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TaeHyung como todos los días estaba en la biblioteca para estudiar su novio iba a llegar en cuanto su entrenamiento terminará.

— ¿Y si...? — negó varias veces con su cabeza. Ir a las canchas a ver a su novio no es la mejor idea, no cuando ahí se encuentran los pretendientes de su novio.

“Pero el siempre viene aquí, aunque sea aburrido"

Cerró el libro y lo dejo con la encargada, después agarro su mochila y salió de la biblioteca rumbo hacia las canchas.

Entro y vio a los del equipo de basquetbol entrenar, pelotas rebotando de un lado a otro, tenis haciendo un insoportable chirrido y un grupo gritando por su novio y Park Bogum. Ignoró las miradas que estaban puestas en el y se sentó en lo más bajo de la grada, saco un cuaderno de ejercicio y empezó adelantar su tarea.

— Oye. ¿Que haces aquí? — cuestionó un chico

— ¿Te importa? — miro a la persona de mal manera

— ¿Qué eres de él? En la fiesta lo besaste y estamos seguros de que tú lo obligaste

— Por dios, JungKook es mi novio desde hace mucho pero ustedes son tan inútiles que no se han dado cuenta, ¿Enserio crees qje JungKook entra a la biblioteca a estudiar? — guardo sus cosas de manera brusca y salió de ahí, dejando al chico sorprendido.

Fue hasta la máquina expendedora que estaba ahí y metió dinero suficiente para dos botellas de agua.

— Tae, cariño — JungKook apareció a su lado — Fuiste a mi entrenamiento, eso fue muy lindo

— Solo fui unos segundos porque tú club de fanáticos estaban de fastidiosos — tomo las dos botellas de agua — Perdón

— Aún así es lindo — sonrió tiernamente

— Toma, es para ti — le extendió la botella

— Gracias, cariño — agarro la botella y después dió un casto beso en los labios del menor — Mi entrenamiento ya finalizó, ¿Me acompañas por mis cosas?

— Está bien. Hoy no iré a la biblioteca, quiero ir a mi departamento ¿Quieres venir?

— Sí, por supuesto. — agarro la mano del menor y empezaron a caminar hasta donde estaban sus cosas, empezó a guardarlas mientras TaeHyung miraba hacia una esquina.

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JungKook se estaba bañando mientras TaeHyung hacía su tarea y comía frituras.

— Cariño, ¿Me prestas un poco de ropa? — cuestionó el pelinegro asomando su cabeza

— Deja busco, creo que tengo algo grande por aquí — busco en sus cajones ropa adecuada para su novio — Aquí esta

Le entrego la ropa, JungKook la tomo y se volvió a encerrar en el baño. Minutos después salió ya vestido y con una pequeña toalla en sus hombros.

TaeHyung sonrió tiernamente y obligó a que JungKook se sentará de cazuelita en el suave cojín .

— Voy a cepillar y secar tu cabello — dijo

— Eres muy lindo — mencionó cerrando sus ojos

TaeHyung paso unas veces más la toalla hará que esté quedó medio húmedo, posteriormente agarro un cepillo y empezó a desenredar el cabello, cuidando mucho en no jalar y finalmente dio pequeños besos en la nuca del pelinegro.

— Excelente servicio — dijo riendo

— Hoy en tu entrenamiento me preguntaron que era de tí — confesó — por eso me fuí, son unos fastidiosos

— ¿Que respondiste? — pregunto, tenía muchas ganas de saber que había respondido su lindo y tierno novio.

— Que eras mi novio, solo eso — beso la mejilla del contrario

— ¿Mañana puedes asistir a mi partido? — cuestionó, abrazando a su novio por la cintura

TaeHyung asintió levemente y se acomodo mejor, se sentó en los fuertes muslos del pelinegro y después lo abrazo pegando su cabeza al duro pecho del mayor.

— Pareces un bebé, eres mi pequeño y tierno bebé — beso la frente del menor

— Entonces, ¿Debería decirte Papi? — rió al ver el rostro sonrojado de su novio

— Solo dime Jungkookie — escondió su sonrojado rostro en el cuello del de piel morena

— Jungkookie, hay que dormir. Estoy cansado y estoy seguro que tú también — empujó levemente al pelinegro para besar los labios de su novio.

JungKook se levantó y cargo a TaeHyung al estilo nupcial y camino hasta la cama donde dejó delicadamente al menor, este se recorrió para que JungKook se acostara, también saco cobertor y lo desdobló con ayuda del pelinegro.

— Tal vez ya te diste cuenta... Pero yo abrazo algo al dormir — dijo un tanto apenado

— Si me di cuenta aquella vez, estabas muy aferrado a mí. Casi me hago del baño porque no me soltabas — soltó una carcajada mientras se acomodaba en la  cama junto a su novio

— Perdón por si te hice sentir incómodo ese día — hizo un puchero

— Tranquilo, me gustó mucho. — abrazo al castaño para apegarlo más a su cuerpo.

— Un día hay que hacer una pijamada... Papi — soltó una pequeña carcajada cuando vio nuevamente el sonrojo del mayor

— Sigue diciéndome así y verás lo que te va a pasar — advirtió con una sonrisa

— Creo que ya no te diré así — rió — Mejor, Jungkookie

— Eso creí... Aunque más adelante me puedes decir papi

— Ya hay que dormír.

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TaeHyung estaba sentado al frente con un pequeño cartel que decía "¡Vamos, JungKookie!" También traía consigo un lonchera con una deliciosa comida junto con una botella de agua. Faltaba muy poco para que terminara el partido y el equipo de su escuela ya tenía la victoria asegurada.

Después de unos minutos, el partido termino y ganó el equipo de su escuela, la mayoría de estudiantes fueron a rodear a su novio el se levantó con sus cosas y se paró ni tan cerca ni tan lejos de la bolita que rodeaba a su novio.

JungKook sonrió al ver a su novio ahí parado con una pequeña sonrisa. Camino con algo de dificultad hasta donde estaba TaeHyung y lo abrazo, los estudiantes los miraban con asombro.

— Hice un poco de Mitarashi dango, espero te guste — le dió la lonchera

— Me estoy sintiendo incómodo con todos viendo... ¿Me prestas otra vez tu baño? — tomo la mano del menor

— Mejor vamos a tu departamento, no recogí mi pequeño hogar. — hizo un puchero

— Si, mejor vamos al mío. Hace poco compré muchos hotteok, esos panqueques que comes siempre — hablo con una sonrisa

TaeHyung miro de reojo a las personas a su alrededor, algunos lo miraban con odio otras simplemente con decepción.

— Bésame — ordenó

— ¿Aquí? ¿Enfrente de todos? — cuestionó en voz baja

— Sí. Bésame

JungKook sonrió levemente antes de unir sus labios con los del menor, un beso algo subido de tono. Ambos se separaron con un sonrojo en sus mejillas

— Vamos por tus cosas para irnos de aquí, ya me siento incómodo.

— Lo que tú órdenes, cariño.

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