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Once



Ahí estaban, en la posiblemente peor semana que alguien pudiera imaginar "La semana de exámenes" ¿Sonaba divertido? Porque no lo era en absoluto. 

JungKook estaba a punto de dar un cabezazo a los libros que tenía frente a él a ver si así por casualidad conseguía meter toda la información en su cabeza. Cualquier alumno habitual tenía la presión sobre sus calificaciones, más aún si hablamos de Corea del Sur ¿Pero él? Oh, el estrés de él era de otro planeta. 

Si no conseguía mantener la beca económica tan buena que tenía por su excelencia académica, no sabía como iba a poder seguir estudiando. Por eso mismo; por mucho que se esforzase, el miedo siempre seguía ahí, era algo que no podía controlar por mucho que quisiera. Y como si eso fuera poco, los clubs de extraescolares siempre se mantenían cerrados durante estas fechas para que el alumnado pudieran concentrarse en sus materias. 

Ni siquiera tenía la opción de relajarse un poquito. 

-- La puta madre, quién nos mandó a nacer. -- Escuchó en un susurro, y por lo menos aquello le sonsacó una risilla silenciosa. 

Cuando giró su rostro pudo ver a su mejor amigo totalmente tirado sobre todos los libros, apuntes y libretas. Era la primera vez que veía al chico esforzarse tantísimo, JungKook juraba que era la primera fecha de exámenes que tenía su compañía en la biblioteca, anteriormente siempre venía solo. 

-- Ánimo, Gyeom; te juro que después de esta semana iremos a la fiesta de nuestra vida. -- Le dijo con la intención de animarle, pasando además su mano por la espalda del otro. 

-- Eso solo pasará si sobrevivo, no entiendo como siempre eres capaz de almacenar tal cantidad de información ¿Tomas pastillas o algo así? He escuchado que algunos alumnos excelentes se toman esas cosas raras para la concentración y para estar mentalmente más activos y ágiles. -- Kook en seguida le miró enarcando una de sus cejas, después negando con su cabeza. 

-- ¿Leíste también que estas pueden ser dañinas para el organismo? Sino, todos las tomaríamos a diario para poder cundir mejor en las labores. Es simplemente la presión... pero desde luego esta semana está siendo la peor con diferencia. -- Murmuró agachando su cabeza para poder revolver sus cabellos color azabache. 

Mirando a su amigo desde la misma posición; es decir, totalmente recostado sobre la amplia mesa; se compadeció de él. -- Kook, últimamente estuviste liado con lo de tu hermana; es normal que tu cabeza esté en otro lugar. -- Le susurró, escuchando como este asentía un poco decaído. -- Bueno... A lo mejor también tiene algo que ver nuestro profes- -- 

Antes de que pudiera terminar la frase el jovencito de sonrisa tierna se removió en su lugar hasta poder tapar los labios del castaño, su boca estaba oculta bajo la palma de la mano de Jeon; pero por la forma en la que sus ojitos se achicaban sabía que el condenado estaba riéndose. "Shhh" Se escuchó de una de las tantas mesas de la sala.

-- Maldita sea, YuGy, baja la voz... -- Y si bien aquello era una advertencia seria, la sonrisita que se había dibujado en su labios de manera involuntaria, le delataba. 

JungKook se sentía en una nube por culpa de ese hombre. Estaban siendo días complicados para su familia y para él, pero el joven adulto de bucles color chocolate lo tenían anestesiado. Cualquier pensamiento negativo conseguía irse de su mente cuando interactuaba en él. 

De hecho... el chico estiró su izquierda para poder dar dos toques sobre la pantalla de su teléfono "18:23 pm". -- Me voy a tomar un pequeño descanso, si me disculpas... y si no también. -- Bromeó, dándole un suave pellizco en el costado al contrario. 

-- No te pierdas demasiado tiempo, te vas a arrepentir y te voy a tener que estar escuchando lloriquear. -- Le advirtió en un tono divertido, que le hizo ganarse de nuevo otro pellizco esta vez en su nuca. 

Jeon apenas tomó su teléfono, dejando todas sus demás pertenencias allí por si acaso YuGyeom necesitaba de sus apuntes o algo así, después de todo no es como si ahora les fuera a dar uso. 

Bajo la mirada de su mejor amigo fue que se perdió entre las altas estanterías hasta la salida. Realmente Kim le envidiaba un pelín, a él también le gustaría poder decir "Me merezco un pequeño respiro", pero sabía que no podía. En el momento en el que su culo se levantase de aquel incómodo asiento que se lo estaba dejando plano, no iba a ser capaz de volver a concentrarse. Así que ahora tenía que dar todo de sí, ya tendría tiempo despejarse más tarde. 

Ahora importancia a lo importante. 

Poniendo todas sus energías en no divagar en nada que su cerebro pudiera imaginar, ahí estuvo escasos minutos, subrayando con colores fluorescentes la información importante y leyendo para sus adentros, hasta que un voz dulce se coló directamente por su oído. -- YuGyeomie~. -- Alguien le susurró. 

Y aunque le tuvieran los ojos vendados y estuviera usando orejeras de cancelación de sonido, podría reconocer a esa maravillosa chica por su perfume a jazmín. -- HyeSun, casi haces que me un infartó... -- Murmuró dejando salir un suspiro, queriendo mirarle a los ojos para poder apreciarle, pero temiendo dos cosas; la primera, que ella se diera cuenta de sus mejillas sonrojadas y nerviosismo; y segunda, que todo lo que había estado trabajando estas semanas no hubiera servido de absolutamente nada. 

Llevaba ya semanas siendo consciente de que definitivamente él no iba a tener oportunidad alguna con esa chica; que era un diez, y él por ponerse alguna calificación no llegaba ni al tres al lado de ella. A parte de que siempre estaba aquel dilema moral, era la ex pareja de JungKook. 

Así que desde hacía un tiempo se acostaba con chicas aleatorias y tenía citas esporádicas a las que no le veía ningún futuro, pero algo tenía que hacer para quitarse de la cabeza a esa jovencita que le traía con el corazón a mil por hora ¿No? 

Fue ella que decidió sentarse frente al asiento de YuGyeom, dándole una suave patadita por debajo de la mesa para que le mirase directamente. Gran error, ahora el castaño iba a estar torturándose por haber alzado la mirada de sus libros. 

Ella se veía tan bonita como siempre, no; más bonita que nunca si le preguntaban a Kim. Tenía su flequillo apartado con dos pinzas a cada lado de color celeste, yendo a juego con su suéter de este mismo color. ¿Cómo tenía esos ojitos tan brillantes y esa piel perfecta incluso en esta semana de puro estrés? El chico tragó duro, no siendo consciente en el momento en el que se había queda embelesado ante su presencia. -- ¿YuGy? ¿Me escuchas? -- Dijo ella  moviendo su mano cerca de su rostro, divirtiéndose con la repentina ensoñación del otro. 

-- S-sí, perdón ¿Qué decías? -- "Dios mío, soy tu peor guerrero ¿Por qué me pones este tipo de pruebas?" 

-- Te preguntaba si te molestaba que me quedase aquí contigo, así nos ayudamos mutuamente ¿No es mejor? -- Los labios de ella se estiraron completamente dejando a relucir su perfecta dentadura. 

Sabía que tenía que decirle algo, tal vez inventarse alguna excusa para poder librarse de pasar posiblemente dos horas con ella ahí enfrente preguntándose dudas a media voz el uno al otro, oliendo su perfume y seguramente sufriendo en el momento en el que JungKook llegase. Porque a pesar de que esos dos a día de hoy no tuvieran supuestamente algún tipo de interés romántico por el otro, seguían viéndose a los ojos de todos como una pareja perfecta, porque encajaban como dos piezas de un puzzle que van continua a la otra. 

"Lo siento, pero ahora van a venir más amigos y estaba guardándoles el sitio" Quiso decir, pero... -- Sí, me parece perfecto, HyeSun. -- Fue lo que salió de sus labios, y ella más que feliz por la respuesta le coló un sticker  de una estrellita sonriente en sus apuntes. 



Ver a JungKook en la planta más alta del edificio no era raro, allí se encontraban todos los departamentos de las diferentes asignaturas. Él era el delegado, el alumno que siempre se ofrecía para ayudar a lo que fuera necesario tanto para los alumnos como para los profesores, así que al final muchas veces se encontraba por allí merodeando. 

Ahora sin embargo no iba como ayudante de alguien más; iba por puro deseo, porque de verdad las manos le picaban por poder estar en contacto con las de su profesor de historia, aunque fuera solo por cinco tontos minutos. 

De memoria se conocía aquel camino hacia el departamento de historia y geografía, no porque lo hubiera habituado mucho, de hecho apenas había ido unas tres veces en todos sus años como estudiante, pero la última vez que lo pisó... fue un momento muy significativo para relación que ambos estaban formando. 

Con cuidado, sabiendo el corazón tan asustadizo que su enamorado poseía, dio dos suaves toques en la puerta de madera, escuchando esa profunda y serena voz diciendo "Pase". 

-- Buenas tardes, señor Kim ¿Sería tan amable de resolverme una dudita? -- Dijo mientras entraba en aquella amplia habitación, cerrando la puerta detrás suyo y posando su espalda en esta. 

Ese jovencito sabía como alegrar sus días de la mejor manera. TaeHyung le miraba con su cabeza apenas un poco inclinada hacia abajo, observándole por encima de sus gafas. -- Estaba corrigiendo algunos trabajos, pero bueno; creo que tengo un poquito de tiempo para ti, aunque sea un graaan esfuerzo. -- Bromeó cruzándose de brazos sin perder su sonrisa juguetona, pero totalmente inocente, dejando el bolígrafo que estaba usando sobre el escritorio.

-- Vaya, así que ahora prestarme un poquito de atención es un super esfuerzo, entonces me quedaré aquí en silencio disfrutando de tu presencia sin más. -- Tomando una de las sillas que quedaban frente al escritorio, JungKook la arrastró hasta dejarla al lado del hombre. 

Jeon se sentó al contrario, de manera en la que pudo apoyar sus brazos sobre el respaldo de la silla, con sus piernas colgando a cada lado de este. 

Y en ese momento en el que el castañito vio al jovencito observándole con su belfo inferior abultado con disconformidad; haciendo un silencioso berrinche, y con su mejilla apoyada sobre uno de sus brazos... no pudo controlar la risa que brotó de sus adentros. -- Ggukie~ era una broma. -- Rió girando si silla para poder quedar frente al azabache. 

-- ¿Entonces me vas a resolver la duda, profesor? -- Volvió a decir arrugando su nariz. 

-- Ahá, dime. -- JungKook estaba seguro de que si ese hombre seguía sonriéndole de esa manera tan bonita y adorable iba a tener 0 autocontrol. 

-- ¿Podemos besarnos hasta que se me olvide que dentro de dos días empiezan mis exámenes? -- Directo, conciso y honesto. 

En el rostro de Tae se pudo leer fácilmente la sorpresa que se había llevado, después de todo por un momento pensó que ese chico venía a preguntar algo de la materia; pero vamos, parecía que no le conocía; obviamente el azabache no vendría hasta aquí para otra cosa que no fuera pedirle un ratito a solas.

-- Koo... alguien puede entrar. -- Le susurró, como si alguien pudiera escucharles, a pesar de que se encontraban solos en aquella habitación. 

-- Eso lo puedo solucionar rápido. -- Respondió con una sonrisa lasciva que ya TaeHyung estaba aprendiendo a reconocer. 

El joven se puso de pie y fue directo a la misma puerta por la que había entrado ¿Acaso iba a colocar el pestillo? Oh, no, no, no... Si alguien intentaba entrar y por lo que sea el pestillo estaba echado, y se descubría que ellos dos estaban dentro a solas, iba a ser un gran problema. ¿Cómo irían a explicarlo?

-- Espera, Jeon; escúchame, no podemos hacer algo como eso. -- Aún hablando a media voz el castaño se levantó de su asiento para ir detrás del nombrado; a veces en serio que se sentía un nerd adolescente saliendo con el maldito chico popular. Espera, ellos ni siquiera salían oficialmente. 

-- Tarde, hyung. -- Respondió tras haber colocado el seguro, girando su cuerpo para encontrarse el cuerpo ajeno más cerca de lo que se esperaba. -- No pongas esa carita de ovejita en apuros... -- Rió alzando sus manos para poder acunar el rostro del de piel canela. -- Nadie va a venir... -- E inmediatamente de decir aquello los orbes oscuros del estudiante viajaron con lentitud hacia los labios pomposos ajenos. "Autocontrol, autocontrol"  Se decía. 

TaeHyung realmente  confiaba en lo que el contrario decía, nunca nada malo pasaba cuando se dejaba en las manos de ese chico. JungKook no le había fallado nunca desde que habían iniciado con esto... fuera lo que fuere. 

-- E-Entonces... ¿Puedes repetir tu duda? A lo mejor podemos solucionarla. -- Dijo el mayor relamiendo sus labios, por un momento sintiéndose ansioso al ser consiente de la forma en la que el chico los estaba mirando. 

-- Te decía, que si podíamos besarnos, que me vas a matar si me tienes tres minutos más sin probarte. -- "Este niño es todo un galán y yo alguien débil." 

Ambas manos del profesor se alzaron hasta que quedaron posadas en el torso del contrario, una de ellas apenas subiendo un poco más para juguetear con la cadena de plata que usualmente Jeon portaba en su cuello. -- No quiero ser el causante de tu muerte. -- Fue lo último que dijo en una inaudible risa, inclinando su rostro ligeramente antes de acercarse apenas un poquito a él, rozando ambos paros de labios. 

Sintió como JungKook atrapaba su cintura con posesión; siendo esta una de las primeras veces que actuaba de esa manera con él y provocando que demasiadas emociones se instalasen dentro de su ser. -- Me estás torturando demasiado y yo te juro que estoy tratando de ser paciente, TaeHyung. -- Había algo, un no sé qué  que le hacía temblar cuando escuchaba al joven decir su nombre de esa manera en la que parecía que él mismo fuera quien le debiera respeto. 

-- Nah, no lo cr- -- Y no le fue permitido terminar la frase. La boca de JungKook ya había atacado a la propia. TaeHyung no iba a hacer nada por detenerlo, muy al contrario lo único que hizo es darle pie a que el beso siguiera, y además incrementara;  pasando a ser más intenso cuanto más tiempo pasaba.

No llevaban ni dos días sin verse, porque al final siempre buscaban alguna razón, alguna tonta excusa para pasar un momento juntos. No hacía tanto que no se besaban, pero en serio Jeon lo había sentido una eternidad de la que ahora estaba sanando . Sus dedos se apretaron en la piel de su cintura y sus pies se pusieron en marcha con cuidado. 

Kim solo se dejó llevar a pasa ciegos, teniendo ambas manos ahora ocupadas en acariciar el rostro del jovencito mientras se besaban de una manera que el castaño no recordaba que hubiera sucedido antes. En algún momento la habitación se había llenado de chasquidos provenientes de sus bocas, y él se encontró acorralado entre el cuerpo fornido del estudiante y el escritorio donde tantas horas trabajaba. 

-- Koo... -- Murmuró como advertencia sobre sus belfos, no dejando de recibir besos y mordisquitos. 

Y por mucho que él quisiera sentar a su profesor en ese escritorio y colarse entre sus piernas para poder comérselo a besos, si es que él le daba el consentimiento; era consciente de que no era momento ni lugar. Pero, mierda; cuanto le apetecía seguir avanzando con ese hombre. 

-- Perdón, perdón... -- Se disculpó, aún dejando algunos besos más calmados, pero con su respiración agitada y pulso acelerado. 

-- Eres muy lindo, tanto que a veces me asusta. -- Aquella tonta confesión de parte del mayor le hizo reír. 

-- Tú si que eres lindo, TaeHyung. Me tienes fatal, esto es una tortura ¿Acaso no sabes como nos desestresamos los jóvenes? Me estoy volviendo loco. -- Jeon quiso gritar, pero se conformó con apoyar su frente contra el hombro de su profesor, escuchándole reír y aceptando las caricias que le estaba dejando en sus cabellos negros. 

Esto era extraño, pero definitivamente no incómodo, se sentía como un avance ya que ellos nunca solían hablar de cosas como estas. -- ¿Crees que los adultos no se desestresan teniendo sexo? -- Bromeó, arrepintiéndose al instante que el chico se removió entre sus brazos para mirarle a los ojos con ilusión. -- No, no; no me mires así, Jeon JungKook, no haremos nada de eso hasta tu graduación, mínimo.-- Recalcó.

-- ¿¡Qué?! ¿Qué te hice para que me castigues de esta forma? -- Lloriqueó abrazándose al cuerpo ajeno, queriendo en serio ahora deshacerse en lágrimas por la frustración. -- Si quieres matarme solo dímelo, hyung... -- Susurró en un tono infantil. 

-- Koo... L-lo siento, es que, uhm; creo que... -- Las palabras no le salían, y aunque sabía que estaba haciendo lo correcto (en esto tan  incorrecto que era lo de ellos), por alguna razón sentir que estaba decepcionando al contrario le hizo sentir mal. 

Esa voz, esa tristeza e inseguridad que pudo percibir en su cambio de tono, alertó por completo al estudiante, quien se removió en su lugar separándose un poco para poder mirar al contrario de manera correcta. -- Hey, no te disculpes; solo estaba bromeando... no me voy a morir por esperar un poco más, llevo haciéndolo desde que supe lo que eran las relaciones en general; eres... siempre has sido la persona que he deseado a mi lado para cualquier cosa. Puedo esperarte toda la vida si me lo propones. -- 

El azabache le regaló una ligera sonrisa buscando sus manos para poder entrelazar los dedos de ambos. La mirada de Kim se suavizó por completo, a veces se le olvidaba que tenía un algo con un chico más pequeño, porque JungKook siempre estaba a la altura de sus expectativas en cada situación. 

-- Estoy... solo estoy un poco ansioso por todo, los exámenes, mi hermana, mi madre, la navidad en menos de un mes. Ya sabes, los siento yo, hyung; pero a veces me aferro a ti como si fueras mi salvavidas. -- Volvió a hablar.

-- Tranquilo, está todo bien. Todo va a estar bien. -- Le aseguró, ahora sintiéndose preocupado pero por algo totalmente diferente, sintiéndose intranquilo por lo que sea que pudiera afectar al chico que le estaba robando el corazón. -- Ven, sentémonos. ¿Quieres un café? -- Le preguntó, atreviéndose a alzar la mano y acariciarle la mejilla, esas cosas se estaban volviendo habituales. 

El chico se lo pensó un poco antes de asentir con su cabeza, recibiendo además un besito corto y casto antes de ver como el hombre se acercaba a la maquina de café que había en la propia sala. Jeon estando en piloto automático simplemente se sentó en la silla que antes había tomado, esta vez colocándolo de manera en la que pudiera sentarse de manera correcta. 

En menos de lo que había pensado ya se encontraba con el café de avellanas frente a él, TaeHyung dándole un sorbo al propio. -- ¿Qué te preocupa de la navidad, Koo? --

-- Normalmente mi madre siempre está muy triste porque no tiene dinero como para hacer los regalos que le gustaría, además mi padre enfermó en estas fechas así que... bueno, ella nunca tiene cuerpo para celebrar la navidad como tal. -- Nunca, jamás en la vida había hablado de esto con nadie más, pero con Tae ya no se sentía inseguro, sabía que podía mostrarse débil frente a él. Si se mostraba roto, el castaño le iba a arropar hasta hacerle sentir mejor, lo sabía. 

Kim, quien se había sentado en su sillón, tuvo que quedarse un par de segundos en silencio para poder procesar y pensar. Él tampoco es que viviera las mejores navidades, nunca lo había hecho y mucho menos ahora que faltaba su hermano mayor en su familia, sus padres eran mucho más irritantes y estrictos con él desde entonces. 

¿Qué es lo que le hubiera gustado a él que alguien le hubieran propuesto cuando era más joven? ¿Qué deseaba él con la edad de JungKook en estas fechas? 

Huir. 

Correr. 

Escapar. 

-- ¿Quieres que hagamos un pequeño viaje en navidad? Uno, dos días... podemos desaparecer de Seoul. Podemos aprender a disfrutar de la navidad, juntos. -- TaeHyung soltó aquello sin pensarlo dos veces, y la carita contraria le hizo saber que a lo mejor era una locura. -- A-a ver, podemos no hacerlo, era solamente una tonta idea, ya sabes... --

-- Lo quiero, por favor, hyung; no te arrepientas, eso que acabas de decir suena a la mejor navidad del mundo entero. -- Le susurró, estando demasiado emocionado como para ni siquiera moverse. 

Se miraron, ambos se fundieron en una mirada compartida cargada de emociones. Ellos iban a sanar juntos. 

-- Prepárate, Koo; vamos a pasar la mejor navidad que seamos capaces de imaginar. -- Fue lo último que dijo TaeHyung con esa sonrisita geométrica que tanto amaba el contrario, y aún sin poder moverse por miedo a que las lágrimas se escapasen, el mayor juntó sus labios dando inicio al besito más cargado de ternura antes compartido entre ellos. 



¡Holi, angelitos míos! Pregunté en instagram qué actualización os gustaría tener, y la personita más rápida me dijo que quería actualización de esta obra, así que aquí está. 

Si queréis participar en este tipo de cosas, charlar, compartir vídeos conmigo y ver tooodos los tiktoks que comparto de los chicos podéis encontrarme como @Kittty_ri amo interactuar con ustedes mucho mucho :(. 

Por otro lado, he publicado nueva obra Kookv omegaverse "Into you" es su nombre, si queréis darle una oportunidad salvaréis a un gatito y además me haréis muy feliz. 

Hasta aquí mi reporte, Joaquín. 

Os amooo. Cuidadse mucho ¿Si? Kissuuu~~.  110823.

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