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C U A T R O

El frio se expandió por toda mi columna.

Moví mis dedos, tratando de entender y sentir mi propio cuerpo.

Pero una molesta luz choco contra mis parpados. Intente abrir los ojos lentamente, pero la luz blanca me encandilo de inmediato la vista, sintiendo en segundos un fuerte dolor de cabeza. Fruncí el seño al tratar de llevar una mano a mi frente, extendiendo aun mas el dolor.

Era como si mi cabeza latiera.

Gruñí.

Me sentía desconcertado y extraño al mi mismo.

¿Dónde estaba?

— Trata de relajarte, estas en buenas manos. Tienes heridas algo graves así que no puedes moverte aun ¿Muy bien? —

Escuche lo que aquella persona me había dicho y trate de quedarme quieto, aun con el dolor palpable en mi cabeza y mi cuerpo.

Volví a intentar abrir mis ojos, al parecer la otra persona había bajado un poco la intensidad de la luz en la sala.

— ¿Como te sientes? —

Enfoque mi vista en él. Era un hombre joven, su cabello era negro y utilizaba una bata blanca. Me sonreía con tanta amabilidad, que decidí relajarme aun sin entender que sucedía.

— Mi cabeza... Me esta matando —

— Bueno, tienes bastantes golpes y heridas en tu cuerpo pero sin duda alguna el golpe que tienes en la cabeza fue bastante fuerte —

Trate de volver a llevar una mano a mi frente. Sintiendo esta vez una venda en ella. Fruncí el seño. ¿Qué había pasado?

Volví a ver todo a mi alrededor, buscando respuestas, pero no era mas que una habitación bastante blanca, jugaría en decir que era un hospital, pero definitivamente no lo era.

— Estas algo desorientado no te preocupes —

— ¿Puedes decirme donde estoy y que paso? — le pedí.

— Estas en uno de los centros de investigación de la ONU y bueno, realmente no se sabe exactamente que paso contigo, aparte de que evidentemente tuviste un accidente —

— ¿Como llegamos aquí? — cerré los ojos tratando de volver a todos mis sentidos.

Lo vi fruncir el seño, sintiendo algo revolverse en mi estomago.

— ¿Llegamos...? — pregunto confundido.

Oh Dios mío, Jimin.

Me senté de inmediato en la camilla, ignorando por completo el dolor que calo por todo mi sistema.

— Tranquilízate — me dijo, tomándome por los hombros intentando que me volviera acostar.

Ni una mierda que me iba a tranquilizar. Gire a revisar toda la habitación, tratando de buscar a mi hijo sentado en algún lado de la habitación. Pero el pánico se empezó apoderar de mi al no verlo.

— Mi hijo, maldita sea. ¿¡Donde esta mi hijo!? —

— ¿Tu hijo? Por Dios, trata de calmarte ¿Esta bien? —

— ¿¡Como puedes pedirme que me calme!? ¿¡Donde esta mi hijo!? —

— Si no te calmas te voy a sedar, debes de relajarte Namjoon —

— ¿¡Como sabes mi nombre!? —

— Te hicimos un examen de ADN hace unos días. Ahora acuéstate —

— ¡Hace unos días! ¿Hace cuanto estoy aquí? —

— Sino te relajas no te explicare nada y no te escuchare. Estoy hablando enserio con sedarte, estas realmente alterado —

Con mi pecho subiendo y bajando de manera frenética, trate de calmarme. Necesitaba escuchar que había pasado, necesitaba que me dijera donde estaba Jimin.

El se coloco frente a mi, con una mirada seria y compostura recta.

— Mi nombre es Kim Seokjin. Trabajo en el servicio medico de estas instalaciones. En un inicio solo se hacían investigaciones, pero debido a todo lo sucedido con los virus y armas biológicas se abrió para ayudar a las personas como un refugio —

— Lose, maldición, por eso venia hacia aquí — gruñí.

— Cada cierto periodo de tiempo un quipo especializado y totalmente armado sale de las instalaciones con diversos objetivos. Limpiar los alrededores y encontrar sobrevivientes, son dos de ellas. Tuviste suerte de que te encontraron — me miro seriamente.

Pero nada de lo que decía me importaba, yo quería saber de mi hijo.

— Ahora escúchame tu a mi. Tengo un hijo de cuatro años que se encontraba en ese maldito auto conmigo. Necito saber donde esta él —

La mirada dura que tenia en un inicio se suavizo, negando un par de veces de manera lenta.

— No había ningún niño contigo —

Mi corazón empezó acelerarse. No podia ser cierto, no podia ser cierto, maldita sea.

— Entonces déjame ir a buscarlo— mi voz sonó un par de tonos mas graves de lo normal. Tratando de procesar lo que me decía.

— No me estas entendiendo — fruncí el seño. — Escucha hace dos meses que sucedió todo este desastre... Presentabas altos niveles de desnutrición y deshidratación, además el golpe que recibiste en la cabeza fue muy fuerte... —

— ¡Explicate maldita sea! — dije desperado.

El tipo suspiro y me volvió a ver con una mirada seria nuevamente.

— Estoy tratando de explicarte que ese niño del que hablas, no existe —

La ira se apodero de mi. Me levante de aquella camilla, sin importar escuchar mi cuerpo crujir por todas partes. Tome con fuerza el cuello de su asquerosa bata blanca y lo empuje hasta la pared, iba a matar a ese hombre.

— ¡Vuelve a decir algo así y te rompo el cuello! ¿¡Donde esta Jimin, por Dios!? —

A pesar de que no estaba jugando con el tipo, este no se inmuto en lo mas mínimo y volvió aquella mirada de lastima a sus ojos.

— Escúchame Namjoon. En el automóvil solo estabas tu, no había absolutamente nadie mas, ni nada que dijera que estuvieras acompañado, mucho menos por un niño. Solo había una mochila negra con comida y ropa, y una billetera, no había absolutamente nada mas, ni dentro del carro, ni a sus alrededores —

— Estas mintiendo... — solté su ropa y retrocedí lentamente, aun mas envuelto en pánico ante aquellas palabras.

El volvió avanzar hacia mi y puso suavemente su mano en mi hombro, al tiempo que me hacia volver a la camilla.

— Se que estas muy confundido. Pero trata de escucharme ¿Si? Las alucinaciones en casos como el tuyo son comunes, la situación de soledad y el deterioro de la salud puede llegar crear experiencia o personas que no existen —

— No puede ser cierto... — sentí como empecé a ver todo nublado.

— De verdad lo siento... Estarás bien, estarás cuerdo apenas te recuperes totalmente. Yo me hare cargo de ti ¿Esta bien? —

Mis manos sudaban. Estaba perdido, el solo me veía con ojos de pena, como si tratara de entenderme.

Jimin no existe...


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