O N C E
Con el corazón en la mano terminamos de acercarnos al auto.
Lo primero que había notado era como la puerta del conductor, donde estaba yo, había sido forzada y se encontraba totalmente abierta. Posiblemente los que me rescataron había hecho lo imposible para sacarme de ahi.
Pero era lo que menos me importaba. Solo era necesario que mirara entre las ventanas para al fin saber si aquello que una vez creí amar con tanta fuerza era mentira o no.
En cualquiera de los dos casos iba tener muchos problemas encima.
Pero a pesar de que la idea de aceptar cualquiera de las dos realidades estaba ahi, nada me preparo lo suficiente para encontrarme con toda la parte de atrás del auto totalmente vacía.
Cerré los ojos con dolor. Mi corazón siguió latiendo con fuerza, pero esta vez latiendo con dolor al empezar a entender que nada era cierto.
— Nam... —
Tome aire, no era el lugar ni el momento para dejarme llevar por la angustia.
— Lo siento... Hice que hicieras todo esto por mi y siempre tuviste la razón... — dije, intentando con todas mis fuerzas mostrarle que estaba bien. Aun que fuera mentira.
— No digas eso... —
— Maldición. Te estoy poniendo en peligro, aun cuando me tratabas de decir de todas la maneras posibles que todo había sido producto de mi imaginación. Lo siento, lo siento tanto Jin —
Sentí como Jin me giro hacia él, quedando cara a cara mientras ponía sus manos sobre mis mejillas, acariciándolas como la mayor muestra de cariño que podia recibir en aquello momentos.
— Tu y yo necesitábamos ver esto. No tienes porque disculparte de nada, todo ha sido muy complicado para ti y he tratado de entenderte. Lo hice para que por fin estuvieras bien contigo mismo. Para que ambos estuviéramos bien —
Sin importarme nada, ni pensarlo, lo abrase. Como lo había hecho la vez que no vi la foto que tanto creía tener en la billetera. Siendo egoísta una vez mas con él y refugiándome en sus brazos.
Incluso aquella vez había sido prueba suficiente de que tenia serios problemas.
En eso algo reacciono en mi, fue como si mi mente me diera un ultimo recuerdo. Me aparte de Jin.
No...
Había una ultima cosa.
Si mis temores eran ciertos, faltaba algo importante.
Volví al auto e intente entrar por la ventana, ignorando la voz de Jin y sus intentos de saber que hacia. Las puertas se veían tan mal que no quería ni intentar abrirlas, no quería provocar mas ruido que empeorara la situación.
— Nam ¿Qué haces? No, espera — todo esto me lo decía regulando su tono de voz, al tiempo que tomaba mi camisa evitando que entrara en el carro. — No vas a entrar por ahi, te puedes herir con los vidrios. Espera. Namjoon Espera. —
— No, necesito entrar —
— Dios ¿Qué mas necesitas para intentar superar esto? — su voz ahora era desesperada.
— Desechar cualquier duda... Hasta la mas pequeña —
Debido a sus quejas por no dejarme entrar por la ventana, junte todas mis fuerzas para abrir aquella puerta totalmente atascada, mandando a la basura cualquier temor de atraer a algún infectado.
Entre sin ni siquiera pensarlo dos veces a penas logre abrir la puerta.
Me arrastre por el sillón, hacia donde yo sentaba a Jimin y trague grueso al ver la funda negra.
Era mi ultima esperanza.
Metí la mano entre la funda del asiento y no pude evitar sentir mis ojos aguarse al sentir aquel objeto entre mis dedos.
Lleve mi otra mano hacia mi boca, luchando para no llorar mientras sacaba aquel carrito rojo de su escondite.
Lo apreté con fuerza en mi mano, sintiéndome el peor padre del mundo.
— Hey... Nam ¿Qué sucede? — escuche a Jin, también angustiado de un momento a otro.
— Tengo que encontrarlo Jin... He perdido mucho tiempo en esta mierda — gruñi.
Salí del carro, quedando justo enfrente de él, incluso tuvo que retroceder un par de pasos para poder juntar nuestras miradas.
— ¿Por qué dice eso? —
Extendí mi mano hacia él, abriendo mi puño para enseñarle el pequeño carro de juguete.
— A Jimin le encantaba jugar a esconderlo. Momentos antes del accidente yo lo había escondido para que él lo buscara, luego sucedió todo esto... —
Jin tomo el objeto entre sus manos, me regañe a mi mismo al sentir la necesidad de apretarlo entre mis manos cuando me lo quito, pero me contuve porque sabia que eso haría verme de verdad como un autentico loco.
Solo...
Solo que era lo único que tenia de Jimin en estos momentos...
No podia descifrar la expresión de Jin, no sabia que era lo que estaba pensando. Pero definitivamente no estaba totalmente convencido...
¿Por qué? No lose, pero ahora yo si estoy lo suficiente cuerdo para dejar todo este drama y buscar a mi hijo.
Pero sin duda alguna el apoyo de Jin no me vendría mal...
— Namjoon, esto... — pero antes de poder seguir hablando, los crujidos en las ramas se hicieron presentes.
Apenas lo había escuchado tome a Jin y nos agachamos, acercándolo hacia mi lo mas que podia para que el carro nos cubriera lo mejor posible.
El miedo recorrió mis venas y podia ver el pánico en Jin, al tiempo que se aferraba aun a un costado mío con fuerza, tratando de regular su propia respiración.
El sonido de las pisadas confirmo que no había sido cualquier cosa lo que habíamos escuchado, nuestro peor temor estaba del lado contrario del carro.
Me distraje tanto que olvide el peligro que nos podia rodear en cualquier momento. Y ahora estabamos pagadon mi descuido.
No podia permitir que nos viera. Si nada nos ha atacado aun es porque no sabe de nuestra presencia y tenia que tratar de usar eso a nuestro favor.
Tenia que tratar de salir de esta con la mente fría y de manera ágil.
Tenia que mantener a Jin a salvo. No podia permitirme que algo le pasara. Simplemente no era una opción.
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