꒰ ⌗ Tercero ! ꒱
—¿Seungminie?
—¿En qué foro dices que encontraste la solución?
Bangchan parpadeó unas cuantas veces antes
de bajar la mirada a sus manos, donde un par de envoltorios metálicos brillaban con la luz del medio día, los barajaba con nerviosismo y de hecho estaba bastante avergonzado, y seguía sin entenderlo. Todos suponían que la parte íntima en pareja estaría superada puesto que tienen la custodia de tres pequeños cachorritos mestizos bastante llorones y tiernos, pero la verdad es que a Bangchan le avergüenza hacer cosas subidas de tono con su pareja. Y Seungmin es el Omega más desvergonzado frente al vampiro, siempre fue el primero en dar esos pasos calientes y ahora era el que estaba semidesnudo en medio del colchón juzgando mentalmente los "foros" consultados por Bangchan.
—Le escribiste a Felix, ¿cierto?
—Veo que me mintió...
—Mi dolor de colmillos no se calma teniendo sexo, es de sentido común...
Bang alzó sus belfos rositas en un puchero y regresó sobre sus pasos aún con la cabeza gacha, como si volviese de una batalla perdida y estuviera siendo regañado por sus padres. Y Seungmin no podía dejar que ese sentimiento feo se apoderase de su dulce Alfa, claro que no.
Bajó del colchón rápidamente, atrapando las manos del más alto entre las suyas y el contraste de sus temperaturas corporales le erizó la piel en segundos.
—Aún me duelen los colmillos, ¿piensas dejarme así? —Se señaló a sí mismo meneando una de sus piernas desnudas por delante de la otra, la tela de su jersey no llegaba mucho más abajo de su cintura y el tejido negro de su ropa interior que se adhería a sus muslos se dejaba ver.
Si Bangchan antes estaba en un estado de humillación bastante avergonzado por haber creído en palabrerías sucias de su cuñado, ahora sentía otro tipo de vergüenza, una vergüenza que se manifestaba de forma diferente y, más específicamente, se mezclaba con otro tipo de sensaciones químicas, ocasionando una elevación dolorosa en...
—Si me dejo morder... —Susurró soltando los preservativos y dejándose llevar por los tirones suaves del bajito— Yo también quiero probar...
Seungmin alzó una ceja al tiempo que se dejaba caer en el colchón de espaldas, abrió sus piernas ante el mayor y entre risas divertidas dejó que se colocase entre ellas, mordiendo parte de su labio cuando el otro se aventuró a tocar sus muslos desde arriba, hundiendo sus falanges sin llegar a hacerle daño de verdad.
—¿Quieres morderme? Ya tengo una mordida tuya bastante dolorosa en mi cuello.
—Esa solo le advierte a todos que tienes un Alfa bastante atento y servicial que cuida de ti y de tus cachorros —El Omega entrecerró sus ojos bufando por la definición— Y tus micromordidas les recuerdan a todos que tengo un Omega que cuida de mi y de mis cachorros... —Musitó rodando los ojos cansado.
La relación debía ser 50-50, ¿cierto? En su relación no habían roles marcados como tal, aunque Seungmin fuera el Omega, no debía privarse de defender a su Alfa si así lo requería la situación, ¿no? Y Bangchan dejó claro que la crianza de sus cachorros no se basaría en dejarle el trabajo pesado al castaño.
—¿Micromordidas? —Inquirió dañado sentimentalmente por dicha afirmación— Changbin pensó que te habías peleado cuando vio mis hermosas mordidas en tus brazos...
Bangchan negó suavemente y bajó a la altura de su rostro, rozó con cuidado sus labios por encima de los finos e impacientes del castaño.
—¿Me dejas? —Preguntó para confirmar, sus manos habían cambiado de dirección y estaban subiendo una vez más, adentrándose en el jersey de poliéster. Seungmin era tan caliente que Bangchan podía jurar que podía volverse adicto a su contacto.
Una pequeña sonrisa se asomó y asintió, alzó sus manos dejando que la prenda fuese retirada y arrojada por alguna parte de la recámara. Sus pechos redondos y suaves se movieron un poco con la última acción y dejó al Omega al descubierto. Atinó a taparlos con rapidez.
—No me acostumbro a tenerlos... —Murmuró relamiendo sus labios, el Alfa los veía con curiosidad.
Hasta entonces lo había visto desnudo muchas veces desde que tuvo a los cachorros pero siempre temía preguntar si podía tocarlos, sentía que, hasta el momento, no se sentía cómodo con los cambios en su cuerpo y estaba dándole tiempo a amar esos pequeños detalles. Seungmin andaba mucho tiempo desnudo en casa, un exhibicionista en toda regla, pero tenía un Alfa tímido que no se atrevía a explorar sin pedir permiso, lo podía descubrir desde lejos apartando la mirada y absteniéndose a espiar.
Y de hecho estaba esperando que llegase el día en que su curiosidad no pudiese quedarse quieta y se animase a hacer algo con sus pechos que no fuese solo mirarlos, había leído sobre la estimulación de estos y tal vez su Alfa encontrase un nuevo entretenimiento en ellos.
—¿Duele mucho cuando les das de comer? —Bangchan se dejó caer un poco sobre el cuerpo de su pareja sin llegar a aplastarlo, su rostro estaba entre los bultitos aún tapados y una sonrisa tonta se escapaba de Seungmin.
—Al principio sí, ahora no noto cuando les estoy dando...
—¿Puedo verlos?
Chispas se pintaban en los luceros negros del vampiro a la hora de dejar caer la pregunta, curioso por ver descubiertas sus dos tetitas. Y Seungmin debía aprovechar a verle tan atrevido, aunque le asustaba que Bangchan no reaccionase de buena forma y que los cambios de su cuerpo sean contrarias a lo que estaba acostumbrado. Tenía miedo de no gustarle de esa forma.
Los destapó despacito, permitiéndose ver cómo la mirada de Bangchan seguía las elevaciones con un sonrojo fortísimo en ambas mejillas, pues con su piel tan pálida era muy fácil apreciar su vergüenza. Los labios del Omega temblaron al tener las palabras en la garganta, siendo incapaz de decirle algo.
Su piel morenita y febril, el pezón adormilado y suave, la areola oscurecida y el grosor del pecho. Bangchan lo detalló a su tiempo, volteando hacia el menor una vez más únicamente para encontrarle con los ojitos cerrados y el ceño fruncido, esperando a que le dijera algo al respecto.
—Quiero tocarlos.
Seungmin le iba a dar el permiso al instante, pero Bangchan ignoró hasta su propia pregunta, pasando su lengua húmeda y blanda por la dermis cálida de su seno hasta hacer un camino de saliva y llegar al pezón. El cuerpo de Seungmin respondió rápidamente y no logró tapar su boca antes de que un suspiro de satisfacción se escapara de sus belfos, estremecido y con las piernas temblorosas volteó a verle.
—¿Qué...
—Tú me muerdes en dónde quieres mientras duermo, así que el cambio que pido es muy justo —Declaró con las comisuras de sus labios alzándose— Me gustan tus senos, son bonitos, gorditos y suaves... serán míos ahora.
Relamió sus labios antes de recargarse sobre Seungmin, obligándole a besarle de forma lenta y suave, avisándole de forma silenciosa que esta vez harían las cosas de diferente manera. Y supo exactamente de qué se trataba cuando atrapó sus pechos con ambas manos, la imagen grande y fuerte del Alfa le hizo acceder a su naturaleza sumisa y dócil, permitiéndole sin ningún tipo de freno su cuello.
Lo siguiente que recordaba era a Bangchan dándole un pequeño beso en la mejilla para luego clavarle los colmillos en la curvatura de su cuello.
꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱
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