6. La villana visita el lugar de su ejecución.
— ¿Por qué sonríes? ¿Estás enfermo? — miro a Taehyung con una mueca de desagrado. Él borra su sonrisa suavemente.
— Ha sido ridículo y no me lo esperaba, es todo — responde volviendo a su personalidad fría y tajante. A pesar de que fue él quien me abrió la puerta, es el primero en salir de la catedral.
Me golpea con su hombro y ni siquiera se disculpa. Si no lo conociera bien, habría pensado que fue un accidente, pero este sujeto no tiene ningún respeto por los demás. Me atrevería a decir que es un misántropo.
— ¡Señorita Eunha! — el cardenal se acerca a mí. Había olvidado que dejé los zapatos en el altar, por lo que le agradezco.
Bajo la escalera con los pies descalzos y coloco los zapatos en el suelo para ponérmelos como si fueran unas zapatillas, ¡pero es increíblemente difícil! ¡No puedo mantener el equilibrio! ¡¿Cómo es que Mari pudo ponérmelos esta mañana?!
— ¡Oh! ¡Woah! — finalmente, pierdo em equilibrio y me caigo de culo al suelo. ¡Qué vergüenza! ¡Espero que no haya ninguna mujer viéndome así! Me incorporo lo más rápido posible, pero me duele mucho la espalda y el culo — ¡Ay, ay, ay!
Taehyung ni siquiera me mira, sino que abre la puerta del carruaje y se monta en él.
«¡Ese miserable!» aprieto el puño con rabia.
— Señorita, ¿se encuentra bien? ¿Puede levantarse? — veo una mano tendida enfrente de mí. Es pálida y delgada, puedo ver las venas que resaltan debajo de su piel.
Al levantar la vista, me encuentro con unos ojos pequeños, oscuros. Él también es un personaje.
— Sí, muchas gracias — acepto su ayuda y sigo observando su rostro. El viento ondea su cabello negro y siento pena por él. Su nombre es Min Yoongi, es el escudero de Taehyung y su muerte en el libro es demasiado triste.
— La acompañaré al carruaje — su voz es amable, aunque su gesto es igual de inexpresivo que el de Kim Taehyung.
— Gracias.
Este hombre está destinado a morir dentro de sesenta y siete capítulos. Vive más que Eunha y muere protegiendo a Taehyung durante una rebelión en el antiguo palacio del ducado.
Taehyung ni siquiera le ofrece un funeral, el palacio se derrumba sobre él y nunca se pudo recuperar su cuerpo. Es otra razón por la que odio a Kim Taehyung; las personas que siempre han estado a su lado se sacrifican por él, pero él solo tiene ojos y corazón para Jihye.
Puedo comprender que Min Yoongi hubiera muerto en medio de una guerra civil y que llorar por él no sea la mejor decisión cuando hay muchas más vidas en juego, pero después de que todo se calmara, nadie lo recuerda y eso me pone muy triste. Min Yoongi era un personaje muy noble y leal. No merece morir de esa manera.
— Deberías volver a casa — me dice el insensato sinvergüenza sin siquiera mirarme.
— No, hay otro lugar más que quiero ver. Pero tú puedes volver, no me interesa pasar el resto del día contigo.
Definitivamente, también voy a salvar a Yoongi de esa muerte tan horrible. Si logro sobrevivir, también existiré para presenciar los eventos más importantes de la novela.
— ¿A dónde quieres ir? — pregunta. Sus ojos están cerrados y mantiene una postura relajada, como si me advirtiera de lo implacable que es. ¿Pero quién se cree? ¿El hombre más importante de este mundo?
— A La plaza de ejecución.
Pero su tranquilidad se ve perturbada cuando menciono aquel lugar. Abre sus ojos y arruga sutilmente las cejas. Sé, perfectamente, por qué no le gusta ese lugar. Allí murieron los antiguos duques; sus tíos paternos.
En la novela original, el autor se toma el tiempo de explicar cómo se volvieron Nobles los padres de Eunha. Antes de que ella naciera, el hermano del emperador, el antiguo Duque, trató de robarle el trono, pero la rebelión fracasó. Por consiguiente, el escudero del Emperador decapitó al Duque y la Duqueza y toda su familia fueron ejecutados en la guillotina.
Taehyung tenía cinco años cuando aquello pasó y el escudero del Emperador era el padre de Eunha. El Duque Jeon y Taehyung solían jugar cuando eran pequeños; el Duque Jeon deseaba convertirse en el escudero del príncipe, pero por la hazaña y muestra de lealtad de su padre, el Emperador proclamó a su escudero como el nuevo Duque de Kandel.
Durante un buen tiempo, creía que Taehyung odiaba a Eunha por lo que su padre le hizo a sus tíos y a sus primos; pero viendo cómo trata a su hermano, me cuesta creerlo. Lo único verdadero de toda esta situación, es que aborrece La plaza de ejecución, a pesar de que ejecutaría a Eunha en la misma guillotina si no fuera por mí, que he tomado su lugar.
Me falta mucha información. Hay tantas cosas que no encajan. No obstante, al menos puedo defenderme con lo que sé por haber leído la novela. ¡Sí, sí! ¡Eso es! No hay nada qué preocuparse. ¿A quién le importa Kim Taehyung? Él puede arreglárselas, por eso es el protagonista. Si tuviera que preocuparme de algo, sería de las cicatrices de Eunha.
— Parece que hemos llegado — dice él sacándome de mis pensamientos.
La puerta del carruaje se abre, Yoongi me tiende la mano para ayudarme a salir. Detrás de mí, sale Taehyung. Lo observo cuando se pone a mi lado, parece sorprendido, aunque su cara de sorpresa y estreñimiento es la misma. No puedo adivinar qué es lo que piensa.
La plaza de la ejecución es enorme. Cabrán miles de personas. Incluso más personas de las que hay ahora, las cuales parecen ser cientas. La mayoría son personas Nobles que podrían reconocernos, pero nadie parece voltear en nuestra dirección... O eso pensaba. Me equivoqué.
— ¡Woah! ¡Pero qué apuesto es! ¡Qué atractivo! ¡Es el hombre de mis sueños! ¡Qué espalda más ancha y qué rostro tan hermoso! ¡Parece esculpido por los mismos dioses! — mis orejas se ponen en la máxima alerta. Si pudieran volverse tan grandes como la plaza, lo habrían hecho. Los comentarios de todas las damas me llenan el ego y me siento orgulloso de mí mismo, incluso diría que me sonrojo debido a la timidez que me genera — Pero... ¿Quién es esa vulgar? Viste como una puta. ¡Espera! ¿No es Jeon Eunha?
«¡Ay! ¡No estaban hablando de mí!» miro a Taehyung con el ceño fruncido, como si le estuviera jurando venganza. ¡Maldición! ¡Por un momento había olvidado que estoy en el cuerpo de una mujer!
— ¡Dios mío, dios mío! ¡Es tan apuesto! ¡Es hermoso como el príncipe! — dicen las muchachas que pasan cerca de nosotros.
«¡Kim Taehyung! ¡Maldito! ¡Me estás saboteando el harem!» pienso mientras lo observo. A decir verdad, tantas miradas fulminantes que ha recibido de mí, son suficientes para acabar como un colador si las miradas mataran.
— ¡Puaj! ¿Qué le pasa a esa? Mira a ese hombre tan hermoso de manera sospechosa, ¡qué vulgar! ¡¿Cómo se atreve?! — de un momento a otro, sentía como si cada comentario malicioso acerca de mí atrapado en el cuerpo de Eunha, fueran como una puñalada en todo el cuerpo para volverme más pequeño al lado de Kim Taehyung.
«¡No, señoritas! ¡Yo soy un hombre! ¡Vuelvan, vuelvan! ¡Juro por mi vida que estoy más bueno que ese imbécil! ¡Esto es...! ¡Es un castigo divino! Me han arrebatado el privilegio de ser guapo por el bien de la trama...»
Miro a Taehyung simulando llanto y enfado. Él me observa por encima del hombro. ¡Maldición, se cree mejor que yo!
«Imbécil...»
— Si tanto te molestan los comentarios, deberías haber vuelto a casa. Un lugar como este no es sitio para una mujer como tú — lo dice con los brazos cruzados, como si tuviera toda la razón del mundo.
— Deja de referirte hacia mi persona como "una mujer como tú". Me siento menospreciada y rebajada a una cualquiera — respondo harto de oír cómo subestima a Eunha.
— No es lo que quería decir, pero, ahora dime, ¿por qué hemos venido hasta aquí?
— Quería ver la guillotina. Quería saber qué tan monstruosa era... — me llevo la mano al cuello observando la pesada lama de acero que un día rebanó el cuello de Eunha. Ella es una mujer tan delgada, siento que si acabo igual que ella, me cortará la cabeza como si se tratara de un trozo de mantequilla —. Me pregunto si es verdad que sigues vivo unos segundos después de ser decapitado. ¿Sentirás cómo tu cabeza rueda sobre la tarima? ¿Sentirás el dolor de morir? ¿Qué será lo último que verás si eso sucede?
En realidad, no vine aquí para ver la guillotina. Quería saber cómo es este lugar, pues es aquí donde inicia la guerra civil y donde Taehyung encuentra a Jihye, escondida en la torre que está hacia el oeste de la plaza. Es una torre muy alta y tiene un reloj gigante y una campana. Me recuerda al atractivo turístico de Londres; el Big Ben.
— Me gustaría entrar a la torre — le digo, pero ni siquiera me responde; su mirada sigue clavada en la guillotina. No me deja otra opción.
Chasqueo los dedos frente a sus ojos para captar su atención.
— ¿Duermes despierto? — la mirada que recibo a cambio es fría como la de un asesino y hasta puedo ver un aura oscura que le cubre — ¡Uy, qué genio!
Taehyung avanza con calma, yo tengo que correr para alcanzarlo porque es más alto que yo y da pasos más largos que yo. Recorremos la plaza. El único ruido que nos acompaña, es la de la gente de este lugar. Sigo preguntándome si toda la gente que ahora veo, también está destinada a morir dentro de cuatro meses y medio.
¿Acaso esa niña que vende ramos de flores, seguramente, para alimentar a sus hermanos morirá durante la invasión? ¿La madre que juega con sus hijos perderá la vida o perderá a sus niños? Aque aristócrata con el monóculo y el traje impecable, ¿seguirá luciendo de esa manera sus riquezas incluso en el día de su muerte? Son tantos los pensamientos que tengo ahora. Me persigue una suave y, a la vez, profunda culpa de saber el futuro y no poder hablar al respecto.
Trato de compadecerme a mí mismo diciendo que no son más que personajes de un libro, pero ahora yo también lo soy y mi única razón de existencia, es salvar la vida de una mujer para que mi cabeza siga estando sobre mi cuello.
— ¿Me odias porque mi padre mató a tus tíos? — decido preguntarle. Por alguna razón, tengo la sensación de que la verdadera Eunha tenía la misma curiosidad.
— ¿Qué?
— Has oído bien. Dime la verdad, ¿es por eso que me odias?
— He dicho que no te odio.
Me detengo enfrente de él. Taehyung me mira sorprendido; quizás, no esperaba que me adelantara a sus pasos.
— Dices que te molesta que esté cerca, ¿acaso eso no es odiar a alguien? Dime la verdad. Vamos a casarnos, quiero saber si el hombre con el que voy a casarme me odia.
Aparta la mirada de nuevo.
— ¿No querías entrar a la torre? — cambia de tema. ¡Qué maleducado!
No hace falta, ya sé cómo es por dentro.
— ¿Ya has entrado?
— No, pero lo sé.
Al llegar al carruaje, Yoongi nuevamente me ayuda a ingresar sosteniendo mi mano. Taehyung lo hace poco después de mí y se siente enfrente. Con la pierna izquierda sobre la otra y el codo apoyado por la ventana con su rostro sobre su mejilla, Taehyung me observa detenidamente.
— Si te odio, ¿qué harás?
«¡Conseguirme una amante, claro!»
— Nada.
Gracias por estar aquí una vez más, T.T ❤️❤️❤️✨️. Este capítulo ha estado más largo que los anteriores. Creo que es una gran señal, pero trataré de no olvidarme del formato de este fanfic y seguir con lo que tenía planeado. 🥰
El siguiente capítulo está cursi. Espero que puedan soportarlo, jujú! Pronto sabremos más sobre los personajes que ni Jungkook sabía. Estoy emocionada, ay... lloraré.
¡Nos leemos mañana!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro