Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

19._Prejuicios


Prejuicios esa idea preconcebida respecto a alguien o algo. Casi siempre negativa. Mary tuvo que admitirse no estaba libre de ello. Y lo hizo en el peor lugar posible: los brazos de Bills.
Él la llevo a una pequeña habitación, posiblemente destinada a las visitas. Aquel espacio iluminado sólo por la luz de una ventana, que daba al mar, fue el escenario de más de una revelación. Entre la cama y Bills, ya desprovista de su vestido, Mary tuvo que enfrentar sus prejuicios.

Él no era humano. Pedirle que actuara o sintiera como tal, era una idea muy ingenua. Sus conceptos de amor, sexo o lo que fuera, no tenían porque ser como los de ella, en especial porque Bills tenía una naturaleza binaria. Parte de él, era animal o al menos eso pensaba ella respecto a los antropomorfos, en general. De ahí venían las reservas que guardaba a esa especie. Algo que su comportamiento dejaba en evidencia de forma sutil ¿Por que nunca buscó la amistad de Kalika, aun cuando era la clase de persona que le agradaba? ¿Por qué ponía atención a la cola de Bills y Liquir, más que a sus palabras? La respuesta no le fue agradable y menos en esa circunstancia.

Mary titubeo y Bills lo noto. Le concedió una pausa, para que lidiara con sus controversias o las ignorará en pos del objetivo principal.

La mujer cerro los ojos un instante. En la oscuridad, Bills se sentía como cualquier hombre. Su dorso no era diferente al de un humano. Ni sus brazos, ni su cuello. Su piel era suave y tibia. Al tacto se sentía bien. Mary descanso su cabeza en el hombro de Bills y llevo sus dedos a la prominente clavícula de él. La recorrió con la punta de sus delgadas falanges hasta alcanzar la zona de la escápula y descender por el brazo, sintiendo sus biceps. Se detuvo al llegar al codo, pues los brazos de Bills estaban flexionados para retenerla entre ellos. Las manos del mago estaban en la espalda de Mary. La muchacha respiro en su cuello. Todo le parecía ordinario hasta ese momento. Llevo sus dedos a la espalda de Bills y recorrió el área como un cauto explorador. Alcanzo su columna y descendió por ella desde la región cervical hasta la lumbar. Una vertebra a la vez. Un hombre tiene veintiséis, Bills tenia una cola, lo que significaba que superaba ese numero por al menos el doble. Aquel cuerpo era extraño. Eran muy diferentes en la carne, los huesos y la piel.

Mary abrió los ojos, mientras esos dedos, terminados en agudas garras acariciaban su espalda de forma juguetona y paciente. Intentó apartarse, un poco,de él sin llegar a lograrlo. Bills termino con el periodo de espera, obligandola a tenderse en esa cama que a la luz de la ventana, parecía hecha de mármol. Con él sobre ella, apreciar esas diferencias era más fácil y, sin embargo, existía un deseo recíproco que hacia frente a los prejuicios, sometiendolos lentamente, caricia a caricia. Es que no había un modo diferente en las manos de Bills, más allá de su estilo y su ritmo Tampoco su piel reaccionaba diferente a como lo haría a esos estímulos, más allá de los factores del momento. Mary ya no llevaba ese vestido, pero todavía le quedaban 
prendas como todavía le quedaban trabas, que se iban derritiendo conforme la temperatura iba aumentando. Cuando ese brassier fue cortado y esos pechos se abrieron,la última gran barrera cayó. Finalmente la piel de ambos se tocó y se fundió.

Unas horas después Bills reposaba boca arriba, con un brazo tras la cabeza y la otra sobre su abdomen. Los ojos fijos en el techo y en su mente repasando los últimos acontecimientos. Si para Mary fue diferente estar con un antropomorfo, para él también fue extraño estar con una mujer humana, pero no por sus maneras propias de su naturaleza, sino porque termino descubriendo cosas que hasta ese momento había pasado por alto o bien había normalizado por la relación que sostenía con Kalika. Claro que dormía con ella, pero habían caído en una rutina íntima tan insípida como el resto de su convivencia. El deseo por el otro en realidad no existía y por una razón que él desconocía, Mary si llego a desearlo en ese breve momento que ahora parecía un sueño bastante febril. La miro de reojo. Ella estaba de espaldas a él, como un animal doméstico asustado que sabía habia hecho algo indebido. Las cosas no salieron del todo como las planeo, porque nada fue al azar ese día. Él planeo llevarla ahí y provocarla de la forma en que descubrío ella, caería en sus brazos. Todo fue producto de su ego fatigado. Tener la atención de esa mujer era un reto a muchas cosas y como un niño iluso que le dice a otro: a que corro más rápido que tú, se propuso conseguir a esa mujer sin sospechar que el deshielo de su ser dejaria al descubierto demasiadas cosas. La miró levantarse,tomar sus ropas y meterse al baño. Salio vestida,de ahí,unos minutos después. Con el cabello húmedo y un rostro frío.

-¿Ya te vas?-le cuestionó.

-Esto no debió pasar-le dijo Mary, acomodándose el cabello mojado.

-Si, si las especies como las nuestras no se mezclan. Es tabú-dijo Bills con cierta apatía y mirando a la pared.

-Me refiero a que tú estás con Kalika y yo no he terminado con Black.

-Ah eso-dijo como si realmente acabará de reparar en ese detalle.

-Eres un descarado-le dijo Mary con bastante disgusto.

-No me cargues toda la culpa. Bien pudiste negarte, Mary-le dijo sentándose en la cama, para mirarla con cierta burla.

Ella no respondió y se fue. Una vez la muchacha cerro la puerta, la sonrisa se le borró a Bills, quien se volvió a tumbar de espaldas en la cama para luego poner su mano, por un instante,en la almohada de que uso Mary.

La mujer volvió al circo y se fue directo a la tienda que usaba Dende, para buscar unas vendas con las que cubrirse las huellas de las garras de Bills, en el antebrazo. Tomó lo que necesitaba y fue a encerrarse al pequeño remolque. De rodillas sobre la cama, comenzó a vendar la herida mientras el rostro se le cubría de amargas lágrimas.

Cualquiera que la hubiera visto, esos días, nunca hubiera adivinado que tanto sufría Mary, en su interior. No lo demostraba, pero alejarse de Black de la forma en que lo hizo le dolió bastante. Ella nunca le dio motivos para que él, pensara que podría estarle engañando con Bills, por eso el haber estado con el mago,le causó una profunda desolación. Era como hacer cierta una mentira que sentenciaba su relación con Black al fin. Por otro lado estar en los brazos de Bills, le reveló un lado de ella que la hizo sentir vulnerable: sus miedos y necesidades afectivas. Porque si en algo se caracterizo Bills,esa noche,fue en ser sensitivo. Quizá lo hizo por vanidad. Para demostrar que era superior a Black o quien sabe, Mary no lograba pensar con claridad. Lo que si sabía es que se sintió a gusto con él. Mucho más que con Black, aun cuando esté podía llegar a satisfacer mejor las pasiones que ella guardada,Bills logró algo que él no, aun siendo menos...Sacudió la cabeza y se secó las lágrimas bruscamente, con el antebrazo, para dejar ese llanto patético que la estaba desmoronando. 

Apenas acabo de vendarse, Mary oyó unos golpes suaves en la puerta. Fue un toque prudente,asi que no era Black,para alivio de la la muchacha, pues era la última persona a la que le hubiera gustado ver en ese momento. Fue a abrir y se encontró con Dende que la miró con curiosidad y le preguntó si estaba bien. La había visto salir de la tienda por lo que pensó  podía haberlo estado buscando y necesitaba ayuda. Al mirarle el antebrazo se preocupó.

-No es nada- le dijo- Fui a ver a los leones y jugaron muy brusco conmigo-agrego sonriendo.

-¿Estaba llorando?

-Si, es que me dolió mucho...-dijo volviendo a romper a llorar.

-Si quiere puedo pasar a ver mejor esa herida -le dijo Dende a lo que ella sólo asintió con la cabeza.

Bills volvió a su hogar también. Lo hizo meditando. El triunfo por conseguir la caricia a su ego,fue opacada por muchas otras cosas. Al entrar en su remolque,se encontró con Kalika, que estaba sentada sobre la mesa en una actitud bastante desafiante.

-¿Donde estabas?-le pregunto la mujer.

-En el purgatorio- le contestó Bills con una ánimo jocoso.

-Ya basta-le dijo Kalika, bajándose de la mesa-Te vi irte con ella,por la playa ¡Te vi! ¡No te atrevas a negarlo! ¡Estoy harta de esto! ¡Estoy harta de todo! ¡Estoy harta de ti,Bills!

-¡Si estas harta de mi entonces para que sigues en mi compañía,en mi casa! ¡Largate de una vez!-le grito Bills desde las entrañas,como Kalika lo hizo.

-¡Eso te haría muy feliz! ¡¿No es así?! Asi podras meterla aquí y estar a gusto con ella ¡Como si algo entre ustedes pudiera prosperar!

-Una noche con ella a sido más interesante que los ultimos años contigo-le dijo Bills sin ninguna clemencia-Toma tus cosas y largate. Nos hará felices a los dos.

-No serás feliz con ella ¡Eso no puede ser!-le dijo Kalika, intentando no llorar.

-No lo soy contigo tampoco-le señalo y paso junto a ella, para ir a tenderse a la cama.

Una hora después Kalika dejo ese lugar no antes,de decirle a Bills unas cuantas cosas que tenia guardadas y que soltó como una represa que se hizo pedazos de golpe. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro