—¡Oye, leona! —Senku se acercó alegremente a Kohaku—. ¿Ahora con qué cosa científica estás jugando? —Asomó la cabeza curiosamente a la mesa de trabajo de la joven científica.

—Ja, no es ningún juguete, es un espectroscopio —murmuró sin siquiera verlo, muy atenta a la mira de ese raro aparato que parecía ser un montón de catalejos conectados—. ¿Por qué no vas a entrenar con Chrome? Estoy algo ocupada.

—Es difícil hacerlo cuando está muy ocupado coqueteando con tu hermana. —Hizo una mueca—. Me sorprende que hayan cumplido tan bien la tarea de infiltrarse en el imperio de Tsukasa y reparar las estatuas si todo el tiempo están derrochando su amor. —Se estremeció con disgusto.

—Son muy habilidosos, incluso cuando pierden el tiempo en esas cosas tan ilógicas. —Se apartó de su espectroscopio o como sea que se llamara esa cosa y volteó a verlo—. ¡Ja, pero pienso aprovechar tus ansias por meter tus narices en mis asuntos! Necesito más esfalerita, ¡mucho más! Y es un mineral bastante pesado, así que usa tu ridícula fuerza y ayúdame a traer más. —Comenzó a empujarlo hacia la mina después de pedirle tomar una canasta mochila para cargar con todo.

—Para ser una leona, eres bastante indefensa sin mí. —Rió entre dientes, aunque dejándose arrastrar por ella.

—¡Y para ser tan fuerte eres demasiado flacucho! Ja, hay muchas cosas en tu Aldea que no tienen ni un milímetro de sentido. Mejor no empecemos a señalarlas.

—Lo que no tiene sentido es que tú y tu hermana se parezcan tanto a su madre adoptiva Lillian como dice Chrome y no sean parientes de sangre…

—Lo que no tiene sentido es que otro flacucho como él tenga tanta resistencia, aunque como es tan útil no lo cuestiono demasiado. —Encogió los hombros.

Senku rió entre dientes, antes de preguntarle para qué exactamente necesitaba esas piedras que iban a buscar ahora.

—Aún después de años y todos los experimentos científicos geniales que has hecho, sigo sin encontrarle la gracia a un montón de piedras. —Hurgó en su oído con indiferencia.

—Es más que nada algo para probar mi nuevo espectroscopio. —Cruzó los brazos con una sonrisa emocionada—. Cada elemento posee su propia "huella dactilar" compuesta por múltiples líneas espectroscópicas, yo encontré en la esfalerita cantidades bastante considerables de galio, que siguen siendo cantidades muy pequeñas pero teniendo en cuenta que suele encontrarse mucho menos ¡es toda una suerte haber encontrado tanto! Ja, me será muy útil en la construcción de mi nuevo telescopio. Aunque claro que también tiene otras utilidades como la construcción de semiconductores, la fabricación de diodos LED y láseres de color violeta y…

Senku ni siquiera estaba fingiendo escucharla, más ocupado afilando su espada por las dudas de que aparecieran depredadores. Aunque de todos modos estaba atento a si ella decía algo importante, y debía admitir que era un poco refrescante escuchar su dulce voz de fondo.

Hizo una mueca de fastidio ante ese último pensamiento.

Realmente debía dejar de pensar en ella de esa forma… Ya sabía lo que Kohaku opinaba de… ese tipo de sentimientos ilógicos.

Desvió sus pensamientos a su hermano adoptivo Taiju y su amiga Yuzuriha. Él debía estar en la torre del sacerdote y ella probablemente encargándose de otros experimentos científicos de Kohaku.

Era una pena que Kohaku siempre estuviera arrastrando a Yuzuriha a sus locos inventos científicos, tal vez si no la tuviera tan ocupada ella se habría declarado de una buena vez a Taiju. Pero ni modo, de todos modos era cierto que no podrían relajarse del todo hasta acabar con ese tal Whyman.

Llegaron a la mina y se puso a trabajar de inmediato bajo las órdenes de Kohaku. Ella también quiso ponerse a picar piedra, pero Senku le quitó el pico de las manos y trabajó el doble de rápido para que no pusiera quejas.

Acamparon allí y regresaron a la aldea al día siguiente en la tarde.

Él acabó muy cansado y Kohaku le recomendó descansar el resto del día, pero Senku insistió en que estaba bien y fue a trabajar en las obras de todos modos.

Al día siguiente acabó con dolor muscular y apenas Kohaku se enteró lo obligó a quedarse en el laboratorio con ella, ayudándola en pequeñas tareas pero mayormente descansando.

—Esto es demasiado aburrido. —Bufó postrado en la camilla junto a su lugar de trabajo—. ¿No puedo al menos entrenar?

—¿Qué parte de "descansar" no entiendes?

—Que leona tan mandona…

—¡No soy una leona, bastardo!

Luego de otra hora quejándose, Kohaku le pidió sentarse a su lado.

—¿Ahora qué herramienta debo traerte? —Se encaminó hacia ella rascando su oído más que fastidiado.

—Dije que te sientes. —Rodó sus brillantes ojos azules—. Mira, logré extraer unos cincuenta gramos de galio puro. —Sostuvo entre sus dedos índice y pulgar un trozo de metal plateado del tamaño de una muela.

—¿M-me estás diciendo que de todos esos pesados materiales que me hiciste cargar solo ese pequeño montón de mierda sirve? —Una de sus cejas comenzó a temblar con molestia.

—Ja, claro que no. Hay muchos otros materiales útiles mezclados, pero este es uno de los más interesantes y esta pequeña cantidad es útil de todos modos. —Sonrió alegremente, esfumando la mayor parte de su mal humor con ese gesto—. Te enseñaré, déjalo en tu mano por un tiempo…

Senku lo sostuvo en la palma de su mano un largo rato, mirando a Kohaku como si fuera un bicho raro cuando no pasó nada, pero ella solo le pidió que esperara. Se veía tan emocionada al respecto que él no puso queja alguna y simplemente espero.

Luego de unos minutos, se dio cuenta de que el trozo de metal se estaba derritiendo con el calor de su mano y alzó mucho las cejas, sorprendido.

—¡Ja, ahí está! ¡¿Lo ves?! ¡El galio tiene un punto de fusión increíblemente bajo, de menos de treinta grados centígrados! Prácticamente solo el calor humano lo hace derretirse, ¡es uno de los únicos cuatro metales que pueden mantenerse en estado líquido a temperatura ambiente! El galio junto al mercurio, el cesio y el rubidio. Y aunque es muy similar al mercurio no es para nada tóxico como este. ¡¿No es emocionante?!

Él contempló asombrado el metal líquido en su mano. Era tan brillante que prácticamente veía sus reflejos en él. Era bastante impresionante.

—Supongo que esta piedra si tiene algo de especial. —Rió divertido, pasando el líquido plateado y brillante de una mano a la otra, notando las manchas plateadas que dejaba en su mano.

—Será mejor que coloques eso aquí, pronto volverá a endurecerse. —Le tendió una taza para que dejara caer el líquido—. Ve a lavar tus manos ahora, que no sea tóxico al tacto no quiere decir que sea completamente inofensivo. —Rió nerviosamente.

—Bonito, brillante y no completamente inofensivo aunque lo parezca, supongo que el galio y las leonas tienen cierto parecido —comentó con una sonrisa traviesa, antes de marcharse al lago a lavar sus manos.

—¿Ah? —Kohaku ladeó la cabeza, confundida—. Eso no tiene ni un milímetro de sentido. ¿De qué demonios estás…?... —Calló al darse cuenta de lo que quiso decir, enrojeciendo de la ira—. ¡Vete al diablo, Senku! —gritó molesta.

Todo lo que escuchó en respuesta fue su molesta risa burlona.

Fin.

Holaaaaaa :D

Aquí tienen otro fic porque el otro lo subi muy temprano y yo no estoy tranquila sin actualizar de madrugada :v

Este fic juega con la temática de "Cambio de Roles"!

Senku y Kohaku intercambiaron roles y ciertos aspectos de sus personalidades también!

Y para que encaje un poco más hice que Taiju y Yuzuriha intercambien roles con Chrome y Ruri XD Aunq mezcle mucho las cosas pero bueno, así quedo xP Y también lo de Lillian con Byakuya xD

Ojalá que les haya gustado aunq está muy rarito pero me pareció interesante uwu

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!