7. La lluvia inoportuna, la villana y el príncipe.
Hay algo que no ha abandonado mi mente desde que partimos nuevamente hacia el ducado y esa cosa es Kim Taehyung.
Ambos estamos en el mismo carruaje, pero no nos miramos. Mientras él observa el paisaje, yo miro el suelo. Me muerdo las uñas tratando de resolver este desagradable pensamiento, pero todo lo que puedo hacer, es ver a Kim Taehyung frente a mí en mis recuerdos, observándome, con los colores de los vitrales proyectándose sobre su piel. Es una imagen bastante inolvidable, a decir verdad. ¡Pero, realmente, quiero dejar de pensar en eso! ¡¿Por qué sigo viéndolo cuando cierro los ojos?! ¡¿Por qué sigue volviendo a mí cuando intento pensar en otra cosa?!
«Dios, es tan molesto...»
El carruaje sigue siendo un fastidio. Se mueve demasiado, como si anduviéramos sobre un terreno tortuoso. La cabina se sacude cada cierto tiempo y me asusta. ¡Oh! ¡Echo de menos la ciudad! Mi Seúl amada, siento tanto no haberte amado como debía. Debería haberme dejado de quejar en Internet cada vez que el Gobierno ponía andamios en la ciudad.
Oh... También extraño el acceso a Internet. Recuerdo la primera vez que desperté en este mundo; a parte de casi sucumbir a la locura por haber despertado en el cuerpo de esta mujer, dentro de una novela de fantasía, también perdí la cabeza ante la falta de tecnología. Mis redes sociales... Mis fotografías en lugares únicos del mundo, en conciertos caros, todas aquellas actividades archivadas en mis recuerdos virtuales... Todo eso para nada. Preferiría haber muerto de verdad y no sufrir esta pérdida.
¿Cuántos capítulos de novelas web me habré perdido ya? ¿Cuántas series de animación japonesa no podré ver? ¿Cuántas películas de mis franquicias favoritas jamás veré? Es aburrido y frustrante. Ni siquiera puedo hacer lo que me gustaría hacer debido a la condición física de Jeon Eunha. No puedo nadar, correr, jugar al fútbol o al baloncesto. Todos mis días de gloria desaparecieron con un chasquido de mi dedo. A veces me pregunto si debería haber dejado morir a ese muchacho, pero... Yo no soy así. Estoy seguro de que, si pudiera estar en esa misma situación, habría hecho lo mismo.
De pronto, observo que el cielo se ha nublado repentinamente. El camino se oscurece como si nos advirtiera de una tormenta y el primer relámpago asusta a los caballos. La cabina se sacude con más violencia.
Y como este cuerpo es delgado y liviano, me veo terriblemente afectado. Se siente como si me pusieran dentro de una caja y la agitaran violentamente. ¿Es así como se sienten las turbulencias?
De pronto, la puerta del carruaje se abre y siento que mi cuerpo sale despedido del interior. Sé que la caída va a dolerme, por lo tanto, cierro los y trato de acomodar mi cuerpo lo más rápido que puedo para soportar el golpe.
— ¡Eunha! — no respondo a ese nombre, pero sé que están hablándome a mí. Aquella voz que solía ser profunda y oscura, de pronto, parece envolverse en una extraña preocupación.
Las grandes manos de Taehyung toman el delgado brazo amoratado de Eunha con violencia y tira de ella para proteger su cuerpo con el suyo. Yo, por supuesto, no siento el suelo, pero oigo el golpe y el gemido dolorido de Kim Taehyung tras amortiguar mi caída.
— ¡Su Alteza! ¡Señorita Eunha! — oigo la voz de Yoongi, que viene a auxiliarnos rápidamente. Debido a su atención, uno de los caballos se zafa del coche y sale corriendo.
Desde que he llegado a este mundo, nunca me había sentido tan incómodo en el cuerpo de Eunha como ahora. Ella es frágil, delgada y delicada como una flor... Por ello, Taehyung me abraza con fuerza, como si temiera que me desvaneciera con el viento una vez que me suelte.
No siento incomodidad porque invade mi espacio personal y porque sintiera mi masculinidad y mi heterosexualidad amenazada. Si no hubiera tenido tanto miedo de salir gravemente lastimado, probablemente, habría insultado a este canalla con todas las groserías que había aprendido en el mundo moderno. No obstante, me siento incómodo porque nadie me había abrazado así antes; como si tuviera miedo de que me hiciera un daño irreparable.
— Déjeme ayudarla, señorita Eunha — me dice Yoongi y tomo su mano rápidamente para escapar de aquella situación.
Después de que volviera a estar en pie, Taehyung se incorpora del suelo.
— El caballo ha huido — menciona el escudero — ¿Qué hacemos, Su Alteza?
— No debe haber ido lejos. Ve a buscarlo, Yoongi, y dirígete a la casa del Duque.
— ¿Usted qué hará, Su Alteza?
— Tomaré este caballo — dice al tratar de tranquilizar al otro que todavía sigue cerca del carruaje —. Abandona el carruaje aquí. Yo me llevaré a Eunha.
La magia se acabó. ¡¿Por qué no puede llamar a Eunha "señorita" o "princesa"?! Al parecer, se le olvida la educación y los títulos nobiliarios cuando se trata de ella.
Cuando me tiende la mano y me mira de aquella manera tan desagradable, sonrío con malicia.
— No voy a subirme al caballo contigo.
La inexpresividad de su rostro desaparece completamente y en su lugar, sus cejas se arrugan y me observa con una mirada confusa, como si no entendiera lo que acababa de decirle.
— ¿Perdona?
— ¡Lo que has oído! — tomo el brazo de Yoongi rápidamente y me escondo detrás de él — Me quedaré con Yoongi. Iré a buscar el caballo con él y volveré a casa con él.
— ¿S-señorita? — Yoongi me observa sorprendido y trata de liberarse de mí.
— ¿Qué? — su expresión poco a poco va cambiando; ahora me mira como si le hubiera ofendido — ¿Rechazas venir... conmigo? ¿Con tu futuro marido?
Sonrío con ironía. ¿Por qué pareces dolido? Eres tú quien me ha estado evitando todo el día, ¡deberías estar contento de que te deje ir!
— ¡Como quieras! — suena irritado y me da la espalda, listo para montar su caballo. No obstante, otro relámpago nos sobresalta y la advertencia de las oscuras nubes es más que suficiente. Taehyung se detiene y se voltea, nuevamente.
— Señorita Eunha, será mejor que vaya con Su Alteza. El camino es bastante tortuoso; hay baches y podría ser peligroso. Además, el caballo estaba alterado y dado que no la conoce, podría salirse de control.
«Agh, Yoongi... No lo digas así... Quedará en evidencia que soy un berrinchudo».
Aparto la mirada apenado y Taehyung vuelve a tenderme su mano. No me queda de otra que aceptar.
Camino lentamente hacia él. Taehyung me toma de la cintura y levanta mi cuerpo con facilidad. Sus grandes manos me envuelven como si quisieran poseerme y la fuerza de sus brazos me acomoda sobre la silla de cabalgar con delicadeza. Como estoy atrapado en el cuerpo de una mujer, no puedo montar a horcajadas.
Taehyung sube al caballo. Su cuerpo se une al mío y puedo sentir su calor. Después de darle una orden a Yoongi, el caballo comenzó a galopar.
El ruido amenazante de los truenos de los relámpagos era cada vez mayor. Cada cierto tiempo; cada minúsculo segundo, el cielo se iluminaba y volvía a oscurecerse.
El cuerpo de Eunha se agita sobre el lomo del caballo, pero no siento que es como en el carruaje. Taehyung me tiene entre sus brazos, con el torso ligeramente inclinado hacia mí y toma la correa del caballo con fuerza. Aunque es incómodo, confío que no voy a caerme.
Esto no tiene ningún sentido para mí. El corazón se me acelera de manera peligrosa y no puedo dejar de mirar la inexpresividad del rostro de Kim Taehyung. Él no parece darse cuenta, su vista se centra en el camino, y yo, sin embargo, parezco hechizado.
¿Acaso es posible que, verdaderamente, no odie a Eunha? Quizás, su desprecio no es tan grande porque la historia principal todavía no ha dado inicio y Eunha no ha atentado contra la vida de la mujer que ama. Pero... Aún así...
— Oh... — menciono cuando siento un par de gotas de lluvia sobre mi rostro.
Taehyung detiene al caballo. La lluvia cae con frenesí y en menos de un minuto, ya me he empapado completamente.
Comienzo a temblar. El viento y el agua provocan que mi temperatura corporal baje drásticamente, por lo que me abrazo a mí mismo tratando de obtener calor y de manera inconsciente, me acurruco cerca del pecho de Taehyung.
Él se despoja de su chaqueta blanca con botones de oro que se cruza, como si fuera una gabardina, y me la pone encima de los hombros. No es tan abrigada, pero consigue darme un poco de calor.
Tengo tantas cosas que decir y muchas otras de las cuales quejarme, pero la lluvia no me deja expresarme y nunca me he sentido bien hablando mal de alguien que me ofrece su ayuda.
«Solo por esta vez, Kim Taehyung... Solo por esta vez, yo también seré amable contigo».
Después de varios minutos cabalgando, un rayo cae repentinamente cerca de nosotros. El caballo relincha despavorido y el miedo de caerme del caballo me invade por completo, por lo que, sin pensarlo dos veces, abrazo el cuerpo de Taehyung con todas mis fuerzas.
Siento que la chaqueta se desliza de mis hombros dejándome al descubierto, pero Taehyung rápidamente la atrapa y vuelve a acomodarla sobre los hombros. En ese momento, observo sus ojos desconcertados y me pregunto ¿Por qué se preocupa tanto por mí? (Aunque, lo que realmente quería decir, era ¿Por qué se preocupaba tanto por Eunha? Pero, en ese momento, sentía que yo era el que estaba siendo protegido).
La lluvia ha empapado completamente a Taehyung. Su cabello oscuro se ha pegado a su rostro y su piel ha palidecido un poco. Su mirada se siente más oscura que nunca y sus labios adquirieron un sutil tono púrpura.
«Debe tener frío...» pienso, preocupándome por él sin haberme dado cuenta.
— Sujétate con fuerza — me dice y no discuto. Lo abrazo con la misma intensidad que antes y él, para mi sorpresa, desocupa una de sus manos de la correa y me sujeta con fuerza apoyándome contra su pecho.
Puedo oír los latidos de su corazón en la posición en la estoy. A diferencia de los míos, sus latidos parecen imperturbables. Quizás, solamente sea yo el que se siente confundido y aturdido.
— ¡Ja! — exclama una orden al caballo. El animal relincha y empieza a correr. Las sacudidas se vuelven más fuertes y violentas, pero Taehyung se asegura de que no me caiga.
En un momento dado, la lluvia se vuelve más fuerte. Quizás se trate de una tormenta eléctrica, no estoy seguro; no puedo mirar hacia el cielo, toda la vista que tengo cuanto alzo la mirada, es Kim Taehyung.
El galope del caballo se pierde con el sonido del viento y la lluvia. El ambiente se torna oscuro, pero con cada relámpago, tengo una nueva vista del rostro de Kim Taehyung. Una nueva expresión que no había visto antes.
«Esto se siente... extraño. Inapropiado».
Cuando llegamos al ducado, los sirvientes se apresuran a abrir las puertas. Puedo ver al hermano de Eunha correr hacia nosotros con una expresión de preocupación en su rostro.
Taehyung baja del caballo antes que yo frente a la entrada de la mansión. Me toma por la cintura y me levanta sin esfuerzo del lomo del caballo.
Mi cuerpo tiembla de frío y sé, aunque no lo vea, que mis labios han cambiado de color. No obstante, por alguna extraña razón, siento un ligero calor en mis mejillas y no puedo apartar la vista de él.
— ¡Ay! — me quejo por una dolencia. Ni siquiera yo me había dado cuenta hasta ese momento. Había perdido los zapatos en algún momento; puede que cuando caímos del carruaje y me raspé el talón del pie derecho.
— ¿Te has lastimado? Déjame ver — el hermano de Eunha se aproxima a mí y le muestro la herida del talón. No parece grave, pero la piel se ha raspado y la sangre se mezcla con el agua de la lluvia.
— ¡Señorita! — oigo a Mari y sonrío. La he extrañado mucho — ¡Oh, Dios mío, señorita! ¡Debo curarla de inmediato! ¿Puede caminar?
— Sí, pue... ¡Ah! — un grito se me escapa de los labios. Me cubro la boca por vergüenza, pero la verdadera razón de mi reacción, es que Taehyung me ha cargado en sus brazos.
«¡Idiota! ¡Me has asustado!»
— La futura reina del Imperio no debería lesionarse y caminar descalza con una herida abierta, solo empeorará las cosas — dice Taehyung.
El hermano de Eunha se queda sin palabras, pero visiblemente sorprendido. Yo, en cambio, no puedo ocultar mi expresión de horror y sorpresa, ¡ni siquiera puedo hablar! Y Mari se ha quedado boquiabierta mirándonos avanzar hacia el interior de la mansión.
Me encanta crear ambiente. ¿Ustedes creen que todo lo que ha sentido Jungkook en este capítulo son los sentimientos de Eunha o... los suyos? Jiji (codo, codo, guiño, guiño).
Me pregunto si les está gustando la historia, ¡dejenme saber sus opiniones al respecto! Y si tienen dudas, también coméntenlas.
La verdadera guerra no es contra el reino vecino, sino entre la heterosexualidad de Jungkook versus Taehyung.
¡Nos leemos mañana! O el lunes... Hum, tengo que retomar otras historias, pero haré todo lo posible para actualizar. 🥰 Gracias por todo el apoyo.
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