El viento movía su cabello con tanta suavidad que se sentía como una caricia. Le gustaba.

Los primeros rayos del sol alumbraban esa solitaria mañana para la pareja que se preparaba para partir.

- ¿Llevas todo? - la gentil mano de Yoongi acarició su espalda mientras le hablaba.

- Si, tampoco es como si tuviera mucho que olvidar - su respuesta estuvo acompañada de una risita.

- Pronto tendrás todo lo que necesites y más, te lo prometo - aquellas palabras las selló con un beso en su sien. - Vamos, ya todo está en el auto.

Los jóvenes adultos terminaron de cerrar la cajuela y tomaron sus asientos como conductor y co-piloto respectivamente.

Antes de finalmente arrancar, Jimin se volteó a ver si alguien iba a despedirse o aunque sea a verlos. Pero nada ocurrió. Él lo sabía; ya no había nada para ellos en ese pueblo.

Una vez emprendieron su camino, el omega se dedicó a admirar el paisaje. Lo admitía, iba a extrañar las calles que lo vieron crecer y los recuerdos que estas invocaban. Sin embargo, ese ya no era su hogar, ahora su único hogar era el que iba a construir junto a su alfa y la pequeña vida que juntos habían creado, que albergaba su cuerpo.

Inconscientemente su mano se deslizó hasta su vientre apenas hinchado. Lo que ahí crecía le había traído tanta felicidad a la pareja. Irónicamente también fue el detonante de su partida.

Cuando comenzó su relación con Yoongi, todos en su familia se habían opuesto profundamente, alegando que ese alfa era muy poco para él y no tenía ningún futuro en la vida. Aquello le había parecido lo más superficial jamás dicho por sus padres. Si, el mayor no venía de una familia con recursos, pero trabajaba arduamente por salir adelante y lograr sus sueños.

El primero tampoco lo tuvo fácil; nadie cercano a él creía en sus metas, todo el tiempo burlándose y haciendolo sentir menos. Y esa situación empeoró cuando anunció su noviazgo con el omega. "Nunca vas a ser suficiente para él, menos si sigues por el mismo camino que llevas" habían sido palabras provenientes de la boca de su madre.

Ambos estaban mayores, ya pasaban los 20's, no necesitaban del permiso de nadie para estar juntos. Aunque eso no quitaba lo mucho que los afectaba tales reacciones por parte de sus familias.

Nada los preparó para la revelación de que esperaban un hijo. Estaban conscientes de que eran jóvenes para establecer una familia, pero eso no opacó sus emociones. Sus corazones no podían con tanta dicha.

Evidentemente, los padres de ambos tuvieron reacciones totalmente opuestas; mientras los de Yoongi catalogaron a su próximo hijo como un "error" que les iba a arruinar la vida y su futuro, los de Jimin, por otra parte, fueron directamente a atacarlo por "dejarse embarazar por un alfa de tan baja categoría".

No siendo suficiente, todas las amistades de la familia Park empezaron a correr el rumor y el rubio fue apartado por todos sus allegados. Fue tachado de fácil gracias a que sus padres mantuvieron su relación con Yoongi escondida de todos. Algo patético considerando que la pareja había comenzado a los 17 años y ahora tenía 23 y 25, respectivamente.

Igualmente nada de eso importaba. Ya tenía sus estudios realizados, estaba enlazado, tenía un alfa que lo adoraba y un bebé en camino. Cualquiera podía decir lo que quisiera, pero él estaba feliz y nadie se lo iba a quitar.

- Cariño - los suaves toques en el hombro por parte del pelinegro lo sacaron de su ensoñación. - Te quedaste completamente ido.

- Ah, sí. Estaba pensando - dijo regalandole una sonrisa nostálgica.

- ¿Podría saber en qué? - preguntó volteandose en el asiento a mirarlo fijamente.

- En todo - respondió el omega. - En lo feliz que soy a tú lado, principalmente.

La mueca de preocupación fue reemplazada por sincero alivio.

La mayor parte del tiempo, Yoongi se preguntaba si todos tenían razón. Tal vez no era suficiente para Jimin. Tal vez ese precioso omega merecía algo mejor. Pero siempre se regañaba por pensar en esas cosas, tenía a lo que más amaba a su lado y eso era más fuerte que todo.

- Aunque... - la voz avergonzada de Jimin le llamó la atención. - En este momento sólo puedo pensar en el hambre que tenemos - mostró una sonrisita no queriendo molestar al mayor.

¿Y cómo podía Yoongi enojarse si su pareja usaba el "nosotros" para referirse a su bebé también"?
Él no podía con tanto. Su corazón era puro amor en ese momento.

- Nos detendremos en la primera gasolinera que veamos ¿Te parece? - agarró la pequeña mano contraria y la llevó a su boca para besarle los nudillos.

- Me parece perfecto - respondió Jimin.

Siguieron su ameno trayecto hasta que por fin divisaron una gasolinera acompañada de una tienda de conveniencia. Y Jimin pudo suspirar con alivio ya que hace kilómetros que su estómago y bebé reclamaban por comida.

- Yo voy, tú quédate - dijo Yoongi cuando vio las intenciones de Jimin de bajarse del auto.

- Yo quiero ir contigo...

- Se que es así, pero sabes que mi alfa no reacciona muy bien al que sentir las feromonas de otro cerca de su omega embarazado - explicó esperando que Jimin entendiera.

- Mmm, está bien - respondió con los labios apretados.

- Bien, no tardo - dejó un pequeño beso en los gruesos labios del omega y se bajó del carro.

Dentro de la tienda empezó a buscar las cosas que necesitaban para el trayecto y para cuando llegarán a su destino. Una vez vio que tenía la mayoría de las cosas se propuso a buscar algo de comer para Jimin. Fue entonces donde recordó que no le había preguntado que quería.

Probablemente fue su cara de inseguridad lo que hizo que la encargada se acercara a auxiliarlo.

- ¿Tiene problemas para encontrar algo?

- Mmm - dudó un momento en responder - si, mi omega tiene antojos pero no me dijo que quería.

La beta soltó una risita. Siempre le había parecido tierno como algunos alfas se volvían hasta suaves por sus omegas en cinta.

- Bueno, no se si pueda ayudarte mucho ya que no conozco a tu omega pero vamos a ver que podemos hacer - le regaló una sonrisa muy dulce - Primero ¿prefiere los postres o los snacks salados?

Yoongi pensó un momento antes de responder.

- Prefiere más los snacks pero le gustan mucho las galletas de cualquier tipo.

- Perfecto, ya tienes lo esencial en tú compra - lo guió a un pasillo donde se encontraban todo tipo de paquetes y envoltorios de muchos colores. - te recomiendo estás papitas, son muy buenas y su índice de colorantes y grasas saturadas es muy bajo, por lo que no le va a hacer daño a tu omega.

Yoongi metió tres paquetes en la cesta, para que les duraran el resto del viaje.

La cajera lo llevó a otro pasillo cuyos anaqueles estaban repletos de todos los tipos de galletas imaginables. Parecía un paraíso. Enseguida empezó a seleccionar las que estaba seguro le iban a encantar a su omega e incluso unas para él mismo.

Una vez pagó toda su compra se devolvió al auto donde su hambriento novio lo esperaba con una cara de cachorro abandonado.

- Min Yoongi, casi nos desmayamos del hambre - reclamó el de mejillas redondas y se cruzó de brazos. - ¿Por qué tardaste tanto?

El alfa no pudo terminar de entrar al vehículo cuando ya le había la bolsa con la comida.

- Es que no dijiste que querías y estuve un rato pensando que podría traerte - se pasó la mano por la nuca un poco avergonzado.

La expresión de Jimin se suavizó y se tiró encima de su pareja con cuidado envolviendolo con sus brazos fuertemente.

- Eres el mejor y más tierno alfa del mundo, amor ¿Te lo habían dicho?

- Yah... - Yoongi le devolvió el abrazo y escondió su rostro en el hombro del contrario para esconder el enrojecimiento de su cara.

Pasaron un buen tiempo juntos, dándose mimos y comiendo lo que habían comprado antes de volver a encaminarse.

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Estaban felices, muy felices. Hacía unas horas que habían llegado a la ciudad y se habían establecido en el apartamento que habían comprado. Para cualquiera que lo viera parecería demasiado vacío y aburrido, pero para ellos significaba el inicio del que sería su hogar. No tenían más que unos cuantos utensilios de cocina, un sofá-cama, un pequeña mesa de dos espacios y sus respectivas sillas.

Justo en ese momento se encontraban acurrucados en el sofá a punto de dormir; Jimin sobre el regazo del mayor, con la playera por encima de su estómago abultado mientras el pálido acariciaba cariñosamente.

- Lo hicimos, por fin - él omega habló tan bajo que no creyó ser escuchado por Yoongi.

- Así es, lo logramos.

Una de sus grandes manos fue a la barbilla para tomarla delicadamente y voltearle un poco la cabeza. Un beso fue depositado con dulzura en su pequeña nariz y luego otro en sus labios. Gustoso lo respondió, moviendo sus labios suavemente, el cariño llevando el gesto.

Se separaron y se acomodaron para dormir tranquilamente como no lo habían hecho hace tiempo. Aunque, antes de apagar las luces, Yoongi bajó hasta estar frente al lugar que albergaba a su hijo y dejar un beso ahí.

Ese día fue el principio del maravilloso viaje que se volvería sus vidas.

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I'm back mi gente, después de un siglo y un poco más vuelvo con este escrito que obvio es mpreg porque tengo una obsesión, don't judge me.

Va dedicado a Eli que lleva una eternidad esperándolo juju, aquí tienes lo prometido.

Pronto voy a subir otro Vhope/HopeV, le dan amors también pliss.

Bell 🕶