Final
Jimin y Yoongi disfrutaron de una buena comida en aquel restaurante. Fue tanta buena suerte que tuvieron de que no haya habido tanta gente, y la poca que había estaba sumida en sus asuntos.
Conversando de cosas triviales mientras comían, pasó la tarde. Jimin había puesto su celular en vibrador, por lo que solo él sabía cuántas veces lo habían estado llamando y mandando mensajes. Nada más y nada menos que Taehyung, Hoseok, Jungkook y unas cuantas llamadas de alguien del staff. Todas las ignoró, mientras sonreía a Yoongi.
Su Yoongi estaba muy relajado y con sus lindas mejillas rosadas mientras probaba otro de los platos que habían pedido.
- Esta comida ha estado más que buena - dijo limpiándose con una servilleta.
- Lo está - Jimin le sonrió con dulzura mientras ponía los codos sobre la mesa y lo seguía observando. Él ya había terminado de comer, pero Yoongi parecía tener un agujero negro en el estómago. A él no le importaba. Podía pasar el resto del día observando comer a Yoongi.
Eran las 5 y algo de la tarde cuando salieron del restaurante. Yoongi estaba más que satisfecho y no quería saber nada más de comida.
El cielo estaba de varios colores, y la luces de los edificios a lo lejos, ya empezaban a notarse.
- Ha sido una tarde relajante, a pesar de lo que pasó con mi auto - dijo Yoongi metiendo las manos en su chaqueta, mientras caminaban hacia el parqueadero.
- Sabes que estar a tu lado siempre será relajante para mí - Jimin lo miró en el momento exacto que las mejillas de Yoongi se enrojecian.
Entonces a punto de decir algo, Yoongi calló. A su mente llegó el recuerdo de la conversación que había tenido con Hoseok, sobre las intenciones de Jimin. Aquello lo hizo sonrojar más.
Un leve pellizco en su mejilla lo sacó de sus pensamientos. Volteó a ver a Jimin con el ceño fruncido.
- ¿Qué? Tus cachetitos se ven tan esponjosos que es irresistible no tocarlos - rió Jimin.
Yoongi puchereo. - No es gracioso - llevó las manos a sus mejillas tratando inútilmente de cubrirse.
- Jimin
- ¿Si?
- ¿Te puedo preguntar algo?
- Claro
- Tu...uh...tu... - suspiró apartando la vista - ¿Es cierto lo que dicen los chicos?
- ¿Sobre qué?
- Que tu sientes algo por mi, ¿es cierto? - aquella pregunta salió como un susurro.
Jimin se quedó en silencio un momento, para después soltar una pequeña risita.
- Después de todo me equivoqué.
- ¿Uh?
- Creí que evadias mis indirectas a propósito - sonrío - hasta la pregunta ofende, ¿acaso me falta ser más obvio? - Jimin lo miró.
La boca de Yoongi formó un "o".
A su mente llegaron todas la veces que Jimin le decía cosas tiernas, extrañas, lo abrazaba, y quería estar junto a él, ya sea en privado o en público. Apartó la mirada sintiéndose muy avergonzado de repente.
Y más porque en su interior aceptaba que quizá si sabía de los sentimientos de Jimin, pero por alguna razón no quería hacer nada en contra de ello.
"Se sincero, ¿te gusta Jimin?" las palabras de Hoseok sonaron en su cabeza.
Negó rápidamente devolviendo su vista a Jimin. - Tae es mi novio, y lo quiero.
Odió no haber sonado lo suficientemente seguro y firme, y al parecer Jimin lo notó.
- Lo sé, solo que hay diferentes tipos de querer, independientemente de que él sea tu pareja.
- Detente Jimin. Por favor, no trates de confundirme.
Habían llegado hasta donde estaba el auto. Subieron a el, y Jimin comenzó a conducir.
- No te estoy confundiendo, eres Min Yoongi, no creo que confundirte sea posible, solo digo lo que es cierto.
Yoongi se quedó en silencio, con su vista hacia la carretera. Jimin suspiró.
- No quería incomodarte, pero tú me preguntaste y yo te respondí con la verdad.
Yoongi jugaba con sus dedos - Tienes razón, no debi traer este tema a colación.
- Algún día teníamos que hablar de esto.
- ¿Algún día? - Yoongi levantó una ceja. - si yo no te hubiera preguntado, ¿planeabas decírmelo?
Jimin apretó el volante. Resistiendo las ganas de decirle que le iba a confesar sus sentimientos mucho antes que Taehyung, y que él lo sabía. Pero no quería dejarlo como el malo del cuento.
- Si, pensaba decírtelo.
- ¿Y qué conseguirias con eso? De por sí ahora todo será incómodo entre nosotros y Taehyung.
- No lo sería si te dieras cuenta de lo que realmente sientes.
Yoongi jadeó - ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué terminé con Taehyung para estar contigo?.
Jimin rió - Por supuesto que no, el día que eso pase será por tu propia iniciativa o cuando Taehyung decida rendirse. - Yoongi parpadeó atónito, ante las palabras directas de Jimin, quien las decía con seriedad.
- Lo que si quiero en este momento, es ir a esa máquina de allá, y apostar.
- ¿Qué?
Antes de decir algo más. Jimin se estacionó frente a aquella máquina de peluches y dulces. Sin decir nada se bajó y abrió la puerta de Yoongi. Este no tuvo más opción que bajarse también.
- ¿Qué estás haciendo?
Jimin caminó hasta la máquina y Yoongi lo siguió.
- El primero que saque un peluche gana. Si tu ganas, regresaremos al hotel. Si yo gano, haremos lo que yo diga.
Yoongi lo miró de manera sospechosa.
- ¿O no te crees capaz ? - rió Jimin.
Yoongi hizo un puchero, y se paró frente a la máquina de al lado - Regresaremos al hotel.
- Bien, veamos.
Después de algunos intentos, aún nadie sacaba nada. Yoongi no podía evitar mirar de reojo como le estaba yendo a Jimin, quien se veía concentrado al mover la manigueta.
Entonces cuando Yoongi por fin atrapó al peluche, y a punto de dejarlo caer para poder retirarlo, la manigueta se soltó y el peluche regresó con los otros.
Yoongi soltó un gruñido de estrés y desesperación. No creyó que sería tan difícil.
Jimin se aclaró la garganta, haciendo que Yoongi volteara a verlo.
Yoongi abrió su boca sorprendido. Jimin tenía un peluche en sus manos. Una gran sonrisa pícara surcaba sus labios.
- Gané
- Si, ya me di cuenta - Yoongi se cruzó de brazos un poco molesto, haciendo reír a Jimin.
- Bien, entonces prepárate. - dijo acercándose a Yoongi y dándole un besito con el peluche de pato. - tú y yo nos vamos a casar.
*********
Taehyung veía la hoja con la que podría legalizar su matrimonio con Yoongi en cualquier lugar donde decidiera casarse en Las Vegas.
Lo veía con tristeza, enojo y una mezcla de varios sentimientos.
Ya eran las 7 de la noche, y Yoongi nunca llegó. Jimin tampoco.
Sonrió irónicamente ante aquello.
Hoseok lo observaba triste desde el marco de la habitación. Él más que nadie, sabía cuán ilusionado estaba Taehyung en cuanto a esto. Él mismo había ayudado a que la agenda de Yoongi estuviera libre en la tarde y noche.
Lastimosamente, surgieron imprevistos y nada salió como se tenía planeado.
Yoongi tenía apagado el teléfono, y Jimin no contestaba. Negó con la cabeza. No lo podía creer. ¿Dónde estaban esos dos? ¿Qué estaban haciendo?.
No podía creer que Yoongi se comportara así, y lastimara los sentimientos de Taehyung.
A pesar de que Yoongi no sabía sobre lo que Taehyung había preparado como sorpresa, tampoco se había tomado la molestia de llamar o algo.
Que decepción.
*********
Yoongi se encontraba pensativo, consternado, y hasta incrédulo. No podía creer que estaba a punto de hacer esta locura.
Porque eso era. ¡Una locura!
Cuando Jimin le mencionó que se iba a casar con él, lo primero que hizo fue reírse y decirle que estaba loco. Pero cuando Jimin seguía serio frunció su ceño y se asustó.
Entonces Jimin lo había tomado de la muñeca y guiado al auto. Él se había dejado llevar porque estaba con su mente en blanco ante lo que quería Jimin.
Mientras conducía, Jimin se rió y le dijo que se casarian pero de forma simbólica/teatral, algo muy común en Las Vegas.
A Yoongi le seguía pareciendo una locura, y además estaba el hecho de que Jimin hablaba como si el ya hubiera dicho que si. Si, perdió la apuesta, y como Jimin ganó iban a hacer lo que él quería, pero, Yoongi no se imaginaba esto ni por el ánfora.
Y lo peor de todo es que, cuando iba a negarse, ya estaban frente al lugar donde se hacían las "autobodas".
- ¿Pero qué mierda? - dijo para si.
Estaba solo en el auto. Jimin había ido a arreglar todo para su turno.
¿Qué le costaba a Yoongi irse o decirle a Jimin con firmeza que no? ¿Qué se lo impedía?. Yoongi gruño por lo bajo, molesto consigo mismo.
Y es que también, todo su cuerpo temblaba de nervios. ¡De nervios!.
Yoongi estaba nervioso como si fuera a casarse de verdad, parecía el típico novio antes de entrar al salón de bodas.
¿Pero qué le pasaba?
Jimin regresó y subió al auto. Se notaba la felicidad y nervios en su cara.
- Ya está todo listo, en un momento será nuestro turno.
Incapaz de decir algo, Yoongi se vio así mismo asintiendo ante lo que Jimin decía.
Jimin había comprado algunas cosas que vendían allí mismo para la ocasión.
Se acercó a Yoongi y le puso una coronita de flores en su cabeza, acomodando unos mechones que caían en su frente.
En su mano amarró una pulsera de parejas color amarilla que tenía la inicial "J". Estiró su mano hacia Yoongi para que le pusiera la pulsera en su muñeca. Yoongi suspiró, tomó la pulsera y la amarró. Esta tenía la inicial "Y".
- Jimin, esto...- por fin habló Yoongi, pero Jimin puso su dedo pulgar en sus labios acariciandolos y sonriendole.
- Estamos lejos de casa, lejos de todos, podemos cumplir los deseos de nuestro corazón, aunque sea por un instante.
Yoongi parpadeó ante esas palabras.
Entonces llegó su turno, y Jimin condujo hasta quedar en medio de un hermoso arco de flores en forma de corazón. Frente a ellos estaba el señor que los casaría.
Todo se veía tan surreal, pero a la vez real. Ni siquiera parecía una boda teatral. Por un instante creyó que se estaban casando de verdad. Aunque por la cara de Jimin, ese era el punto.
El señor vestido de Elvis Presley - Yoongi no había evitado sonreír ante todo lo que estaba pasando - ,terminó el breve discurso con los datos que Jimin había dado.
- ¿Acepta, usted, Park Jimin, ciudadano de la República de Corea del Sur, a Min Yoongi como su esposo, para amarlo, respetarlo y serle fiel, en pobreza y riqueza, salud y enfermedad, hasta que la muerte los separe?
Jimin lo miró sonriente, y asintió tomando su mano - Si, acepto.
- ¿Acepta, usted, Min Yoongi, ciudadano de la República de Corea del Sur, a Park Jimin como su esposo, para amarlo, respetarlo y serle fiel, en pobreza y riqueza, salud y enfermedad, hasta que la muerte los separe?
Yoongi tragó grueso y miró a Jimin - S-si, acepto.
- Si hay alguien que se oponga a este matrimonio, que hable ahora o caye para siempre.
La imagen de Taehyung pasó por la mente de Yoongi, causándole una leve punzada, pero decidió dejar de escuchar a su subconciente por este momento.
- Bien, por el poder que me confiere la República de Estados Unidos de Norteamérica, bajo las leyes del estado de Las vegas, los declaro esposos. Pueden besarse - concluyó con una sonrisa el señor.
La canción Moonlight de Twice, la cual tenía un estilo ochentero, sonó de fondo junto con los aplausos de las personas que estaban vestidas de época, ambientando el lugar.
Los dos se quedaron viendo unos segundos.
- ¿Puedo besar a mi esposo? - preguntó Jimin en un susurro.
A Yoongi le temblaban los labios.
Jimin se acercó y acarició la mejilla de Yoongi. - Mi amor, lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas.
Susurró encima de sus labios, para finalmente fundirse en un beso, el cual fue más que correspondido.
Los dos dejándose llevar y olvidando su alrededor. Todas las alarmas en sus cuerpos estaban apagadas. Si, apagadas, pues al momento en que Jimin metió su mano por debajo de la camiseta de Yoongi, este no se opuso.
- Lindos recién casados, en la parte de atrás podrán encontrar su lugar para su luna de miel. - dijo sonriendo, una chica vestida de Amy Winhouse.
Se separaron del beso y se quedaron viendo. Jimin aún acariciaba su vientre con suavidad y deseo.
El silencio decía todo. Entonces sin quitarse la vista de encima, los dos asintieron.
Jimin condujo hasta ese lugar, ansioso mientras se desabrochaba el pantalón.
F I N
🌃🌃🌌
Espero que les haya gustado esta historia loca jajajaja.
Tenía que hacer una historia con todo lo que ocurrió en los Grammy y el vlive, ¡TENIA QUE HACERLO!
jajajajajajaj
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