

»-Jolene, Jolene, Jolene, Jolene.
Por favor, no te lo lleves solo porque puedes.

Mordió su labio tomando aire y volviendo la mirada al público, no sufriría delante de todos ahí solo por algo tan ridículo como sus inseguridades. Pero no podía evitar pensar en un final, cuando aquellas cálidas sonrisas entre amigos susurraban más que solamente amistad pura.

-Tú podrías tener al hombre que eligieses,
pero yo no podría amar de nuevo,
él es el único para mí, Jolene.

»-Tenía que tener esta charla contigo,
mi felicidad depende de ti,
y sea lo que sea lo que decidas hacer, Jolene.

»-Jolene, Jolene, Jolene, Jolene.
Te estoy suplicando, por favor, no te lleves a mi hombre.

»-Jolene, Jolene, Jolene, Jolene.
Por favor, no te lo lleves, aunque puedas.
Jolene, Jolene.

Cuando el telón de cerró sus ojos también lo hicieron derramando una pequeña lágrimas de dolor. Los aplausos regresaron aún más fuertes pero no lograban retumbar más que la hermosa sonrisa que le había dedicado TaeMin mientras terminaba la canción.

Aveces pensaba que ese chico sí conocía su sentir, que solamente lo estaba castigando de la manera más cruel posible que haya existido.

TaeMin podía tener a cualquier chico que él quisiera, podía conseguir una mujer con solo un guiño del ojo.

Deseaba que alguien gane aquel corazón salvaje. Porque su felicidad dependía de eso.

Era triste llegar a esa certera conclusión, de que su relación pendía de un hijo y las tijeras estaban en aquellas suaves manos del de ojos esmeralda y cabello de fuego.

En cuakquier momento podía cortar todo y no debería ni siquiera sentir culpa.

Cómo le gustaría no amar tanto a su novio, sería más fácil, no estaría estancado en dos decisiones que llevaban al mismo trágico final.

Si le decía a JongIn de su situación, eso sería egoísta de su parte, estaría separándolo y metiendo dudas entre una amistad de muchos años.

Si no lo hacía, solamente restaba aguantar cada sonrisa discreta de cariño entre ambos mientras él solamente era un espectador.

¿Porqué dolía tanto solamente una expresión facial?

-Lo hiciste genial, Soo...

Esos brazos, esos benditos y cómodos brazos fuertes, cuando lo envolvían como si le jurará amor eterno es lo que lo mantenía anclado a ese destino.

Aquellos labios gruesos que se curvan de manera dulce solo para él cada vez que sus miradas oscuras se encuentran.

Quizás era la forma tan única en la que sus alturas adversas le hacía sentir protegido cuando el morocho lo abrazaba de aquella posesiva manera.

Puede que sea el mismo Kim JongIn en todo su esplendor lo que lo hace levantarse cada día y dejar de lado sus defectos. Solamente quería demostrarle a su novio que podía ser suficiente, quizás no lo que quería, pero sí podía hacerse necesitar.

Unas pocas palabras de su pareja curaban su herido corazón, como lo cargaba para llevarlo lejos de todos, aún si TaeMin estaba mirándolos con una pequeña sonrisa compresiva.

Ojalá sea piadoso

Pensó la primera vez que lo vió junto a su ahora novio. La primera vez que sintió que el aire le faltaba, fue amor a primera vista, puede que, obra del destino. Solamente estaba seguro, de que aquel majestuoso ser, había sido realmente considerado con si irrelevante ser, solo entiende que lo había dejado tener a Kim aún si él pudo hacerlo primero y aún puede hacerlo.

-Te amo, KyungSoo.

Quería escuchar esas palabras juntas el resto de sus días.

Lee TaeMin podía tener al hombre que eligiese, pero si le quitaba a su Innie, no podría amar de nuevo.

-Tambien te amo, JongIn.

Por favor, TaeMin no te lo lleves aunque puedas.

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