S E I S
— ¡Namjoon hijo! ¡Trae a Jimin! —
Deje los cupcakes de Mickey Mouse en la mesa tratando de alejarlos de todas las manos curiosas de los niños que se encontraban por todos lados.
El pequeño de la casa estaba cumpliendo dos años.
A pesar de la situación del país, quería celebrar aquel momento tan especial con los vecinos y la familia, pasar una buena tarde.
Había gastado bastante dinero en todos los arreglos, algo totalmente innecesaria hablando de que Jimin no recordaría nada ni le prestaría atención. Solamente quería ser quisquilloso con él y hacerle una gran fiesta con uno de sus personajes favoritos.
Además quería demostrar que a pesar de que era padre soltero hacia muy bien mi trabajo.
Salí al jardín, sabiendo que Jimin estaría ahi con alguno de sus familiares y uno que otro primo jugando junto a él.
— Hola príncipe — le dije, tomándolo rápidamente en brazos, haciéndolo reír.
— Tío vamos a cantarle cumpleaños a Jimin — avise ya llevándome a mi hijo en brazos.
Todos habían entrando a la casa, listos para cantarle a Jimin sus dos años, los niños haciendo ruido hasta decir basta y mi madre lista para tomar la foto para cuando Jimin soplara las velas.
Había sentado a Jimin en la mesa frente al gran pastel con las orejas de aquel ratoncillo que tanto le gustaba.
Vi su carita sonriente y feliz, emocionado mas por la forma del pastel que había frente a él, que del hecho de que estuvieran cantándole cumpleaños.
Entre aplausos de todo el mundo, me incline hacia él besándole una de sus regordetas mejillas.
— Sopla bebé — sonreí.
Y aun que lo intento, al final fui yo quien disimuladamente apague aquel par de velas verdes. Jimin aplaudió contento con todo y yo no pude ser mas feliz.
Lo abrase y repartí mas besos por todo su carita, provocando mas risillas de su parte.
— Feliz cumpleaños Jimin —
Una semana.
Había pasado una semana y aquella supuesta "recuperación" no sucedía.
Seguía recordando muy bien cada momento con Jimin...
Lo seguía sintiendo tan real.
Me levante de aquella cama, con el pecho subiendo y bajando de manera rápida, nunca iba poder estar tranquilo con aquella angustia encima.
Las heridas en mi cuerpo ya habían sanado bien. Solo una que otra cosa interna que no me provocaba mas que una molestia. Nada a lo que no le pudiera hacer frente.
Mire el reloj en la pared eran las siete y media de la mañana.
Así que dentro del silencio de la habitación, cambie mis ropas y arregle un poco mi cabello para salir del cuarto.
Le había prometido a Jin que saldría adelante con todo esto.
Ya me había familiarizado con las instalaciones, de hecho todo era fácil. Le decían clínica al area donde había despertado y era el limite donde un refugiado podia entrar. Mas haya de la clínica se encontraba ya las instalaciones de investigación de la ONU, el único sector que no había sido modificado, todo lo demás había sido construido de manera improvisada. El resto eran areas para los refugiados, excepto una gran habitación después de la clínica, una clase de cuarto de sistemas pero realmente no lo sabia muy bien, solo que evidentemente no cualquiera podia entrar ahi, pero tampoco era sumamente prohibido para los refugiados.
Camine hacia el comedor, tomando una bandeja para tomar el desayuno.
Me senté en el primer lugar alejado de las personas que mi mirada encontró.
Observe todo el lugar, un gran comedor donde se encontraban varias pantallas donde solo trasmitía información como el clima, la hora, cosas de ese estilo. Habían bastantes adultos de un lado a otro, pero podia asegurar que ahi no estaban las doscientas personas. Las instalaciones de los refugiados eran lo suficiente grande como para perderse un buen rato de la vista de bastante gente.
Abrí el paquete de plástico donde se encontraba el pan, un pan terriblemente preservado, casi todo era así, pero en estas condiciones a absolutamente a nadie le importaba.
Había comida, listo.
— Estoy seguro que el resto de personas aquí no muerde —
Levante la mirada, viendo como Seokjin llegaba sonriente, con su ropa pulcra y su gabacha blanca perfectamente bien puesta. Puso su bandeja frente a la mía y se sentó totalmente relajado.
Sonreí.
— Apuesto que no. Pero prefiero no arriesgarme —
— ¿Solo comerás eso? — me cuestiono, podia sentir su molestia.
Me encogí de hombros y suspire.
— Me encanta el pan y el agua en las mañanas, que te puedo decir... —
— Nam... —
— Hoy no desperté con apetito, es solo eso. Veo peor el hecho de servirme un desayuno completo y dejarlo —
Seokjin se volvió la única persona con la que hablaba desde que desperté aquí y bueno, agradecía que al parecer eso no le molestara.
— Ayer no te vi en todo el día — me reprocho, cambiando de tema.
— Anduve por ahi — me limite a decirle, simplemente había pasado de la habitación al jardín ese que estaba resguardado — No quería molestarte, debes de tener a muchas mas personas cargo tuyo, como para distraerte —
Jin negó.
— Para nada, tu eres el primero —
Fruncí el seño, confundido — ¿Enserio? ¿Por qué? —
— Bueno hasta hace poco mi padre me dejo ayudar aquí, antes solo era un refugiado mas —
Pensaba que Jin era un trabajador mas, de hecho en el tiempo que habíamos hablado no había mencionado a nadie de su familia, ni nada por el estilo y simplemente asumí que si no lo mencionaba era porque ya no estaban con él, al menos eso tenia lógica para mi al nunca ver a nadie a su lado.
— Nunca he visto a tu padre. De hecho hasta ahora hablas de él —
— Oh, eso es porque mi padre es uno de los investigadores. Y bueno todos los que normalmente trabajaban aquí, ahora viven encerrados en los laboratorios tratando de buscar una solución rápida a todo esto en conjunto con los países que tienes cedes al rededor del mundo y que aun se mantienen a salvo —
— Así que es un trabajador... ¿Como llegaste al refugio? —
— Cuando todo se desato, se volvió como una alarma mundial, permitieron que todos los familiares de los trabajadores vinieran y momentos antes que culminara aquí en Corea se abrió como refugio a cualquier persona que llegara limpia del virus. Mi padre fue por mi antes que todo fuera un caos —
— Así que no sabes lo que pasa fuera de estos muros ¿No? —
— No lo he vivido, pero si se que sucede. Era medico en el Asan Medical Center y apenas llegue tenia la necesidad de ayudar aquí como lo hacia mi padre y los demás trabajadores. Pero mi padre simplemente se negaba con miedo que me pasara algo, tuve que rogarle bastante las pocas veces que lo veía para que me dejara poder ayudar como medico a los refugiados —
Jin era una gran persona, me imagino que se tuvo que sentir molesto quedándose quieto como refugiado, viendo como algunas personas necesitaba ayuda medica.
— Entonces... ¿Me tengo que sentir honrado de ser el primero? — le sonreí.
— ¡Oh si! Deberías de, tuviste suerte de estar a cargo mío, siéntete afortunado — rio.
— Lo hago... — le confesé.
La verdad posiblemente ya me hubiera vuelto loco sin la compañía del mayor. Porque si, Jin era mayor que yo, por muy joven y relajado que se veía.
— Me alegra escuchar eso —
En eso un chico corrió hacia nosotros, bueno mejor dicho hacia Jin, abrazándolo feliz cuando ya estuvo lo suficientemente cerca.
— ¡Oh! ¡Jungkook! ¿Vienes a desayunar? —
Jin se veía cercano al chico, le sonría con ternura y el tal Jungkook también.
— ¡Si! Mamá y yo venimos llegando, espero que no se haya terminado el desayuno —
Jin se rio.
— No te preocupes, aun queda algo — desacomodo el cabello del menor, luego volteo a verme — Nam te presento al bebé del refugio —
— ¡Hyung! ¡No soy un bebé! —
— ¿El bebé del refugio? —
Jin seguía sonriente abrazando al chico, haciéndolo molestar un poco al mismo tiempo.
— Si, Jungkooki tiene trece años, es el mas joven del refugio, los demás chicos van de quince para arriba — me respondió, viendo como apretaba las mejillas del chico pelinegro haciéndolo bufar aun molesto pero cualquiera podia ver que al tal Jungkook le gustaba la atención que le daba Jin.
Pero eso no fue lo que me hizo pensar demás, fruncí el seño al escuchar la respuesta de Jin.
— ¿Él mas joven...? —
— ¡Soy el mas joven pero no soy un bebé! — lloriqueo él chico.
Aquello me había tomado por sorpresa, no sabia porque mi mente grito en inseguridad en ese momento y nuevamente ideas devastadoras se apoderaron de mi. Todo a mi alrededor dejo de tener importancia, incluso la discusión entre Jin y Jungkook, todo dejo de importarme cuando deje que mi mente tomara terreno antes lo que me había dicho el mayor.
De doscientas personas el chico era él mas joven con trece años.
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