14. La villana decide conocer mujeres para recuperar su heterosexualidad.
Han pasado cinco días desde el incidente de las tetillas de Kim Taehyung. Después de morir, creo que es lo más traumático que me ha pasado... ¡No, espera! ¡Eso ha sido lo más traumático que he vivido jamás! Al menos, después de morir sigo siendo guapo... Pero, ese incidente... ¡Me aterra aún cinco días después!
— Uf... — me sobo el estómago. Desde que aquello ha pasado, no dejo de sentir cosquillas en mis tripas. Es inusual y molesto. Mari cree que tengo dolores estomacales porque es lo que le he contado, ya que ni siquiera yo mismo soy capaz de explicar lo que me sucede.
— ¿Le duele la tripa otra vez, señorita? — me pregunta Mari. Ambos estamos en la habitación; ella, junto a mí, lee uno de los libros favoritos de Eunha.
— Sí — le miento, porque no me duele la tripa, sino el corazón. Simplemente, siento que mis tripas se revuelven. El motivo es Kim Taehyung; siempre que pienso en él, esto sucede. Al principio, creía que se trataba de asco, pero no, es diferente.
Las cosquillas en mis tripas no son el único síntoma. Cuando pienso en él, también me late muy rápido el corazón, me pica el pecho y siento una presión indescriptible que me hace suspirar como si estuviera sumido en la melancolía.
Por alguna razón, los pensamientos que me vienen a la cabeza, son los recuerdos que tengo de él desde que he llegado a este mundo; sus sonrisas, la suavidad con la que me observa, la torpeza con la que trata de mantenerme a salvo y esa irritable manera en que parece interesarse por mí.
Me siento confundido. No es como esperaba.
Salvo él mismo, yo soy el único en este mundo que lo conoce perfectamente. Sé lo que odia, lo que no le disgusta y también sé que tiene una horrible personalidad y un desarrollo de personaje nefasto. Todo ese conjunto de cosas me han hecho odiarlo cuando estaba vivo y leía sus hazañas. Sin embargo, al llegar aquí, siento que hay algunas cosas que se me escapan y que me sorprenden.
Suspiro profundamente.
«Lo echo de menos...»
Chillo al darme cuenta de lo que he pensado y me doy una bofetada instantáneamente. Mari se sobresalta y me pregunta, muy preocupada, qué es lo que ocurre, ¡pero, Mari, ni siquiera yo puedo explicártelo!
— ¡Tienes que volver en tus sentidos, Jungkook! ¡Tú no eres así! — corro hacia la cama y me lanzo sobre el colchón y ahogo un grito en un cojín.
De repente, la puerta se abre. Levanto la mirada y veo al hermano de Eunha. ¿Qué hace aquí?
— ¿Me has llamado, Eunha? — me pregunta.
Mari se levanta y le dedica una reverencia respetuosa.
— ¿No? — respondo, no entiendo a lo que se refiere. No he dicho "hermano" en ningún momento — No lo he llamado.
— Has mencionado mi nombre.
Me quedo pensando durante un instante, pero no recuerdo, siquiera, haber dicho "Duque Jeon" en ningún momento; así que, niego con la cabeza.
— De acuerdo — asiente con la cabeza y se marcha cerrando la puerta con mucho cuidado.
— ¿Y a este qué le pasa?
Después de tanto pensar, incluso en durante la comida que no pude disfrutar, y agotarme mentalmente, he llegado a la conclusión de que necesito rodearme de energía femenina para dejar de pensar en ese patán.
¡La idea vino a mí de repente! Mientras miraba a Mari quedarse dormida en la silla, recordé lo mucho que me gustaba tener citas con chicas cuando era hombre.
— ¡Ya sé lo que debo hacer! — grité entonces. Mari se despertó brincando de la silla muy asustada, mientras yo veía un rayo de luz que me otorgaría la salvación — Una fiesta de té.
En la novela original, la autora (o el autor, en realidad, no se sabe ni siquiera su verdadero nombre) contaba que Eunha no tenía amigos porque era soberbia y engreída. Nadie la soportaba y cuando la humillaban, ella se vengaba de formas muy crueles.
Honestamente, no la culpo. Enloqueció debido al rechazo de ese imbécil. Si nos hubiéramos conocido, la habría tratado mejor y hubiese evitado su fatídico final.
No obstante, como yo no soy Eunha, la gente no podrá ser tan malvada conmigo. Voy a limpiar la imagen de esta mujer. Seré amable y caballeroso con las chicas, ¡sí, eso es! Si coqueteo con ellas de manera sutil, quizás ablanden su corazón para mí.
Si las mujeres del reino hablan bien de mí, Jihye no tendrá miedo de mí y no habrá malentendidos.
"Lo primero que debo hacer, es enviar las invitaciones" fue lo que pensé. Las escribí y las envié. Le pedí al hermano de Eunha que adornara el jardín y le dije a los empleados lo que quería para ese día, tanto en los bocadillos dulces y salados, como en el servicio. ¡Estaba seguro de que iba a ser la bomba!
Pero, la única bomba nuclear que explotó, fue la ira de mi decepción.
— ¡¿Por qué nadie ha venido?! — chillo con la pequeña taza en la mano.
Mari me mira con una sonrisa extraña. Sé lo que está pensando, ¡pero es válido hacer un berrinche en una situación así! Me siento como cuando tenía siete años e invité a mucha gente a mi fiesta, pero nadie fue, ¡ni siquiera fueron mis primos! ¡Qué humillación!
Observo la mesa decorada con flores de temporada, llena de pasteles, de pastas dulces y de bocadillos salados. El jardín tiene luces y el aroma de las flores es agradable. ¡Entonces, por qué nadie ha venido! ¿Tan mala es la reputación de Eunha?
— ¿Acaso me odian? — digo en voz alta mientras me como el sexto alfajor.
— ¡Oh, señorita! ¿Cómo cree? ¡Usted es tan amable y carismática! — dice Mari, pero sé que solamente está haciéndome la pelota.
«¡Eunha no tiene ninguna amiga! ¡Esto es más malo de lo que pensaba!»
Tenía que arreglar esta situación de alguna manera. En el futuro podría perjudicarme.
— Mari, ¿estás segura de que las invitaciones se enviaron? — le pregunto mientras me atiborro de azúcar. Joder, estoy a una galleta de chocolate de reventar.
— ¡Sí, señorita! ¡Las he enviado todas! — me dice convencida. Le creo. Las cartas habrán llegado, pero, seguramente, se sienten muy incómodas porque Eunha no está cerca de ser lo más parecido a un ángel... Incluso invité a las princesas, pero no han venido — ¡Esa gente son arpías, señorita!
— ¿Arpías? ¿Por qué las llamas así?
— ¡Usted misma las llama así, señorita! ¡Y tiene toda la razón, no merecen su bondad!
«¡Maldición, Eunha! ¡Eres tan mala! ¿Cómo puedes llamar arpía a los demás?»
— Bueno, ya da igual — suspiro —. No voy a poder comer todo esto, dile a los demás empleados que pueden venir a comer todo lo que quieran. Creo que... voy a ir a mi habitación.
— Señorita... — Mari me mira con lástima — ¿Está llorando ahora mismo?
— ¿Eh? — me seco las lágrimas de las mejillas, ¡mierda, ni siquiera me había percatado de eso! — Oh, vaya... Se me ha corrido el maquillaje.
«Ha sido una mala idea maquillar mis ojos con sombras oscuras, ¡pero es que este estilo tan gótico le queda a Eunha como anillo al dedo!»
Mari me acompaña hacia la mansión. Realmente, me ha hecho sentir mal que nadie haya venido a la fiesta de té. Por una parte, me siento decepcionado porque así nunca podré ligar con ninguna chica; pero, por otra parte, me preocupa el hecho de lo sola que Eunha está. Si no fuera por Mari, creo que no podría soportar la frialdad con la que las personas me tratan.
«Por cierto, ¿qué pasaba con Mari en la novela? No logro recordarlo...»
— ¡Su Alteza! — dice Mari. Miro inmediatamente hacia donde ella está mirando.
— ¡¿Huh?!
Y lo veo y él me ve.
Taehyung viste una armadura ligera y tiene en su cintura su espada. Al verme, camina hacia mí y cada paso que da, me destruye el corazón. Mis latidos son cada vez más fuertes. Trato de calmarme y de retroceder y salir huyendo, pero mi cuerpo se queda entumecido.
La luz del sol hace que él brille demasiado. Mi sangre hierve en mis mejillas y no puedo evitar tocar mi pecho para saber si sigo viva o si estoy a punto de morir cuando mi corazón explote.
De pronto, todo se ve con colores más intensos y todos las emociones se sienten más intensas. El viento levanta las hojas y los pétalos de flores; es como si las ayudaran a bailar en el aire. El viento mueve su cabello castaño, acaricia su piel moren y besa sus labios, mientras sus fríos ojos me miran detenidamente.
— Has venido — murmuro con voz suave, pero rápidamente vuelvo en mis sentidos y me cubro las mejillas rojas. ¡Maldita sea, esto es peligroso! ¡¿Qué me pasa?! ¡¿Por qué me siento así?! ¡Es casi como si estuviera a punto de palmarla!
Taehyung no responde, simplemente, me observa como si estuviera enfadado conmigo, pero no son mis ojos los que mira, sino las lágrimas y el maquillaje corrido que se han quedado en mis mejillas. Aparta sin mucha dificultad mis manos para poder tocar mi piel.
— Nadie ha venido, ¿verdad?
Esquivo su mirada. ¡Joder, no tienes que decirlo así! ¡Es humillante!
— No — contesto avergonzado.
— Mis hermanas no han podido asistir, tenían un compromiso previo. Es el cumpleaños de la Marquesa — me dice. Me sorprende no haberlo sabido, aunque conozco a la Marquesa; es una mujer similar a Eunha, pero más reservada. En la novela, ella también ama a Taehyung.
«¡Espera! ¡¿El cumpleaños de la marquesa?! ¡¿Hoy?! ¡Joder! ¡He quedado fatal! ¡Seguramente piensan que lo he hecho a propósito!»
— Ahora que me lo has dicho, puedes volver. Gracias por avisarme. Probablemente, estás pensando que he hecho esta fiesta a propósito, pero yo no sabía que era...
— No pienso nada — responde de inmediato —. He venido a hacerte compañía para que no te sientas sola.
Fue como sentir una bofetada por una ráfaga de viento.
Sus palabras se introdujeron en lo más profundo de mi piel y de mi alma. De repente, siento un gran alivio y mis labios sueltan un suave suspiro acompañado de lágrimas.
Por alguna razón, ahora estoy llorando enfrente de Taehyung. Él nunca sabrá lo feliz que me ha hecho saber que alguien me haya escogido en una situación como esta.
Hola hermosísimas, ya vine.
Me tardé, lo sé, yo no pensaba que había pasado tanto tiempo, pero creo que tengo la percepción del tiempo bien alterada.
Gracias por seguir leyendo si es que todavía siguen leyendo la historia. ❤️ Queda menos para la boda!!! 👏🥺 Y el heterogay se hace lovebombing él solito, q triste.
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