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Yo te amo con locura
¿Acaso lo haces tú?
Sabía desde siempre que Jung Jaehyun no era como el resto de alfas.
Es decir, sí, en toda la escuela murmuraban que protegía un corazón de piedra y que no les sorprendería si este no llegara a palpitar. Pero a Doyoung jamás le había importado eso, jamás le dio peso de más a todas esas palabrerías porque suponía que debía conocerlo antes de enjuiciarlo como el resto, y lo hizo.
Fue cuando Jungwoo, su mejor amigo, los había presentado. Al parecer, Jaehyun era el mejor amigo de Wong Yukhei, uno de los alfas altaneros y del mismo calibre de frialdad, no obstante, aquel chico estaba saliendo con Jungwoo y el detalle lo dejó un poco desorientado debido a cuantas diferencias poseía la pareja. Kim Jungwoo era un ser cándido e infantil para estar con una persona que solo se muestra hosca ante los demás.
Habían ido a una feria repleta de gentío y aromas diversos, Doyoung recordaba que el sol ya huía el momento en que Jungwoo quería subir a una atracción de suave riesgo, lastimosamente en donde habían solo un cupo de pareja. Por alguna razón Yukhei y Jungwoo le dijeron que ellos tomarían ese cupo para pasar tiempo juntos y que los dos podrían llegar a ir a solazar en otras carpas de forma aleatoria, no había escuchado todas sus oraciones por extraviarse en el perfil de Jaehyun.
Era lindo, era auténtico y único.
Por alguna razón sensibilizaba a su lobo saltar caprichosamente en su pecho y sus mejillas entibiar y no por el gélido viento de manera precisa.
—¿Vas por un helado o quieres ser el mal tercio? —le dijo Jaehyun esa vez, pintando una sonrisa de mofa en su rostro.
Pero para Doyoung era una demasiado linda. Se podía ver claramente sus encías rosáceas y sus ojos curvados en media lunas que inmediatamente hacían disipar cualquier indicio de burla. El alfa era ajeno a que se volvía alguien tierno con sus expresiones sin darse cuenta, o eso pensaba Doyoung, que solo asintió a su petición mientras colocaba sus manos en el bolsillo del saco y daba marcha sin esperar a Jaehyun.
El silencio.
El silencio que partió el ambiente con la compañía del otro.
—Es invierno ¿por qué un helado? —cuestionó de repente, viendo fijamente como el más alto se detuvo en seco.
Doyoung imitó la acción.
—El helado en el frío es delicioso, Kim.
—Pero me puedo enfermar... —objetó el omega—. Mi garganta es sensible.
—La verdad es que no me importa —comentó hosca para reanudar su camino.
Doyoung hizo un puchero, no le gustaba el tono rudo ejercido, pero no dijo nada, solo continuó caminando en el sendero al lado de Jaehyun, escuchando como a veces el alfa pateaba una que otra piedra, el viento otra vez hacía de las suyas con los árboles, obligándoles a retumbar en sus oídos de forma exigente. Giró otra vez su mirada esperanzada hacia Jaehyun, deseando que pueda haber una posibilidad que él se compadezca, le preste su casaca y así logre apaciguar el frío violento de su cuerpo.
—Quiero que seas mi omega.
Doyoung abrió los ojos.
—¿Q-Qué?
—Eso —señaló con su tono y rostro impasible—. ¿O acaso estás sordo, cachorrito? Quiero que seas mi omega.
Hubo otro silencio.
—Te he estado evaluando una semana, Kim. Sí, me gustas.
Usted igual me gusta, su omega dentro suyo chillaba, dando saltos, pero él estaba tan conmocionado que nada se disparó de sus labios, pero pese a ello, por alguna razón, Jaehyun logró examinarlo, sin decir absolutamente nada.
—¿Evaluando? —cuando se descongeló no dudó en preguntar algo desconcertado y el alfa asintió, sin perder el aura frígida.
—Evaluando para que seas mi omega.
—¿Quién evalúa eso?
—Haces muchas preguntas —se quejó el alfa, pateando una piedra del sendero—. Por supuesto que yo —dijo seco y Doyoung incluso tembló por el tono ejercido—. Igual, sé que te gusto.
Jung Jaehyun sí era lo que todos construían con letras.
Era frío, presuntuoso y un idiota de pies a cabeza.
Pero...
Kim Doyoung era el único omega raro que le gustaba ese tipo de alfa.
—Está bien, seré tu omega... supongo —contestó con algo de pena y luego, suspiró—. Uhm... ¿me tomas la mano?
—¿Para qué?
—Eso hacen los alfas con sus omegas.
—Pues yo no soy cómo "esos" alfas, Kim. Soy diferente.
Y lo era.
Desde ese día cambió para los dos.
No parecían novios, ni pareja de alfa y omega, ni amigos.
Al mes de hacerse pareja oficial, Jaehyun y Doyoung tuvieron su primera vez con el otro. Fue sorprendente que el alfa haya cedido a sus encantos, Doyoung creyó que dejar que lo desvista podría sacar su lado más sensible, y lo logró en un inicio. Los primeros momentos hasta que Jaehyun fue a parar entre sus piernas, separándolas lentamente por las rodillas, el omega tan rojo y el alfa con su líbido descolocado.
—Y-Yo... yo jamás he estado con un alfa —comentó Doyoung, tímido—. Eres el primero...
—Tranquilo, cachorrito, yo tampoco he estado con otra persona, así que si soy brusco contigo, hazmelo saber.
Sólo ese día, Jaehyun fue cálido con él.
Sólo ese día, sintió caricias en todo su cuerpo, las huellas de Jaehyun volviéndose un recuerdo atiborrado de dulzura y deseo.
Sólo ese día se mostraron como alfa y omega.
Cuando terminaron, el omega se posó en su pecho, aún con las regordetas mejillas calientes. Jaehyun acariciaba su espalda baja, y las sábanas se enredaban hasta taparles lo necesario con presición, Doyoung juraba que iba obtener un ataque cardíaco al recordar que no usó el preservativo con el alfa, sin embargo, otra idea de un cachorro lo atacó con tal daño que sonrió tonto al plasmarlo en su cabeza.
Un cachorro o cachorra con él, con su sonrisa gomosa y sus ojos, a Doyoung le parecía atractivo a simple vista el pensamiento, haciendo a su corazón bombear de tal forma tan acelerada al añorar compartir aquella idea con su pareja, aún eran jóvenes, lo sabía, no obstante, no cree que construir el pensamiento de una inocente familia en un futuro sea mal tomado.
—¿Te gustaría... tener cachorros más adelante, Jaehyunie?
—Uhm —fue lo que contestó—. No pienses mucho en el futuro, Doyoung. Sólo tómate mañana la jodida pastilla y ya.
Pesimista, bastardo, maldito.
El omega iba a decir algo, pero prefirió callar.
Doyoung siempre tenía que decir algo, pero siempre prefirió callar.
Así que tomó una decisión, o bueno, dos.
Tal vez... deba tomar cartas en el asunto con Jaehyun.
O simplemente deba rendirse con él...
e irse de su vida.
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