En la novela original, la trama comienza durante la boda del príncipe heredero y la princesa del ducado Jeon, Kim Taehyung y Jeon Eunha.

Estalla una guerra repentina, que obliga al príncipe a dejar a Eunha en el altar sin haber dado el "sí". La ciudad es atacada por el ejército del reino vecino que ya había amenazado al rey. Por supuesto, convenientemente para la trama, el príncipe Taehyung llega al campo de batalla y vence. A pesar de las bajas, muchos caballeros enemigos son tomados como prisioneros de guerra, entre ellos, la princesa del reino contrario es tomada como rehén.

Se convierte, parcialmente, en la dama de compañía de Eunha quien, enfadada por la posposición de la boda, comienza a tratarla mal al ver que Taehyung tiene cierto interés en ella. Eunha se vuelve loca cuando, mediante una tregua, la princesa y Taehyung contraen matrimonio por conveniencia.

La princesa es envenenada en el banquete de su boda, aunque no muere. La investigación concluye que la culpable ha sido Eunha, pero por el poder político de su apellido, no es condenada. Así, como una tonta, vuelve a tratar de matar a la princesa y Taehyung acaba con su vida. Eso ocurre en el capítulo cuarenta y cinco del primer libro. Lo demás, ahora no es importante porque si yo verdaderamente soy Jeon Eunha, estoy destinado a morir dentro de siete meses; ejecutada en la guillotina.

Me da un horrible repelús tan solo imaginarme esa escena.

El libro fue tan popular que se había anunciado una producción cinematográfica a mediados de noviembre, pero claro, mi muerte prematura llegó en julio, cuando traté de salvar la vida de ese niño que cruzó la carretera de manera impertinente. Sin embargo, aparte de eso, no recuerdo nada más.

Joder, voy a volverme loco... Si es que haber perdido el pene no ha sido suficiente castigo.

Antes, quería ver a la princesa. Desconocía en qué punto de la trama estaba; quería conocerla, decirle que era su mayor fan, ser su amigo y seducirla para que se acostara conmigo, después de todo, una relación lésbica es algo que jamás había probado, ¡jujujú! — me cubro los labios con las manos, imitando una risa aristócrata bastante embarazosa, que Mari no puede ocultar su expresión de vergüenza ajena — pero, cuando iba saliendo de la mansión, oí una plática entre el hermano de Eunha y su mayordomo, aludiendo la fecha del día de hoy... Por lo tanto, deduje que faltaban cinco meses para la boda entre Eunha y Taehyung.

Chasqueo los dedos.

— Mari, no miento cuando te digo que estos zapatos son incómodos, ¿debería, solamente, lanzarlos desde la ventana del carruaje?

— ¡Oh, no! ¡Mi señora, esos zapatos son muy valiosos! — me rio al ver su expresión asustada. Creo que molestarla con deshacerme de cosas valiosas como si no tuvieran ningún valor, será mi nuevo pasatiempo en lo que consigo descubrir cómo salir de aquí.

De hecho, existe un prólogo antes del capítulo uno. En ese prólogo, se conoce la relación de la villana y el protagonista masculino. Ellos solían ser mejores amigos en la infancia y se revela que Eunha siempre estuvo enamorada de Taehyung. Realmente, no se explica el porqué de la indiferencia de Taehyung hacia Eunha cuando ambos se vuelven mayores; pero no me interesa lo que le pase a ese personaje sin desarrollo ni personalidad. De hecho, un prólogo que cuenta la tragedia de los padres de Eunha, es más interesante que la vida que Taehyung tiene con la protagonista femenina a lo largo de la saga.

Jeon Eunha y su hermano perdieron a sus padres cuando eran pequeños. Desde entonces, el hermano mayor de Eunha se convirtió en un duque y en la mano derecha de Taehyung, pues es él quien se hace cargo del ducado durante toda la historia... Pero él tampoco es un personaje importante. De hecho, creo que es el personaje menos importante de todos; ni siquiera tiene nombre. Eunha lo llama todo el tiempo "hermano" y Taehyung se refiere a él como "Duque Jeon".

Ahora que lo pienso... ¿Por qué es tan popular? Supongo, que su popularidad radica en el arte oficial de la historia. Su apariencia era bastante atractiva. Incluso yo me emocioné cuando lo vi porque se parecía a mí, ¡y no digo esto desde la arrogancia! (Bueno, puede) pero sí teníamos un cierto parecido; es una lástima que tenga el mismo carisma que Kim Taehyung y Kim Taehyung es tan carismático como una patata con moho.

— ¿Señorita, a dónde quiere ir? — me pregunta Mari. Puede que para ella, y para todo el personal de la casa e incluso para el fantasma de mi nuevo hermano, es realmente raro que salga del ducado, pues, según la novela, Eunha vivía confinada en la residencia de los Jeon y únicamente salía para ir al Palacio a ver a Taehyung.

Ay, niña... Te hace falta egoísmo y autoestima.

— Solamente quiero pasear. Quiero ver el mercado y comprar algunas cosas, ¿es que no puedo, Mari?

En realidad, quería pasear por la ciudad que será el futuro campo de batalla. Necesito llegar a la princesa y rescatarla yo mismo antes de que el insípido de Kim Taehyung la vea y se enamore de ella, pues ya decidí que voy a voltear esta historia. Mis dos personajes femeninos favoritos deben ser amantes.

Si antes me llamaban loco por emparejarlas, que ahora se orinen de la rabia cuando a la princesa le guste el aroma a pescado más que un falo de la realeza.

— ¡P-por su puesto que sí, señorita! Pero... Habría sido mejor que trajéramos un escolta.

— ¡Ay, Mari! ¡Qué inocente eres! Nada malo va a pasarnos, créeme, puedo ver el futuro — pensándolo bien, no voy mal encaminado. Saber la trama de los libros me ayudará.

— ¡Mire, señorita! — oigo que me llama. Mari se detuvo enfrente de un puesto de cosméticos — ¡Este color de labial le iría genial!

— Muy bonito — respondo. Realmente, no me molesta el maquillaje; creo que es esencial para una muchacha tan guapa como lo es Eunha — ¡Oh, dios mío!

— ¡¿Qué sucede, señorita?!

— Jeon Eunha, estás hecha un pibón! — chillo al ver el reflejo de mi nuevo rostro en el espejo — ¿Cómo se ha atrevido ese repugnante ser a menospreciar tu belleza y tus otros atributos?

— ¿Otros... atributos? — Mari se cuestiona mientras observa mi cuerpo. Llevo un vestido rojo vino escotado muy pegado a la figura de Eunha. Si no fuera Noble, alguien podría llamarla ramera sin ningún cuidado.

Mari se sonroja al comprender a lo que me refería.

— Mari, ¿cuántos años tienes?

— ¿Eh? — se lleva el dedo en los labios y piensa antes de contestar - Dieciséis, señorita, ¿por qué?

— Agh... Eres menor — el interés que tenía en ella se desvaneció completamente. Como en la novela nunca revelan su edad, quería que tuviera, al menos, dieciocho para seducirla e invitarla a mi harem lésbico. Ahora, ni de coña podré hacerlo.

— ¿Se ha molestado, señorita?

— Olvídalo. Continuemos.

Si tuviera que describir la ciudad, lo haría como se describe en el libro, pero el lenguaje es tan ambiguo y superbién estructurado que no logro recordar con exactitud; así que, como el inculto que soy, lo resumiré en tres palabras: ciudad europea medieval... ¡Está bien, está bien! Me voy a esforzar un poco más; la capital es lujosa. Los edificios europeos son preciosos. Hay un aroma a flores que proviene de los distintos puestos florales del mercado y las calles está llena de nobles y aristócratas. La plaza principal de la capital tiene un suelo hecho de piedras carmesíes que, honestamente, me llama la atención.

Sin lugar a dudas, el mercado es un sitio bastante agradable, me recuerda mucho al sitio donde mi abuela trabajaba vendiendo tteokbokki. Diría que la ciudad me recuerda a París, pero como nunca he estado allí, solo me dejo llevar por la mentira mainstream de las películas que quieren implantar la opinión de Francia sobre nosotros: que todos los países europeos son hermosos y perfectos.

Con Mari decidí ir a la catedral, donde se efectuaría mi matrimonio con ese sujeto. Ahora que la veo, parece un edificio gótico. Supongo que el autor de esta historia no estudió la historia europea correctamente, pues el medievo y el arte gótico están muy separados históricamente, pero... Bueno, ¿qué puedo esperar de alguien que nombra a todos sus personajes como coreanos en un mundo inspirado en Europa? No esperaba demasiado, de todas formas, el contexto histórico no es importante porque es un mundo ficticio que no está basado en la realidad, sino, más bien, está inspirado.

Tendré que entrar a la catedral para estudiar el interior, es una lástima que esté cerrada a esta hora. Por otra parte, creo que voy dándome cuenta de que no podré llegar hasta Jihye sin un caballo.

— ¡Vámonos, Mari! Tengo hambre... — digo y ella me sigue a toda prisa cuando comienzo a trotar. Chilla llamándome "¡señorita, señorita!" Mientras me persigue.

Y entonces, como si esto no pudiera ser más cliché, mientras pensaba que quería zamparme una hamburguesa con doble de queso, choqué contra un muro. Definitivamente, había sido el muro más blando de todos, pero era lo suficientemente inamovible para lanzarme al suelo.

— ¡Señorita! — Mari llega junto a mí.

Levanto la mirada mientras me acaricio la nariz porque me he lastimado. Dentro de poco, estaré estornudando como un idiota.

— ¡Maldita sea, mira por dónde andas! — le grito al hombre con el que había chocado. Su espalda es ancha y lleva una capa. El sonido que hizo al voltearse, me indica que lleva una armadura, pero más ligera que la de los caballeros.

Observo su emblema y lo reconozco; se trata de un miembro de la familia real. Antes de sorprenderme al ver su rostro, primero me fijo en la espada que trae y me llevo la uña del dedo pulgar a la boca y la muerdo con rabia pensando: «¡Mierda, la tiene más grande que yo!» (por supuesto, no estamos hablando de la espada verdadera, que se sitúa en su cintura).

— ¿Princesa Jeon? — su voz es tan profunda como la describe el autor.

— Ah... — levanto la mirada y me topo con sus ojos oscuros. Es hermoso el condenado, incluso mi corazón comenzó a latir rápido. Pero como no es mi cuerpo, no me dejo llevar por esos inútiles sentimientos — Eres tú.

— ¿Qué la trae por aquí? ¿Dónde está su escolta? Es un sitio peligroso para que la futura heredera del reino esté deambulando sola.

— No me digas... — finjo una sonrisa. «¡Idiota, no finjas ahora como si no fueras a decapitarme dentro de siete meses!»

— ¡Oh, lo siento mucho, Su Alteza! — Mari interfiere entre nosotros e intenta explicar lo sucedido, pero la interrumpo de inmediato.

— Estaba buscando un amante — digo y su mirada cambia rápidamente; se queda absorto. No puedo mirar a Mari, pero sé que está por darle un ataque al corazón —. Cuando nos casemos, me hará falta. Estoy segura de que no podrás complacerme.

— ¿Qué?

— Eso ha sido todo, si me disculpa, Alteza, me marcho.

— ¡Espere, princesa Jeon!

Tomo a Mari de la muñeca y comienzo a huir de ese cretino. Lo más rápido que me permiten estos molestos zapatos con tacón. ¡Madre mía, parecen un instrumento de tortura!

— ¡Corre, Mari! ¡Si nos alcanza será nuestro fin!

No quería encontrármelo tan temprano. Me pregunto qué hacía allí, pero la rabia que le traigo me hizo decir esas barbaridades. ¡Ahora pensará que Eunha es una maleducada! Menos mal que tengo el apoyo del duque para evadir cualquier castigo por haberle faltado el respeto a ese... ¡Aish! ¡¡A ese imbécil!!

Levanto el puño al cielo y juro, por lo más sagrado que tenía (mi pene), que no me daré por vencido hasta que Jihye sea mía y yo... No acabe muerto en la guillotina.

Tenkyu por el apoyito de ayer, chicas. Veo que les parece interesante la idea, ¡por favor! Apoyen un poco más, porque ya me emocioné y ya hasta escribí el segundo capítulo. UwU.

Por cierto, la historia tendrá capítulos cortitos (entre 1500 y 2000 palabras) porque disque es una novela ligera (se creía autora japonesa, socorro).

En fin, ojalá les guste este Jungkook. Ya conoceremos a Taehyung más adelante. Jungkook es su más grande hater, vieron? Jajsjsjsja