3. La villana que odia a su interés amoroso.
El abanico negro que traigo, aunque cerrado, me cubre los labios. Observo al rey de los estúpidos que está frente a mí, pero no puedo disimular mi expresión de desagrado. Kim Taehyung es como el verano húmedo; el calor suele ser agradable, pero sudar y oler a perro viejo ya es otra historia.
— Maldita sea, es atractivo — susurro, pero él no me ha oído.
Es normal que lo sea, pues es el personaje principal de la novela. Me parece demasiado cliché, pero yo que estoy atrapado aquí, no puedo hacer nada. Taehyung tiene el pelo castaño, muy oscuro, y su piel es bronceada. Debo decir que su estructura facial está bien proporcionada, así como otras partes de su cuerpo tiene buenas proporciones y bultos... interesantes.
«¡Pero qué piensas, Jungkook! ¡Vuelve a la tierra!» sacudo mi cuerpo ante la idea horrible que se me cruzó por la mente. Desde que lo vi por primera vez, no he dejado de repetir lo mismo: que es guapo. ¡Sí, lo es! Pero eso no tiene nada que ver conmigo, ¡es culpa del cuerpo de Eunha! Así que, para darle una lección, me volteo y me golpeo con el abanico en el pecho.
— ¡Contrólate, mujer! — expreso con enfado, pero antes de que pueda darme el sexto golpe, la mano de ese sujeto me detiene.
— Hoy estás particularmente extraña — me dice mirándome a los ojos. Estamos muy cerca, realmente, incluso puedo oler el aroma de su pelo desde esta cercanía y... ¡No hay cosa que repudie más que un hombre tan cerca de mí!
Me libero de su agarre con rabia, pero me duele la muñeca. El cuerpo de Eunha es delgado y pequeño. Si fuera yo mismo y la tuviera enfrente de mí, me habría vuelto loco por ella ya que es mi tipo ideal, pero ahora, por más que nunca haya pensado en detestar el cuerpo de una mujer, en este momento lo único que quiero es que me devuelvan mis músculos para darle un puñetazo en la cara.
— ¿Acaso no sabes lo que es el espacio personal? ¡Dios mío, menuda educación! — abro el abanico y oculto la mitad de mi rostro con él.
— ¿Educación? — carraspea con la mano cerca de la boca — Diría que la que carece de ello, eres tú. Gritar y dirigirse al heredero real de esa manera es impropio de una dama como usted.
«¡Ay, de verdad que es insoportable! A ver... Cálmate, cálmate, Jungkook, no puedes dejar que se te agote la paciencia de esta manera»
— Es que hace unas semanas tuve una revelación — aparto el cabello de Eunha del hombro con un gesto, aunque sutil, que le advierte de que me da absolutamente igual lo que diga — ¿Y tú qué? De repente eres tan educado, pero sé que me odias.
— No te odio.
Su respuesta me llamó la atención. Relajo la mirada y lo observo confundido.
— ¿No?
— Únicamente te encuentro insufrible. Me molestan las personas caprichosas como tú. Me has atado a un matrimonio innecesario porque has estado obsesionada conmigo toda tu vida. Me molestas, es verdad, pero no te odio — dice con aquel semblante oscuro, muy suyo, y con la voz tan profunda que pareciera que estuviéramos descendiendo al infierno —. No te percibo tan importante como para odiarte, o amarte, o siquiera pensar en ti. Para mí, tú... no eres nada.
Me dolió el pecho.
A mí no me importa realmente lo que me diga, pero sí a Eunha. Probablemente, esta reacción sea suya. Me duele el pecho como si me hubieran dicho que mi madre ha muerto.
«¡Maldito desconsiderado! ¡Es un insensible! ¡Un sujeto de lo peor! ¡Me da asco! ¡Encima se va y me da la espalda pretendiendo tener la última palabra! No se lo permitiré... Yo no soy Eunha para que me trate de esta manera».
— ¡¡Si no quieres casarte... — le grito, pues se había alejado tanto de mí que si no lo hacía, no me habría escuchado — anula el puto compromiso!!
Taehyung se detiene y se voltea sorprendido, aunque sus ojos me demuestran una sed de sangre inconmensurable. Por un momento, me sentí intimidado. Aunque, Taehyung no fue el único sorprendido; los escoltas que nos acompañaron desde el ducado también se quedaron boquiabiertos.
Me cubro la boca de inmediato. ¡Le he ofendido! Según recuerdo haber leído, Taehyung nunca voltea todo su cuerpo para dirigirse a alguien que le ha ofendido a menos que quiera matarlo y él... ¡Se ha volteado completamente! He sido un insensato. ¡Me va a matar! ¡Hoy! ¡Aquí mismo!
— ¿Puto... matrimonio? — aprieta el puño y los dientes, supongo que el rechazo es mutuo — ¡Qué palabra tan vulgar! Como siempre, señorita Eunha, su comportamiento es tan insoportable.
Se voltea, sin más. ¿No iba a matarme? ¡Ladra mucho y no muerde!
Abro el abanico y oculto la mitad de mi rostro nuevamente.
— Hijo de puta... — susurro. Mientras no me oiga, lo insultaré tanto como quiera.
El hermano de Eunha está sentado enfrente de mí. Tiene los codos sobre la mesa, las manos entrelazadas ocultando la mitad de su rostro y me mira fijamente como si fuera a castigarme en cuanto volvamos al ducado. Al parecer, los chismes vuelan de la misma manera que en el mundo real.
— Je, je... — dejo escapar una risilla nerviosa. Pido perdón, hermano de Eunha, me ha sacado de quicio.
Aunque Taehyung es el único hijo varón, tiene dos hermanas pequeñas que son gemelas. También han venido a comer. El emperador se sienta en la cabecera, la reina consorte a su izquierda y Taehyung a su derecha. Al lado de Taehyung, estoy yo, pero me ignora como si no existiera.
— Bueno, señorita Eunha — el emperador llama mi nombre. Me siento nervioso de repente —. Me han comentado que habéis tenido una apasionada conversación antes, en el jardín.
«¡Mierda, él también lo sabe! A ver... Cálmate, Jungkook, ¡debes actuar como una señorita!».
— Su Majestad... — me inclino con educación — Lamento el comportamiento, es que... Me había impresionado ver a mi querido prometido de repente.
Taehyung me mira como si fuera a desenvainar su espada después de haberme ignorado como un patán todo el día.
— ¡Ya veo! Una conversación de enamorados, eso tiene sentido.
— No sé yo... si fue una conversación de enamorados... — murmuro, pero él no me oye.
— Antes, con vuestro hermano, hemos hablado sobre la ceremonia. Pero me gustaría saber su opinión al respecto, ¿hay algo que le gustaría particularmente en ese día?
«A ver... Esta escena no ocurre en la novela; así que, no puedo saber lo que diría Eunha en esta situación. ¡Piensa, Jungkook! ¿Qué diría una niña rica mimada en este momento? Debo recordar todos los dramas que vi cuando estaba vivo... Hum... No se me ocurre nada. ¡Plan B!»
— En este momento, no se me ocurre nada, Alteza. Ruego que me disculpe — me disculpo con cortesía. Al menos, tengo más educación que el tipo que tengo al lado. El emperador ríe —. Quizás, mi futuro marido tiene algo en mente, ¿no cree?
Le cedo la palabra con una sonrisa que, aunque falsa, luce amable. Pero su cara de estreñido no cambia bajo ninguna circunstancia.
— No quiero nada en particular, solamente que se celebre lo más rápido posible.
«Engreído».
— Ya veo — continúa hablando la reina —. Mi hijo está tan entusiasmado por la boda, pero es un acontecimiento importante y único. Habrá algo que queráis hacer juntos.
«¡El divorcio!»
— Una vida pacífica — respondo de nuevo y todos se me quedan viendo, incluido el rarito de Taehyung.
«¿Qué? ¿Tengo algo en la cara, estúpido? Ahora te dignas a mirarme».
— Es un deseo muy noble — menciona una de las princesas, a las que sonrío con amabilidad. Me encantan los niños, siempre he querido ser padre... Me temo que nunca podré serlo como me gustaría.
Ahora que lo recuerdo, estas niñas tienen un final trágico en la novela. Ambas son secuestradas en medio de un golpe de Estado que ocurre varios capítulos después de la muerte de Eunha y, para evitar ser ultrajadas, deciden envenenarse y morir juntas. Supongo, que esa fue la única vez que Taehyung demostró su lado humano al derrumbarse por sus muertes.
Miro a Taehyung con tristeza al recordar esto. Cuando estaba en el mundo real, solían decirme que era una persona transparente y noble. Todavía recuerdo las palabras de ese chico de la secundaria cuando se fue y no volvió jamás. El problema es que... No recuerdo su rostro, me pregunto qué habrá pasado de él.
— ¿Ocurre algo? — me pregunta directamente. Su voz es demasiado profunda, todavía no me acostumbro y por eso me sobresalto.
— ¡Oh! — levanto el dedo y el rostro se me ilumina, ¡he recordado algo del primer capítulo! — Me gustaría que soltaran palomas cuando inicie la ceremonia — comento.
En la novela original, en el primer párrafo del primer capítulo, se sueltan cien palomas blancas en honor de los novios. Eso no es una tradición, seguramente a alguien se le ocurrió. ¡Perdón, personaje de relleno que dio la idea! Tengo que robártela para sobrevivir a esta desagradable reunión.
— ¡Oh! Las palomas simbolizan la paz, ¡bien pensado, señorita Eunha! — dice la reina.
Taehyung aparta la vista lentamente de mí y vuelve en su burbuja. ¡Joder, me pone de los nervios! Solo sabe mirar feo, decir cosas hirientes a las mujeres y apartar la mirada.
Mientras el hermano de Eunha, el emperador y la reina continúan hablando, los sirvientes comienzan a servir la comida. De pronto, hay una gran cantidad de comida que podría alimentar a una familia numerosa durante diez días. ¡Qué desperdicio de comida! Todos aquí son delgados, es obvio que no van a comer todo esto. Si tuviera mi cuerpo real, me habría atiborrado de ese pavo que está en el centro de la mesa.
El único que se me ocurre, aparte de mí cuando era hombre, que podría comer el pavo entero, es Taehyung. Sus proporciones me indican que sería uno de estos obsesionados con su figura que va al gimnasio a grabar sus rutinas como si a alguien le importara cuántos esteroides se inyecta el condenado.
A pesar de que hay demasiada comida en la mesa, el primer plato es un caldo tan transparente que parece agua. No se ve apetecible, seguramente sepa igual de insulso que Kim Taehyung.
«A ver...» miro detenidamente la cantidad exagerada de cubiertos que hay a los lados del plato «¡¿Cómo diablos se supone que sepa cómo utilizar esto?! A ver... Calma... Mejor miro a los demás y copio lo que hacen».
Pero por más que observe, el duque no come, el emperador tampoco, la reina y las niñas menos. ¡Maldita sea, tengo mucha hambre! No he desayunado para caber en el vestido, ¡estoy muriéndome! Si fuera por mí, tomaba el plato y bebía el caldo como si se tratara de ramen como buen coreano que soy, pero para esta gente tan estirada, sería una falta de respeto.
Me muerdo el dedo por la impaciencia.
— ¿También se le han olvidado sus modales en la mesa? — me dice Taehyung en un tono que solo yo puedo oír — Es desde afuera hacia adentro.
Le miro tomar la cuchara que está en la última fila. ¡Hasta que haces algo útil! Por un momento, te convertiste en mi dios salvador.
Pero, por más que beba la sopa, ¡esto no me llena! Quiero hincarle los dientes al trasero de ese maldito pavo.
— Señorita Eunha, ¿ocurre algo? — el duque llama mi atención.
— No, es solo que... ¡Está muy rica la sopa! — al responder esto, él sonríe.
Después de mucha cháchara, por fin comenzamos a comer lo que de verdad importa. ¡Proteína, proteína! ¡Ven a mí, proteína!
— Me alegra que la señorita Eunha sea de buen comer — comenta la reina al verme tomar todo lo que hay en la mesa en mi plato. Me siento avergonzado, no me había dado cuenta de que había llamado la atención.
— Sí, pero es una dama. Las mujeres no deberían comer demasiado. Parece que mi prometida no quiere caber en el vestido de bodas.
El tenedor que estaba a punto de llevar a mi boca, se detiene y cierro mis labios. Hay un silencio incómodo. Aunque Taehyung no mira a nadie, la reina lo observa con desaprobación y el hermano de Eunha tensa la mandíbula.
— Eso ha estado fuera de lugar — le digo mirándolo fijamente, logrando que me dirija la mirada con ese "asco" tan suyo con el que siempre ha observado a Eunha —. Comentarios así, solo arruinan a las mujeres. Creo que al que se le han olvidado los modales en la mesa, es a ti, príncipe heredero.
Se queda viéndome como si lo hubiera petrificado. ¡Maldito! Ahora lo odio más. En la novela, siempre describían a Eunha como una mujer demasiado delgada, ¡debe ser culpa suya que esta mujer sea adicta a los corsés!
Taehyung vuelve la mirada hacia su padre, que lo observa con seriedad.
— Me disculpo, señorita Eunha. No quería herir sus sentimientos.
«Mentiroso. Lo que tienes de guapo, te falta de sensible».
— No hace falta que te disculpes. No dejaré de comer solo porque tú lo digas.
La reina trató de devolver el ambiente amigable a la reunión. Le agradezco, en parte. La atención sobre mí se desvaneció. Sin embargo, el insípido de Kim Taehyung tuvo que abrir la boca de nuevo.
— Duque Jeon, ¿por qué no come? — le pregunta y rápidamente le miro.
Con una sonrisa amable, el hermano de Eunha responde:
— Me he sentido un poco mal estos días. No tengo demasiado apetito. Lamento la incomodidad, no ha sido mi intención.
Mi rostro vuelve a cubrirse de tristeza. Su enfermedad debe estar avanzando a este punto.
En la novela se especifican los síntomas del duque. Creo que es la única vez en la que el autor le da su debido protagonismo, pero solamente sirvió para que Eunha perdiera todavía más la cabeza.
Nunca se especifica la enfermedad del duque, pero siempre tuve la teoría de que se trataba de algún tipo de cáncer de estómago o parecido.
— Rezaremos por su recuperación, Duque Jeon — dice el emperador.
La comida transcurrió con normalidad, hasta que una de las hermanas pequeñas de Taehyung dice, repentinamente:
— ¡Qué divertido! La señorita Eunha tutea a mi hermano, pero él la trata de usted.
Me sobresalto al sentir la mirada de ese asesino sobre mí.
«¡Ay, pequeña mocosa!»
Gracias por todo el amor, en serio. ❤️ Me motivaron a escribir más capítulos, ¡muchísimas gracias!
¿Qué les pareció Taehyung? ¿Es tan insípido como Jungkook lo describe? Todo el mal humor, en parte, viene porque este personaje odia al personaje de Eunha, ¿pero creen que se ablandará con nuestro Jungkook atrapado en el cuerpo de la villana?
¡Nos leemos mañana! >u<
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