9. La caminata nocturna de la villana acaba en tragedia.
No recuerdo muy bien su rostro, pero sí recuerdo que tenía el pelo castaño y sus ojos eran oscuros como la noche. Su mirada era triste, pero todo de él lo era. Siempre estaba perdido en su mundo; acurrucado en un rincón, no importaba cuál fuera el lugar, él siempre estaba en una esquina leyendo, escribiendo y dibujando.
No recuerdo su nombre, pero sí su apellido porque era el más común del país. Creo que habíamos ido a clase juntos desde que éramos pequeños, pero, por alguna razón, nunca lo había notado hasta el último año que compartimos clase. Si mi memoria no me falla, su último año en el instituto, coincidió con el primer año que habíamos compartido la misma aula, porque, la mayoría de las veces, solamente teníamos en común un par de materias; Lengua e Historia. No recuerdo que hubiéramos compartido muchas clases juntos, hasta el penúltimo año de instituto.
Hasta ese entonces, nunca lo había notado. Usualmente, se sentaba detrás de mí, pero le gustaba más estar atrás del todo para que nadie lo moleste. Un día, tuve la necesidad de decirle que eso no haría que dejaran de acosarlo, pero no lo hice. Debería haber hecho algo; quizás, si hubiera hecho algo, él habría vuelto al día siguiente y no habría desaparecido sin dejar rastro como si se hubiera muerto.
Solía pensar que era demasiado extraño, pero ahora me doy cuenta de que solo era tímido y callado. Las chicas se burlaban de él, aunque decían que les parecía tierno y eso enfurecía a los chicos con los que me juntaba (después de que él dejara de ir al instituto, yo dejé de ser amigo de esos chicos) y le propinaban palizas y lo humillaban en los tiempos de descanso entre clase y clase.
Nunca me metí con él, pero tampoco ayudé a que el acoso escolar se detuviera. Fue mi culpa también que se fuera y si murió, también soy responsable. Me habría gustado haberle visto antes de morir y quedar atrapado en este mundo. Le habría pedido disculpas por todo y le habría dicho que quería ser su amigo.
Ahora que lo recuerdo, escribía cuentos muy bonitos y siempre ganaba los concursos escolares de literatura. Un día, me dejó leer un cuento que había escrito; la trama no se diferenciaba mucho de esta novela, pero era demasiado corta que no puedo decir cuánto recuerdo ahora mismo.
Ahora me pregunto, ¿por qué estoy hablando de él en medio de la noche? Pues, porque he tenido un sueño con él y me he despertado nervioso tras ese sueño.
Se sintió tan vívido.
El sueño era un recuerdo de cuando lo vi por última vez. Es confuso mencionarlo detalladamente, pero él estaba ahí, en medio del camino que tomaba para volver a mi casa.
Tenía el rostro cubierto de golpes y sangre en su camisa blanca. Su mochila estaba rota, sus libretas de dibujo y donde solía escribir sus cuentos, estaban mojadas y deshechas. Estaba tan sorprendido que no pude preguntarle qué le había pasado, pero ya lo sabía.
Con mucho esfuerzo, él me sonrió y me dijo que estaba agradecido conmigo porque era el único que había valorado sus historias y que, aunque se fuera, nunca se podría olvidar de mí.
Antes de despertar, el sueño repitió sus últimas palabras para mí: — Siempre estarás en cada historia que escriba y yo siempre estaré en cada historia que leas.
Después de eso, me desperté.
Fue una sensación muy extraña, por eso, ahora me siento nervioso e inquieto y no puedo dormir.
Observo el cielo estrellado a través de la ventana. Las nubes de lluvia han desaparecido durante la tarde, por eso soy capaz de apreciar este bello cielo nocturno que jamás podría haber contemplado en el mundo moderno.
— Creo que... Podría salir a caminar — me digo a mí mismo, tratando de calmar mis emociones —. Sí, eso está bien...
La mansión del Duque parece todavía más grande durante la noche que cuando hay luz. Como todavía no me acostumbro a este lugar, tengo que ir con cuidado para no tropezarme y caerme. También, debo tener cuidado de no despertar a los demás o provocar un incendio en caso de que la vela que sostengo para ver no se caiga al suelo y el fuego se esparza.
— Oh... ¡Cómo echo de menos la linterna del móvil! — susurro, aunque, en verdad deseo gritar.
Fue una tarea difícil, pero por fin estoy fuera de la mansión.
Hay un viento fresco, pero no me preocupa demasiado. La luz de la luna es suficiente, por lo que apago la llama de la vela y dejo el candelabro a un lado.
Quiero olvidar ese sueño, por eso he salido a dar una vuelta. Sin embargo, el primer recuerdo que se me viene a la mente para desplazar lo anterior, ¡es la maldita amenaza de Kim Taehyung sobre la boda!
— ¡Agh! ¡Realmente va a volverme loco! — menciono con rabia. Tomo la falda del camisón de Eunha y lo subo un poco. Es demasiado largo, pienso que si piso la tela podría caerme —. Ahora que lo pienso, ¡¿ese es su plan, no?! Volverme loco... ¡Por eso ha hecho esa broma! Porque... ¿Fue una broma, verdad? No puedo creer que quiera adelantar el compromiso, ¡este no es el Kim Taehyung que yo conozco!
La hierba húmeda bajo mis pies descalzos me genera una sensación inexplicable. Me siento tranquilo, de repente, y suspiro con una sonrisa. Para mí, no existe una mejor experiencia que esto. El olor a la hierba mojada me trae recuerdos bonitos de mi juventud, cuando era verano y visitaba la casa de mis abuelos y oía a las cigarras cantar cuando se ocultaba el sol.
No obstante, en medio de esos recuerdos entrañables, la imagen de ese chico vuelve a mí.
Siento frío y frustración. Sus últimas palabras me persiguen incluso muerto y a otro mundo donde él no existe.
— ¿Qué habrá querido decir con eso? — pienso en voz alta. A esta hora, no hay nadie que responda ni nadie que pueda responder, honestamente — Tengo que dejar de pensar en él... Él se ha quedado allá y yo estoy aquí. No tiene caso que lo piense.
El ducado es un lugar realmente enorme, puede que más grande que tres, o cuatro, o cinco campos de fútbol juntos. Las hectáreas deben ser muchas. Si todo este terreno fuera mío en Corea del Sur, probablemente, sería la persona más rica del país.
Es fácil perderse en el jardín, pero menos complicado que hacerlo dentro de la mansión. Ver todo el territorio, incluida la casa, tomaría alrededor de una semana, seguramente.
Después de tanto caminar descalzo, me detengo frente al lago. Es inmenso y oscuro, pero me parece que se ve más grande de lo que recuerdo de la última vez que estuve aquí con Mari. ¿Será que la lluvia ha provocado que se desbordara?
Me sorprende más que haya un lago tan enorme en el ducado, pero sigue siendo pequeño en comparación con el resto del terreno.
Camino hacia el agua hasta poder sentir que me cubren los pies y sonrío. Amo esta sensación. Amo el agua. Amo nadar. Siempre que iba a la playa me quedaba parado durante bastante tiempo solo para sentir cómo el agua mojaba mis pies y después, nadaba hasta quedarme cansado.
Ya ha pasado un mes desde que estoy aquí. Supongo que nunca volveré a hacer todas esas cosas que amaba hacer cuando era yo mismo... Y eso me resulta aterrador.
Me adentro un poco, hasta donde el agua cubre mis rodillas. Está fría, pero es agradable.
— No creo que pase nada si me adentro un poco... Aunque el suelo es inestable, siempre puedo salir del agua sin problemas... — menciono para mí mismo y sigo adentrándome hasta donde el agua cubre mi cadera.
Observo, con ojos brillantes, la belleza de la luna y también el dibujo que deja sobre el agua. Es como un camino de luz que se perturba cuando mi cuerpo flota en el agua hacia ninguna dirección.
Flotar siempre me ha relajado y en este mundo no es diferente. Puedo ordenar mis sentimientos y mis pensamientos de esta forma... Llevo varios minutos con la mente en blanco, hasta que oigo algo; el crujir de una rama.
Rápidamente, observo hacia el lugar de donde provino el sonido. Mi vista, que se ha acostumbrado a la oscuridad, me permite ver con claridad (irónico).
— ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar durmiendo?
— Lo mismo podría preguntarte yo a ti — de nuevo, hablándome de manera informal cuando no estamos rodeados de otras personas —. Deberías salir, es muy peligroso. El suelo es inestable y hay demasiadas raíces debajo del agua, podrías lastimarte.
— Oh... — sonrío — ¿Te preocupas por mí, Kim Taehyung? Eso es nuevo.
— ¿Acaso piensas que soy una persona tan horrible? No sé en qué concepto me tienes, pero te has equivocado — se acerca hacia el borde y se acuclilla para tocar el agua con las manos —. Honestamente, estoy confundido... Pareces diferente.
— Me lo han dicho. Sobrevivir a la caída de un caballo puede cambiarte en muchos aspectos — suspiro —. Óyeme, ¡yo soy la que debería estar confundida! Tus acciones no concuerdan con lo que me dijiste — me mira, pero no responde; es como si estuviera esperando que le dijera la respuesta —. Me dijiste que no soportabas verme porque te parecía un fastidio; pero... Me sonríes, amortiguas mi caída y quieres adelantar la fiesta de compromiso. No te entiendo, de verdad.
Nuevamente, sonríe.
— Estaba enfadado. No quería casarme contigo, pero me vi obligado a hacerlo, por eso te ofendí y me disculpo por ello. Esa es la razón del porqué trato de compensar mi error todo el tiempo.
«¿Qué le pasa? Esto jamás se lo habría dicho a Eunha... Él no es así...»
— ¿Ah, sí?
— Sí, pero... Realmente, no comprendo por qué tú, que has estado empecinada con este matrimonio, pareces querer romperlo a toda costa. Me causa intriga; aunque no es lo único extraño en ti. Es como si no fueras tú.
— ¿Qué otras cosas extrañas has notado en mí? Esto sí que es raro, creía que ni siquiera me veías aunque estuviera delante de ti.
— Uhm... — se rasca la mejilla aún manteniendo una ligera sonrisa — Tu manera de hablar, de comportarte, ese nuevo gusto por el arte, tu forma de vestir... Aunque mis ojos saben que eres tú, mis memorias no pueden decir lo mismo.
«Eres el único que verdaderamente se ha dado cuenta del cambio que ha tenido Eunha...» pienso, con la mitad del rostro sumergido en el agua.
— Está bien — contesto un minuto después —. Acepto tus disculpas.
— Entonces, deberías salir del agua antes de que pase algo indeseable.
Sonrío con ironía y me acerco nadando hacia él, pero me detengo en un sitio donde el agua me llega a la cintura.
— Oblígame a salir.
— ¿Qué?
— ¡Lo que has oído! No saldré de aquí, a menos que vengas a sacarme tú.
— ¿Cómo podría mojar la ropa del Duque? ¿Siempre has sido tan terca?
Me encojo de hombros.
— Ya has ensuciado la ropa de mi hermano al sentarte en el suelo, además, ¿dónde están tus zapatos? ¿Has estado descalzo? ¿O acaso también quieres entrar al agua?
Chasquea la lengua y esconde su rostro mostrándome su perfil. Después de unos segundos, se levanta del suelo y se sumerge en el agua.
Es más alto que Eunha, por lo que, cuando llega hasta donde estoy yo, el agua le llega hasta la cadera.
Toma mi mano y trata de arrastrarme con él, pero le salpico con agua para que me suelte. Esto le sorprende inesperadamente; su expresión de pocos amigos vuelve a resurgir y antes de que me ahogue en el lago, vuelvo a salpicar agua hacia su rostro.
— ¿Qué pasa, príncipe Imperial? ¡Es un juego! ¿Acaso nunca ha jugado a uno? Con razón el careto...
En respuesta, me salpica agua y de mí sale un grito muy agudo que no esperaba, sin embargo, segundos después me río de la situación como nunca antes y Taehyung hace lo mismo. No es una risa escandalosa como la mía, tampoco sarcástica como la que ha dado durante la cena.
— ¡No sabía que también podías divertirte, Kim Taehyung!
Su sonrisa desaparece poco a poco, aunque su rostro no expresa incomodidad, sino... ¿Una cierta melancolía?
— Ha sido suficiente, deberíamos volver antes de que nos enfermemos — dice al volver a la orilla, yo me quedo viéndolo. La ropa mojada se le pega al cuerpo y me deja ver su figura. Tiene la espalda más ancha que yo y los brazos más gruesos, y no me refiero al cuerpo de Eunha, sino al mío... ¿Tal vez, debería haber ido más veces al gimnasio? Bueno, sus músculos fueron tallados por el arduo esfuerzo de un entrenamiento militar.
Antes dije que, si tuviera mi cuerpo masculino en este mundo, le habría dado una paliza... Pero, siento que no es verdad. Taehyung me destrozaría en una pelea cuerpo a cuerpo.
— Taehyung — llamo su nombre. Eunha nunca habría hecho esto; nadie en la historia lo habría hecho porque mencionar el nombre del Emperador o de sus sucesores se considera un pecado. Sin embargo, él se voltea como si no se hubiera dado cuenta de mi impertinencia —, si algún día decides matarme, prométeme que cuidarás bien de Yoongi y no dejarás que mi casa se derrumbe encima de él.
— ¿Qué? — su expresión es de desconcierto, por supuesto, no sabe de lo que le estoy hablando — ¿Por qué demonios mataría a mi esposa?
— Es una hipótesis.
— ¿Una... qué? — niega con la cabeza — Dentro de cuatro meses y medio, tendré que respetar unos votos. Uno de ellos, será protegerte con mi propia vida; así que, no vuelvas a mencionar algo tan deshonroso como eso.
«Mentiroso... Nunca mencioné que fuera a ser tu esposa en el futuro. Aún así, estas líneas... Estas líneas se las dirás a Jihye en el futuro, ¿por qué me las estás diciendo a mí ahora?»
— ¿Y si te pido que vuelvas al agua, lo harías? — como no obtengo respuesta, me zambullo en el agua. Puedo oír cómo grita mi nombre, aunque el agua amortigua el sonido.
Abro los ojos y me quedo en la más aterradora oscuridad mientras contengo el aire y tal y como esperaba, Taehyung se sumerge junto a mí. Puedo sentir cómo el agua se perturba, aunque no veo la efervescencia de esta.
Se acerca hacia mí, pero no puede verme. Yo distingo su camisa blanca en la oscuridad, y cuando vuelve a la superficie, decido seguirlo unos segundos después.
— ¡¿Eunha?! ¡Eunha! ¡¡Eunha!! — llama el nombre de esta mujer con desesperación mientras lucha por seguir flotando en el agua y volteando para ver si yo aparecía delante de él.
Por alguna razón, antes de aparecer ante él como quería desesperadamente, mi propia voz mental susurra:
«Es a mí a quien estás buscando, no a ella. Ojalá pudieras llamar mi nombre (Jungkook) con tanta desesperación como el de Eunha».
— ¡Te he pillado! — salto por encima de su espalda tomándolo desprevenido. No obstante, Taehyung me toma del brazo y me aparta violentamente de él.
No lo entiendo, creía que nos llevábamos bien.
— ¿Por qué lo has hecho? — tiene una nueva expresión en su rostro; está decepcionado, enojado y triste. Pero no lo entiendo, ¡no ha sido para tanto! — No me toques. Vuelve a la mansión por ti misma, ha sido un error venir aquí. No has cambiado nada, estaba equivocado.
— ¿Qué? — camino con dificultad para poder salir del agua — ¡Espera, espera un momento! ¿Por qué te has enojado? ¡Ha sido una broma! — pero no se detiene y sigue caminando — ¡¡Kim Tae...!!
El suelo era inestable y lo sabía, pero lo olvidé completamente.
He pisado en un lugar blando y me he hundido en el agua. Mi pie se ha quedado atascado entre unas raíces, ¡no puedo volver a la superficie y los pulmones de Eunha no están... entrenados... para aguantar la respiración... por tanto tiempo...!
Trato de liberarme, pero no puedo, por más que forcejee, ¡no puedo volver a la superficie!
Si muero ahora, ¿qué pasará? ¿Moriré de verdad? ¿Así acaba todo? ¡Dios mío, voy a morir! ¡Se me acaba el aire, necesito respirar! Si no logro liberarme... Mi boca se abrirá, tragaré agua tratando de respirar y, finalmente, me ahogaré.
«¡Ayúdame, Taehyung!»
Sorryyyyy, el capítulo me quedó largo otra vez. T.T pero ojalá lo hayan disfrutado. ¡Gracias por leer!
El inicio del capítulo ha sido interesante, no creen? Qué será lo que significa? 🤭🤭🤭 (misterio, misterio)
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