Son las diez de la noche, está lloviendo, la televisión está encendida y los platos de la cena siguen sucios en la cocina.

En el sofá, un tranquilo Jonghyun contempla a Taemin dormir. La boca de su hijo está abierta, babeando un poco y a veces frunce el ceño.

Jonghyun se pregunta qué estará soñando.

Momentos como este son los que le hacen amar la paternidad, el poder sostener a Taemin cerca de su corazón, verlo dormir, verlo sonreír y tratar de hacerle decir papá.