—¿Por qué Jaehyun está allí? —La pregunta de Jisung hizo que el aludido le viera con el ceño fruncido y las mejillas infladas, gotitas de lágrimas se habían secado en sus mofletes y el moco que le bajaba completaba la faceta rebelde y berrinchuda del cachorro.

Seungmin se mofó un poquito antes de colocarse al lado de su amigo para ver a su pequeño encerrado en el corral con una mueca de niño regañado, intentando manipular al chico de cabellos rubios que vino a visitarlos ese fin de semana, tal vez él podía hacer algo para sacarle de ese infierno lleno de juguetes chillones y peluches mordisqueados por sus hermanos.

—No tuvo una buena mañana y le pegó varias veces a Jaemin con el biberón, podría haber sido sin querer pero luego empezó a morder a Jungwoo... —Jisung se apartó lentamente del corral— No sabemos qué le pasa, Bangchan dijo que tal vez necesite atención pero recibe la misma que todos...

—Jaehyun es el mayor, ¿verdad?

Jisung casi suelta una carcajada.

—Si lo dices por el orden, sí. Hyunie fue el primero en salir, treinta segundos después Jungwoo le acompañó y un minuto más tarde Minnie se les unió... —Ambos se movieron a la cocina y las voces de los Alfas resonaban como murmullos suaves, los dos estaban muy cerca diciéndose algo entre susurros.

—A Jaehyun se le ha adelantado la adolescencia...

Los dos cachorritos de vampiro restantes estaban sentaditos en sus tronas pegados a la mesa, Bangchan les había dado un plátano a cada uno y cada cual lo comía a su manera. Jaemin era muy delicado con la comida, casi parecía un niño mayor queriendo comer como los adultos con ayuda de tenedores o palillos, pero al ser peligroso, no se los dejaban. Así que él sostenía firmemente la fruta, apretando tanto que podía hacer puré. Jungwoo no se dejaba vencer por un simple plátano y había machacado todo en la tabla, comiéndolo directamente sin usar las manos, toda su cara, parte de su cabello y hasta detrás de las orejas. Tenía plátano por todos lados.

—¿Te refieres a eso? —Señaló a los cachorros.

Jaemin tenia una tirita en la frente por los golpes que su hermano le dio con el biberón, la primera vez no había llorado y mantuvo la compostura frente al bruto de su mellizo, pero luego se repitió y no le quedó otra que delatarlo. Jungwoo volvía a ser diferente, sintió los dientes de su hermano en su brazo derecho y rápidamente se defendió tirándole del pelo. La segunda vez que le mordió no pudo hacer nada y se soltó a llorar desconsolado. Tenía una tirita en su brazo derecho y Seungmin había aplicado algo de crema en su pie por la última mordida.

No solían pelear porque se les daba lo mismo a partes iguales, tenían todo de sus padres y cualquier capricho que quisieran así que pelear por algún juguete era ilógico, incluso cuando se trataba de compartir al mismísimo Seungmin, esperaban pacientemente su turno y nunca había peleas.

—¿El corral es un castigo? Pobre cachorro, lleva allí toda la mañana... —Minho quiso defender a Jaehyun pues los tres bebés le parecían pequeñas bolitas tiernas y ver a uno de ellos castigado tras las rejas le parecía una hazaña muy cruel de parte de sus padres— Anda que castigarlo siendo tan pequeño...

Jisung asintió dándole la razón pero luego vio de cerca a los bebés en sus sitios y se dirigió a Minho usando un tono dulzón, casi podría ser coquetería si se añadían sus facciones bonitas tornándose rojizas por algo de vergüenza.

—Tengamos uno de estos. —Le dice y Minho borra su sonrisa.

—No somos novios. —Le recuerda.

Bangchan quiere soltar un corto comentario sobre las palabras de Minho pues tras ojear al otro Omega puede notar que se remueve dolido pero disimula cualquier emoción soltando una risa forzada mientras habla.

—Así mejor. —Responde divertido— Seremos los mejores padres separados, tendrá dos casas y podrá tener dos habitaciones, yo le daré permiso para ir de fiesta y tú irás a buscarlo cuando se emborrache, conmigo vendrá por consejos e irá a tu casa a por comida. Es perfecto.

—¿Un hijo de ustedes dos? —Seungmin frunce el ceño y se sienta al lado de sus cachorros, tiene que ayudar a Jungwoo a limpiarse el plátano de la cara antes de que se le muera por que un trocito de la fruta se le quedó en las fosas nasales— Los cachorros son eso, seres tiernos que hacen mil cosas al día para intentar morirse... la función de los padres es asegurar su vida.

—Minho, dame un hijo. Voy a demostrarle a Minnie que yo también puedo criar a uno de esos. —Retó de todas formas cruzándose de brazos.

—Nosotros tenemos tres. —Objetó Bangchan, aunque no negaba que el trabajo de un solo cachorro fuese difícil, era de cajón que tres de ellos era un nivel superior— Fue cosa mía.

Tras la mueca burlona del vampiro y el tierno Omega que refunfuñaba al otro lado de la cocina, Minho rodó los ojos cogiendo los platos para colocar la mesa.

—Jisung, te voy a embarazar de cuatro cachorros, vamos a darle trabajo a tu útero.

—Y diversión a tu pene, imbécil.

Bangchan se había quedado dormido con el cachorro más rebelde de los tres después de una reconciliación entre hermanos, misma que duró más de lo previsto pues Jaemin aún estaba resentido por los biberonazos que su hermano le propició. Aún así terminó por abrazarle cuando Jaehyun amenazó con llorar. Jungwoo simplemente olvidó que estaban peleados y compartieron turno a la hora de lactar.

Podrían ser las tres de la mañana, dos cachorros ya estaban en sus cunas y el restante estaba en el pecho del Alfa, ambos totalmente dormidos. Seungmin estaba por acompañarles, de hecho había dejado los platos de la cena abandonados en el fregadero con la intención de irse a descansar con su Alfa y sus tres hijos, pero se quedó sentado en uno de los bancos de la isla.

Recuerda que después de acostar a Minnie sintió un dolor extraño en el estómago, de hecho estaba en la cocina porque quiso buscar un vaso de agua y alguna pastilla para ese corto pero fuerte dolor. Pero no pudo avanzar mucho más y alcanzar siquiera el grifo.

Se sentía muy mareado.

Tocó su frente buscando alguna anomalía en su temperatura corporal, soltó el aire de una bocanada para mantenerse despierto e incluso tocó el punto exacto donde el dolor se dibujaba por segundos para desaparecer después.

—...Seungie?

Oh. ¿Era la voz de Bangchan? No, él estaba dormido con su cachorrito en el sofá del salón. Una sonrisa se dibujó al recordar la forma tímida en la que su bebé buscó el perdón de sus hermanos antes de aceptar que cometió un error.

—¿amor?

Sonaba muy cerca, como si le estuviera hablando al oído. Uh, tal vez estaba durmiendo y Bangchan le estaba molestando para hacer el amor, algo típico en él los últimos días. Pero debía negárselo hoy, no solo porque estaba cansado, sino porque no tenía ánimos.

—¿Estás bien?

Debería decirle que sí, que estaba bastante bien.

—Estás...

Seungmin alzó un puchero, giró el rostro un par de centímetros y encontró a Bangchan de pie con Hyunie en sus brazos dormido, sus piernitas gorditas caían a los costados de la cintura del mayor y su cabecita estaba apoyada en su hombro, tenía una mueca tierna y aún se agarraba de Bangchan para que no le dejara en la cuna, tal vez esa fuese la razón por la cual no le había dejado en su habitación.

—¿Estás llorando?

"Claro que no..."

Tocó sus mejillas con una sonrisa, ¿por qué le preguntó eso?

—Chanie... —Musitó al final en un sollozo lastimero al descubrir la humedad que se esparcía por sus mejillas, sus manos ahora temblaban y la vista se nubló segundos después.

Supo que se había desmayado una hora más tarde, de hecho tenía una venda en la frente y crema en la comisura de su labio, el dolor que le atormentaba antes en la cocina no se comparaba con el que comenzó a crecer ahora. En su cama, a oscuras y sin compañía pensó que era una pesadilla.

—Seungminie... —Los brazos cálidos de su esposo rodearon su anatomía, tal vez no estaba solo.

Pero justo cuando creía entender la situación, su realidad se destruía y se trasformaba.

Ya no le dolía la cabeza ni el vientre, pero el mareo regresó acompañado de náuseas. Había tenido un día casi perfecto con la rabieta de uno de sus cachorros, una comida divertida con sus amigos más cercanos y una noche bonita con su marido, ¿Qué le estaba ocurriendo ahora?

Sintió que debía llorar, que podía hacerlo mientras Seungmin le abrazaba.

Besos pequeños se plantaban suavemente en su cabello, caricias calmaban los temblores de sus manos pero no escuchaba a Bangchan, no podía entender lo que le decía o el porqué lo hacía, debería guardar silencio hasta que lograse calmarse. Pero el murmullo de su voz impedía que pudiese concentrarse en dejar de llorar.

Bangchan observaba a su Omega sollozar y musitar palabras sueltas, sus ojitos estaban cerrados forzosamente y algunas veces parpadeaba con el ceño fruncido, las manos que intentaban sostener su camisa temblaban y parecía que no le escuchaba cuando le decía que debía despertar.

Desde que le trajo de la cocina había estado inconsciente y cuando le trató la herida de la frente notó las primeras secuelas. No comprendía lo que le estaba sucediendo pero por alguna extraña razón no podía separarse de él y abrazarlo, su pecho dolía y lo único que calmaba algo en él era tenerle cerca.

Tres horas después Seungmin despertó al lado de Bangchan.

—Chanie... —Murmuró tan bajito que dudó querer despertarlo de verdad, podía escuchar a uno de los cachorros quejarse y fue cuando quiso saber la hora, topándose con el reloj marcando las seis de la mañana— Es Jaemin... Chanie, Minnie está despierto...

Salió de la cama.

—Minnie... —Dijo adentrándose en la habitación, el cachorro ya estaba de pie en la cuna totalmente serio y con los restos de lágrimas en sus mofletes— ¿Te he hecho esperar? Perdón, papá está enfermo... ¿perdonas a papá? —Le preguntó después de alzarlo, dándole besitos y cambiando de humor especialmente para él— ¿Verdad que sí perdonas a papá?

Sabía que tenía cuarenta y cinco minutos para darle de comer porque Jaehyun era el siguiente en despertar, la suerte era que Jungwoo tardaba más en tener apetito mañanero y le daba un margen para reponer leche. Cuando regresó a la habitación Bangchan ya estaba despierto.

—Buenos días, bonito.

—Buenos días, cariño.

Se sentó al borde de la cama y se acomodó bien para alzar su pijama y ofrecerle el pezón al bebé, no se hizo de rogar y tras engancharse cerró sus luceritos, solo necesitaba un poco de leche para volver a dormir así que agradecía que Seungmin le haya dado y no le obligase a desayunar otra cosa.

—¿Te encuentras bien? —Bangchan preguntó viéndole desde su sitio— Ayer te desmayaste...

—Oh... —Como si hubiese olvidado todo, tocó su frente y acarició la venda con cuidado— Sí, creo que tengo que descansar...

—¿Es eso? —Volvió a preguntar— Estuviste llorando hasta que te dormiste, pensé que ya no tenías pesadillas, ¿han vuelto?

Seungmin hizo un mohín e intentó acariciar sus colmillos con la punta de su lengua, con los meses que lo había tenido, había desarrollado esa costumbre cuando tenía que pensar. Pero no sintió la curva filosa de su colmillo derecho, como si éste hubiese desaparecido. No contento probó con el otro y, confirmando que habían desaparecido, vio a Bangchan asustado.

—Ya no tengo colmillos...

—¿Te sacaste los colmillos? ¿Por eso llorabas? ¿Te desmayaste por pérdida de sangre? Debemos ir al médico, te tienen que implantar nuevos dientes-

—H-Han vuelto a la normalidad... —Le interrumpió— Ya cumples tu papel de Alfa, Chanie.

—¿Q-Qué?

Seungmin sonrió.

—Mis colmillos crecieron por la falta de compañía de tu parte, mi Omega se pensó que estarías solo algunas veces y por eso desarrolló un mecanismo de defensa para proteger a los cachorros —Explicó y el vampiro hizo una mueca dolido— Pero ayer volvieron a su tamaño y ya no necesito protegerlos yo solo, ya estás aquí...

—¿T-Te encuentras bien? —Fue lo que le preguntó el Alfa tras incorporarse en la cama a su lado, llevó una mano a su mejilla y acarició suavemente— Prometí no distanciarme más de ti desde que me enteré de tu problema, pero realmente solo estoy haciendo lo que debí hacer desde un principio...

Seungmin desvió su mirada a Jaemin e hizo una mueca, seguía bebiendo pero ahora más despacio y de forma perezosa, casi dormido.

—Mi Omega es un dramático. —Dijo enternecido con la preocupación de su pareja— Pero debo aceptar que estos meses han sido muy bonitos...

Bangchan le besó en la cabeza, teniendo cuidado con Minnie, tomando del mentón al castaño para atacar sus labios en un beso de verdad. Suave y delicado, simplemente disfrutan del momento.

—Por un momento pensé que estabas embarazado... —Confiesa Bangchan tras separarse de sus labios— Estaba buscando pruebas de embarazo y ya tenía listo un mensaje de difusión para avisarles a todos que estábamos esperando otra vez...

—Chanie...

—¿Uhm?

—No más cachorros...

—No más... ¿por qué?

—Tres es un número bonito, es impar. —Le dice y Bangchan hace una mueca de disconformidad.

—¿Así acaba tu etapa de colmillos y mordidas? Pensé que podíamos cerrar esta historia con una noticia a sí, tendríamos una buena excusa para decir que tenemos muchos cachorros —Dice y deja un besito en la cabeza de Beom— ¿Te imaginas? "Te tuvimos porque tu padre tuvo una temporada hormonal en la cual quería tener sexo y morderme"

—Uhm, realmente fuiste tú el que me mordía, eres un vampiro pervertido que se aprovechó de mí para morderme los senos-

—¡Tú me los ofreciste! Igual, tampoco sería una buena historia para contarles a nuestros hijos...

Seungmin le vio algo molesto.

—Este trío vino después de que tuviésemos una pelea por celos, ¿es mejor esta historia?

Bang se mofó.

—No, pero aún podemos hacer que se cumpla esa de las hormonas y las mordidas...

꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱