–¡Taehyung hyung!

–¿Si, Kookie?

–¿Podemos ver películas?

–Si

–¿Hacer un fuerte?

–Si

–¿Con palomitas?

–Si, te espero en la sala

Sin más salió, había llevado consigo almohadas, sábanas y sus peluches. Mientras él lo hacía, el mayor se encontraba en la cocina preparando las palomitas, desde ahí observaba como Jungkook ponía una cosa, ponía otra y si no salía bien soltaba un pequeño grito de frustración. Volvió a la realidad cuando el microondas avisó que ya estaban listas.

–¿Qué veremos hoy?

Tenía en sus manos todas las películas que el menor le había dado, todas animadas, entre ellas estaba una que sabía que ya la había visto muchas veces, entonces optó por poner otra. Toy Story.

–¡Al infinito y más allá!

Estaban a la par y solo volteó un poco la cabeza para verlo, tenía un brazo hacia arriba y en su cara una gran sonrisa, sonrió automáticamente. De la nada todo se apagó.

–¡Hyung!

Se abrazó a él y cerró fuertemente sus ojos, se sentía más a salvo en su habitación cuando eso pasaba que estar en la sala, pero estaba con su hyung. El mencionada encendió la linterna de su celular para poder verlo y que él también lo hiciera, logró colocarlo en un lugar para que diera hacía en frente la luz. Hizo con sus manos algunos animales y, la risa del contrario, fue música para sus oídos.

También empezó a hacer pero quedaban muy chiquitas. Su vista se pasó a las manos de Tae, las tenía sin hacer nada e hizo lo mismo, unas más grandes que las otras. Entonces quiso saber cómo se verían de nuevo entrelazadas, ahora con luz,lo sorprendió mucho por la acción y su ser se estremeció, el de Jungkook también.

–Me gusta...

No sabía de qué hablaba, pero fuera lo que fuera, lo tenía muy mal, pero mal de...amor.