Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte sin título 4









_Ahhhhhhh!!!_ Un gemido mucho mas gutural y fuerte se escucho por toda la habitación por parte de su nuevo amigo rubio. Dejándolos mudos y petrificados en el lugar sin poder despegar sus pecadores ojos de la estilizada figura de Matsuno subiendo y bajando del miembro del comandante de los Black Dragons quien se notaba sumergido en un infinito placer que le permitía ignorar todo el mundo exterior.

Keisuke trago grueso al ver a su nuevo amigo en una situación tan intima, no pensó que el mismo mocoso infantil y torpe que lo seguía a donde fuera se tratara de este sexy sujeto  que despertaba su libido como nunca antes, ni siquiera con las revistas que su amigo Mikey le prestaba sentía los pantalones tan apretados. _Se ve hermoso_

_Muy, muy hermoso_ Ryusei no estaba en mejores condiciones, si bien le gustaba Matsuno desde que interrumpió su sueño en aquel hospital abandonado, lo que lo atrajo fueron sus muecas infantiles y aura inocente, encontrarlo ahora en un momento tan indecoroso solo le provocaba querer  tomar el puesto del sujeto de la cicatriz. 

El tesorero carraspeo intentando inútilmente de distraerse a si mismo y pensar con claridad, pero solo logro sacar al joven del tatuaje de serpiente de tal ensoñación quien actuó rápidamente yendo molesto hasta Matsuno al cual sujeto de su fina cintura, la cual envolvió sus enormes manos en con un calor abrazador. 

_mmm No_ Gimoteo el pequeño rubio cuando sintió que lo separaban de Inui, volteo a ver de quien se trataba encontrándose con un varonil y atractivo rostro moreno el cual no se veía muy feliz. Cosa que no le pudo importar menos y ya preso de la droga procedió a besar torpemente a Ryusei el cual detuvo sus intentos de alejar a Chifuyu del rubio mayor.

El de tes morena quedo en shock, desde hace semanas que se imaginaba este glorioso momento, donde podía compartir su saliva con la de Matsuno, y ahora que realmente sucedía no sabia bien que hacer, una parte de su subconsciente le dictaba que debía actuar con madurez y moralidad, sacando al nuevo recluta de tan bochornosa situación, pero su lado carnal le gritaba con potencia que sucumbiera ante los tiernos encantos de Yuyu. 

_Devuélveme a mi Fuyu_ Inui al notar al intruso gruño con molestia, moviendo nuevamente sus caderas para llamar la atención de su Fuyu, pero el joven del tatuaje se lo impidió cuando tomo a su presa de la nuca para profundizar lo que empezó como un beso torpe. Veía como ambas lenguas jugaban a escasos centímetros de su cara, el sujeto desconocido tenia total dominio sobre el pequeño rubio quien se dejaba guiar con sumisión y devoción. Quiso enojarse, de verdad lo intento pero le fue imposible pues la excitación de tal escena se lo impedía. Solo se sentía mas caliente y deseoso de seguir viéndolo disfrutar.

Matsuno también continuo con el movimiento de sus caderas aun sobre el miembro del rubio mayor quien procedió a retirar aquellas rubias extensiones de su cuello y besarlo con cariño delineando su cintura, topándose de vez en cuando con los dedos del peliblando quien se rehusaba a abandonar esa parte de la anatomía del rubio menor. Nunca sintió algo así, una mezcla de calor y cosquillas que se extendía por todo su cuerpecito incluso sentía pequeñas descargas eléctricas en su boquita y pene.

Los azabaches restantes veían la escena con los ojos y bocas bien abiertos, sin poder apartar la deseosa mirada, el primero en reaccionar fue el mayor quien se encamino sonriente y hambriento a la pecaminosa escena, tomo el olvidado pene lampiño del mas joven del lugar y lo bombeo con cuidado, pasando sus experimentados dedos sobre el glande con facilidad por todo el liquido preseminal liberado con anterioridad, veía con morbo y anhelo la erótica y dulce carita de Fuyu, sus hermosos ojitos, esos ojitos que minutos atrás le parecieron la cosa mas inocente y linda, ahora solo le transmitían sensualidad y ferocidad. Estaba tan sumergido en intentar proporcionarle el mayor placer posible a Fuyu que olvido que otros dos sujetos intentaban hacer lo mismo.  _Eres una tentación pequeño_

Kei, el único faltante en unirse a la candente escena, se debatía entre ceder a sus propios deseos o sacar a su nuevo y rubio amigo del lugar, se veía drogado, había pasado tiempo con Sanzu como para distinguir cuando alguien no estaba totalmente lucido. Y hasta donde sabia no era correcto tener relaciones sexuales con alguien no lucido. Su madre no lo aprobaría. 

Trago grueso y gruño mientras se ataba una coleta sin despegar la vista de Chifuyu, quería guardar aquella elegante y delicada silueta en su memoria al igual que esa carita descompuesta en placer. Sus noches de insomnio se lo agradecerían mas adelante.

...

Mtasuno se removió entre las sabanas azul oscuro, gruño indicando que por fin había despertado de lo que parecía ser un muy largo sueño, aspiro el masculino aroma que desprendía la almohada donde descansaba y se volvió a acomodar en la cama para seguir durmiendo, pasaron unos segundos hasta que recordó. 
Olor masculino?
Desde cuando su almohada olía a masculinidad?
Desde nunca
! Abrió los ojos asombrado y se incorporo en el lugar intentando enfocar en la penumbra de la oscuridad.

_Deberías seguir durmiendo, apenas son las cuatro de la mañana_ Apenas reconoció esa varonil voz y sintió su corazón salir de su pecho, volteo a ver a su Baji-San con un sonrojo delicioso sin saber que decir. _Descansa Chifuyu_ El mayor estaba a su lado de pie e intento recostarlo nuevamente, como en esos mangas de romance que siempre lee. 

_Baji-San_ Susurro aun medio dormido, tranquilisandose al ser invadido por el calor de las suaves sabanas del mas alto y su característico aroma. _Que paso?_ Pregunto recordando como el comandante Mikey le había encomendado una "misión especial", tuvo flashasos de horas atrás pero nada era concreto: Unos tacones rojos, un vestido, los dragones negros, comida y después nada.

_Nada de que preocuparse Fuyu, hablemos cuando estés mas estable_ Sugirió con una tierna sonrisa sobre sus labios, fue ahí cuando el rubio menor noto la herida que reposaba sobre la comisura de dichos labios, no parecía nada grave ni profunda pero no era normal que Baji-San estuviera herido.

_Que te paso Baji-San?_ Nuevamente se sentó en la cama para estar mas cerca del mayor, tocando con suavidad los labios heridos de su capitán. _Quien te hizo esto?_ El pelinegro sonrió enternecido al notar la preocupación de su nuevo recluta, como si no recordara nada de las ultimas horas. Tal ves es lo mejor. Penso. 

_Nada comparado con como quedaron los otros tres!_ Sonrió triunfante recordando como era que habia acabado los dos miembros de Blak Dragon y Ryusei, ninguno fue un oponente digno, dejándolos gravemente heridos con facilidad.Sobre todo al rubio mayor quien se atrevió a profanar a su nuevo amigo. _Solo enfocate en dormir y descansar Chifuyu_ Sintió la mirada del menor expectante quien le sonrió con ternura y asintió. Como si solo necesitara sus palabras para poder descansar apropiadamente. 

_Nadie le gana a Baji-San en combate_ Susurro con los ojos cerrados sin dejar de sonreír. 

Kei lo miro por unos segundos, acaricio su tierno rostro y su suave cabello rubio, volteo a ambos lados de su propia habitación, como si temiera ser descubierto por alguien, aun sabiendo que estaban completamente solos dentro de esas cuatro paredes. Una ve que comprobó que no eran observados, se agacho y beso la frente de Matsuno con una sonrisa, se levanto y volvió al sillón donde dormiría esa noche, como su mama le había enseñado.

...

Del otro lado de la ciudad...

_Pero que rayos paso aquí par de inútiles?_ Pregunto Taiju quien recién llegaba encontrándose con Inui y Koko gravemente heridos, ambos sangrando de sus rostros, el moreno parecía tener la muñeca fracturada y una hemorragia nasal, nada grave comparado con el estado lamentable del rubio, quien parecía sufrir un dolor colosal en sus partes nobles pues a pesar las cubría con sus propias manos como si con eso pudiera aliviar el dolor. 

El mayor los miro desde arriba, pues sus amigos se encontraban prácticamente tirados en el suelo con sus múltiples hematomas, el despacho de Inupi se veía desordenado, sucio con múltiples manchas de sangre. _Como pudieron terminar en este estado tan patético?_ Volvió a preguntar con decepción en su voz, llevaban mucho tiempo en la pandilla y nunca antes había visto a sus amigos tan heridos como ahora, era como si hubiesen sido emboscados por tres pandillas enteras y furiosas, sobre todo el rubio. 

_Van a responder?_ Inui aun con sus manos en su entrepierna gimió en negación, lo que menos necesitaba ahora era darle explicaciones a Taiju Religioso Shiba. _Y tu porque estas medio desnudo Inupi?_ Sudo frió al escuchar al mayor pero no emitió palabra alguna o eso significaría agregar aun mas marcas a su colección de moretones.

Taiju se llevo su mano al rostro en muestra de frustración, volteo a ver a un joven moreno que definitivamente no conocía pero igual parecía herido. _Y tu quien eres?_ Le pregunto al joven quien solo sonrió coqueto, recordando lo vivido con su tierno Fuyito. Valio la pena enfrentar a Baji y su furia. Penso

_Un pecador que recibió su castigo, igual que tus amigos_ Kokonoi al escucharlo abrió los ojos temiendo por la posible reacción del mayor de todos al escuchar la palabra pecado. 

_Así que pecadores, no?_ Pregunto retoricamente y aunque el tesorero negaba fervientemente. no cambiaría en nada que recibieran el castigo apropiado por parte de su superior.

_Idiota_ Susurro Koko hacia Ryusei quien no se veía afectado, no creía que nadie pudiera darle una paliza mas fuerte de la que recibió de su amigo Baji. 

...

Al día siguiente Matsuno estaba sentado en su apartamento con una enorme sonrisa al lado de Baji quien se veía molesto mientras hablaba, mejor dicho gritaba por teléfono con  Mikey, reclamando algo que Fuyu no pudo comprender en su totalidad al tener lagunas mentales del día anterior.

Iba interrumpir cuando alguien llamo a su puerta, se apresuro a abrir dejando al azabache maldecir mientras seguía gritando y probablemente discutiendo con el Comandante de la ToMan sin miedo alguno. 

Abrió sin encontrar a nadie mas que una extraña caja plateada elegantemente adornada con un enorme moño negro, con desconfianza abrió el extraño obsequio con su pie, por si se trataba de una trampa, pero sus sospechas quedaron atrás al toparse con unos lindos tacones rojos, tacones que había obtenido de la hermanita de  Mikey.

Los colores se le subieron al rostro, esos tacones rojos fueron el detonante que necesitaba su mente para recuperar la memoria perdida del día anterior. Ahora entendía el enojo de Baji-San hacia Mikey.

Tomo los infames tacones con sus manos temblorosas, topándose en el acto una tarjeta. 

"Aun me debes un café Fuyu" Tenia escrito con una elegante caligrafía que solo lo hicieron gritar de vergüenza al recordar a Inui, el comandante Inupi Seishu. 












Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro