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Cuatro años después de la mudanza.
🍪Epílogo🍵
El escondite había sido perfecto, de no ser porque Taehyung dejó rastros de su aroma como si fuera migas de pan, aquellos deltas enemistados con "La Dahlia" no habrían sido encontrados después de secuestrar al omega pelirrojo.
Pobres desdichados, no sabían que Taehyung era el omega del líder de "La Dahlia" y que se había dejado atrapar por ellos para, justamente, descubrir su escondrijo y recuperar un mapa que habían robado, mapa que daba las contraseñas y ubicación exacta por donde podían acceder y robar el "BlueTears", un zafiro del color del océano en forma de lágrima que permanecía custodiado en una bóbeda subterránea en el Museo Nacional.
—Ahora sí que nos ganamos la lotería, ¿no es así Wan? —preguntó uno de ellos, sentado en un mueble algo deteriorado, con Taehyung sentado a sus pies, un poco golpeado, las manos atadas a la espalda y una cinta colocada en la boca—. Tenemos el mapa para hacernos con la gema de agua, el zafiro azul y tenemos a una putica rica para divertirnos mucho.
—Ciertamente Win —el hombre miró hacia afuera, cerciorándose de que nadie los hubiese seguido, cerró la puerta y se giró, encaminando sus pasos hacia Taehyung—, nos vamos a divertir muchísimo —se relamió los labios y desabrochó el cinto del pantalón, al tiempo que Win le quitaba la venda de la boca a Taehyung—. ¿Empezamos ya? Hace meses que no cojo con nadie.
El delta esperó una reacción de pánico por parte del omega, justo como en el momento en que lo atraparon cuando se dieron cuenta de que este los había visto salir del lugar de donde robaron el mapa, de la casa del director del museo. Pero contrario a eso, lo que obtuvo fue una sonrisa de satisfacción por parte de Taehyung.
Iba a cuestionarle qué le daba tanta gracia cuando la puerta de la casa fue derrumbada y Jungkook hizo acto de presencia en el lugar.
—¡¿Qué carajos?! —replicó Wan y sacó la pistola que guardaba detrás, entre la faja del pantalón que vestía, se giró, para encontrarse con un alfa de ojos amarillos embravecido—. ¿Quién demonios eres tú? —apuntó el arma hacia la visita no deseaba.
Jungkook sonrió, de una manera tan siniestra que ambos secuestradores temblaron. El que estaba detrás de Taehyung llevó una mano a su pantalón y tomó su revólver, a la espera de una señal por parte de su hermano.
—"Los hermanos W" —habló Jungkook—, los ladrones fantasmas, famosos por robar y no dejar rastros. Bueno, no hasta ahora que cometieron un... pequeño desliz.
—¿Quién eres hijo de puta? —preguntó Wan dando un paso hacia atrás—. No volveré a repetir la pregunta.
—En honor a tu muerte te lo voy a decir.
—¿Cómo?
—Yo soy...
La Dahlia.
Aquel no solo era el nombre de una mafia respetada y temida, sino también el apodo de su líder. Jungkook se apodó a sí mismo "La Dahlia" porque era el nombre de su flor favorita y es que justamente por tener un gusto similar a Yoongi en cuanto a las flores oscuras, se hicieron buenos amigos.
Al escuchar la presentación del intruso, los hermanos se petrificaron; eran enemigos jurados de esa Mafia cuando años atrás le robaron algo importante. Jungkook juró darles caza desde entonces, no había logrado mucho, solo pistas vacías, hasta que se anunció el hallazgo de la gema de agua y sabía que ambos hermanos intentarían robar el mapa que los llevaría a ella de forma segura.
Gracias a Jimin, que había logrado embriagar a su excompañero de trabajo Jin en un supuesto reencuentro, para sacarle toda la información que seguro había recibido de su buen esposo Namjoon; gracias a eso, Jungkook había logrado dar con el paradero del mapa.
Y justo como lo pensó, los hermanos se le habían adelantado y fueron a por el mapa para robarlo; pero descubrir su escondite fue idea de Taehyung y el plan le salió de maravilla, gracias a su don especial.
Desde aquel incidente donde Taehyung descubrió la otra cara de su alfa, Jungkook descubrió el don de su omega, muy similar al suyo pero sin defectos.
Tras asumir el liderazgo de la Mafia y Jungkook sufrir los primeros choques debido a su problema hormonal, tuvo que aprender a ocultar su aroma, para que este no lo desatara. Lo había conseguido, solo que nada más un par de horas, no podía mantenerlo oculto todo el tiempo, al contrario de Taehyung, que su mamá desde muy pequeñito le había enseñado a ocultar su aroma ya que era muy potente. Por eso Jungkook nunca se percató de que Taehyung lo espiaba las noches que salía del cuarto para ir al sótano de la biblioteca y resolver asuntos pendientes.
—¿L-La Da-Dahlia? —Wan tartamudeó.
El hermano mayor sintió de pronto un vacío profundo, sabiendo que ese sería su fin se giró para ver a su hermano a los ojos antes de morir. Sin embargo, su último deseo no se cumplió. Una pierna de Taehyung estaba levantada hacia arriba y hacia atrás, la punta de un puñal que usaba como arma en la parte delantera de sus zapatos —un invento de Walter— estaba encajado en la frente de Win. Wan ni siquiera pudo pestañear cuando un martillazo le rompió el cráneo y su cuerpo, sin vida, cayó al suelo.
Taehyung desencajó su arma de la cabeza del otro difunto y se puso de pie para correr hacia Jungkook, quien soltó el martillo que llevaba consigo y lo recibió con los brazos abiertos. Le dio un pequeño abrazo y luego lo liberó.
—¿Te lastimaron mucho?
—Solo son unos rasguños, me curaré rápido.
Ambos se sonrieron y unieron sus bocas en un apasionado beso, felices por su nuevo logro, hasta que fueron interrumpidos.
—Amigo, nunca te había visto correr tan rápido —mencionó Yoongi entrando al lugar, acompañado de Jimin.
—Y era lo que debía hacer —habló el rubio—, porque si algo malo le pasaba al padrino de mi bebé, yo me encargaría de matarlo con mis propias manos.
—¿Jimin pero qué haces aquí? —Taehyung se alejó de Jungkook y fue hacia su amigo—. ¿Yoongi estás loco? —fulminó al alfa con la mirada—. ¿Cómo lo traes a estos riesgos?
—Estaba muy preocupado por ti, nos mataría a mí y a Jungkook si no lo traíamos —se excusó Yoongi, y la verdad es que no quería lidiar con un Jimin molesto.
—Está bien; pero, Jimin —dirigió la mirada a su amigo—, ahora tienes una vida dentro de ti y debes preocuparte más por ella que por mí. ¿Vale?
—Vale —dijo y soltó una risotada—. Nunca esperé ser regañado por ti. Debo anotar este día, no quiero olvidarlo nunca ja, ja.
—Con permiso —Walter entró—. Señor, todo despejado en este lugar.
—Gracias Walter. Ahora, a buscar el mapa del zafiro.
—Está dentro de la chaqueta del tipo que está en el sofá —mencionó Taehyung.
Walter fue y lo buscó, luego se dirigió hacia Taehyung y lo golpeó en la cabeza con el mapa hecho un rollo.
—¿Por qué me golpeas? —preguntó Taehyung acariciando su cabeza.
—Para la próxima vez que actúes, evita menos golpes, o sino después te daré una paliza. ¿Entendido?
—Sí maestro —Taehyung se colocó en posición de firme y saludó a Walter como si fuese un soldado.
Todos se rieron de la actitud del omega pelirrojo y luego decidieron abandonar aquella casa escondida del otro lado del bosque, incendiándola después de salir.
—¿Pero sabes una cosa mi querido amigo Walter? —le preguntó Taehyung.
—¿Qué cosa?
—Ahora soy "El Rojo de la Dahlia" y quien se enemiste conmigo, solo verá oscuridad y una flor de rojo y negro sobre la lápida de su tumba.
Entonces, nadie se atrevería a desafiar al omega pelirrojo, dueño del corazón de un alfa de ojos amarillos, líder de la Mafia. ¿O sí?
🥀🥀🥀
Hola, desde el país que me estés leyendo. La historia ha concluido. Gracias inmensamente por leer mis locas ideas y acompañar a los chicos en esta travesía.
Amé mucho hacer esta historia, dado que es la primera vez que escribo sobre este género, el omegaverse, y es la primera vez que, además, escribo una comedia.
Creo que logré ambas cosas 🤧👊.
No obstante, este libro tendrá otros apartados con noticias sobre la historia. Si te ha gustado, estate atento, hay sorpresas.
Atte. Yayi.
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